La política no se entiende sin contrapesos y el poder se vuelve un monólogo sin oposición.
El PRD fue, durante más de 30 años, un contrapeso y un polo de diálogo con y desde el poder, y desde este diálogo surgieron muchísimos de los pilares que el día de hoy forman nuestra política y nuestra democracia.
Los tiempos cambian y con ellos también los equilibrios políticos.
Estoy seguro que quienes caminaron con este Partido del Sol Azteca, durante tres décadas o más de tres décadas, sabrán encontrar de nuevo una voz que permita constituir un punto de diálogo y un punto de equilibrio con el poder y con el resto de las fuerzas políticas.
Todo mi reconocimiento para ustedes y lo mejor para lo que viene.
-o0o-