Consejera Electoral del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, Karla Olvera Moreno: Muy buenos días a todas las personas que el día de hoy nos acompañan.
En primer lugar agradecer a la Consejera Claudia Zavala el abrir estos espacios que nos permiten dialogar entre sociedad civil, instituciones y desde la Academia, que es justamente el panel que me toca moderar a mí también, un especial agradecimiento a Flor Dessiré, igualmente por abrir y coordinar todos estos espacios.
El Segundo Panel. Atención y Prevención de la Violencia Política en Razón de Género desde una Visión Académica, y es que Giovanni Sartori decía que los conceptos tienen que verse desde sus diferentes aristas, y me queda claro que en el PAN, el que acabamos de ver en esta ocasión, vimos como desde la sociedad civil tenemos todas estas experiencias vivenciales que nos demuestran lo que está pasando, en el entorno político.
Y ahora en tiempo de verlo desde el lado de la academia.
Entonces, sin más preámbulo, daré el uso de la voz a nuestra primer participante, Celine González Schont, Investigadora del CIDE.
Investigadora del CIDE, Celine González Schont: Muchas gracias, consejera.
Tengo una presentación, si la pudieran poner.
Yo he trabajado desde hace ya cinco años el tema de violencia o a mí me gusta llamarle como experiencias de violencias contra mujeres en el ámbito de la política, porque aquí quiero decirles que, desde la academia, observamos dos fenómenos que no son mutualmente excluyente, en una parte lo nombramos como violencia política en razón de género que tiene que ver con aquellas experiencias que buscan, efectivamente, des movilizar a las mujeres, pero la motivación primaria para hacerlo es cambiar los resultados político electorales, ¿no?
Y se utiliza aquí el género como una forma para maximizar cambiar esos resultados político-electorales.
Por otra parte, hay otra parte de la academia que lo llama violencia de género en la política, que tiene que ver, justamente, con estas experiencias de violencia de género que tienen que ver, específicamente, con estas características, el ser mujer, pero también que se cruzan con otros sistemas de presión como el color de piel, el estatus socioeconómico y que buscan, efectivamente, afectar a las candidatas por la razón de que son mujeres y son candidatas.
Hay dos visiones que no son mutuamente excluyentes y justamente estos cinco años he estado trabajando sobre esta investigación que les voy a presentar ahorita.
Un poco la idea detrás de esta investigación era tener un primer análisis de qué expresiones de violencia experimentan las candidatas, específicamente a nivel local, ¿no?
A nivel municipal como ya varias compañeras lo adelantaron, el nivel local es un nivel muy poco trabajado en donde experimentan un mayor de violencias más que a nivel estatal o federal.
Entonces, ¿qué factores, yo me pregunto, qué factores individuales, qué factores relacionales, qué factores contextuales, qué factores institucionales estaban asociadas con estas experiencias de violencia, específicamente en el proceso electoral 2020-2021, pero que creo que nos puede dar muchas enseñanzas para el proceso electoral que acaba de pasar y para próximos procesos electorales.
Por favor, la siguiente.
Entonces la idea que tuve, dado que son estos dos fenómenos no mutuamente excluyentes que se observan desde la academia, es tratar de analizar el tema de las experiencias de violencia a través de un modelo ecológico de la violencia que ha sido muy utilizado desde la vertiente psicológica, para analizar cómo afecta distintos factores desde nivel individual hasta nivel institucional las experiencias de violencia.
Y aquí quiero decirles que trato de juntar ambas visiones, tanto aquella que busca observar cómo las mujeres que son violentadas no necesariamente están ocupando estos roles tradicionales de género, y al mismo tiempo también saber que, por ejemplo, como comentaba la compañera Teresa, que los grupos de crimen organizado también buscan permear en la política y cambiar esos resultados político-electorales.
Entonces un poco la idea de este modelo ecológico era juntar ambas visiones para tratar de observar justamente estos factores.
Entonces en el factor individual tenemos obviamente el sexo, estas diferencias entre hombres y mujeres, pero también tenemos todo este tema de interseccionalidad, que es sumamente importante, que estos sistemas de operación distintos, como el racismo, el clasismo, pues afectan las distintas experiencias de distintos tipos de mujeres. Y aquí hay que ponerlo muy en claro.
Con respecto al ámbito relacional, justamente hay múltiples actores que ejercen esta violencia. Los tres mayoritarios son los partidos políticos propios, el gobierno y partidos políticos rivales, que están compitiendo en un momento en la elección, pero también los grupos de crimen organizado. Y eso ya hay que empezar a tocarlo ahorita.
A nivel contextual, pues obviamente el contexto político importa, tienes posibilidades de ganar o no. Sobre las experiencias de violencia eso es muy importante.
Y aquí hay que ver factores como la competencia electoral, si hay alternancia partidista o no en ese municipio en específico, si hay fragmentación partidista, eso quiere decir si hay muchos partidos políticos compitiendo efectivamente por el poder, eso también tiene una incidencia sobre las experiencias de violencia que viven las candidatas.
Depende también si fue algo muy competido, si hubo un margen de victoria muy pequeño en donde cualquier voto podía cambiar el resultado de la elección, ¿no?
Y obviamente fragmentación de grupos criminales. Sabemos que pelean la plaza y que buscan incidir en la política local y obviamente estas cuestiones de desigualdad entre hombres y mujeres, y la diferencia entre regiones. No es lo mismo lo que está sucediendo ahorita en Chiapas ahorita a lo que pasó en Chihuahua en su momento.
