Número: 387
· El debate es para tratar de convencer, porque nadie está condenado a la victoria ni a la derrota electoral: Ciro Murayama
· Continúa el foro internacional Debates Electorales: El reto hacia 2018
En el marco del foro internacional Debates Electorales: El reto hacia 2018, la consejera electoral Pamela San Martín afirmó que el Instituto Nacional Electoral (INE) está comprometido con la elaboración de debates más atractivos, con formatos menos rígidos, que tengan como eje a la ciudadanía y no a los contendientes.
“Las ciudadanas y los ciudadanos son quienes miran esos debates, quienes escuchan esos debates y quienes deben de salir con elementos adicionales para el ejercicio de una decisión fundamental de quien nos ha de gobernar en este país”, agregó.
Al moderar la mesa titulada Debate y voto informado, la consejera San Martín refirió que para lograr este objetivo es necesario partir del principio de considerar que el debate es una herramienta fundamental en democracia para aportar a la ciudadanía los elementos para la decisión que habrá de tomar respecto al ejercicio de su derecho al voto.
Asimismo, durante su participación en la mesa denominada La experiencia internacional, el consejero Ciro Murayama sostuvo que los debates son una de las buenas noticias que llegaron para quedarse, como una contribución en las democracias contemporáneas.
Subrayó que el debate es un ejercicio propio de la democracia, “implica, la coexistencia pacífica de la pluralidad política y el reconocimiento de la legitimidad de la existencia del otro; mientras, en el autoritarismo, el líder no tiene rivales, es la encarnación de los valores del pueblo que se pretende homogéneo y uniforme”.
La celebración de un debate, dijo el consejero electoral, confirma que nadie puede pretender representar a la totalidad de la sociedad o del electorado. “El debate es para tratar de convencer, porque nadie está condenado a la victoria ni a la derrota electoral”.
En el auditorio del INE; ante académicos, expertos en comunicación política, representantes de partidos políticos y académicos, lamentó la pobre deliberación pública en el país e hizo votos porque la organización de los debates entre quienes aspiran a la Presidencia de la República “sirvan para deconstruir ideas equivocadas, no para demoler personas ni trayectorias personales”.
Durante la primer mesa del día, Debates y voto informado, Ivonne Acuña Murillo, académica del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, se pronunció por la realización de debates con formatos orientados a mantener una ciudadanía informada que permita, por un lado, el acercamiento de la política con la ciudadanía y a una emisión de un voto razonado.
“Es innegable que en un proceso electoral democrático, los debates tienen un lugar central porque nos permiten trascender la simplicidad, la inmediatez de los spots, para familiarizar o acercar a los votantes a las distintas candidatas y candidatos. En ese sentido, los medios de comunicación se han convertido en una plataforma importante, porque permite justamente ese acercamiento de la política a los ciudadanos”, indicó.
René Delgado, periodista y editorialista del diario Reforma, reconoció como trascendente el esfuerzo del INE por realizar este tipo de foros y hacer de éstos “músculo ciudadano” para rescatar el debate entre candidatos, no sólo como parte del desarrollo de un proceso electoral sino para que la confrontación de propuestas partan del interés de la audiencia y se apuntale –a la vez- una cultura política entre la ciudadanía.
“Los debates ya no entusiasman. En ese sentido, me parece plausible el intento por rescatar el debate no sólo para los propósitos de una elección, sino para los propósitos de una cultura política. Me parece que ha habido la tentación, sobre la base de la política cupular, de privilegiar la transa y el canje, en vez de abrir la política verdaderamente en debate, en diálogo con la sociedad y para la sociedad misma”, resaltó.
En tanto, Raúl Trejo Delarbre, profesor e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que los debates deben ser parte de un proceso de circulación y confrontación de ideas, de la reflexión pública, y no de la disputa de emociones u ocurrencias.
En la segunda mesa, Hernán Charosky, miembro fundador de Argentina Debate y actual Subsecretario de Reforma Políticas y Asuntos Legislativos para el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, subrayó la importancia de la creación de una cultura del debate, pues “es la construcción de un bien público, para el cual todos tienen que aportar y del cual todos pueden disfrutar”.
El fundador de los debates presidenciales en Argentina dijo que para tener debates presidenciales, es fundamental la demanda social y sólo se construye si hay diálogo y la construcción de una coalición pluralista y abierta donde las y los candidatos se puedan sentir exigidos por la sociedad.
Luz Gamarra, integrante del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) de Perú, comentó que en su país la ciudadanía y la sociedad organizada tienen un rol importante en el formato y desarrollo de los debates entre candidatos a cargos de elección popular.
Dijo que en 2016, más de 12 organizaciones sociales y civiles, medios de comunicación y organismos internacionales, coordinados por la autoridad electoral de esa nación, coorganizaron debates programáticos en los que se busca que la ciudadanía vote no por el candidato sino por el mejor plan de gobierno.
Carolina Calderón Guillot, Directora Ejecutiva de la Fundación Cívica Social Pro Cartagena (FUNCICAR) y miembro fundadora de la Comisión de Debates Políticos de Bolívar (CPPB) (Colombia) planteó la experiencia del debate en su país, destacó las ventajas que tiene sobre los formatos y la interacción en los debates, el hecho de que las y los candidatos no conozcan las preguntas que se les realizarán.
Los debates son un activo de la ciudadanía que quiere una buena democracia, señaló Mario López Salguero, Director Ejecutivo de la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG), asociación que en los últimos 35 años ha organizado debates en esta nación, incluyendo el cambio de una dictadura militar a un proceso democrático.
Consideró que para involucrar a los jóvenes en los procesos democráticos, se les deben recordar los motivos por los cuales gozan de libertades y hacerlos co-partícipes y responsables de que “un debate no es un show sino un derecho de la democracia”.