Presentadora: Buenas tardes tengan todas las personas que están hoy presentes.
A nombre del Instituto Nacional Electoral, les damos la más cordial bienvenida a la Presentación Editorial “Mujeres en la Cámara de Diputados en México: de la Representación Descriptiva a la Distribución del Poder de Género”, de la autora Ruth Elizabeth Prado Pérez, libro editado bajo la coordinación de Sarah Patricia Cerna Villagra.
Quiero comentarles que el INE, además de organizar las elecciones y emitir nuestras credenciales de votar, tiene entre sus atributos la de difundir entre la ciudadanía temas de la democracia y promover la cultura democrática, para ello cuenta con un sello editorial con amplia producción editorial digital dirigida al público en general y al especializado a la Academia, al funcionariado público y a la población infantil y juvenil.
La producción editorial del Instituto alcanza extensa gama de temas, a cargo de autoras y autores reconocidos en la materia, que buscan detonar reflexión y la deliberación pública.
Actualmente el INE tiene siete colecciones y una serie de libros, y esta obra que presentamos el día de hoy corresponde a la serie Paridad de Género, Respeto a los Derechos Humanos de las Mujeres en el ámbito político-electoral, que expone temas nodales de la participación política de las mujeres desde un enfoque de derechos, con perspectivas de género, interseccionalidad para promover la inclusión, la deconstrucción que impide el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres.
Me voy a permitir explicar la dinámica de la presentación.
Tenemos aquí con nosotras y nos acompaña la autora del Libro, Ruth Elizabeth Prado Pérez; la coordinadora de la Serie, Sarah Patricia Cerna Villagra; y también la Consejera Electoral del INE, Dania Paola Ravel Cuevas. Ellas tres van a estar a cargo de tanto la autora, como la coordinadora de la Serie, nos van a presentar la estructura del libro, nos van a hablar del contenido del libro y para ello tienen 15 minutos para hacerlo; y posteriormente la consejera va hacer comentarios del libro y, por supuesto, esta invitación a conocer esta interesante obra.
Antes de darle la palabra a la autora y a la coordinadora de la serie, voy a permitirme leer su semblanza, una pequeña semblanza de cada una de ellas.
Ruth Elizabeth Prado Pérez es Doctora en Gobierno y Maestra en Relaciones Internacionales, estudió la Maestría en Estudios Diplomáticos y la Licenciatura en Relaciones Internacionales; es profesora investigadora en el Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos adscrita a la Unidad Académica Básica de Estudios Internacionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente; es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1, sus líneas de investigación son violencia, conflicto, desplazamiento forzado de mujeres en la política y relaciones internacionales.
Entre sus publicaciones destaca “El entramado de la violencia en el Triángulo Norte Centroamericano y las maras”, otra publicación “Migrantes o refugiados, la crisis humanitaria de menores no acompañados que México y Estados Unidos no reconocen”, tiene otra publicación, “La reconfiguración de los conflictos armados en las relaciones internacionales del conflicto en Siria” y tiene muchas más publicaciones en su haber.
Sarah Patricia Cerna Villagra es Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México, Maestra en Ciencias Políticas por la Universidad de Salamanca, España, Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Católica Nuestra Señora de Asunción, Paraguay, cursó diplomados superiores en educación, perdón, en estudios de género impartidos por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales Argentina.
En 2021 fue profesora invitada en la División de Estudios de Posgrados en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, forma parte del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I, se ha desempeñado como profesora y lectora de tesis en la Universidad Autónoma de México, el Colegio de San Luis, la Universidad Nacional de Asunción y la Universidad Católica de Paraguay.
Actualmente es investigadora asociada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Paraguay e integrante del Comité Ejecutivo de Asociación Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Ha publicado también artículos y capítulos del libro sobre revistas indexadas. Por ejemplo, entre sus publicaciones se encuentran: “Los resortes colorados del poder”, “Nacionalización de los partidos políticos y el sistema de partidos paraguayos”.
En coautoría con Juan Mario Solís: “Desempeño parlamentario” de la Comisión Legislativa Permanente sobre Género en Legislaturas de América Latina.
Otras publicaciones que ha tenido: “De resistentas a presidenta”. “La procelosa participación de las mujeres paraguayas en la política y en la emergencia de los movimientos políticos feministas”.
Cuenta con muchas más publicaciones, su producción es vasta. Y bueno, les dejo con ellas para que escuchemos su participación.
Coordinadora, Sarah Patricia Cerna Villagra: Buenas tardes. Muchas gracias por la presentación.
Es un gusto estar presentando esta obra el día de hoy, que es un vasto recorrido, un poco yo quiero adentrarles en lo que ha sido esta serie que hemos preparado desde marzo, voy a hacer un poco de historia, me gusta hacer historia dentro de las ciencias políticas.
Este proyecto surge en marzo del 2020, me acuerdo de la primera reunión con el equipo editorial del INE con tapabocas, estábamos en pandemia y era raro, ¿verdad? Estar con tapabocas.
Frente a la computadora nace este proyecto que busca aglutinar y en la actualidad presentamos este libro, que es una serie que nace en marzo del 2020, en la actualidad llevamos con éste, seis libros publicados de una serie que esperamos alcanzar porque en medio han pasado procesos como cuestiones electorales, ustedes saben muy en México, no es menor, nos ha pasado una pandemia.
Pero el libro un poco busca, por eso consultaron y bueno me invitaron a hacer esta participación cuando estaba en ese momento en la Ciudad de México, para aglutinar un poco, y ese es el orgullo de esta serie, a profesoras investigadoras que todas forman del Sistema Nacional de Investigadores de este país, y que están reunidas y ahí veo atrás, y ésta es la tercera presentación en la FIL, que están en todo el país, desde colegas que están aquí en Guadalajara, Jalisco, hasta colegas que están en Chiapas, en Guanajuato, en Ciudad de México, en el Estado de México.
Un poco el esfuerzo que hay detrás de esta colección es que, si bien México es un país basto, sobre todo a partir de la norma de paridad que si uno mira yo hago política comparada en América Latina cuando empiezo a estudiar género, había presidentas mujeres en la región, en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica. En la actualidad tenemos una Presidenta mujer en México.