Y por último, también hay reglas institucionales que, como varias de ustedes sabrán, afectan o no la participación política de las mujeres. La representación proporcional sabemos que es un mecanismo que permite que haya mayor número de mujeres dentro de los cargos, mayoría relativa no tanto.
Hice un estudio en conjunto con la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales, en donde mandamos una encuesta con 111 preguntas, yo le agradezco a todas las mujeres que contestaron esta encuesta, para analizar justamente estos factores y ver cuál era la probabilidad de que experimentaran violencia durante su campaña política.
Se recibieron 569 respuestas a nivel local, sí quiero decirles que no es una encuesta representativa, hay estados que me contestaron más, hay estados que me contestaron menos; pero digamos, nuestra muestra de 569 candidatas a nivel local, tanto síndicas, como regidoras, como presidentas municipales, contestaron y nos permite tener un panorama, digamos, de estos factores.
Lo otro que hice también fue construir otra base de datos viendo estos factores contextuales e institucionales, si había alternancia partidista, cuál es el número efectivo de partidos, cuántos estaban compitiendo realmente y podían ganar la elección; pero al mismo tiempo saber si eran municipios en proceso de reelección o no, que también es algo que tenemos que estar justamente analizando.
En total tenemos 397 municipios en donde nos contestaron estas candidatas, cerca del 16 por ciento a nivel nacional, lo cual nos dice cosas.
Aquí nada más les muestro esta tabla, es difícil de comprender, pero digamos, son las probabilidades que tienen las mujeres de experimentar violencia dependiendo los niveles, estos niveles anidados que les platicaba del modelo ecológico de la violencia.
Pero además analizando distintos tipos de violencia, que van de psicológica, física, económica, patrimonial, hasta sexual.
Este es el ámbito individual del modelo ecológico, como se pueden dar cuenta del lado izquierdo está diferentes situaciones individuales, tienen que ver con la edad, situación conyugal, en fin.
Y aquí se pueden dar cuenta que la edad tiene un efecto significativo sobre el tipo de violencia que están viviendo las candidatas.
Aquí mujeres jóvenes son las que experimentan mayor violencia psicológica y sexual, y esto tiene mucho sentido, porque dados los cánones de belleza que tenemos, las mujeres jóvenes experimentan eso.
Lo otro que me interesa sacar de este primer nivel es que auto adscribirse como mujer indígena tiene un efecto fuertísimo sobre las experiencias de violencia que experimentan estas candidatas.
A nivel, solamente a nivel psicológico y económico, las mujeres que se auto adscriben como indígenas en comparación con mujeres que no se auto adscriben como indígenas, tienen un 95 por ciento más de probabilidad de experimentar violencia psicológica y con respecto a la económica, cerca de 114 por ciento más de probabilidad de experimentar violencia económica.
Entonces, ahí nos está diciendo un poco que estos cruces entre mujeres y otros sistemas de opresión están aumentando las probabilidades de experimentar ciertos tipos de violencia y obviamente carencias económicas también tiene efectos en psicológica, económica, patrimonial y sexual.
Entonces, tener un menor estatus socioeconómico tiene un efecto que propulsa la violencia.
Sobre el nivel relacional aquí hay varias cosas que decir y quiero decirles que las mujeres más experimentadas durante el proceso electoral 2020-2021 que medí con haber tenido algún cargo anteriormente en la estructura partidista, son estas mujeres experimentadas que han militado, que han trabajado, tienen hasta cinco veces más probabilidades de experimentar violencia psicológica al momento de estar compitiendo por un puesto electoral.
Y esto tiene que ver con las posibilidades que tienen para ganar, porque son mujeres experimentadas, educadas, con una alta escolaridad que están compitiendo y que efectivamente tienen posibilidades de ganar, pero digamos el backlash es mucho más fuerte para ellas.
Lo último que quería analizar es sobre la dimensión de violencia física. Esta es la dimensión que menos experimentan las candidatas a nivel local, la que más experimentan obviamente es violencia psicológica, como lo demuestran muchas encuestas.
Pero en el tema de violencia física específicamente que tiene que ver con secuestros, amenazas, ataques, golpeteos, en fin, con armas de cuchillo blanco, aquí ninguna característica individual es importante, ¿eso qué quiere decir? Que ningún sistema de opresión afecta la probabilidad de experimentar violencia física. Aquí lo que afecta es si está el municipio en proceso de alternancia política.
Y cerca del doble la probabilidad de que una mujer candidata durante su proceso electoral experimente violencia física en procesos donde hubo una alternancia partidista en el gobierno y eso nos dice mucho de cómo se están configurando, digamos, estas distintas dimensiones de la violencia.
Lo otro que es interesante es que esta misma variable, alternancia política, también afecta la dimensión de violencia sexual, eso quiere decir que la están utilizando para cambiar resultados político-electorales, desde esta visión de maximizar el cambiar resultados políticos electorales, utilizando la violencia de género.
Me quedo hasta aquí y muchas gracias.
(Aplausos)
Consejera Electoral del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, Karla Olvera Moreno: Agradecemos a Celine, la verdad es que, híjole, a mí me impresiona mucho responder ahora la pregunta de una manera diferente, ¿no?, ¿por qué los hombres violentan a las mujeres? Porque pueden, y con la investigación de Celine que retomaré al final, pues ya nos da una dimensión completamente distinta, ¿no?
Para cambiar los resultados o porque hay ciertas situaciones específicas que generan esta violencia, ¿no?
