“Credencial del INE, a quien la perdió en el sismo”, artículo de Marco Baños en El Economista

Escrito por: INE
Tema: Opinión

Los dolorosos terremotos de septiembre han afectado en múltiples aspectos a miles de personas que habitan el centro y sur del país. Es una tragedia que modificó la vida cotidiana de colonias, comunidades enteras, barrios, entidades de la República que no van a reponerse en poco tiempo. En algunos casos, el golpe cobró la vida o dejó secuelas físicas irreparables a personas heridas; en otros, menos graves quizá, pero que también lastiman a muchas familias, vimos cómo el patrimonio que significó años de esfuerzo se esfumó en segundos, se perdieron ahí papeles importantes, ropa que ponerse al día siguiente, identificaciones, automóviles y hasta recuerdos personales que ya no salieron de los edificios donde se guardaban con recelo, el hogar que fue refugio para la rutina diaria y ahora ya no está.

 Las historias del sismo siguen escribiéndose y necesitan que no se relaje la ayuda o la solidaridad ciudadana, tampoco los esfuerzos que son obligación de todas las instituciones públicas para que cada una, en su respectivo ámbito de competencia, emprenda acciones concretas que faciliten las cosas al conjunto de personas afectadas.

 Uno de los pasos que en esa ruta ha dado la autoridad electoral nacional, se expresa en alternativas excepcionales y expeditas para simplificar trámites de reposición de credenciales perdidas durante los sismos. No se van a aflojar candados de seguridad que se han incrementado para proteger datos personales, tampoco los instrumentos que permiten verificar de forma indubitable la identidad de solicitantes; sin embargo, ahora en esta contingencia, los registros biométricos de huellas dactilares serán el único elemento a considerar y así, sólo con la huella, quien haya perdido su mica de elector tendrá oportunidad para reponerla en máximo una semana.

 No es un asunto sólo electoral. La credencial expedita permitirá tramitar y reponer otros papeles perdidos, porque desde 1992 la Ley General de Población estableció que en tanto no existiera una cédula de identidad los padrones electorales y sus credenciales cumplirían esa función y hoy a décadas de distancia, es el padrón electoral la única y más sólida base de datos actualizada con la que cuenta el Estado mexicano, el instrumento de identidad más aceptado y confiable.

 Desde hace tiempo, las huellas dactilares y los polígonos del rostro (biométricos) se han integrado al padrón y eso ha permitido identificar rápidamente cualquier intento de duplicar una credencial oficial de elector.

 Hoy esos registros biométricos permitirán recuperar la identificación perdida con plena seguridad de que la persona que así lo solicite es la misma que tenía la mica anterior y esa mica anterior quedará inactiva al momento en el que se produzca la nueva.

 Quien por consecuencia del sismo necesite recuperar su credencial podrá acudir a los módulos de atención ciudadana del INE para solicitarla. Bastará la huella dactilar para identificar a cabalidad a la persona y en un lapso de entre tres a cinco días podrá recoger la nueva mica en el mismo lugar. Así de sencillo, así de práctico.

 Se trata de hacer sencillos y seguros los trámites. Buscamos que en este difícil momento las cosas se faciliten, se simplifiquen a favor de la población lastimada. Es buen momento para que las instituciones del Estado repensemos si es posible normalizar métodos de trabajo expeditos para que con o sin emergencias, podamos mejorar cada vez más la atención a la población que es a quien nos debemos, quienes sostienen los presupuestos con el pago de impuestos, el fin de las actividades sustantivas o adjetivas que realiza el aparato público mexicano.

consulta el artículo en El Economista.

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