Gracias, Consejero Presidente.
Muy buenos días a todos y a todas.
En días como este llega a mi mente una frase de la exconsejera del entonces Instituto Federal Electoral y doctora Jacqueline Peschard, de su libro: “La cultura política democrática”, que para no errar, voy a leer.
Dice: “La construcción de una sociedad democrática requiere de una estrategia de varias pistas, ya que hay que promover declaradamente las bondades de los valores democráticos, a la vez que impulsar la construcción de instituciones que funcionen a partir de los principios de legalidad, pluralidad, competencia y responsabilidad política, es decir, a partir de principios democráticos”.
Esta afirmación, en mi opinión, refrenda una importante verdad, que no puede dejar de difundirse ni de practicarse y es que la democracia no puede existir en ningún estado sin instituciones que la promuevan, que la faciliten y que la acerquen a toda la ciudadanía, de tal forma que la defiendan hasta las últimas consecuencias, a través de la transparencia y de la legalidad, de la confianza y la legitimidad, pero sobre todo, a través del ejercicio oportuno de su autonomía.
Es esta premisa elemental la que ha guiado todo mi desarrollo profesional y académico, y el día de hoy que cuento con el inconmensurable privilegio de tomar protesta como Consejera del Instituto Nacional Electoral, puedo afirmar que mi compromiso con la democracia en nuestro país se materializará en una constante en las discusiones que en este Consejo General puedan celebrarse, siempre desde una perspectiva comprometida, objetiva, pero también abierta al diálogo con todas y todos quienes integramos esta herradura.
Quiero aprovechar para agradecer al Comité Técnico de Evaluación, a la Junta de Coordinación Política y a la Cámara de Diputados y Diputadas por haberme dado un voto de confianza para formar parte de este Consejo General.
De igual manera quisiera felicitar a la Consejera Beatriz Claudia Zavala Pérez y al Consejero Jaime Rivera Velázquez por haber hecho los méritos necesarios para hallarse aquí el día de hoy. La experiencia y el profesionalismo con el que cuenta respaldan su presencia en esta mesa.
Quisiera señalar, por otra parte, que llego a esta honorable institución consciente de muchas de las áreas de oportunidad que nuestra democracia adolece; reconozco, por ejemplo, que un importante sector de la ciudadanía contempla sus instituciones como lejanas e indiferentes.
El Doctor José Woldenberg ha detectado, con la pericia que lo distingue, que la credibilidad es un proceso en el que se avanza muy lento, micra a micra, mientras que la desconfianza, en cambio, ocurre de golpe e implica retrocesos de kilómetros. Agregaría a esta frase que una vez que se pierde la confianza es casi imposible recuperarla.
Tomando en cuenta lo anterior, llego al Instituto Nacional Electoral con el firme compromiso de contribuir al fortalecimiento de nuestra legitimidad institucional, de promover la integridad a través del ejemplo, de hacer valer todas y cada una de las leyes y reglamentos que nos rige.
En resumen, llego con toda la intención de coadyuvar para que el Instituto Nacional Electoral siga fortaleciéndose ante los ojos de las y los ciudadanos como una autoridad confiable que vela irrefutablemente por sus derechos político-electorales, que contribuye con acciones de mejora tanto para las condiciones democráticas nacionales, así como las locales, procurando mantener, a manera de columna vertebral, un sistema colaboracionista con todas las entidades federativas mediante la unión de voluntades con los Organismos Públicos Electorales, siguiendo los principios rectores de la función electoral, como la certeza, la legalidad, la independencia, la objetividad y la transparencia, que se materializa en la elevada cooperación, coordinación y el respeto mutuo, todos ellos factores implícitos en el marco constitucional.
En este panorama los desafíos que enfrentamos para este año no son y no serán menores pues, como sabemos, en estos momentos cuatro entidades están en procesos electorales: Coahuila, Estado de México, Nayarit y Veracruz, sin mencionar los procesos extraordinarios.
Por lo cual, dado que la materia de fiscalización es competencia del Instituto Nacional Electoral, esta representará uno de los grandes retos a que deberemos hacer frente, tanto para fiscalización del financiamiento ordinario, así como de gastos de campaña de partidos políticos, o bien, de candidatas y candidatos independientes.