Pero este proceso nace en la década de los noventa, a partir de las cuotas; algunos casos como en la Argentina llegaron a la paridad sin tener paridad, en el caso de México tenemos la norma de paridad como algo constitucional del 2014 y ahora tenemos una Presidenta después de 130 años de una lucha sufragista de las mujeres en México.
Entonces, es importante reconocer este esfuerzo que hacemos académicas, que son más o menos 14 académicas de todo el país, que confiaron en mi persona un poco conociéndome, como es el caso de Ruth que hemos compartido muchos espacios tuyos de género.
Pero otras colegas que un poco yo me sentía ahí, como me gusta mucho el futbol, como una directora técnica decir: “A ver, ¿quiénes pueden jugar en estas posiciones, quiénes pueden hablar?”.
Ayer presentábamos un libro sobre mujeres indígenas y afromexicanas y su participación política, y nosotros con Elizabeth y con otras colegas hacemos ciencia política, relaciones internacionales, pero también el esfuerzo de esta colección es pensar con antropólogas, sociólogas, historiadoras y sobre todo personas que estamos comprometidas con la igualdad de género, con la mirada interseccional que, en un país como el nuestro, no es solamente mujeres, sino también para otras mujeres con esa mirada para la igualdad que tenga que ver con inclusión de entre comillas, y ayer lo comentaba la colega del libro de Participación, la Doctora Balladares decía: “No sólo hay mujeres que han llegado” como ahora, que tenemos un Congreso donde hay naciones originarias, este país tiene 68 naciones originarias que están ahí atrás.
Y bueno, cuando veo la huellita me gusta mucho, de nuestro estand del INE, es ese esfuerzo que hace el INE por apostar a un libro, a una serie que es académica, es profundamente académica el esfuerzo que hay aquí y que lo hacen las colegas, es teórico, tiene que hacer una, y si ustedes miran desde el inicio, un esfuerzo por recoger toda la literatura que nace sobre todo con los movimientos en la década de cincuenta, sesenta, Simone de Beauvoir en adelante, en México tenemos mucha literatura, pero no siempre como nosotras hemos sido privilegiadas por acceder a estudios superiores de la universidad, pueden escribir la historia y pueden contar. Y un poco el esfuerzo de esta serie es contar la historia de mujeres y ahora nos va a contar más sobre el libro Elizabeth, que han llegado al Congreso, pero no solamente llegar, no solamente ser Presidenta, sino también representar.
Un poco la mirada del libro es pasar de lo descriptivo, de cuántas somos, quiénes son, dónde están, a decir qué hacemos, que es un poco el libro dónde estamos.
La otra cuestión no menos importante de este libro es dónde están las mujeres, un poco si ustedes miran la historia de Michelle Bachelet o de Dilma Rousseff o de Cristina Fernández, eran mujeres que a los 15 años estaban en la guerrilla, estaban combatiendo a las dictaduras en sus países y llegaron a ser antes de ser presidentas, que no hay que nunca restarle a las mujeres sus condiciones de militante a los 15 años, a los 20 años, a las tres que llegaron que les estoy nombrando, eran más o menos de 30 o 40 años de militancia antes de ser presidentas, y estas mujeres de alguna manera y es importante también señalar en honor a las trayectorias que trabajamos con Elizabeth, fueron Ministras, Secretarias, en México es Secretarias, en otros países son Ministras de Energía, de Minas, de Defensa.
El libro que hoy nos presenta Elizabeth tiene un poco que ver dónde están las mujeres, estudiamos muchos casos, ahora tenemos congresos paritarios, muchas veces estamos ahí, pero muchas veces no accedemos a las comisiones, a los grupos parlamentarios, en otros países se llaman bancadas donde y que también nos pasa a las mujeres en México donde realmente se distribuye el poder.
Aquí hace dos o tres días estábamos con diputadas, senadoras, tanto estatales, como nacional y muchas veces, que era un poco cuando yo hacía mi tesis doctoral, muchas de las cuestiones legislativas se deciden en espacios absolutamente masculinizados, la cantina, las copas después del Congreso, a veces en el momento que yo hacía la tesis doctoral estaba la reforma del 2014 y estaban 24 por 7 en San Lázaro, y estas mujeres diputadas y senadoras dicen: “Cuando ejercemos un cargo legislativo federal, un cargo legislativo estatal tenemos que privarnos de la otra parte”. Yo creo que aquí muchas compartimos que es la maternidad, los cuidados, las reproducciones de espacio.
Y nos decía ayer que estábamos presentando el libro de “Mujeres Indígenas”, muchas mujeres que están bordando nuestras camisas, que están bordando, que están haciendo la comida para alimentar ese ámbito de lo reproductivo que no se visibiliza, que es la gran tarea de la mujer feminista decir hay un trabajo productivo que hace que hayan salido los hombres muchas veces a diputar el espacio político y ahora que estamos ocupando espacios de poder queremos también que esa mirada de carácter descriptivo importe para que el día de hoy, un poco para no extenderme mucho, el día de hoy signifique para las mujeres en un país que tiene una democracia paritaria signifique también políticas públicas y acceso a vidas libres de violencia, acceso a decidir sobre sus cuerpos, como dicen las feministas y que es toda una literatura maravillosa que tiene América Latina y el Sur global es, necesitamos decidir también sobre nuestros territorios, necesitamos decidir también, en el caso de la legislación, para el cese de violencia.
Uno de los libros de la colección, y yo, un poco cerraría por acá para darle paso a la colega, sobre violencia política en razón de género que es ahora un tema de hace unos años en México sumamente grave.
Muchas mujeres, como es el caso de Juana Quispe, una concejal boliviana de donde nace la Ley contra forma de violencia política en el caso de Bolivia, fue asesinada después de haber asumido como presidenta municipal y a partir de eso hay una serie de legislación en la región para combatir lo que nos pasa un poco en México, tenemos democracia paritaria pero también tenemos mucha violencia de diferentes maneras, desde ocupar espacios de mujeres, en este caso de personas de orientación sexual diversa sexo-genérica como pasa, y hablamos con consejeras, en el caso de las personas muxe en Oaxaca que ocupaban sus espacios o de la persona indígena y afromexicana.