Hablaba ahorita, la violencia física, la alternancia como uno de los factores.
Pasamos con nuestra siguiente panelista, Itzel Soto Palma de Data Cívica.
Analista de Datos en Data Cívica, Itzel Soto Palma: Hola, ¿me escuchan?
Qué tal, muchas gracias por la invitación.
Me presento, yo soy Itzel Soto, analista de datos en Data Cívica. Data Cívica es una organización de la sociedad civil en la que pues nos dedicamos mucho a hacer investigación con datos y también hacemos herramientas tecnológicas para la defensa de derechos humanos.
Les voy a platicar en esta intervención, de un proyecto que llevamos ya varios años haciendo en Data Cívica, que es el proyecto de votar entre balas, en el que medimos y vamos registrando en una base de datos, las agresiones del crimen organizado, específicamente de crimen organizado en contra de personas funcionarias o en la política.
Esta base de datos la construimos a partir de notas que salen en los periódicos, pero bueno, en el último, justo en este último periodo electoral, nos han preguntado mucho sobre la situación específica de las mujeres en política, cómo viven la violencia.
Entonces, lo que nosotras encontramos es reflejo de lo que estamos específicamente midiendo en esta base de datos, que es sobre todo, violencia física extrema, es decir, vamos registrando en esta base de datos, únicamente pues las expresiones más graves de violencia como asesinatos, secuestros, desapariciones, atentados y ataques armados únicamente por parte de grupos de la delincuencia organizada.
Nosotras sabemos que la violencia política que sufren las mujeres es perpetrada por varios actores no únicamente organizaciones de la delincuencia organizada, sino que hay muchos más actores; como veíamos acá, integrantes de sus mismos partidos políticos, votantes, ciudadanos, etcétera, pero nosotras nos estamos enfocando únicamente en medir esta violencia extrema por parte de grupos de la delincuencia organizada.
Y lo que vemos en nuestra base de datos es que las mujeres son el 13 por ciento de las víctimas que tenemos de esta violencia física medida en asesinatos, secuestros, desapariciones y atentados, mientras que el 83 por ciento son hombres y en el cuatro por ciento restante no registramos el género, no se registró en las notas de periódico y por eso no podemos saber qué género tenía la víctima.
Entonces, bueno, lo que vemos así como lo vemos también en las tasas de homicidios en México y como Celine ya explicaba, vemos que son más hombres los que están sufriendo este tipo de violencia política extrema por parte de grupos armados; sin embargo, si hacemos ya como un enfoque a los tipos de violencia, votar entre balas medimos también las amenazas.
Esto lo podremos considerar como un tipo de violencia psicológica, pero tampoco son todas las amenazas, sino únicamente las amenazas, primero que salen en la nota de prensa y después también amenazas en donde hay una muestra física de la amenaza, por ejemplo, videos en donde se amenaza a las candidatas, narco mantas o cuando hay alguna consecuencia tangible, por ejemplo, que alguna candidata se baje de la contienda.
En este sentido también son amenazas de casos muy extremos, muchas son amenazas de muerte o amenazas de daño físico.
Entonces, aquí, si solamente contamos las amenazas, vemos que esta diferencia de porcentajes que había de víctimas de 13 por ciento versus 83 por ciento de hombres atacados, esta diferencia o brecha de género disminuye cuando sólo vemos las amenazas y ya no son 13 por mujeres, sino son 29 por ciento de las víctimas que registramos que sufren amenazas son mujeres.
Y algo muy similar pasa con los casos de ataques armados en donde la mujer o la persona atacada no falleció ni tampoco murió nadie en estos atentados o ataques.
¿Por qué hacemos la diferencia? En la base tenemos aquellos ataques en donde hubo una persona fallecida y ataques donde no hubo personas fallecidas.
Si solo tomamos en cuenta los ataques en donde no hubo personas fallecidas, vemos que la brecha de diferencia de género es también menor y también son 29 por ciento mujeres las atacadas.
Ahora, entonces esto nos hace pensar que específicamente en este tipo de ataques de grupos de la delincuencia organizada, en los ataques no letales hay una menor diferencia entre hombres y mujeres atacados.
Entonces, las mujeres están siendo ahí lamentablemente más atacadas en casos no letales.
Y luego, si vemos a un mayor close off, digamos, como enfoque, en los perfiles vemos, por ejemplo, que si solamente tomamos en cuenta autoridades ya electas como presidentas municipales, regidoras, síndicas que fueron atacadas de manera no letal, pero únicamente este grupo de mujeres en la política, vemos que son el 45 por ciento de las atacadas víctimas.
Y si nos vamos únicamente a medir los familiares de personas en la política que también es un grupo que medimos en esta base de datos, ya son el 50 por ciento de personas atacadas de manera no letal.
Entonces, vemos que la diferencia entre hombres y mujeres se va reduciendo y finalmente encontramos que únicamente en los perfiles de personas integrantes de partidos políticos, es decir, integrantes, militantes, integrantes de partidos políticos, las mujeres ya son incluso más que los hombres atacados de manera no letal por parte de grupos de la delincuencia organizada, es decir, el 60 por ciento de las mujeres son atacadas de manera no letal que son integrantes de partidos políticos. Y entonces aquí ya se invierte, digamos, esta proporción.
Esto es lo que hemos encontrado, sobre todo decir que estamos midiendo violencia física muy extrema en donde las mujeres no están tan presentes como en la violencia sobre todo psicológica y sexual, como vemos en otros casos de violencia política.
