Versión estenográfica de la Conferencia Magistral Estacional de Verano 2023, La democracia y el México de Afuera, impartida por la Dra. Clarisa Pérez-Armendáriz

Escrito por: INE
Tema: Conferencia Estacional

Presentadora: El Instituto Nacional Electoral les da la más cordial bienvenida a la Conferencia Magistral de Verano 2023, “La democracia y el México de afuera”, la cual forma parte del ciclo de las conferencias magistrales estacionales 2023.

Para lo cual, agradecemos la participación de la Consejera Presidenta del Instituto Nacional Electoral, licenciada Guadalupe Taddei Zavala.

De la conferencista la doctora Clarisa Pérez-Armendáriz.

Se encuentra también con nosotros la encargada del despacho de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE, la maestra Nancy Rendón.

Agradecemos la presencia de la Directora de Difusión y Campañas Institucionales, la maestra Sandra Barraza León.

Y, de manera especial, agradecemos la presencia del alumnado y profesorado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. 

De la Universidad Intercontinental.

De la Universidad de la República Mexicana. 

Y también a quienes vienen de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Gracias también a quienes siguen la transmisión en vivo a través de las redes sociales y página Web del INE. 

Y para dar inicio, damos la palabra a la Consejera Presidenta del INE, licenciada Guadalupe Taddei Zavala. 

Consejera Presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala: Muy buenas tardes a todas, a todos; maestros, alumnos de las universidades que están aquí con nosotros el día de hoy.

Muy bienvenida sea, doctora, con esta conferencia que nos va a compartir el día de hoy “La democracia y el México de afuera”, que ya desde el título suena muy subyugante. Porque creo que es un tema que nos debe de ocupar a todos y a todas el tema de lo que sucede más allá de nuestras fronteras con personas que son también como nosotros, mexicanas y mexicanos. 

El tema de los jóvenes en este Instituto, es un tema que valoramos de verdad muy alto, porque seguramente estaremos recibiendo ideas y proyectos futuros que pudiéramos realizar a partir de estos encuentros y siempre serán bienvenidos.

Sépanlo las tres universidades que estamos aquí hoy en día y también los maestros. 

En algún momento me tocó ser maestra en la Universidad de Aguascalientes en la carrera de Ciencias Políticas. 

¿No viene nadie de Ciencia Política?

Okey, muy bien. 

Y me tocó dar la clase en el último semestre del Taller de Sistemas Políticos Electorales, Procesos Electorales, muy interesante.

Cuentan con nosotros para cualquier actividad que ustedes quieran desarrollar de la mano con el Instituto, desde estas oficinas, y también de las oficinas del Instituto en el estado de Aguascalientes.

Pues buenas tardes, doctora Clarisa Pérez-Armendáriz.

Bienvenida al Instituto Nacional Electoral.

Nos encontramos ya inmersos en la organización del Proceso Electoral 23-24, y estamos realizando sesiones cada jueves, pero no quise, por eso, subimos la hora de inicio cada jueves. Acordamos en el Consejo General llevar a cabo sesiones del mismo para poder ir desahogando todos los temas y los acuerdos que se requieren durante el proceso electoral.

Pero no quise pasar la oportunidad de estar con ustedes acompañándolos el día de hoy.

La doctora Pérez-Armendáriz nos hablará en su conferencia, nos hablará en su conferencia sobre la democracia y el México de afuera.

Bueno, es un título que no nos dice tanto sobre todo el trabajo que en equipo desarrollamos quienes somos parte de este órgano, pero nos dice mucho de lo que tenemos que tener en perspectiva en la atención a los mexicanos que residen en otras partes de nuestro país, más allá de las fronteras de nuestro país.

Comento que estamos en plena organización del proceso, y un tema muy trascendental en el que nos hemos avocado, consejeras y consejeros, se enmarca, precisamente, en nuestros compatriotas, que más allá de nuestras fronteras, su corazón y el interés por su patria de origen los impulsa a buscar siempre cómo contribuir en su participación.

Para este proceso, estarán disponibles tres diferentes modalidades, para que ellos puedan entrar desde sus lugares a votar: la modalidad del voto postal, la modalidad del voto presencial electrónico y la modalidad del voto electrónico sin ser presencial.

De manera postal, electrónico y presencial, por cierto, la primera ocasión que quienes se encuentran inscritos en la Lista Nominal de Electores, de Mexicanos Residentes en el Extranjero, que son un millón 391 mil 482 podrán votar de manera presencial para el cargo de Presidencia de la República en 23 sedes consulares.