Les agradezco, un poco y cerrando por acá, el esfuerzo que hace el INE con este libro que es un libro académico, es un libro teórico, es un libro empírico también, hay mucho de datos, no es nada más contar lo que ya se escribió, sino también entrevistar y tratar de hacer el esfuerzo que hizo un poco detrás es algo metodológico, como hacemos en la academia, por eso estamos en el SNIF, un esfuerzo de hacer ciencias sociales duras y serias, pero que cualquier ciudadano o ciudadana de México, ya sea que no estudie ciencias políticas, que tenga 16 años y quiera saber cómo tenemos una Presidenta o alguien que no haya pasado por la Universidad y diga: “A ver, ¿cómo tenemos una Presidenta de 70-80 años?”, se apropie de este material que lo verán, está en redes, es de libre acceso.
Es un esfuerzo que hace, en este caso el INE y con equipo de más de 14 investigadoras que seguimos sacando libros para que la ciudadanía conozca esta historia vasta de México. Si miramos desde otros lugares y dicen México, ya lo ganó todo, tienen Presidenta, tienen paridad, pero aún falta mucho por hacer día a día en las calles contra la forma de violencia y sobre todo apropiarnos de esa historia y defenderla.
Yo cierro por acá contando que si no se escribe muchas veces, no se cuenta, no se sabe y las generaciones que vengan y ojalá que acá hay estudiantes, puedan contarnos otra mirada muy distinta de cómo se legisla. Nos decía una compañera ahora hay colegas en este caso diputados, no colegas míos, pero colegas de las personas que están aquí con las banderas de sus naciones originarias diciendo: “No importa, somos uno de más 68 nación originaria en México, pero estamos aquí presentes y vamos a legislar por las que vienen, las que están” y un poco el esfuerzo es eso, ver dónde estamos, qué hacemos y avanzar.
México creo que es un país de avanzada a pesar de muchas circunstancias, pero un poco la academia tiene ese mandato de escribir y de contar la historia y que lleguen nuevas generaciones como aquí la hija de Elizabeth que está con nosotros y que puedan leer y releer esto y que puedan decirnos en el 2024 pasaba esto, 2044, ojalá, ¿verdad? tengamos mejores condiciones en el día a día de las mujeres.
Agradecer al INE y a las que nos van a comentar aquí el libro, este esfuerzo que se hace para documentar esta historia tan rica de la paridad de género.
Autora del Libro, Ruth Elizabeth Prado Pérez: Buenas tardes. Quiero empezar, como se empiezan estas presentaciones, agradeciendo infinitamente al Instituto Nacional Electoral que nos ha abierto la puerta, a generar conocimiento, a contribuir a que la ciudadanía conozca sus derechos, conozca estas historias y que se apropie de todos los derechos que como ciudadanos de este país tenemos para poder ejercerlos.
Agradezco también a la Doctora Sarah Cerna por la invitación, por pensar en mí para escribir este libro, que es un trabajo que empezó, yo creo que cuando yo era niña y en la televisión veía en la Cámara de Diputados que la mayoría de los diputados, no voy a decir mi edad, pero en los 80 eran hombres.
Y yo genuinamente me preguntaba: ¿dónde estaban las mujeres en ese recinto? En donde decía mi abuela que se tomaban las decisiones políticas y las decisiones que nos afectaban a todas y a todos.
Y es que en 1950, si nos remontamos a aquella época, había casi 400 mil mujeres más que hombres en México y, sin embargo, las mujeres estábamos desprovistas de los derechos político-electorales, no podíamos votar ni ser votadas.
Y entonces, la voz de las mujeres, de nuestras abuelas y bisabuelas no podía ser escuchada en aquellos órganos de toma de decisiones.
Nuestra voz o la voz de nuestras mujeres en aquel entonces no solo no se dejaba escuchar, sino que eran los hombres quienes decidían por nosotras.
Con ese contexto, la pregunta obligada es: ¿cómo llegamos al 2024 con una Presidenta? Ya la tercera legislatura en la Cámara de Diputados paritaria, es decir, con la mitad de hombres y la mitad de mujeres.
Y muchos Congresos locales paritarios también, o incluso, como la legislatura pasada en Jalisco con mayoría de mujeres.
Es poco tiempo de 1950 para acá para que México haya dado ese paso tan importante.
Sin embargo, cuando me invitaron a escribir este libro yo quise abordar una pregunta que es incómoda y que tiene que ver con la representación.
En el primer capítulo abordo la representación descriptiva, que es un tipo de representación que hace presente lo que no está.
Las mujeres en su lucha por los derechos político-electorales en México y en todo el mundo, lo que querían era hacerse presente en esos espacios de poder político; y en México eso se logró a golpe de cuotas en las que los partidos políticos tuvieron que aceptar que las mujeres ocuparan o fueran candidatas a un número de curules. Y después poco a poco y a base de mucha lucha, las mujeres de México fueron ocupando esos espacios. Sin embargo, eso se conoce de representación descriptiva.
Hay otro tipo de representación que es la sustantiva y que tiene que ver con, no sólo llegar y estar presentes, sino que existan condiciones para ejercer el cargo en condiciones de igualdad. Y esa, la igualdad sustantiva y la representación sustantiva es la que todavía está pendiente, es una asignatura pendiente en México, si bien se ha avanzado, todavía no es una realidad, las mujeres en estos espacios no están en las mismas condiciones que los hombres.
En el primer capítulo, entonces, abordamos esa pregunta de ¿por qué querían estar representadas las mujeres? Que era una pregunta que genuinamente se hacían los hombres, ¿por qué quieren estar representadas en estos espacios si estamos aquí nosotros para que su voz se escuche, están los hijos, los papás, los hermanos y nosotros podemos representarlas? Pero como sabemos, eso no es así.
Entonces, en el segundo capítulo me di a la tarea en este libro de revisar ese camino que nos llevó a las mujeres a ocupar esos espacios. Yo soy internacionalista y me vena internacionalista, digamos, me remitió a los avances en los derechos humanos de las mujeres que se han dado en mucho gracias al contexto internacional, es decir, a los esfuerzos internacionales que se han hecho y que han logrado que países como México se suban al barco de los derechos humanos.
México decidió firmar muchos acuerdos internacionales en materia de derechos de las mujeres, sin siquiera saber bien a bien lo que implicaba, pero una vez comprometiéndose a garantizar esos derechos, México tenía que entregar reportes de cómo estaba avanzando en esos derechos.