Resultarán igualmente importantes los posibles procedimientos sancionadores que puedan surgir dentro del desarrollo de los procesos electorales. Lo que permitirá la sanción por parte de las instancias correspondientes de las infracciones cometidas en materia electoral y, por su parte, será necesario que el dictado de medidas cautelares se realice con la suficiente celeridad y expedites.
Por otra parte, cabe mencionar que el Instituto Electoral está llevando a cabo el procedimiento de designación de Consejeras y Consejeros locales en 19 entidades federativas.
A todo lo anterior se suma una peculiaridad de la capital del país, que tenemos que hacer una redistritación para disminuir el número de distritos electorales. De 40 distritos electorales que se contemplaban en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal ahora se contemplan 33 en la Constitución Política de la Ciudad de México.
Por si todo esto no fuera poco, estamos a unos meses de dar inicio al proceso electoral 2017-2018, el cual en palabras del propio Consejero Presidente de este Instituto, es el más grande desafío en la historia democrática del país, debido a las 30 elecciones concurrentes que tendremos que vigilar de manera escrupulosa.
Por otra parte, se elegirán los poderes Ejecutivo y Legislativos federales, adicionalmente a que existirán elecciones en 30 estados del país. Esto representará la instalación de 154 mil 884 casillas, según cálculos preliminares.
Asimismo seis mil más que en 2016, con un crecimiento estimado de la Lista Nominal de Electorales de 87.9 millones de mexicanos y mexicanas.
En esta lógica considero que las iniciativas y acciones que vayamos definiendo y que contribuyen a la planeación coordinada de los comicios de este año y del 2018, no serán solo una consecuencia o un evento protocolario, sino el resultado del interés y compromiso de esta autoridad nacional para acercarnos y formar consensos específicos en donde la discusión sea un acto reflexivo sobre nuestra intervención en los próximos meses hasta que concluya la última etapa del proceso electoral 2017-2018.
Por último no quiero dejar de mencionar que soy consciente que mi arribo a esta mesa se debe al largo y constante lucha del feminismo mexicano, que por largos años ha apostado por abrir espacios en el sector público a favor de las mujeres, por el sufragio femenino, por las acciones afirmativas y ahora por el principio de paridad.
No deseo omitir que desde la creación del otrora Instituto Federal Electoral en 1990 fuese como consejeros magistrados, consejeros ciudadanos o consejeros Electorales 63 personas han ocupado un lugar en este máximo órgano de dirección. De entre las cuales podemos dar cuenta del paso de 11 mujeres, con lo cual me honra compartir que a partir de esta integración la Consejera Beatriz Claudia Zavala y la de la voz podemos sumarnos a esta línea de tiempo, a este diálogo de transformaciones culturales, donde las mujeres son reconocidas por la calidad de sus trabajos y capacidades.
La lucha de miles de mujeres en el pasado y en el presente me obliga a la humildad como persona y a continuar con una lucha que ha logrado triunfos importantes, pero que está aún muy lejos de verse culminada.
En mi gestión como Consejera del Instituto Nacional Electoral me comprometo a luchar todos los días en contra de la violencia política hacia las mujeres que ha atentado, incluso, contra la integridad física de candidatas a cargos de elección popular y de funcionarias públicas. Esa misma violencia que hasta la fecha sigue coaccionando, sobre todo, a las mujeres indígenas a renunciar a los puestos a los que accedieron legítima y democráticamente, gracias a resistencias culturales que de ninguna manera son consecuentes con la realidad y que deben ser combatidas y erradicadas a la brevedad.
Estoy convenida que la democracia mexicana no alcanzará su plenitud hasta que cualquier mujer con convicción política pueda competir en una contienda en igualdad de circunstancias sin ningún tipo de discriminación de género.
Reconozco que vamos por el camino correcto y por ello es de suma importancia seguir delineándolo y estar muy pendientes de no salirnos de él.
Por todo lo antes mencionado, quisiera decirle a todo el personal de este Instituto, a mis colegas, Consejeras y Consejeros, a los partidos políticos y a la ciudadanía en general, que asumiré esta responsabilidad con actitud crítica y con disposición de trabajar con quien quiera aportar un extra en esta institución y a nuestro sistema democrático nacional, garantizando el cumplimiento permanente de los principios que rigen a la función electoral en nuestro país.
Muchas gracias.
Versión Estenográfica, Durante la Sesión Extraordinaria del Consejo General, donde rindió Protesta como Consejera Electoral del Instituto Nacional Electoral
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