El 8 de marzo no es un día para felicitar a las mujeres, porque no es nuestro onomástico. Año tras año, es una fecha para reconocer las luchas que tantas mujeres libraron a lo largo de la historia en diferentes países y culturas del mundo, incluso antes de que Naciones Unidas lo formalizara como el Día Internacional de las Mujeres.
Es un día para recordar que los derechos que hoy gozamos se gestaron desde la entereza de las trabajadoras calcinadas en una fábrica textil en Cotton EUA, las asambleístas rusas; las sufragistas, las costureras, las del movimiento por vivienda en México; las periodistas, las feministas; las mujeres políticas, hasta las defensoras de derechos humanos, de bosques y del medio ambiente en diversos países.
También para sentir gratitud y reconocer los derechos y espacios que las mujeres en este 2024 gozamos, quienes tenemos la responsabilidad de seguir despejando el camino de estereotipos, injusticias, desigualdad, discriminación y nunca más violencias, para las nuevas generaciones.
Es una conmemoración que nos hace reconocer de dónde venimos y qué sigue por lograr y cómo a pesar de tantos años de protagonizar cambios y argumentaciones e incluso desarrollo de teorías y marcos jurídicos y convencionales para posicionar nuestros derechos humanos, existen aún muchas resistencias veladas o abiertas ante el clave papel y la incidencia que las mujeres tenemos en las familias, en las economías, en la política y en el ejercicio del poder público, en especial a nivel municipal.
Es una fecha de reflexión, de agradecimiento, pero también de reivindicación de logros, avances y de nuevas proclamas a seguir.
Hoy la herradura de la democracia en el INE es paritaria. Su Consejo General (máximo órgano) se conforma por 1 Consejera presidenta, 5 Consejeras y 5 Consejeros electorales. A propósito del 8 marzo día mundial por los derechos de las mujeres, sabemos que ser mujer en cargos de toma de decisiones, no se traduce en agendas que beneficien a las mujeres, pero aquí no ha sido el caso.
Las actuales Consejeras electorales -sin precedentes antes, han operado como una poderosa masa crítica asegurando la emisión de criterios, lineamientos, mecanismos y disposiciones históricas para el pleno ejercicio de los derechos político-electorales de todas las mujeres sin distingo de cualquier otra intersección por edad, raza, etnia, discapacidad, preferencia sexual o identidad de género.
El cumplimiento de esta serie de acuerdos impacta en la vida de millones de niñas, jóvenes y mujeres en su calidad de ciudadanas y en el ejercicio de sus derechos político-electorales.
Este 8 de marzo, al igual que desde el 2020 año en que las olas y nutridos contingentes de jóvenes de pañoletas moradas, verdes y naranjas tomaron las calles masivamente reclamando salud sexual y reproductiva y denunciando las violencias y los atroces feminicidios que atraviesan todo el país; el INE se suma a la reivindicación de las conquistas y derechos ganados y da cuenta de la agenda que ofrecemos para su garantía y avance.
Con la reforma constitucional de 2019 que mandata la paridad en todo, el INE ha emitido una serie de medidas y disposiciones para materializarlo en la realidad. Por ejemplo a nivel gubernaturas, se objetó que dicho principio no aplicaba para cargos unipersonales y se logró garantizar que todos los partidos políticos postulen a 5 mujeres para contender por las 9 gubernaturas en la contienda más grande de nuestra historia del próximo 2 de junio.
En línea con la campaña mundial de este 8 de marzo para financiar los derechos de las mujeres, los partidos políticos están obligados a destinar el 50% del dinero de las campañas para las candidaturas de las mujeres; al igual que el 50% de tiempo de radio y televisión y también vigilamos que destinen los montos programados para la capacitación y liderazgo político de las mujeres. Se trata de garantizar que las candidatas cuenten con mejores condiciones para competir.
Nuestra responsabilidad es garantizar la participación ciudadana y el pleno ejercicio de sus derechos en el marco de los procesos electorales y en tiempos no electorales. Pero ahora a tan solo dos meses de una de las contiendas que más expectativas y observación electoral nacional e internacional ha generado, tenemos un ejército rosa (y no por una asociación estereotipada hacia las mujeres, sino por el color institucional del INE) que desde la paridad está marcando la diferencia que marca la participación.
