Número: 445
- Clausuran el Seminario Internacional Política y Dinero: Democracia Vs Corrupción
Al concluir los trabajos del Seminario Internacional Política y Dinero: Democracia vs Corrupción, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, señaló que si bien es necesario robustecer la democracia, la autoridad electoral ha construido una serie de blindajes para que el voto cuente y sea contado bien.
“Si bien el fenómeno de compra y coacción del voto, el fenómeno del clientelismo, ha estado presente y gravita como una sombra ominosa en los procesos electorales, también es cierto que cuando los ciudadanos han salido y han votado, ellos han decidido para bien o para mal su futuro político”, afirmó.
Refrendó el compromiso del INE con el combate a las prácticas de corrupción y el clientelismo electoral que pueden tener enormes consecuencias para la vida pública del país; sin embargo, este compromiso debe ser acompañado de la actuación de los órganos jurisdiccionales y de la exigencia de la ciudadanía.
En presencia de académicos y especialistas como Pedro Salazar, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; Rolando Cordera, profesor emérito de la Facultad de Economía de la UNAM; Daniel Zovatto, director para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional, y Baltasar Garzón, presidente de la Fundación Internacional Baltasar Garzón en España; el consejero presidente alertó sobre los riesgos que la injerencia de los recursos pueden tener en la voluntad y la autonomía de los ciudadanos a la hora de emitir su voto.
El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Pedro Salazar, afirmó que los jueces deben ser imparciales en sus decisiones para garantizar consecuencias a actos ilegales y de corrupción, para poder solucionar los problemas en el ejercicio de estas prácticas.
“Por más que se haga un esfuerzo desde la autoridad administrativa para generar condiciones que inhiban prácticas que alteren en este tema las condiciones de la competencia política, si falla el juez falla todo lo demás. Cuando la justicia falla, todos los esfuerzos legislativos y administrativos que se hagan con anterioridad terminan siendo vanos, vacuos e inoperantes”, explicó.
Daniel Zovatto, director de Idea Internacional, definió a la corrupción como “monopolio más discrecionalidad, menos transparencia, menos capacidad de sanciones”.
El problema en América Latina, dijo, es que existen las condiciones y los incentivos para la corrupción. Por ello, argumentó, para combatirla es necesario ir más allá del financiamiento político.
“Estamos en una nueva etapa donde tenemos que buscar un nuevo enfoque que permita tutelar no solamente la integridad del proceso electoral, sino también tutelar la integridad del sistema político en su conjunto. No basta ya con que hagamos un sistema de financiamiento que garantice condiciones de equidad y de transparencia, es condición necesaria pero no suficiente”.
Zovatto añadió que es necesario vincular el tema del financiamiento político con el tema de la lucha contra la corrupción, tráfico de influencias y conflicto de interés.
Para combatirla, agregó, es necesario recuperar y endurecer las penas, es decir; revisar la parte procedimental penal y también el conjunto de sanciones, de lo contrario, advirtió, de nuevo los incentivos terminan siendo muy favorables a que haya corrupción.
“La doble moral de quienes nos dirigen y de nosotros mismos a la hora de afrontar el combate a la corrupción tiene que desaparecer. La reserva mental de los gobernantes tiene que desaparecer. En definitiva tenemos que conseguir entre todos y todas devolverle a la política su noble condición de servicio público y que el mérito sea el que se instale ahí”, concluyó.
Posteriormente, el profesor emérito Rolando Cordera señaló que si se quiere evitar la compra y coacción de voto, es necesario dejar atrás la pobreza masiva y extrema del país. “Porque mientras eso no ocurra no tendremos éxito en la introducción, implantación de buenas prácticas cívicas y ciudadanos”.
Refirió que los medios de comunicación e información masiva, que definió como “grandes corporaciones o medianas corporaciones con intereses específicos, legítimos y no legítimos”, también tienen responsabilidades, deberes y derechos en materia de democracia y corrupción.
Cordera añadió que se debe empezar a combatir la corrupción a través de la educación. “Debemos insistir en el tema de la igualdad como eje, como faro que organice estas discusiones tan valiosas con vocación instrumental, pero que organice también la construcción de una ética pública”.
El magistrado Baltasar Garzón afirmó que la corrupción es síntoma de un fracaso institucional, por lo que se requiere un cambio de paradigma en donde se empodere a la sociedad en su combate.
“Combatir la corrupción no sólo es una obligación del Estado, sino de todos y cada uno de sus organismos que deberán hacerlo de forma integral y coordinada. No puede cada uno disparar para donde le dé la gana, porque entonces es fracaso absoluto”, advirtió.
Consideró que si se estableciera un sistema de cumplimiento de la legalidad, el beneficio sería mayor, habría más igualdad de oportunidades y menos desequilibrio en la sociedad, ya que “cuando se establece un sistema de corrupción generalizado sufrimos las consecuencias porque no podemos hacer nada contra el mismo, porque es el Estado el que eventualmente lo potencia”.
En definitiva, agregó, se debe devolver a la política su noble condición de servicio público y que sea el mérito, es decir, que sean los mejores los que ocupen los cargos.