Y un tipo de derechos en particular fueron los político-electorales, entonces México se vio obligado por esos compromisos adquiridos en materia internacional a imponer cuotas, a garantizar espacios de participación política de las mujeres, adoptar la perspectiva de género en el diseño y la evaluación de políticas públicas.
Entonces, mucho de lo que hoy tenemos vino desde afuera, es decir, no llegó porque el Gobierno de México estaba muy dispuesto a que las mujeres participáramos y escucharnos y a darnos el espacio, sino porque estaba obligado a hacerlo por los acuerdos adquiridos y, claro, también a que esas mujeres que fueron llegando fueron dando la lucha.
Desde muchas trincheras esas mujeres fueron dando la lucha y en muchos espacios, no solo en el espacio político, sino también en los espacios de organización civil, en la academia, justo a la entrada de la fila hay un lactario y mi hija me decía: “Mira, un lactario, ahí es donde alimentan a los bebés”. Y eso lo tenemos gracias a la lucha de las mujeres; o sea, no se le ocurrió a un hombre decir: “Ah, pues vamos a ponerles un espacio para que las mujeres puedan amamantar”, eso es resultado de las luchas que hemos dado las mujeres en muchos espacios.
Y muchas veces nuestras representantes en los órganos de decisión, en el Poder Legislativo han dado la lucha para que se norme al respecto, para que se pasen leyes que son en materia de agenda de género las leyes que nos afectan a las mujeres, que tienen que ver con la forma en que nosotras ejercemos nuestros derechos, que tienen que ver también con nuestras necesidades, que es algo que no lo pueden representar los hombres porque ellos no saben a lo que nos enfrentamos las mujeres.
En este libro hablamos, desarrollamos un capítulo teórico conceptual para dotar al lectora, a la lectora de conceptos claves para entender esta situación, y esos conceptos uno de ellos muy importantes es el de género. ¿Qué es el género? Oímos hablar del sistema sexo género.
El sexo es biológicamente asignado desde la concepción, pero el género es un constructo social que asigna a los hombres y a las mujeres actividades y roles distintos, y nosotros y nosotras crecemos con esos roles; son dinámicos porque los aprendemos, o sea, no son naturales, son construidos, no es natural que las mujeres cuidemos, demos de comer, tengamos toda esta carga doméstica, es construido, y entonces la noción de género nos permite ponernos, por eso se habla de los lentes de género, ponernos esos lentes que nos muestra que esos constructos sociales han puesto a las mujeres en una situación de desventaja en el mundo, no solo en México, en el mundo, y que por eso el ejercicio del poder ha estado tradicionalmente en manos de los hombres, ellos no tuvieron que dar una lucha para llegar a los espacios del poder, ellos no tuvieron que dar una lucha para convertirse en presidentes, eso lo tuvimos que hacer las mujeres, porque esos roles crean desigualdad, crean opresión, crean discriminación contra las mujeres y eso se lleva a los espacios de poder.
Una vez que las mujeres son electas y, bueno, sería muy importante aquí comentar algunas otras de mis publicaciones en donde he podido documentar cómo es que las mujeres hacen campañas para ser electas, cómo las ve el electorado. Yo solía pensar que ser mujer podía ser una desventaja a la hora de hacer campaña, pero muchas de las candidatas en Jalisco me han compartido que a veces ser mujer es una ventaja porque los electores les dicen: “Tú eres mujer, tú no vas a robar” entonces, hay candidatas que me dicen: “Pues no es que quiera que robemos, pero la verdad es que esa figura y ese estereotipo de las mujeres se portan bien, las mujeres no roban o las mujeres pueden hacer muchas cosas al mismo tiempo., entonces, yo estoy segura que vas a ser buena legisladora porque las mujeres son multitask”. Eso también es socialmente construido, las mujeres hacemos muchas cosas porque claro, mientras yo escribía este libro muchas veces y nunca dejé de dedicar tiempo a pensar qué iba a comer mi familia, a pensar si mi hija tenía yo que recogerla de la escuela, a pensar qué íbamos a cenar, a pensar si había huevos y pan, porque eso es lo que aprendemos las mujeres, lo que nos enseñan las mujeres.
Este libro, hace un recorrido por esa historia y tiene un ejercicio empírico importante que es el que me gustaría rescatar ya para cerrar que es, una vez que llegan las mujeres a esos espacios qué es lo que hacen, cómo ejercen el poder.
Yo tengo una muy mala noticia para ustedes que seguramente ya tendrán alguna idea, que es que el sistema político mexicano sigue siendo predominantemente patriarcal, los partidos siguen estando dominados por los hombres y no solo eso, la forma en la que se hace política en México sigue siendo masculina y patriarcal.
Es por eso que muchas veces vemos a las mujeres en esos espacios, realmente actuando con sus bancadas o sus partidos, pero no necesariamente tratando de romper el sistema patriarcal que es este sistema de dominación masculina.
Lo que hicimos en el libro en el último capítulo fue hacer un estudio empírico en el cual revisamos en las últimas cinco legislaturas dónde estaban las mujeres, qué comisiones presidian las mujeres. Cuando las mujeres empiezan a llegar al poder legislativo, primero, no presiden comisiones y después empiezan a presidir comisiones que tienen que ver con los roles de género, o sea, empiezan a presidir comisiones que tienen que ver con la familia, la infancia, los cuidados, etcétera, etcétera.
Con el tiempo eso se va transformando, las mujeres han ido ganando espacios y los partidos se han visto obligados a ceder espacios, pero todavía en lo general los partidos políticos no alcanzan a ver las bondades de la incorporación de las mujeres que además somos la mitad de la población de México y del mundo.
Entonces, estamos ahí por derecho propio, porque también porque ahí podemos poner nuestra perspectiva en la toma de decisiones.
En México sigue imperando un sistema hegemónicamente patriarcal en los partidos políticos y por eso las mujeres diputadas muchas veces nos quedan a deber, porque sigue la dominación masculina sobre ellas, la dominación partidista masculina sobre ellas, y por eso, sí tenemos que ha habido avances importantes en la agenda de género a nivel nacional y estatal, pero todavía hay muchas asignaturas pendientes y tiene que ver con este sistema tutelar en el que vivimos las mujeres durante tantos años, que todavía no somos capaces de romper y el sistema político sigue siendo así.
