Número: 396
- La persistencia del fraude en la historia política del país revela la desconfianza que las élites le tienen a los votantes y a su capacidad para actuar racionalmente, para elegir lo que ellos consideran lo que es lo debido: Soledad Loaeza
Al impartir la conferencia magistral Cien Años de Reformismo Electoral en México: 1918-2018, en las instalaciones del Instituto Nacional Electoral (INE), la doctora Soledad Loaeza señaló que ante los retos que enfrenta la democracia en el país, ciudadanos, gobiernos, partidos políticos y todos los actores deben asumir la responsabilidad de defenderla con los instrumentos que tengan a su alcance.
Mencionó que la democracia enfrenta constantemente una sobrecarga de expectativas, ya que se le ve como la solución directa a los problemas que competen a otras instancias.
“Hemos esperado de la legislación electoral y de sus instituciones, la solución de problemas que corresponden a otras instancias, a otras materias; no son pocos los que piensan en una nueva reforma electoral como remedio a la inquietud que provoca entre nosotros el estado de nuestra democracia”, dijo.
Añadió que problemas tan complejos como la falta de coerción social, la violencia y la corrupción, la debilidad del estado y la Presidencia de la República, por mencionar solo algunos, no son consecuencia del régimen electoral, por lo tanto, su solución no depende de ese régimen.
Explicó que las reformas electorales de los últimos años han sido diseñadas para hacer otra cosa que garantizar elecciones limpias y justas. “Me parece que atribuirle otras responsabilidades es, incluso, incidir o influir para que las que realmente le corresponden se vea en dificultades”.
Loaeza expuso que para defender la democracia es necesario entender nuestra historia política y conocer la historia de cada una de estas leyes, el contexto que la animó, que definió sus prioridades, los temas en los que hizo hincapié y los intereses particulares de sus promotores.
Mencionó que uno de los objetivos fundamentales del reformismo electoral en el país ha sido poner fin a las prácticas fraudulentas que deforman la voluntad popular, sin embargo, esta batalla ha sido mucho más ardua que la lucha por ejemplo contra el abstencionismo.
“La manipulación del voto en todas sus posibles versiones ha sido uno de los principales obstáculos a la firme instauración de la democracia y ha sido invencible porque estas prácticas denotan algo mucho más profundo del mero triunfo de un partido o de un candidato, la persistencia del fraude revela la desconfianza que las élites le tienen a los votantes, a su capacidad para actuar racionalmente, para elegir lo que ellos consideran lo que es lo debido”.
Al comentar la ponencia el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, coincidió en que reforma tras reforma se ha dado una sobrecarga de atribuciones al órgano electoral, las cuales han sido cumplidas por el INE, pero que no necesariamente han generado fortaleza del órgano electoral.
“Las reglas son las que son, y sin duda pueden ser perfectibles, pero cambio de las reglas no necesariamente resuelve los problemas y mucho menos cuando el juego ya arrancó”, enfatizó.
Lorenzo Córdova destacó que en los últimos 30 años, los resultados han sido respetados y “las elecciones acaban resolviéndose en tribunales y no en la calle a balazos como ocurría hace no mucho”.
Añadió que recapitular la historia electoral de México, de cara a la elección que enfrenta el INE permite ver en la evolución histórica, de dónde venimos y que hemos hecho bien y qué ha salido mal para mejorar.
La ponencia de la doctora Loaeza forma parte del ciclo de conferencias estacionales 2017 en el marco de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica (ENCCÍVICA) 2017-2023, en el que cuatro veces al año se invita a destacados intelectuales nacionales y extranjeros a impartir una cátedra sobre temas relacionados con el desarrollo de la democracia.