Pero bueno, esto nos preocupa porque ante estas amenazas es muy posible, como ya hablábamos antes, que las mujeres salgan del ámbito de la política y esto aumenta la poca participación de las mujeres en la política.
Entonces, esto es lo que hemos encontrado específicamente de mujeres en este proyecto de votar entre balas. Muchas gracias.
Consejera Electoral del Instituto Electoral de Querétaro, Karla Olvera Moreno: Muchísimas gracias, Itzel Soto Palma, por darnos este recorrido acerca de cómo se construye esta matriz y darnos cuenta de cómo los porcentajes van en aumento, hasta llegar al punto que bien nos comentas, de que se revierte y ya no es el 13 por ciento con el que empezamos de mujeres víctimas, sino que pasamos a un 60 por ciento.
Quisiera darle el uso de la voz a nuestro siguiente panelista, que nos va a hablar de prevención de riesgo para mujeres en política con enfoque local, Armando Rodríguez Luna, consultor de la Fundación Friedrich-Ebert.
Consultor de la Fundación Friedrich-Ebert, Armando Rodríguez Luna: Hola, ¿qué tal? Muchas gracias, muy buenas tardes a todas, todos.
Pues primero obviamente agradecer al INE, a Flor y a todo su equipo por invitarme a participar, soy el único hombre en el programa, entonces es una responsabilidad mayor, porque como han señalado, sí justamente somos pocos, pero los que estamos, estamos convencidos de estar aquí y de poder contribuir desde en mi caso particular, desde mi experiencia y desde mi conocimiento, para poder influir y reducir la violencia contra mujeres en política.
Y sobre esto es que les quiero hablar. Rápidamente comentarles, he trabajado sobre estos temas de seguridad pública, seguridad nacional, crimen organizado durante alrededor de 10 años, trabajando particularmente violencia contra periodistas y personas defensoras en los últimos ocho y ayudado en este sentido justamente a identificar cuáles son los riesgos que enfrentan, cómo generar respuestas institucionales además del marco legal, que sean eficaces, porque ese es parte del asunto, una cosa es tener un marco legal que permita actuar y otra cosa es poder actuar con eficacia y con eficiencia.
Entonces, con base en esto es que traje una presentación, en un momento más estará lista. Pero comentarles que justamente hemos trabajado desde la Fundación Friedrich-Ebert, un espacio pues de análisis y de reflexión en donde convocamos a diversas organizaciones de la sociedad civil, muchas de ellas aquí presentes, para poder entender cuáles son las condiciones de contexto en las cuales las mujeres que ya están ejerciendo sus derechos políticos, se encuentran entonces ya, con el ejercicio del poder por parte de diversos actores.
Y ahí es donde empezamos a ver algunas cuestiones.
En materia de contexto, ya tanto Celine como Itzel nos han dado algunos elementos clave, el estudio Votar Entre Balas nos señala este aspecto importantísimo, ocho de cada 10 ataques por parte del crimen organizado contra actores políticos, son letales, terminan en homicidio.
Entonces, Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Zacatecas, Baja California, desde los alcances del estudio de Votar Entre Balas, dan cuenta que han sido en el último proceso electoral, los más letales en este sentido.
Sin embargo, como ya se ha señalado aquí por diversas ponentes, esto cambia constantemente y esto es parte del riesgo a analizar, ¿no?, es decir, generar herramientas para entender mejor eso.
Las principales víctimas son a nivel municipal y aquí se ha enfatizado durante toda la jornada, la necesidad de profundizar hacia el nivel local, subnacional.
El programa piloto del INE también destacó, entre sus hallazgos al final de su implementación, que 48 por ciento de las mujeres candidatas atendidas tenían un nivel de riesgo alto, es decir, ya se identificaba que ya se encontraban en ese nivel; 57 por ciento de las personas agresoras hacia mujeres candidatas, son parte del mismo partido político, es decir, ya se ha señalado también bastante, es fundamental generar mayores esfuerzos de fiscalización, de vigilancia sobre los partidos políticos, y particularmente, a nivel estatal y municipal.
Es necesario.
Son quizá los actores dentro del sistema político, más opacos sobre los cuales se requiere ejercer otro tipo de acciones.
Y ACLEF, una organización internacional que mide la violencia política en diversos países, nos señala que en el caso de México y de estados muy particulares que analizó en el último proceso electoral, sí, como dijo muy bien Celine también, competencia criminal por territorios y mercados ilícitos, es uno de los principales detonantes de violencia.
La prevalencia de cacicazgos locales, ése es otro tema. Ahorita hablaremos un poquito más al respecto.
Y también el tema de la cultura política, donde la violencia dentro de la cultura política que aún prevalece en el país, la violencia es una herramienta para ejercer el poder y el ejercicio de la política es fundamentalmente ejercer el poder. Si se entiende a través de la violencia, pues eso es lo que tenemos que analizar y generar respuestas frente a esa realidad tal cual.
La siguiente, por favor.
Como les decía, desde la Fundación Friedrich Ebert generamos un espacio de trabajo donde participó AÚNA, Data Cívica, MIDI, Noria, eventualmente se sumó el Seminario de Violencia y Paz del Colegio de México y también desde ahí generamos un informe, ahorita les explico cómo es que se construyó, generamos un informe con algunos insumos importantes que me parece aquí destacar, algunos ya se han señalado.
La siguiente, por favor.