Les invito a que lean el libro, es gratuito, entonces hoy el INE nos va a regalar libros a todos y yo les voy a firmar a los que quieran.
Y también es de descarga gratuita, es un material pensado, como decía inicialmente, para que todos y todas conozcamos nuestros derechos, conozcamos esta historia.
Quiero decir también que esas no son historias solo para las mujeres, los hombres tienen que entender que es en este barco somos todos y todas, que si construimos un país más justo y equitativo eso es bueno y positivo para todos y para todas.
Las mujeres no estamos aquí para desplazar a nadie, las mujeres estamos aquí para construir una sociedad mejor.
Por eso la violencia contra las mujeres sigue alcanzando niveles de pandemia en México y en el mundo, porque los hombres siguen sin entender y siguen viéndose desplazados, siguen sin leer que esta incorporación de las mujeres en muchos ámbitos de la vida es en realidad para que construyamos sociedades más justas y equitativas.
Cierro por último, agradeciendo a todas las mujeres mexicanas que han dado la lucha. A las mujeres aliadas, algunas de las cuales están aquí, aliadas mías académicas, del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, del Instituto Nacional Electoral.
Por supuesto, a mi familia, a mi tribu, a mis amigas, sin ellas no hubiera sido posible, y dedico este trabajo a mi hija Maren.
Muchas gracias.
Presentadora: Muchas gracias a la autora y a la coordinadora de la serie.
Creo que con lo que han dicho comenzamos a reflexionar, comenzamos a reflexionar que paridad no significa igualdad de género. Y eso es algo muy importante que señalar.
Ahora, leeré la semblanza de nuestra comentarista, que es Dania Paola Ravel Cuevas. Ella es Licenciada en Derecho por la Universidad La Salle y maestra en Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Asimismo, cuenta con diplomados en Derechos Preventivos, en Juicio Oral y Transparencia y Acceso a la Información Pública; es integrante del Consejo General del INE, fue Consejera Electoral del IEDF del D.F., de la Ciudad de México, perdón; Titular del Área Consultiva de la Dirección Jurídica del ISSSTE; Asesora del Consejo General en el otrora Instituto Federal Electoral, en donde, adicionalmente, fungió como Secretaria Técnica del Comité de Quejas y Denuncias; y fue Asesora en el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública, de Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México, entre otros trabajos previos.
Actualmente es Consejera Electoral del Instituto Nacional Electoral, preside la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, y el Comité de Radio y Televisión; integrante de la Comisión de Fiscalización, Vinculación con Organismos Públicos Locales, Organización Electoral y la Comisión Temporal para el Seguimiento en el Proceso Electoral Local 2024-2025.
Nos toca escuchar a la consejera.
Consejera Electoral del INE, Dania Paola Ravel Cuevas: Muchas gracias.
Muy buenas tardes a todas las personas.
Para mí es un gusto y un placer tener la oportunidad de comentar este libro “Las Mujeres en la Cámara de Diputados de México: de la Representación Descriptiva a la Distribución del Poder por Género”, escrito por la Doctora Ruth Elizabeth Prado Pérez y coordinado por la Doctora Sarah Patricia Cerna Villagra, a quienes saludo, por supuesto; al igual que a la Doctora Leticia Janet Paredes Guerrero.
Y aunque entiendo que el nombre oficial de la Cámara de Diputados y Diputadas es Cámara de Diputados, no me deja de parecer sumamente provocador que el titulo diga Cámara de Diputados, a pesar de que desde 2021 la Sala Superior hizo un ajuste de género y tenemos un 50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres en la Cámara de Diputados y Diputadas, y eso se replicó en esta Elección de 2024.
Pero creo que es, afortunadamente, provocador este título porque…
Pregunta: (Intervención Fuera de Micrófono) … Sugerí yo… Era Cámara de Diputados y Diputadas y no me lo aceptaron, porque el nombre oficial es Cámara de Diputados…
Consejera Electoral del INE, Dania Paola Ravel Cuevas: Pero me parece que, además, es sumamente oportuno, a partir de la lectura del propio libro, porque entonces uno empieza a entender también perfectamente, que esto se ve, esta problemática que refleja el libro se ve desde la denominación de la Cámara, porque la presencia de un 50 por ciento de mujeres en la Cámara de Diputaciones no ha significado un cambio en el ejercicio concreto de hacer visibles los intereses de las representadas, como lo dice expresamente este libro.
Entonces, me parece que el título es afortunado cuando se lee el contenido del libro y lo que se trata de expresar.
Ahora, quiero referirme rápidamente a una historia de cómo han estado las mujeres representadas precisamente en la Cámara de Diputaciones, porque si hacemos un recorrido rápido podemos advertir todos los obstáculos que han tenido que sortear las mujeres hasta llegar a donde estamos para culminar justamente con la problemática actual que está reflejando el libro.
Recordemos que el derecho de las mujeres a votar y ser votadas en México se reconoce en 1953, se puede ejercer por primera vez en 1955, y ahí llegan a la Cámara de Diputados y Diputadas cuatro mujeres nada más, pero me parece también que en la lucha feminista hubo como un impasse en donde se pensó: “Bueno, seguramente después de que ya cambió la Constitución y se nos reconocen nuestros derechos políticos será cosa de esperar cómo paulatinamente las mujeres se van incorporando a estos cargos”.
Pasaron 39 años y la mayor representación de mujeres que tuvimos en la Cámara de Diputaciones fue de un 11.8 por ciento, es decir, 59 mujeres y 441 hombres, 13 legislaturas pasaron ahí y las cosas no cambiaban, ni siquiera nos acercábamos a esta masa crítica de la cual ha hablado ONU-Mujeres que es un 30 por ciento al menos de representatividad para que se pueda ver una ligera injerencia en los temas que se tocan ahí.