Tendremos 20 en Estados Unidos en diferentes sedes consulares; y tres, una en Canadá; y dos en Europa; una en París; y otra en Madrid.

Además, también podrán votar por cargos de senadurías y diputaciones migrantes, como lo comentaba hace un momento, doctora, de acuerdo y en respeto a la legislación local.

Esta conferencia en su título plantea dos temas torales para la sociedad mexicana: la democracia y el México que está fuera del territorio, y que está presente con sus familias, a través de sus remesas, y con su mirada analítica en las acciones de cada una de las autoridades y actores políticos mexicanos.

Tanto las y los mexicanos del México de adentro, por así decirlo, es decir, los que estamos aquí en territorio nacional, y el de fuera importan y coexisten.

Es esa unidad que nos da la identidad, y que se expande con la migración por diversas razones a otras tierras.

La doctora Clarisa Pérez-Armendáriz es profesora asociada de Política y Estudios Latinoamericanos.

Su investigación explora cómo la migración internacional afecta la política en los países de origen de los migrantes, especialmente en México.

Ha desarrollado investigaciones en temas de cómo los migrantes mexicanos que viven en el extranjero influyen en la política y las actitudes y comportamientos políticos en México.

Algunos de sus trabajos están orientados a explorar sobre las conexiones sociales entre los migrantes que viven en el extranjero y la forma en que sus comunidades de origen influyen en los actuales comportamientos políticos de las personas que permanecen en su país de origen.

También estudia la participación política de los migrantes que regresan a sus países de origen; imparte cursos, además, de política comparada, política latinoamericana, política latina, migración internacional y métodos de investigación.

No es cualquier doctora la que tenemos el día de hoy aquí con nosotros.

Desde esta Presidencia, agradezco su presencia y los comentarios que escucharemos de la doctora Pérez-Armendáriz, que serán de gran relevancia para quienes nos acompañan en este Foro, ya que les permitirá contar con otra óptica en relación con nuestros compatriotas y la importancia que representa para gobiernos, instituciones, organismos y la sociedad en general, acompañar a quienes como mexicanas y mexicanos residen en otro país buscando mejores oportunidades, pero siempre presente su interés por ser parte de decisiones tan importantes, como por ejemplo, tener la oportunidad de votar y decidir quién gobierna en nuestro país a nivel nacional, a nivel local y a nivel distrital.

Creo que el día de hoy van a tener una conferencia, tendremos todos una Conferencia verdaderamente Magistral, hace unos momentos compartíamos con la doctora la necesidad de que ésta no sea la única ocasión que esté con nosotros en el Instituto, por más que este tema es verdaderamente importante, hay otras partes de su desempeño académico que también pueden formar parte.

Y seguramente estará involucrando a las universidades que hoy están aquí presentes, para que estemos de manera permanente generando una narrativa correcta en este tema en nuestro país, a través de estos foros y de estas conferencias.


Sean todos ustedes bienvenidos, y exitosa conferencia.

Doctora, la dejo con toda la juventud que nos alimenta el alma y el espíritu.

Presentadora: Adelante, doctora. Todo suyo el micrófono

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Muy buenas tardes.

Es un gran honor estar aquí y tener la oportunidad de compartir con ustedes mis reflexiones.

Antes que nada, quiero agradecerle al funcionario del INE que hace posible mi presencia en este Auditorio; a las consejeras y consejeros electorales que de manera sostenida fortalecen la democracia mexicana dentro y fuera del país; a las y los integrantes del Comité Editorial del INE por proponerme y votar a favor de esta reflexión tan necesaria; y en especial, agradezco a la Consejera Presidenta, licenciada Guadalupe Taddei, por su apertura y compromiso en favor de la participación ciudadana de las y los mexicanos dentro de México y de todas las voces que se expresan afuera.

Gracias.

Mi interés en el nexo entre la democracia en este país, comenzó hace 25 años, cuando llegué a esta ciudad por primera vez como vicecónsul, trabajando en la Embajada de los Estados Unidos.

Nací en México y llegué a los Estados Unidos a los tres años de edad, el llegar a México como representante de este país en enero de 1999 me cambió la vida, porque despertó en mí la curiosidad por entender el nexo entre los mexicanos de afuera y la política de su país y por el transnacionalismo mexicano general.