La mitad o como más de la ciudadanía que cuenta con su credencial lista para votar son mujeres, también son quienes más acuden a votar; cada insaculación se hace a nivel seccional y el 50% son mujeres y los mismos niveles porcentuales encontramos entre las funcionarias de mesa directiva de casilla y las observadoras electorales.
Tener paridad en todo no es suficiente, porque ello se debe traducir en medidas efectivas para lograr la igualdad y erradicar las violencias contra las mujeres. Lo que ahora empieza a ser normal, costó años, reformas, nuevas leyes, instituciones e incluso vidas. E implica garantizar abordar las propuestas con perspectiva de género e impulsar agendas que permean al sistema electoral, nuestra democracia y los derechos de las mujeres. Pero también
También permea hacia la cultura organizativa e institucional y las tendencias son irreversibles, el porcentaje de mujeres en posiciones de decisión en el Servicio Profesional Electoral Nacional se ha incrementado en los últimos 3 años.
También en el INE contamos con certificación en la Norma para la Igualdad. La adopción de una cultura de los cuidados no es cosa menor, y el INE ha implementado licencias de paternidad hasta por 90 días para la corresponsabilidad en esa etapa de vida en familia y se realizan adecuaciones para garantizar lactarios en las oficinas.
Asimismo, partiendo de la profesionalización y de la gran experiencia que ya tiene un alto porcentaje de personal del INE en oficinas centrales, juntas locales y distritales, se busca que los horarios laborales permitan la corresponsabilidad y conciliar el equilibrio con las responsabilidades familiares y que las dobles o triples jornadas no recaigan en las mujeres.
La violencia política contra las mujeres en razón de género (VPMRG) es otra prioridad en la agenda que desde las Consejeras del INE hemos proyectado. Además de contar con el Registro Nacional de Personas Sancionadas, el cual nos permite dar a conocer públicamente a las personas con sentencias de este tipo de conductas, emitimos lineamientos para que los partidos políticos prevengan, atiendan, sancionen la VPMRG y se cuenta con guías, capacitaciones y diversas acciones, como la atención de primer contacto que se brinda a través del Grupo Multidisciplinario (especializado y único en el mundo en el tipo de servicio que brinda a las mujeres) de las oficinas centrales del INE y de las juntas locales y distritales.
Hemos comprobado que el INE es una institución que le da confianza a las mujeres víctimas de VPMRG. Es una institución a la que las mujeres candidatas o servidoras públicas pueden acercarse y aunque en muchos de los casos no somos competentes, somos la primera instancia, el primer contacto que les inspira confianza y certeza de que serán escuchadas y acompañadas, en situaciones tan delicadas como son las de cualquier tipo de violencia.
Recientemente también emitimos el procedimiento para verificar el cumplimiento de la ley 8 de 81, derivada de la reforma constitucional la cual establece que ninguna persona con sentencia por cualquiera de alguno de los 8 supuestos que implican violencia contra las mujeres o incumplimiento de pensión alimentaria, puede ser postulado a candidaturas federales o locales.
Este 8 de marzo, dedicado a financiar los derechos de las mujeres, el INE ha blindado su participación asegurando montos infalibles para sus contiendas y su participación en los comicios del 2 de julio sin violencias.
Un cálido y enorme reconocimiento a todas las mujeres que desde distintas funciones y responsabilidades desde el INE han destinado su mejor esfuerzo y entrega a la organización de este proceso electoral iniciado desde septiembre del 2023. Sabemos los dilemas que a nivel personal y familiar implica.
Especialmente para las mujeres supervisoras electorales (SE) y capacitadoras asistentes electorales (CAE) de quienes en gran medida depende esta etapa de cara al día de la elección y una de las condiciones indispensables para su exitosa celebración: contar con Funcionariado de Mesas Directivas de Casillas.
A ciudadanía a nuestras vecinas y vecinos que serán autoridad electoral el día de la jornada que contarán los votos y los entregarán a las oficinas distritales.
Gracias por llevarnos a un buen puerto y apuntalar día tras día la lucha de todas las mujeres que recordamos y honramos asumiendo que seguiremos con esa herencia porque a las generaciones venideras, no les podemos fallar.
Consulta el artículo en El Universal