Las mujeres que deciden entrar a la política enfrentan múltiples violencias durante su trayectoria política, no cuando deciden ser candidatas, no cuando están en el proceso electoral; en fin, sino durante diversas etapas de su trayectoria política, siempre está presente la violencia, son las condiciones estructurales de desigualdad y discriminación que ya conocemos y que están ahí presentes también en este ámbito en particular.
Existe una normalización de las violencias por parte de las mismas mujeres, ya se ha señalado aquí también de manera constante.
La siguiente.
Aquí las candidatas que se identifican como indígenas, también ya se ha señalado, no solamente experimentan diversas formas de violencia, sino que además están en diversas etapas de acceso al ejercicio de sus derechos, como comentaba la colega Teresa de Jesús Mojica.
Hay todavía grupos más vulnerables que todavía ni siquiera están en el ejercicio de sus derechos políticos.
Entonces también ahí es importante que sepan en qué contexto lo van a hacer, qué tipo de violencias van a enfrentar y por parte de qué actores y cuáles son esas dinámicas. Entonces ya están ahí, ahora qué hacemos, ¿no?
La siguiente, por favor.
Las mujeres candidatas viven violencia física y digital, sí, justo ya se ha comentado también y tanto Celine como Itzel nos han dado datos más a profundidad, ya se ha colocado la importancia de la ciberseguridad y, sin embargo, más allá de los acuerdos que se tengan es importante avanzar también en acciones concretas con las empresas que tienen el control de estas redes sociales y del ámbito digital.
La siguiente, por favor.
La violencia de género contra mujeres mantiene estructuras de desigualdad, ya lo señaló Celine, no hablaré más al respecto.
La siguiente, por favor.
La violencia es un continuum durante todas las campañas electorales, pero además cuando ejercen el poder político, cuando ya están en el poder. Hay que recuperar, por ejemplo, lo que pasó con el operativo “Enjambre” durante este fin de semana, en donde una de las varias cosas que revela ese operativo es justamente cómo estructuras políticas a nivel municipal no solamente son utilizadas, sino que son parte de la estructura criminal.
Y una de las presidentas municipales detenidas justamente formaba parte de las decisiones para ejercer violencia homicida sobre otras personas.
Entonces, ya se ha señalado la importancia de reconocer la participación de mujeres en estos contextos de violencia, pero más allá de eso es el contexto de violencia en el cual se está, la macro criminalidad, el contexto criminal, en fin.
Analizar las razones por las que renuncian las candidatas es fundamental. Paulina ya ponía el énfasis en esta cuestión y creo que tiene que ver evidentemente con la estructura, tanto del sistema político partidista, como del sistema político a nivel local, que son cosas diferentes.
Me quiero ya a la última parte, los riegos. ¿Cuáles son los riesgos? Primero, hay que tomar en cuenta que esta exclusión y esa discriminación estructural que ya viven las mujeres, las excluye evidentemente de los espacios de poder.
Por eso lo que señalaba Karla Salas al respecto de esta formación, esta construcción de capacidades políticas es clave, sí, por supuesto; y es clave entendiéndolas en su acceso a información estratégica y operacional sobre las relaciones de poder a nivel local.
Porque ahí es donde están excluidas, es ahí donde no están incluidas para bien ni para mal, entonces hay que tenerlo en cuenta.
¿Cuáles son los partidos políticos que son la fuente de violencia política física y psicológica?
Tenemos ya diversos estudios, encuestas, muestreos; sin embargo, me parece que hay que abundar mucho más en la participación de los partidos políticos como fuentes de riesgos y de vulnerabilidades, porque son mujeres las cuales son mucho más expuestas a diferencia de hombres candidatos o pertenecientes al partido, mucho más expuestas a todo este tipo de violencias.
Hay vulnerabilidades ahí que hay que identificar, atender y resolver, evidentemente.
Las élites locales controlan las narrativas para agredir a las mujeres. De ahí que el uso de los medios de comunicación, el uso de ciertos periodistas y evidentemente también de las redes sociales, sea clave también para ir en contra, particularmente, de la reputación de las mujeres en donde el aspecto sexual de las mismas es el primer punto, no es el único, pero es el primer punto de ataque, disminuir su reputación.
El crimen organizado genera riesgos heterogéneos desde la cooptación, la formación de redes de corrupción, hasta la violencia psicológica y física.
Una de las cuestiones que hoy en día tenemos enfrente es justamente una reorganización del mapa criminal, sí a partir del enfrentamiento entre las facciones del Cartel de Sinaloa, pero también de las nuevas alianzas que se están construyendo tanto a nivel trasnacional, nacional y que tienen una incidencia muy particular a nivel local.
Una cosa es Guerrero, otra cosa es Veracruz, una muy distinta es Chiapas y así nos vamos, son diversos riesgos por diversos actores.
Las mujeres candidatas carecen de recursos para analizar, realizar análisis de riesgos y particularmente cuando se trata de involucrar a personas dentro de su campaña política que regularmente son familias, es importante protegerlas, pero cuando involucran a gente externa, tendrían que tener capacidades para realizar análisis de riesgo reputacional sobre a quién estoy involucrando y más aún en contextos locales de macro criminalidad como este.
En cuanto a diapositivas lo dejo ahí, simplemente quiero enfatizar un par de cosas para terminar una cuestión: Es fundamental homologar metodologías de análisis, aquí hemos visto en este y en la anterior mesa, conceptos violencia político-criminal, violencia político-electoral, tenemos que homologar tipologías, tenemos que homologar categorías para poder generar herramientas de análisis de riesgo que sean funcionales.
