En este Dictamen se propone determinar la pérdida de registro del Partido Político Nacional denominado Partido de la Revolución Democrática, por no haber obtenido por lo menos el tres por ciento de la votación en las pasadas elecciones federales.
Coincido con la propuesta que se nos presenta, porque los resultados relacionados con los porcentajes de votación válida en este momento son firmes e inatacables, y de ello se advierte que este instituto político no alcanzó el mínimo necesario en alguna de las tres elecciones federales que se llevaron a cabo el pasado 2 de junio.
Pero, a pesar de estar de acuerdo con el Dictamen que se nos presenta, no quiero dejar de señalar que con la decisión que estamos por tomar concluirá la vida jurídica de un instituto político que sin duda deja huella en la historia de nuestro país.
Es imposible entender el desarrollo democrático de México a partir de finales del siglo pasado sin el PRD.
El Partido de la Revolución Democrática surge como Partido Político Nacional el 26 de mayo de 1989, como respuesta al monopolio que hasta ese entonces mantenía el partido en el poder.
En sus 35 años de vida, el PRD contribuyó a la democracia mexicana abriendo un camino a la consolidación de un sistema multipartidista. Su presencia fortaleció la competencia electoral en el país y promovió una mayor representación de diversas ideologías.
El PRD fue un partido clave en las reformas electorales de los años noventa, que resultaron en la creación del Instituto Federal Electoral, y que ahora, se convirtió en el Instituto Nacional Electoral con las reformas, en donde también tuvieron mucha intervención, de 2014.
El triunfo electoral del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en la capital del país, de la mano del PRD, marcó un cambio significativo en las políticas sociales y de Derechos Humanos en la Ciudad de México.
El PRD surgió como un movimiento de izquierda que con la concentración de la voz de diversos movimientos sociales, buscó que México fuera un país más justo, igualitario, solidario, humano y democrático. Por eso también fue impulsor de grandes reformas en materia electoral como la constitucional de 2007, la legal de 2008, y la constitucional y legal de 2014.
No se podría hablar de una democracia contemporánea sin hablar del aporte del PRD. Por ello, considero que es necesario hacer este reconocimiento y, aunque la pérdida de registro que estamos por aprobar obedece al cumplimiento irrestricto de las leyes, no deja de ser una pérdida significativa para la vida democrática del país.
Gracias, Presidenta.
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