Por entender las consecuencias dentro de México, el tener millones de ciudadanos que son de aquí y de allá, y que a pesar de haber salido del país se interesan por su presente y el futuro de su país.

Como vicecónsul fui Observadora Electoral de la contienda presidencial histórica en el 2000, le otorgue una visa, personalmente a Felipe Calderón, pero sobre todo como vicecónsul, tuve la oportunidad de atender a cientos, miles de mexicanos nacionalizados en los Estados Unidos cuando venían de visita a su propia país de origen o cuando retornaban permanentemente.

Fueron estas interacciones y las políticas migrantes de Vicente Fox, las que motivaron mi interés por estudiar la relación de México de fuera, con la creciente democracia mexicana.

Aparte fueron mis propios sentimientos como inmigrada trabajando dentro de México en un momento de transformación política que me impulsaron, o sea para mí este tema siempre ha sido para mí muy personal, no nada más profesional.

Algunos años después cuando ya cursaba el doctorado, mis asesores me disuadieron, me dijeron que este tema no iba a ser de interés para los politólogos, que no iba a poder conseguir trabajo ni publicaciones; esto no es un tema de política de importancia, me dijeron, a pesar de eso insistí y al estar aquí hoy me da un gusto inmenso, siento mucha alegría de que, significa que sí ha valido la pena el esfuerzo.

Ahora, mi charla tiene tres vertientes, que podrán ver en la siguiente transparencia.

Primeramente, sostengo que a lo largo de casi 30 años, México ha ido generando paulatinamente más de lo que el politólogo Robert Dahl denomina exclusividad política para los mexicanos que viven en el extranjero.

Sin embargo, se han desarrollado pocas oportunidades para que gocen o sean parte estas personas de lo que Dahl denomina la posición.

En segundo lugar, sostengo que al expandir la exclusividad y la oposición política de los mexicanos residentes en el extranjero, también se han ido incrementando los retos que enfrenta el gobierno para seguir criando a las instituciones que garanticen las elecciones libres e imparciales y que hacen cumplir, que hacen posible esta participación.

En tercer lugar, propongo que el papel del México de afuera dentro de la democracia, está y siempre ha sido condicionada por las prácticas instituciones, tanto formales como informales, que caracterizan la democracia mexicana en cualquier momento y que, desafortunadamente, hoy esto signifique que existen retos muy grandes, porque a las prácticas e instituciones han sido contaminadas por muchos tipos de violencia y son amenazadas por la deslegitimación. A proceder a hondo en cada una de estas tres vertientes y analizo su intersección. 

Al examinar su intersección vamos a ver que las crecientes oportunidades de inclusividad y oposición política para los mexicanos en el extranjero, en general presentan retos para la democracia pero que no son imposibles de combatir. 

Las condiciones políticas que vive internamente México ya vulneran su democracia. La participación del México de afuera, sobre todo en el área creciente de oposición, podría complicar este escenario aún más. 

El gestionar procesos políticos y electorales fuera del territorio nacional es muy difícil, requiere hacer cumplir leyes mexicanas en territorio donde México no es soberano, requiere coordinar y canalizar procesos descentralizados e institucionalizados, interinstitucionalizados a través de instituciones en el extranjero que son bastante centralizadas. 

Aparte es necesario hacer todo esto frente a una población geográficamente dispersa que suele ser vulnerable y clandestina.

No se abordan bien estos retos antes de abrir más posibilidades de participación y de oposición para el mexicano de afuera, esta apertura podía presentar oportunidades para aquellos que buscan abusar y atacar la democracia. 

Ahora vamos a comenzar. 

Comencemos con la definición de la democracia del politólogo americano Robert Dahl, quien bautizó el término poliarquía para denotar la democracia como existe en la realidad no como concepto teórico ni ideal.

Dahl nos propone que la poliarquía consiste en dos dimensiones: La contestación o lo que aquí en la transferencia dice public contestation y la inclusividad. 

La inclusividad se refiere a la proporción de la población que goza del derecho de participar igual igualmente en controlar y luchar en contra de la conducta del gobierno. 

La contestación o la oposición se refiere al grado a que permite la oposición y a la posibilidad de competir, de contestar públicamente y al grado que hay competencia. 

Dahl además sostiene que la oposición inclusividad dependen de 8 garantías institucionales que va a poder ver en la siguiente transparencia. 

