Las prácticas antidemocráticas manchan los resultados y deslegitiman la elección
El Consejero Electoral Arturo Castillo aclaró que las irregularidades detectadas en la pasada elección —como el uso de acordeones y casillas con participación del 100%— no fueron consideradas en el cómputo final.
«Determinamos que eran irregularidades graves, absolutamente acreditadas, y no se tomaron en cuenta para el resultado», afirmó.
Castillo destacó que el INE organizó el proceso en condiciones adversas: «Sin dinero, sin tiempo y con una legislación incompleta. La jornada se llevó a cabo en relativa paz; el trabajo del INE estuvo bien hecho», dijo.
Sin embargo, agregó que prácticas como la inducción al voto y resultados estadísticamente imposibles «prenden las alarmas de acciones antidemocráticas que creíamos desterradas».
El Consejero subrayó que corresponde al Tribunal Electoral y a la Suprema Corte resolver impugnaciones sobre la validez de la elección. «El INE no puede anularla; propusimos no declararla válida por las dudas razonables», explicó.
Además, advirtió que candidatos con sentencias firmes por delitos graves —como abuso infantil— no asumirán cargos por no cumplir los requisitos constitucionales.
Finalmente hizo un llamado a los actores políticos «a no volver a un pasado antidemocrático y a un pasado en donde no podíamos confiar en los resultados de las elecciones. Este tipo de acciones manchan los resultados de las elecciones y, en última instancia, deslegitiman la elección de las personas que toman decisiones en este país. A nadie le conviene y es muy delicado», concluyó.