Entonces, empezamos a hablar de la necesidad de que existieran cuotas de género o por lo menos un compromiso de los partidos políticos para postular a más mujeres. Como ustedes pueden ver hasta la fecha los partidos políticos cuando se trata de palabra se comprometen públicamente a hacerlo y entonces estaban bien comprometidos por supuesto que lo vamos a hacer y ese compromiso no llevó a una máxima representación del 17 por ciento de mujeres. Por supuesto que eso no era suficiente, entonces empezaron a decir: “Bueno, estas cuotas a las que tú te has comprometido de palabra no están funcionando también, entonces qué tal si estás tan comprometido pues que hay una sanción si es que no cumples con ese compromiso”.
Y empezamos a hablar de la posibilidad de que las autoridades sancionaran a los partidos políticos que no postularan al menos un 30 por ciento de mujeres, volviendo un poco a esta masa crítica y después eso se subió a un 40 por ciento, eso ya en la década de los 2000. ¿Y qué fue lo que vimos ahí a pesar de este gran compromiso? Pues lo que vimos es que empezamos a ver que postulaban a las mujeres, pero las mujeres no llegaban al cargo y cuando nos preguntamos porque era muy raro porque sí se estaban postulando más, pero aun así casi no llegaban, los partidos políticos decían: “Es que las mujeres son muy malas candidatas y es más, las propias mujeres no quieren votar por otras mujeres” cuando estudiamos un poquito más, lo que vimos es que los partidos políticos mandaban exclusivamente a las mujeres aquellos lugares donde los partidos que las postulaban tenían pocas o nulas posibilidades de ganar y es así como se empieza a hacer este sistema electoral que muchas veces se critica bastante abigarrado porque entonces empiezan a nacer las cuotas de género, pero no solamente las cuotas de género sino estos bloques de competitividad en donde las autoridades tenemos que revisar que no manden exclusivamente a las mujeres a los distritos perdedores.
Después de esto, que hicimos esto vimos el caso de las llamadas Juanitas en donde los partidos políticos pues sí cumplieron en la teoría con hacer esta postulación y con que las mujeres llegaran al cargo, pero apenas ponían un pie las mujeres en la Cámara de Diputados y Diputadas, las hacían renunciar para que quienes efectivamente ejercieron el cargo fueran hombres que en todos los casos tenían a hombres como suplentes y ahí surge otra regla en materia electoral. Cuando nos dimos cuenta de eso, dijimos: “Las fórmulas para la integración de la Cámara de Diputados y Diputadas deben de ser del mismo género”, hemos ido evolucionando y ahora permitimos que haya fórmulas mixtas, siempre y cuando la persona suplente sea una mujer porque las mujeres no presionan a los hombres propietarios para que les dejen sus lugares y entonces por eso tenemos esta otra regla, pero ahí vemos toda esta resistencia a los partidos políticos a que efectivamente las mujeres lleguen al poder y ejerzan el cargo.
Así llegamos a 2014 en donde tenemos en el Artículo 41 constitucional que se incorpora el principio de paridad de género en las postulaciones para la legislatura federal y las legislaturas locales y después eso se replica también en los ayuntamientos.
Y luego en 2019 tenemos esta reforma que se anuncia públicamente como de paridad en todo, esta reforma da pauta y que después la Sala Superior diga que se tiene que hacer un ajuste de género para que podamos garantizar que exista una integración perfectamente paritaria en la Cámara de Diputados y Diputadas y ahora ya también en el Senado de la República y es aquí donde comienza esta nueva historia de lucha, que me parece importante que podamos destacar.
A ver, generalmente las mujeres no presiden las comisiones de producción, así se les denomina, que abordan los temas de Hacienda, Energía, Economía, Justicia, Marina o Defensa Nacional.
Ellas comúnmente son colocadas en las de reproducción que están orientadas a la niñez, familia, juventud, personas con discapacidad o temas de salud.
Esto es increíble, pero logra ocurrir a pesar de que ya tengamos legislaturas en donde hay un 50 por ciento de mujeres, aun así las relegan a este tipo de comisiones.
Por ejemplo, en la legislatura LXV de 2021-2024 denominada “La legislatura de la paridad”, y estuvimos escuchando muchos spots de radio y televisión que era la legislatura de la paridad, del total de 56 comisiones que integran la Cámara Alta, el 55 por ciento fueron presididas mujeres y en la Cámara Baja ellas presidian el 51 por ciento de estas comisiones que se vinculan con roles y estereotipos de género.
Luego, en la última legislatura ellas se encontraban en un 75 por ciento presidiendo este tipo de comisiones.
Luego, ya en el caso de la actual legislatura de la Cámara de Diputaciones, 2024-2027, cinco de las ocho comisiones duras están presididas por hombres: Defensa Nacional, Hacienda y Crédito Público, Justicia, Marina, Puntos Constitucionales.
En el caso de la JUCOPO, en ambas cámaras presiden hombres. En la Cámara de Diputaciones es el Diputado Ricardo Monreal Ávila y en la Cámara de Senadurías la preside el Senador Adán Augusto López.
En la Cámara Alta la mesa directiva la preside el Senador Gerardo Fernández Noroña y en el caso de la Cámara Baja preside el Diputado Sergio Gutiérrez Luna.
Y aquí hay otro bien relevante, recordemos que originalmente esta mesa directiva en la Cámara de Diputados y Diputadas era presidida por Ifigenia Martínez. Sin embargo, ella fallece y entonces levanta la mano Olga Sánchez Cordero, incluso dice: “recuerden que había un compromiso de que presidiera una mujer la mesa directiva”.
Y entonces, Sergio Gutiérrez Luna lo que dice es: “bueno, que decida la JUCOPO”, que está presidida por Ricardo Monreal, con quien se lleva muy bien. “Entonces que decida la JUCOPO”, a pesar de que supuestamente hay un gran compromiso también con darles estos espacios a las mujeres.
Y por supuesto, que la JUCOPO lo que decide es que sea Sergio Gutiérrez Luna.
Y esto me lleva también a otra cosa, podemos ver que estos pactos patriarcales siguen existiendo y que es importante también que las mujeres al llegar a los distintos cargos dejamos bastantes redes entre nosotras, que tengamos esta sororidad que no implica que nos tengamos que caer bien todos y todas entre nosotras, sino que implica, sobre todo, que trabajemos en los puntos de confluencia para irnos impulsando como sí lo están haciendo los hombres. Entonces, creo que eso es otra cosa en la que tenemos que reflexionar.