También tenemos que generar capacidades institucionales sin que esto signifique ahondar o profundizar en esfuerzos adicionales presupuestales y demás, no necesariamente es eso, para poder construir registros a partir de denuncias sí, pero también ir al capo para recuperar esa información sobre el tipo de agresiones con una tipología homologada, que esta información no solamente registre qué está pasando, sino que se convierta en insumos de información y puedo decir incluso de inteligencia para construir estrategias de prevención y adicionalmente, construir mejores estrategias y acciones de protección.
Entonces, ir finalmente algo que comentaba hace un momento, sí es con base en esto, hacer un análisis del diseño legal e institucional desde la parte político-electoral, pero también a partir de las condiciones específicas políticas a nivel local.
Creo que eso es clave para poder entonces construir programas, acciones, herramientas, incluso formas e interoperables de acción para mejorar la prevención y la protección de mujeres, no solamente las que ya están participando en política, las que quieren participar.
Entonces, con eso termino, muchas gracias.
Consejera Electoral del Instituto Electoral de Querétaro, Karla Olvera Moreno: Muchísimas gracias, Armando Rodríguez Luna, y creo que empieza ya a haber ciertas coincidencias, como bien lo comentaba y yo creo que de las cosas más importantes son dos que igual las iremos retomando.
La homologación de metodologías, pero particularmente, que éstas nos den estrategias de prevención y protección efectivas y eficientes.
Pasamos con nuestra última panelista que nos va a hablar de la violencia política en razón de género, hallazgos desde una perspectiva sistémica y de justicia social, la Doctora Serena Eréndira Serrano Oswald, Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarios de la UNAM.
La Investigadora del CRIM – UNAM, Serena Eréndira Serrano Oswald: Muchísimas gracias.
Muy buenas tardes.
Antes que nada, para mí es un gran honor y un gran gusto estar aquí.
Quiero, además de reiterar este agradecimiento por la invitación, visibilizar el honor que es para mí entablar este dialogo, pero además reconocer el compromiso de parte del INE con los temas de violencia de género en general y de violencia política contra las mujeres en razón de género en México, en particular.
Me parece que ahí hay precedentes importantes que tenemos que hacer eco una y otra vez, porque los derechos no nos los regalaron, los seguimos conquistando día a día.
Yo les voy a hablar de una investigación que, bueno, digamos, una gran investigación que tiene dos tiempos, son dos estudios de caso, el primero es del proceso electoral federal 2020-2021, el segundo es del 23-24 y todavía estamos en proceso.
En el proceso anterior me acompañaron 26 investigadores, en éste 33. Quiero decir que nosotros tomamos como… bueno, además quiero decir, esto sí lo tengo que cacarear, está por salir, vamos a presentar en la FIL, en la próxima semana es el libro que tiene hallazgos, hay 40 páginas de recomendaciones en la materia derivados del proceso anterior, creo que vale la pena que le echen un ojo.
Nos han invitado los cinco continentes a presentarlo, hay que mirarlo aquí también, es un estudio en profundidad del proceso electoral pasado y, bueno, ya tendremos resultados también de este proceso, pronto, comentaré algunos de ellos.
Nosotros tomamos como eje el diseño, la justicia de género y social, y tuvimos siete ejes principales. Voy a ir de manera muy panorámica, ¿no?, a contarles.
Hicimos un marco histórico y jurídico contextual de la violencia, además de un análisis jurídico, toda esta discusión de con quién tiene que ver y por qué es tan importante insistir una y otra vez en la justicia social como el marco desde el cual es imprescindible mirar la violencia política contra las mujeres en razón de género.
Hicimos análisis cuantitativo, análisis cualitativo, un estudio de medios noticiosos privados y de redes socio digitales, así como un estudio específico de alternativas de resiliencia en las mujeres que han experimentado esta forma de violencia.
De manera muy rápida en los hallazgos de investigación, creo que es interesante mirar en términos de los marcos históricos y jurídicos y del análisis jurídico, solamente decir que se generaron 14 indicadores de estructura para medir la armonización legislativa entre los instrumentos internacionales y las acciones gubernamentales mexicanas en la materia y que nos permiten mirar la armonización tanto a nivel federal como por entidad federativa. Creo que eso vale la pena mirarlo en mayor detenimiento.
En términos del marco conceptual-contextual, yo les decía por qué la importancia de mirar justicia social y en esto seguimos la propuesta de la paridad participativa de Nancy Fraser para no… Me voy a enganchar también con la pregunta que hacía Micheel, decía “qué estamos haciendo mal” y decía “porque pueden”, y yo creo que es más grave aún, ese es mi posicionamiento personal, porque quieren. ¿Y por qué quieren? Porque estamos hablando justamente de esa dimensión sociocultural de reconocimiento donde hay tantos obstáculos para reconocer a las mujeres como iguales en su diversidad, pero que va de la mano con la redistribución económica.
Nos dice el Foro Económico Mundial en el contexto pospandémico que ahí tenemos 169 años para la participación económica paritaria de piso y para la participación política son 162.
¿Por qué insisto en esto? Porque la representación política y la violencia política contra las mujeres en razón de género como uno de los ejes importantes de la representación política no va a caminar si no camina la redistribución económica y si no camina el reconocimiento sociocultural.
Por eso insistir una y otra vez en justicia social, con una mirada de interseccionalidad y de interculturalidad. No hay de otra.
