Cada año, el Instituto Nacional Electoral realiza la conformación de su presupuesto. Toda vez que el ejercicio del voto, acorde con los principios democráticos, requiere recursos económicos y humanos.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en sus artículos 4° y 5° otorgan al órgano electoral autonomía presupuestaria, es decir la facultad de emitir sus normas para ejercer el gasto.
Para elaborar su presupuesto y enfrentar las necesidades operativas, el INE parte de tres grandes rubros: el Presupuesto Base, que contempla los recursos destinados a cubrir los servicios ordinarios básicos (agua, luz, arrendamiento de inmuebles y salarios); la Cartera Institucional de Proyectos, integrada por las funciones y facultades constitucionales y legales que como órgano del Estado mexicano debe cumplir año con año (como por ejemplo el Proceso Electoral del Poder Judicial 2026-2027) y el Proceso Electoral para renovar la Cámara de Diputados; el Presupuesto Precautorio, integrado por aquellos ejercicios de participación ciudadana que, en caso de llevarse a cabo, esta autoridad electoral debe contar con los recursos necesarios para su implementación, ejemplo de ello son la consulta popular, la iniciativa popular y la revocación del mandato.
La construcción del anteproyecto de presupuesto es una tarea en la que participa toda la estructura: áreas y unidades técnicas; juntas locales; la Junta General Ejecutiva y, por supuesto, el Consejo General. El reglamento interno del INE establece que a las Direcciones Ejecutivas y las personas titulares de las Unidades Técnicas les corresponde formular su anteproyecto de presupuesto, propuestas que buscan cumplir los objetivos y metas del Plan Estratégico Institucional 2016-2016, como, por ejemplo, la organización de procesos electorales con efectividad y eficiencia.
Si bien las áreas y unidades técnicas brindan los insumos para elaborar el presupuesto a través de sus anteproyectos, de acuerdo con la normativa interna, la Dirección Ejecutiva de Administración es la encargada dirigir y coordinar su conformación, mientras que a la Junta General Ejecutiva corresponde la aprobación de la Cartera Institucional de Proyectos. Para que sea finalmente la Presidencia del Consejo, la encargada de presentarlo ante el Consejo General (máximo órgano de decisión) para su aprobación y posterior envío al Poder Ejecutivo Federal para que sea presentado ante el Congreso de la Unión como parte del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Estos esfuerzos de la estructura institucional son acompañados por una Comisión Temporal que se encarga de hacer una evaluación del presupuesto anterior asignado. Además, revisa, analiza y discute la propuesta de Anteproyecto que presentan las áreas y unidades. Labor indispensable para la formulación de un diagnóstico y lineamientos para el proceso de programación presupuestal.
Esta Comisión se encarga de examinar y desmenuzar, junto con las áreas y unidades, el presupuesto ejercido, los proyectos inconclusos, los montos de referencia, entre otros elementos de relevancia. El objetivo es conocer las áreas de oportunidad de pasados ejercicios, identificar nuevas oportunidades y, en su caso, reorientar el modelo de gasto planteado. Convirtiéndose en un espacio de diálogo donde convergen los diversos planteamientos sobre los medios humanos y materiales que necesita el Instituto.
La Comisión Temporal de Presupuesto 2026 fue creada el pasado 17 de mayo por acuerdo del Consejo General. Está integrada por cuatro personas consejeras, de las cuales me fue encomendada su presidencia, así como representantes de partidos políticos y del poder legislativo. Su secretaría técnica está en manos de la persona titular de la Dirección Ejecutiva de Administración, en concordancia con sus atribuciones en la elaboración del presupuesto.
Aunque su instalación se previó para la primera semana de junio, los trabajos iniciaron casi de manera inmediata a la fecha en que se aprobó su integración. Preparándose el programa de trabajo y la calendarización de las actividades, entre otros elementos. Como parte de este esfuerzo, el pasado 16 de junio se llevó a cabo la primera sesión extraordinaria en la que se aprobaron los montos de referencia del anteproyecto de Presupuesto 2026.
Cifra que considera el comportamiento histórico de los últimos tres años del presupuesto, la inflación y que no incluye la cartera institucional ni los servicios personales. El monto de referencia para el ejercicio de 2026 planteado corresponde a 3 mil 737 millones 22 mil 205 pesos. Es importante precisar que esta es tan solo una guía que desde la Comisión se otorga a las áreas para la construcción del presupuesto y la integración de los rubros, de ahí que no sea una cifra ni preliminar o cercana al monto final la cual estará seguramente en agosto.
A partir del 22 de julio, la Comisión Temporal inició una serie de reuniones de trabajo con las áreas y unidades técnicas para dialogar y conocer sus propuestas. Los resultados de estos encuentros seguramente serán objeto de una columna una vez concluidas en su totalidad, por lo pronto queda demostrado que la Comisión Temporal se encuentra realizando lo pertinente para tener un presupuesto acorde con las necesidades de la democracia mexicana.
La construcción del presupuesto 2026 debe garantizar, además de que el INE cumpla sus funciones, que éste se apegue al contexto nacional. Por ello es importante reconocer aquellas oportunidades que nos permitan hacer más con menos, guardando la calidad de las elecciones. Ese es el reto que enfrenta el Instituto como columna vertebral del sistema electoral mexicano.
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