Me parece que este libro es muy relevante porque pone énfasis en que si bien es cierto, hemos tenido muchos avances, hay cosas en las que tenemos que seguir trabajando. Me parece importantísimo su consulta, creo que es un gran referente.
Hemos visto que, efectivamente, las mujeres llegan a cargos en donde no habían llegado, pero la pregunta es cuando llegan a estos cargos, ¿ejercen el poder inherente a estos cargos?
A ver, vi llegar a la primera Secretaria de Gobernación y también vi cómo en ese momento preciso se le empezaron a quitar atribuciones a la Secretaría de Gobernación.
Entonces, creo que sí tenemos que repensar cómo están llegando las mujeres y si, efectivamente, están ejerciendo el poder que va con estos cargos públicos.
Muchísimas gracias por haber escrito este libro, por llevarnos a esta reflexión, me parece sumamente importante. Creo que es análisis muy profundo de los desafíos que todavía tenemos por delante.
Muchas gracias.
Presentadora: Muchas gracias por sus comentarios.
Bueno, creo que la narrativa que nos acaba de hacer la consejera, nos da cuenta cómo somos concebidas como intrusas en el espacio público, somos las intrusas que llegamos a irrumpir un espacio que históricamente fue de hombres o ha sido de hombres, y que el estar allá se nos ponen muchos obstáculos y que aún nos falta mucho por trabajar para poder llegar a tener agendas legislativas de género. Solamente tenemos paridad de género.
Tenemos unos pocos minutos para si quiere alguien comentar, algún comentario.
Sí, por favor.
Pregunta: A ver, perdónenme por el lenguaje, okey, voy a ser muy directo.
Yo digo que si las mujeres han estado ahí y no han ejercido su poder no es nuestra culpa, yo creo que la culpa es de los partidos políticos que ejercen una directiva a las personas que pertenecen a ese partido; o sea, que esté la ex Ministra Cordero y que obedezca órdenes es responsabilidad de ella.
Yo creo que si fuéramos congruentes diríamos atrás el partido y vamos a pensar por nosotros mismos. Igual con doña Efigenia, yo estuve trabajando con doña Efigenia y en sus últimos años ya no estaba consciente de lo que hacía; yo estuve trabajando con ella en la Ley de Ciencia y Tecnología, y me decía: “Entonces, hay que hacer esto”. “Sí”. Y cuando iba a las reuniones le preguntaba al asesor: “¿Por quién hay que votar?”
Entonces, las mujeres no están ejerciendo su poder. En lugar de agarrar y decir: “Ya lo tengo y ahora lo voy a ejercer”, no lo hacen. Y yo creo que ahí está el problema.
El otro, yo les propongo que formen un partido de mujeres, es que no hay, y a lo mejor eso va a cambiar la imagen de México. Ahorita tenemos, como dicen, hay una paridad, pero no atienden a su inteligencia propia, atienden a la inteligencia del partido y eso no es bueno. Entonces, yo no sé si en lugar de Monreal estuviera una mujer estuviera haciendo lo mismo, porque atienden a una directiva.
Entonces, yo creo que aquí más bien las mujeres deberían de agarrar y decir: “¿Y por qué estamos haciendo eso?” Porque nosotros elegimos lo que queremos decir y por lo cual queremos luchar. O sea, es fácil agarrar y decir: “Está pasando esto, está pasando aquello”. No, no, o sea, ya estando en ese puesto tenemos que luchar por lo que son nuestras creencias, pensamientos y los más.
Entonces, yo creo que el hecho de decir es que así nos pasó, así nos tocó, no. Yo creo que es, no han ejercido las mujeres que han llegado a ese punto del poder su decisión de hacer las cosas.
Presentadora: Gracias por el comentario, no sé si quieren hacer un breve comentario.
Autora del libro, Ruth Elizabeth Prado Pérez: Yo creo que hay que entender la influencia de la estructura sobre las personas, en relaciones internaciones está el debate agencia, estructura agencia y a nivel nacional también.
Entonces, la estructura juega un papel muy importante en la conducta de las personas, debemos tomar en cuenta que tanto mujeres como hombres les deben los puestos, las candidaturas y entonces, las carreras políticas muchas veces a los partidos políticos y por eso hay un partido tricolor en este país que hizo famoso el concepto de la disciplina partidista y muchas veces eso explica por qué las mujeres no es que no se apropien del poder sino que no tengan las condiciones y justamente eso es lo que aborda el libro por qué no existen las condiciones para que las mujeres enfrenten esa estructura patriarcal que además oprime tanto a hombre como a mujeres, por eso en las recientes reformas a la Constitución que hemos visto, pues vemos cómo votan en bancada y si les faltan votos van y los cooptan de otros partidos y eso es una forma patriarcal dominantemente masculina de hacer política y es esa estructura lo que restringe, juega un rol importante en la conducta de las mujeres y de los hombres.
Entonces, yo creo que en gran medida eso explica que las mujeres no puedan o no estén en condiciones necesariamente de romper con esas estructurales patriarcales.
No sé si Sarah tenga aquí, un momentito.
Imagínense o imagínate si alguna de ellas hubiera dicho “yo no voto a favor de la reforma”, ¿no? Pues se queda solita y pierde yo creo que cualquier posibilidad de continuar la carrera política.
A ver, Sarah.
Coordinadora, Sarah Patricia Cerna Villagra: Nada más decir que, bueno, yo creo que estudiar solamente el caso mexicano sería como, vamos a ver la política comparada y fue el caso de la pandemia. La pandemia y hay casos, estudios muy claves sobre liderazgos, quienes se me, en este caso, enfrentaron mejor la pandemia en el mundo, en el mundo fueron primeras ministras mujeres y no por ser mujeres o por ser mejores, aquí no se trata solamente de decir, hay una cuestión muy básica que es, no toda mujer representa una condición de mujer y está más allá de su estructura, también, ella lo dijo muy bien, los partidos son disciplina, la otra cuestión es la conciencia de género, la otra cuestión es la conciencia de clase, podríamos hablar de la conciencia étnica y seguimos y seguimos; si no vean lo que pasó en Estados Unidos hace poco, etcétera.