Y bueno, me voy a ir rápido en esa parte, les hablo muy brevemente del análisis cuantitativo.
Fueron dos fases, primero miramos un poco mapas de riesgo pensando en justicia social en el país y después para poder generar instrumentos útiles en el tiempo y comparables, miramos el Registro Nacional de Personas Sancionadas, ahí se generaron dos índices, uno de tendencia, es decir, ahí ya estábamos mirando las sentencias, pero también otro, un índice potencial de violencia política.
Y ahí lo que era interesante es que podíamos ver no sólo la sentencia, sino también las quejas y las denuncias y entonces funciona un poco como semáforo para ir teniendo elementos para ser más proactivos de cara a esta problemática.
También quiero decirles que se complementó esto por un cuestionario exploratorio, es indicativo, no representativo. La mayor parte de las mujeres que contestaron tienen nivel universitario, esto quiere decir que tienen más herramientas para identificar las formas de violencia que experimentan.
Pero para traerles algunos de los resultados indicativos, en su partido se ha cuestionado o dudado de su capacidad por el hecho de ser mujer; 25 por ciento dijo que muy seguido.
En término de acceso a capitales. ¿Qué tan seguido la han marginado en negociaciones o actividades políticas por el hecho de ser mujer? Solo 13 por ciento cree que no enfrenta nunca obstáculos en política por su condición de género. Y 43 por ciento dijeron que muy seguido.
En términos de la difusión de imágenes, mensajes o información privada para difamar, desacreditar o poner en entredicho sus capacidades o habilidades para la política, casi 12 por ciento dijeron que les ocurre muy seguido, esto es como grave.
En términos de los obstáculos para ser registradas, 25 por ciento dijo que enfrentaron muchos obstáculos para ser registradas.
Si en algún momento han vivido acoso, hostigamiento, violencia sexual, solo un tercio nunca lo había experimentado y 20 por ciento dijo que lo experimenta muy seguido, que esto también, cómo se va haciendo recurrente este tipo de violencia.
Y en términos de violencia física, golpes, empujones, amenazas a la integridad física por su actividad política, solo la mitad nunca lo había experimentado y 26.6 por ciento lo habían experimentado muy seguido.
Si habían sido víctimas de descalificaciones, agresiones, discriminación en redes sociales por participar en política, solo una quinta parte nunca lo había experimentado y en cambio 26 por ciento lo experimentan muy seguido y 20 por ciento seguido, casi la mitad.
Esta es muy dura. ¿Qué tan seguido tiene miedo a ser asesinada en su carrera política? Solo 40 por ciento jamás ha temido por su vida y 25 por ciento dijeron que temen de manera muy frecuente.
En términos de las condiciones económicas paritarias para participar en política, dicen que sienten que tienen cuatro de diez en comparación con sus pares hombres.
Y esta es otra que es muy fuerte en términos de su percepción de la interferencia del crimen organizado en los procesos electorales, si cero es nada y diez es todo, ponen un 6.7 por ciento.
Además, hicimos un análisis cualitativo que constó en 150 entrevistas en profundidad en el primer proceso electoral, en este proceso llevamos más de 100.
Buscamos personas entrevistadas tanto participantes en el proceso en todos los niveles, como personas expertas.
Y ahí hay 11 ejes, 11 categorías que no me voy a poder detener ahorita a explicar cada una de ellas, pero que les quiero decir que hay temas muy importantes que tienen que ver con la caracterización, con el concepto, digamos, la precisión conceptual a partir de la reforma del 20 que creo que se han mencionado algunas, ahí hay una discusión en mayor profundidad en términos de la conciencia de las mujeres que participan en política y están siendo víctimas o no, creo que en este proceso reciente observamos que hay mayor conciencia pero es un proceso también.
En términos del nivel, miren, efectivamente también encontramos esta discrepancia tan fuerte entre el ámbito de lo local y de los poderes fácticos en los territorios que además operan como puerta revolvente, o sea, en términos económicos-políticos, pero también de estado paralelo.
Pero también quiero decirles que en este último proceso electoral algo que fue muy saliente es, en la medida que las mujeres aspiran a niveles de cargo más alto, también empieza a haber una rebatinga mucho más fuerte de los mayores liderazgos y de los mayores capitales políticos y económicos, eso también hay que mirarlo, porque no hay que desdeñar, yo no estoy diciendo que descobijemos a las personas que están trabajando a nivel local, pero no podemos dejar del lado o dejar de mirar cómo se está sofisticando la violencia para las mujeres que están aspirando a los cargos más altos, ahí también hay un tema.
Todavía tenemos un peso importante de rezago en términos de justicia social que nos implica la pandemia, aunque ya no estamos en pandemia hay que seguirlo mirando, nos atrasamos, hay brechas ahí.
El tema de inseguridad social generalizada que ya han comentado una y otra vez, y dentro de eso creo que hay una liga muy fuerte con la violencia feminicida como contexto para la violencia política, toda esta carga de violencia expresiva que inhibe, no solo son las amenazas que reciben, sino también todos estos factores de vulneración en las trayectorias, que hacen que las mujeres busquen o participar o que se bajen aun perdiendo trayectorias de 30, 40, 50 años redes muy significativas.
Principales agresores también nosotros encontramos los partidos políticos, los medios masivos de comunicación y las redes digitales y hay algunos otros temas que mirar.
Creo que tengo pocos segundos. En el estudio de medios noticiosos y redes socio digitales, solo decirles que 76 por ciento de la violencia política ejercida en contra de las mujeres en los contenidos mediáticos fue simbólica, 37 física y 21 por ciento sexual.
