Número: 359
- A partir de su aprobación, se percibe una amplia participación ciudadana y una mayor rendición de cuentas por parte de los gobernantes: Roberta Jacobson
- Es el documento más completo sobre la democracia; contempla procedimientos para su fortalecimiento, sin vulnerar el principio sagrado de la no intervención: Francisco Guerrero
- Prevé principios y obligaciones jurídicas que permitan a las naciones firmantes hacer realidad una democracia cotidiana: Eduardo Ferrer
- Revaloriza la participación de la sociedad civil en el marco de la legalidad: Julio Garro
A 15 años de su aprobación, la Carta Democrática Interamericana se consolida como la “constitución democrática del hemisferio americano”, coincidieron diplomáticos del continente, al destacar que a través de este documento se impulsa de manera permanente el derecho que tienen los pueblos a la democracia y el compromiso de sus gobiernos a defenderla y promoverla.
En el marco del tercer día del VIII Foro de la Democracia Latinoamericana: Desafíos de las Elecciones en tiempos de cambio: un panorama latinoamericano, Roberta Jacobson, embajadora de Estados Unidos en México, destacó que “más de 15 años después –de la aprobación de la Carta Democrática Interamericana- nos acordamos con optimismo y esperanza, y ver qué tan lejos hemos llegado como región para sustentar nuestros valores y principios democráticos”.
Al participar en el panel A 15 años de la aprobación de la Carta Democrática Interamericana, -moderado por el embajador Manuel Ruíz Cabañas- Roberta Jacobson subrayó que este documento tiene como esencia el derecho de los pueblos a la democracia y de sus gobiernos a defenderla y promoverla.
Derivado de las acciones emprendidas a partir de la aprobación de la Carta Democrática, agregó, ahora se puede percibir –en el Continente Americano- una amplia participación ciudadana y una mayor rendición de cuentas por parte de los gobernantes, lo que representa –dijo- una victoria para la democracia y las instituciones que la promueven.
Francisco Guerrero, secretario para el Fortalecimiento de la Democracia de la Organización de Estados Americanos (OEA), precisó que la Carta –respaldada por 34 países firmantes- representa que “el documento más completo sobre la democracia” al contemplar “procedimientos para su fortalecimiento, sin vulnerar el principio sagrado de la no intervención”.
Alertó que no cumplir con los principios y valores que contempla este documento, es poner a prueba la visión democrática en el Continente.
Llamó a los países firmantes a ser consecuentes con los principios de la Carta, también conocida como “constitución democrática del hemisferio americano”.
Eduardo Ferrer, vicepresidente de la Corte Interamericana, afirmó que este documento no sólo está conformado por principios, sino obligaciones jurídicas que permitan a las naciones firmantes “hacer realidad una democracia cotidiana, de vida digna para todos y orientada al fortalecimiento de una democracia sustantiva”.
Julio Garro Gálvez, embajador de Perú en México, mencionó que si bien se habla mucho de la dimensión sancionadora de la Carta para actuar en casos de ruptura o alteración, la misma no fue hecha sólo para establecer sanciones diplomáticas, sino para evitar que se llegara a situaciones en que se produzca el quiebre de la democracia.
“La Carta desarrolla el concepto de democracia y revaloriza la participación de la sociedad civil en el marco de la legalidad, además de que aborda temas como la pobreza, el analfabetismo y bajos niveles de desarrollo, porque inciden negativamente en la democracia”, señaló