Entonces, creo que un poco pasa y ahí están los datos duros, mostrando cómo las mujeres y no necesariamente quiere decir que seamos sencillamente mejores, le pasó a Dilma y en el caso Dilma Rousseff, que fue vilipendiada en el juicio político por razones sexistas.
La mujer en la pandemia, primeras ministras, llamaron a sus consejos e hicieron mejores políticas públicas para enfrentar la pandemia a nivel mundial.
Algunas cerraron, otras no cerraron la frontera, algunas, etcétera, y esos son estudios empíricos que dicen: ¿qué pasa?, que justamente por el tema más que nada de decir, a mí me costó mucho llegar a ser primera ministra o ser presidenta, entonces, no quiero cargar con el costo político de”, y todos cargaron de alguna manera, económico, sanitario, etcétera, llamaron a sus consejos y trabajaron una cuestión que es, yo creo que una cuestión más que es también la cuestión del feminismo de decir: “a ver, no estoy acá, por mí y por Sarah, estoy acá hablando en nombre de un país que me eligió, mexicanas y mexicanos, y me dejo a ese consejo”, que muchas veces con el liderazgo no pasa.
Yo quiero cerrar y yo quiero abrir la frontera. Entonces, creo que es mucho más profundo que culpar a las mujeres o sentirnos víctimas, que tampoco creo que nos sentimos víctimas de circunstancias, sino que son estructuras, son condiciones, los partidos son la gran bisagra.
Creo que solamente no se soluciona, acá teníamos ayer hablando del EZLN. Y México, mira, es el EZLN y ahora mismo dijimos, ¿cuántos millones de mexicanos no formaron un partido igual?
Marichuy Aparicio no llego a ser candidata, siendo una mujer, no llegaron ni siquiera. Entonces, creo que es un debate muy amplio, muy complejo de identidad de género, de representación, de discurso y, sobre todo, de liderazgo.
Nos piden muchas veces a las mujeres, cosa que no lo han hecho tampoco los hombres, entonces es construir liderazgos políticos que dicen las feministas latinoamericanas más sociales, más comunitarios, las feministas latinoamericana, indígena y muchas no quieren llegar a ser presidentas.
Dicen: “no, yo prefiero ganar territorios para salvar la selva, para salvar los ríos”. ¿Y la presidencia?, perfecto, la gente se quiere ir por los partidos.
Eufrosina Cruz, cierro con este ejemplo, fue diputada nacional y no había permiso de maternidad para diputadas, porque no llegaban mujeres en edad reproductiva.
Y ella agarró y pidió los meses de maternidad a los 36 años y fue por un partido. Ella decía: “no hay permiso de maternidad”, ¿pero qué pasó?, no llegaban mujeres en ese momento en edad reproductiva.
Entonces, la historia, los procesos, mucho más complejo, pero bueno, sigamos discutiendo y por ahora creo que se me fue el tiempo.
Consejera Electoral del INE, Dania Paola Ravel Cuevas: Bueno, decir y visibilizar eso, es también dar la lucha. Y esto que estamos diciendo aquí desde la academia, desde el Instituto Nacional Electoral, es algo que han dicho las diputadas llegando a estos cargos públicos, y que han pelado por estar en esas otras comisiones. Gracias a eso sí hemos visto una evolución en donde se integran cada vez más mujeres a estas llamadas comisiones duras, sin embargo, sigue existiendo esta resistencia.
Las mujeres no están llegando ahí y se están quedando calladas y se están quedando sin hacer absolutamente nada, a pesar de estar en esos cargos; están luchando como siempre lo han hecho y como siempre ha ocurrido para que se puedan ejercer sus derechos políticos para que, efectivamente, estas cosas cambien.
Pero en algo tenemos un punto de confluencia y tiene que ver con la responsabilidad de los partidos políticos. Sin embargo, los partidos políticos son instituciones que también son integradas por personas y basta ver cómo se conforman las cúpulas de los partidos políticos, y las cúpulas de los partidos políticos están mayoritariamente integradas por hombres. Y esa es otra lucha que han estado dando las mujeres al interior de los partidos políticos.
Todos los partidos reconocen que quien hace más el trabajo de campo son mujeres, que son las que suelen mover más a las comunidades, y suelen ir de casa en casa, son quienes están picando piedra.
Sin embargo, conforme se va subiendo la estructura partidista, se van viendo menos mujeres y entonces al ser los hombres quienes están tomando estas determinaciones, pues por supuesto que van a tomarlas en general, no digo que todos, pero en general, favoreciendo más a hombres.
No sé qué hubiera ocurrido si a lo mejor hubiera sido otra persona y una mujer específicamente, quien hubiera estado en la Mesa Directiva en el caso de la Cámara de Diputados y Diputadas, no sé si esto hubiera sido distinto y a lo mejor sí estaría ahora Olga Sánchez Cordero o si estaría de todas maneras Sergio Gutiérrez Luna.
Porque hay otra cosa que también es muy cierta, tenemos que hacer una deconstrucción hombres y mujeres, pensar que una mujer a lo mejor no actuaria de esa forma no es correcta porque, incluso, todos y todas en mayor o menor medida fuimos criados y criadas en una estructura machista, patriarcal, que reproduce roles, estereotipos de género.
Y hay otra cosa también muy relevante, la política como ya se dijo aquí, sigue haciéndose en clave masculina, entonces muchas mujeres para poder crecer en el ámbito político, digamos que se masculinizan y se ponen más duras, a lo mejor, de lo que pudiera ponerse un hombre porque ese, muchas veces, es el costo que tienen que pagar para poder ir subiendo en una estructura política de esta forma.
Pero creo que, afortunadamente, las cosas han ido cambiando, justamente por este arribo masivo de mujeres, y me parece que eso se ve en la vía de los hechos.
Presentadora: Gracias.
Creo que este libro nos lleva a la reflexión y creo que tenemos que leerlo; precisamente, con los comentarios que escuchamos podemos generar y podemos quedarnos aquí hasta altas horas de la noche comentando. Sin embargo, el tiempo es oro aquí.
Y, bueno, solo me resta agradecer a la autora del libro, muchas gracias; a la coordinadora de la Serie y a la comentarista, muchas gracias por su presencia.
A nombre del Instituto Nacional Electoral les agradecemos que hayan estado en esta presentación editorial.
Muchas gracias, buenas tardes.
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