La primera, es la libertad y el derecho de formar organizaciones políticas y asociarse a ellas. 

La segunda, es la libertad de expresión. 

La tercera, es el derecho de votar. 

Cuarta, es la elegibilidad para el servicio público.

La quinta, es el derecho de competir en busca de votos y de apoyo político.

La sexta, es el acceso a diversas fuentes de información.

La séptima, son las elecciones libres e imparciales y la octava es que las políticas de gobierno dependan de las preferencias de las ciudadanos. 

Ahora, Dahl precisa claramente cuando él habla, él se refiere a la inclusividad y oposición de los ciudadanos que viven dentro del territorio, se me hizo muy interesante observar que él habla de residentes dentro del territorio. 

No contempla un Estado transnacional o una poliarquía que contara con una ciudadanía extraterritorial, sin embargo, el contexto de poliarquía se me hace muy útil para los fines que tengo ahorita y ha sido validado como concepto teórico y empírico por décadas, por eso es un buen punto de partida. 

Empecemos con la inclusión, desde 1996 en México se ha ido paulatinamente estableciendo una norma de que el México de afuera pueda participar dentro de la democracia de México, esto es gracias a la apertura política de México; sin la apertura de los noventas es poco probable que se hubiera aceptado la doble nacionalidad y el derecho de voto en el extranjero. 

Pues esta apertura fue una estructura de oportunidad política para aquellos migrantes que llevaban años abogando por esos derechos. 

Dentro de la ola de liberalización política y la expansión de inclusión que se llevó entonces, fue muy difícil deslegitimar la incorporación política del México de afuera, era lo que perseguía. 

Entonces una transición democrática que no incluyera a los paisanos de afuera, aunque fuera simbólicamente, no serpia completa. 

Sin embargo lo que procedió fue una expansión de la dimensión de inclusividad, más no tanto de la dimensión de oposición. 

Efectivamente propongo, que para el México de afuera lo que ellos experimentan es una democracia hegemónica. 

Aquí en esta transparencia lo que pueden ver es del libro de Dahl, donde describe qué tipo de régimen existe según el nivel de liberalización, de contestación, oposición pública y de inclusividad. 

Lo que podemos ver en la esquina derecha de arriba, es que ahí existe la poliarquía, cuando es amplia tanto la posibilidad de contestación, como la de participación, inclusividad. 

Abajo, vemos que cuando hay mucha participación, pero poca posibilidad de contestar, tenemos la hegemonía inclusiva. Eso es lo que propongo que para el mexicano existe, sí es inclusivo, sí pueden participar, pero su capacidad de participar en la parte de contestación pública, sigue siendo limitada. 

Un poco más de por qué digo eso. 

Ahí aparece la flecha, otro clic.

Ahí estamos.

Okey, ahí nos podemos quedar.

¿Por qué digo esto? El derecho de votar sin duda alguna expande la inclusividad política mexicana, la proporción de la población que goza formalmente del derecho de participar igualmente, casi igualmente, en controlar y luchar contra la cometa del gobierno se incrementa significativamente, gracias a los esfuerzos del INE que cada elección facilita más la posibilidad de registrarse para votar, y cada año propone más modalidades de participación.

También es gracias a que en cada elección existen más posibilidades de votar en más elecciones.

Nacionalmente, inicialmente se podía votar por Presidencia, y había que regresar a territorio nacional.

Ahora se puede votar por Presidencia, por senadurías en varias consultas directas, así como en varias elecciones locales, y los modos de participación son diversos, como dijo la Presidenta.

Sin embargo, hay limitaciones aún en la inclusividad. Predomina el voto nacional, casi no existe la posibilidad de participar en contiendas locales, a pesar de que el arraigo del mexicano de afuera suele ser con su comunidad de origen.

A ellos les interesa el desarrollo económico, las oportunidades de empleo, la seguridad, la educación en sus comunidades de origen, sobre todo, así que su deseo de participar políticamente es el nivel local, no tanto nacional. Es decir, bueno.

Otra limitación ha sido que la implementación del derecho de participar ha sido lento, y ha habido obstáculos. Pero cada día está mejor.

Por último, la última limitación es que es prohibido que los partidos políticos realicen campañas electorales en el extranjero, y esto limita la cantidad de información y eso que tienen los mexicanos de afuera.

En cuanto a la segunda dimensión de la poliarquía, la oposición, los avances han sido mucho, pero mucho más limitadas, como pueden ver en esta imagen, a pesar de que sí se han abierto muy paulatinamente más oportunidades.