Y que del estudio de resiliencia en 10 segundos, que encontramos factores personales, factores relacionales y también factores externos que están ligados a estos factores estructurales.
En 20 segundos para cerrar, creo que tenemos que transitar de estas soluciones afirmativas a la injusticia, a soluciones de transformación societal, esa es a nivel, no es solamente el concepto y solamente el marco jurídico.
También creo que hay múltiples áreas de oportunidad ligadas a estas acciones afirmativas y de paridad en todo, que hay que ir de las cuotas a la justicia social y del mujerismo a la igualdad sustantiva, y ése es un tema que está en la agenda una y otra vez.
Y pues bueno, construir, ¿no?, en este sistema político tan profundamente verticalizado y verticalizante, sigue pendiente alcanzar una gobernanza efectiva y horizontal, donde la discriminación y el género sean realmente transversales, donde los partidos políticos tengan un compromiso real con la democracia paritaria.
Y bueno, en términos de trabajo, sí es bien importante crear estos trabajos triangulados, rigurosos metodológicamente, sistemáticos, sistémicos, con apoyo interinstitucional, eso es algo súper importante, ¿no?, que se liguen al activismo y a la sociedad civil, ¿no?, también ahí, o sea, hay que proteger a quienes, a defensoras, es indispensable y con presupuestos sólidos, porque solo se estiran y se estiran, y se estiran los presupuestos, ¿no?
Y bueno, que también nos parece muy importante visibilizar y fortalecer los procesos de resiliencia, de solidaridad, de sororidad y se resistencia.
Muchísimas gracias.
(Aplausos)
Consejera Electoral del Instituto Electoral del Estado de Querétaro, Karla Olvera Moreno: Muchísimas gracias, Doctora Eréndira.
La verdad es que muchísima información en esta investigación.
Y ya para cerrar la mesa de este segundo panel: Atención y prevención de la violencia política en razón de género desde una visión académica, quise hacer un compendio un poco de todo lo que nos dijeron nuestros panelistas porque hay muchas coincidencias.
Lo decíamos al principio, en esta primer pregunta de por qué los hombres violentan a las mujeres, empezamos a tener respuestas diferentes y retomo un poco lo que decía la Doctora Eréndira al final, ya no es tanto, o sea, una visión distinta es porque pueden, pero otra también es porque quieren.
Y también algo que nos comentaba Celine, que había dos fenómenos que se analizaban desde la violencia política en razón de género, pero también la violencia de género en la política y ahí decía, bueno, la razón es cambiar los resultados político-electorales, o sea, tiene también esta razón de por qué hay esta violencia.
Algo en lo que coinciden particularmente, es en la cuestión de la interseccionalidad, ene so prácticamente todos nuestros ponentes coinciden, no solo es el hecho de ser mujer, es el hecho de que hay otras condiciones que también afectan.
Y otro de los aspectos que también me pareció muy, muy importante, tiene que ver con la identificación de quiénes son los agresores.
Hace un ratito Erika comentaba que una de las mayores o de los mayores medios a través de los cuales hay una violencia es la violencia digital y aquí, por ejemplo, también decíamos, es a través de redes sociales, es a través de medios de comunicación, pero también son los mismos partidos políticos y hay que atender justamente este tipo de violencia.
Veíamos muchas de las variables, y algo que particularmente también me gustaría destacar era algo que comentaba Armando, que decía “bueno, algo que tenemos que hacer, porque tenemos muchas coincidencias, es empezar a generar metodologías comunes, tipologías comunes y que éstas lo que no puedan generar justamente son información que nos permita generar estas estrategias no sólo de prevención, sino también de protección efectiva”.
De los aspectos que justamente retomábamos también es: vemos cómo cuando existe violencia y decía de Data Cívica justamente, el 13 por ciento de las mujeres son violentadas, pero en cuanto a amenazas son el 29 por ciento.
Luego cuando hablamos de amenazas a sus familiares es el 50 por ciento y luego cuando hablamos de atentados que no son letales, hablamos del 60 por ciento. Entonces se va modificando completamente el porcentaje hasta llegar a una mayoría justamente de porcentaje de atentados violentos contra mujeres en lugar de hombres.
Otro de los factores que identificaba, particularmente es también el tema del crimen organizado y cómo se genera una modificación del entorno cuando, por ejemplo, decía Celine, hay municipios o hay lugares en donde se ha generado alternancia o donde el crimen organizado está en una pelea territorial.
Entonces yo creo que son de los aspectos que podemos rescatar y que la verdad es que me pareció muy valioso, yo se los decía al principio, podemos ver el concepto de violencia desde diferentes aristas y necesitamos verlo desde la visión institucional, desde la sociedad civil, desde la academia y ahorita la verdad es que los panelistas nos dieron los elementos para tener una visión muy completa desde la academia, con indicadores, con matrices que nos dan justamente estos datos acerca de identificar a quiénes son los agresores, identificar que existen diferentes causas también para que se den estas agresiones, generar estrategias a través de la academia y, particularmente, creo que eso es lo que yo retomaría y que dejaría ya como cierre de esta mesa.
Muchísimas gracias a todas y a todos.
Presentadora: Muchas gracias, consejera Karla Olvera Moreno; muchas gracias a las personas panelistas.
A continuación, haremos una muy breve pausa, solamente para realizar el acomodo y regresar con el tercer panel.
Muchas gracias.
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