Lo más importante es que la libertad de organización, en particular la libertad de formar asociaciones como partidos políticos en el extranjero ha sido muy limitada.

Sí se pueden afiliar a partidos existentes registrados en México, pero hasta recientemente que surgen debates sobre las candidaturas independientes o la posibilidad de formar partidos migrantes ha sido muy limitada.

También la elegibilidad para el servicio público es, prácticamente, inexistente, pero podemos decir limitada.

Las diputaciones migrantes presentan nuevas oportunidades, pero en general las leyes señalan que hay que ser residente de México para competir. La residencia debe de ser de 20 años, no consecutivos, pero 20 años en totales; y los candidatos deben vivir un año consecutivo dentro del país antes de la elección; y no deben haber estado fuera del país por un periodo de 30 días, más de 30 días durante los 12 meses antes de la elección.

Todo esto significa, todas estas restricciones significan que México aún no acepta que los mexicanos de afuera participen al 100 en la democracia mexicana.

Esa es la conclusión que quiero enfatizar con esa gráfica.

El compromiso con el mexicano residente en el extranjero es que sea parte de la poliarquía mexicana, entonces la idea sería estar en la parte del cuadro de la derecha hacia arriba, en la poliarquía, pero eso implica liberalizar bastante el derecho de oposición, permitir que los mexicanos de afuera compitan, o al menos que influyan más en determinar quién puede competir y qué proyectos de política compiten.

Pienso que vale la pena reflexionar en el por qué esto no ha pasado.

La experiencia de la mujer nos puede ayudar, últimamente he pensado en esto.

En el 53 tuvieron el derecho de voto, 70 años después hay paridad, pero tardó muchísimo, hubo movimientos sociales, hubo cambios de leyes, sobre todo, tuvo que haber un consenso, semi consenso político de que fuera deseable que la contestación incluyera a la mujer a este grado.

Eso no existe aún con el mexicano de afuera, es un debate que aún se requiere dentro de México.

Y más allá de eso, otra lección de lo de la mujer es, que para cumplir esta paridad se requirió un esfuerzo inmenso institucional para hacer cumplir esa misión. Si llegara a haber un consenso en México frente a qué lugar debe tener el mexicano de afuera como en el lado de competencia, después se tiene que institucionalizar eso para que se pueda realizar.

Bueno, ahora quiero hablar un poco sobre otra vertiente.

Supongamos que incrementamos la inclusividad, por ejemplo, permitiendo campañas electorales en el extranjero, o abriendo las contiendas municipales a candidatos que viven en el extranjero, suena muy radical; pero entonces los retos institucionales serían muy grandes, de hecho, inclusive actualmente son muy grandes los derechos institucionales de implementar las leyes en el extranjero.

Lo que quiero ahondar son los retos que se deben, precisamente, a tratar de gestionar y fiscalizar elecciones fuera del territorio nacional, fuera de donde el gobierno puede hacer cumplir leyes por cuestiones de soberanía.

Aparte de eso también hay otra cosa, como dije, los procesos electorales son muy descentralizados, está el INE, están todos los institutos electorales estatales, luego juegan un rol los partidos políticos, que son muchos, sobre todo si vemos todas las combinaciones de alianzas que hay dentro de los estados también.

Todo esto es decir que, a nivel nacional hay elecciones presidenciales de la Cámara de Diputados, del Senado, hay consultas públicas, como dije antes, afuera vi en la entrada que son más de 18 mil cargos electorales; ahorita esos no son todos, no puede el mexicano en el extranjero votar en todos, pero en un mundo donde eso fuera posible, el implementar eso afuera es complicadísimo, y hay varias cosas que lo complican más, como dije, habría que coordinar muchas cosas, que actualmente son descentralizados para canalizarlos sobre todo a través de la cancillería o a través de las embajadas y consulados.

Porque en el extranjero el Estado mexicano está situado en las embajadas y en los consulados, estas entidades, cada vez ya se hacen cargo de más servicios y atenciones, lo que hace el Servicio Extranjero y un consulado mexicano es muy por allá de lo que hacía hace 30 años hoy, se le atiende al mexicano, al extranjero en muchísimas cosas, entonces habría que sumarle más a eso.

Ahorita es en colaboración con estas entidades que el INE implementa el voto creciente y también en comunicación directa con el mexicano, y lo está haciendo bien, muy bien. Sin embargo, conforme se empiezan a abrir las elecciones locales, puedan surgir otras posibilidades. 

Una de estas posibilidades es que desde los noventas se comienzan a abrir oficinas de representación estatal en el extranjero, sobre todo en los estados unidos bajo el modelo que los politólogos denominan para diplomacia, aquí no más pongo como definición para los que no conocen que la para diplomacia se refiere a la presencia internacional de gobiernos locales; yo como estudiante, doctora en relaciones internacionales nunca había oido de la paradiplomacia, no es parte de lo que se enseña en Estados Unidos, pero es parte muy grande de lo que pasa en México y es interesantísimo pero presenta retos para este tema por los motivos que voy a explicar.

Supongamos que en un momento estatal bueno, qué son estas oficinas, las oficinas estatales de representación hacen cosas que antes hacían las embajadas, por ejemplo, uno puede ir a su oficina estatal de representación si uno es de Guanajuato o Puebla y obtener su acta de nacimiento y otros documentos de gobierno que antes se obtenían en la embajada y esto lo hace de manera bastante independiente y que varía por estado a estado y varía mucho en cómo lo hacen y hasta qué grado está institucionalizado o hasta reglamentado legalmente.

Esto significa que las oficinas estatales paradiplomáticas, muchas veces van cambiando, dependiendo de quién está en gobierno y como no están bien reglamentadas y no están reglamentadas internacionalmente con ley internacional, es un espacio donde se pueden hacer muchas cosas, se puede experimentar, digamos.

Entonces, yo escribí aquí que no está muy institucionalizado, pueda estar bastante más politizado que una embajada o un consulado, no está bien reglamentado, según lo que he visto, me encantaría aprender más con gente de aquí, muchas veces las mismas embajadas y la cancillería no sabe qué está pasando con esa institución para diplomática y es un lugar donde la ley, puede haber abuso de poder sobre todo electoral porque es un lugar donde se reclutan migrantes, líderes migrantes que se identifican líderes migrantes que luego se integran, sea a oficinas de migrantes dentro del estado o candidaturas de personas retornadas que no identificamos como migrantes, pero regresaron para competir y traen remesas, etcétera. 

O sea, es un lugar donde pasa mucho, que no se sabe bien, pero que tiene mucho que ver con este tema, porque si una persona quiere ser líder y es migrante, un buen lugar para obtener lugar es a través de estas instituciones. 

Y por eso que yo sepa, el INE no ha puesto mucha atención a este aspecto de lo que podría ser la coordinación y la implementación del voto en el extranjero. 

Hay un tema incómodo que es, que para hacer cumplir las leyes, cualquier ley hay que poder vigilar un poco y hasta castigar a aquellos que violaron las leyes, que quieran violar las leyes. 

Entonces, el poder mexicano fuera de su territorio para hacer esto es limitado.

¿Qué poder de castigo tiene en Estados Unidos si un mexicano viola la ley electoral?

Muy poco, puede castigar a otras personas aquí, pero no tiene poder allá. 

¿Qué poder de vigilancia tiene?

Formalmente ninguna. 

¿En qué medida está dispuesto el gobierno de brindar, el gobierno americano o de otros países extranjeros, de brindarle apoyo a México en esta vigilancia y castigo? Y yo diría, ¿en qué medida lo querría el gobierno mexicano?

La respuesta para todos es que es muy limitado el poder. Aparte si tuvieran estas capacidades habría muchos riesgos. Genera riesgos para los mismos mexicanos dentro de los países receptores. 

La mayor parte de mexicanos residentes en el extranjero se encuentran en situaciones legalmente inciertas, situaciones económicas y socialmente precarias, situaciones en donde se tienen que estar mudando de residencia para sobrevivir, para trabajar, situaciones en donde el salir adelante requiere la clandestinidad.

Al incurrir en políticas que quizás fortalezcan su capacidad de hacer cumplir las leyes electorales, el gobierno mexicano podría poner en riesgo a sus residentes en el extranjero dada esta situación que viven. Podrían contribuir a que sean detenidos, encarcelados, deportados. 

También hay riesgos de que los gobiernos recurran a medidas no los gobiernos, pero los actores políticos o gobierno, recurren a medidas extrainstitucionales para controlar la competencia que perciban como el regalar irregular y legal, sobre todo porque no tienen una competencia legal.

La semana pasada hubo una noticia bastante escalofriante. El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau alegó públicamente que el gobierno de La India había mandado asesinar a un líder Sij, un líder de doble nacionalidad dentro del territorio canadiense. 

¿Por qué? Porque era un líder de un movimiento de oposición que el gobierno indio, de La India considera ilegal.

La revista inglesa The Economist apenas publicó un artículo que indica que la persecución y asesinatos de oposición, opositores políticos en el extranjero dentro de países democráticos aún como Alemania, Inglaterra, Estados Unidos se vuelven más comunes.

Estos países de origen, han mandato a matar a opositores en países como Arabia Saudita, Turquía, pero el hecho de que la India lo haga, un país democrático es de preocuparse. 

No es que yo considere que, y llegué a este punto al caso mexicano, lo que yo quiero resaltar es que estos casos han surgido debido a la dificultad de hacer cumplir las leyes en el exterior, la dificultad de controlar la competencia y participación de afuera. 

La última vertiente de mi presentación parte de esta última observación. 

El papel de México de afuera en la democracia mexicana, está y siempre ha sido condicionado por la calidad de la democracia mexicana, es decir, el México de afuera se adapta a las practicas e instituciones formales e informales que caracterizan la democracia mexicana en cualquier momento. 

Desafortunadamente durante los últimos 15 años, esta situación se ha visto cada vez más delicada; mientras que hace 25 años se vivía en optimismo, ahora hay más pesimismo y eso lo digo a pesar el optimismo que sentí hoy al entrar a este edificio y al verlos a todos ustedes, hay más pesimismo. 

Anteriormente, tanto entre las masas, como entre las elites existía in consenso de que las instituciones, en particular el INE, anteriormente el IFE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y sus contrapartes estatales, eran instituciones imparciales y de confianza que garantizaban las elecciones relativamente libres e imparciales y el derecho de votar. 

Hoy estas instituciones son atacadas, existe una creciente desconfianza en ellas, además mientras que antes 25 años parecía que las elecciones iban generando de manera rutinaria, cambios de poder relativamente pacíficos, tanto a nivel local, estatal y federal, hoy la violencia impregna todas las elecciones y todo el proceso de oposición. 

Sin duda, había mucha violencia anteriormente, no quiero disminuir esta, sobre todo si hay personas entre ustedes que me escuchan que fueron víctimas, sin embargo, hoy desde hace 15 años la democracia mexicana es lo que Desmond Arias y Daniel Golstein, denominan una democracia violenta. 

Una democracia violenta se caracteriza por la pluralidad violenta, es decir, hay muchos actores violentos; policías, fuerzas armadas, seguridad privada, manifestante, vigilantes, autodefensas, policías comunitarios, pandillas, organizaciones criminales grandes y sofisticadas, movimientos sociales, hasta los mismos partidos y políticos participan en la violencia. 

Además la violencia es plural, incluye asesinatos, golpizas, secuestros, extorciones, detenciones extrajudiciales, tortura, desapariciones, entre otras. 

Lo interesante de lo que proponen Arias y Golstein, es que esta violencia plural es parte de la misma democratización, surge de la apertura del espacio político, de la creciente inclusividad y competencia, sobre todo porque esta apertura ocurre en un entorno en el cual el Estado de Derecho es débil.

Es decir, es parte de la democracia, y quiero decir que ocurre al lado, acompaña a la competencia legal, la competencia pacífica institucional.

El politólogo sudafricano Karl Von Holdt argumenta que aparte de que surja debido a la falta de Estado de Derecho, surge también cuando apertura en un contexto de desigualdad, cosa que, definitivamente, se vive en México, y que tomar en cuenta el México de afuera no podemos ignorar el rol de la igualdad, su interacción con esta apertura.

El que México sea una democracia violenta significa que para participar y competir dentro de este contexto, los mexicanos de fuera tienen que adaptarse a ello, tienen que al menos considerar si deben recurrir a la violencia para competir.

Los que no están dispuestos o quieran luchar en contra de la violencia, o ven disminuida su participación, o tienen que aceptar que podrían verse afectados, amenazados por la violencia, igual que aquí dentro de México.

Esto para el mexicano en el extranjero quiere decir que es muy triste, porque, como dije antes, el mexicano de afuera vive ya al margen de la ley, y muchas veces a la sombra del Estado receptor. Y se le suma que quizás el factor intimidante de la violencia mexicana disminuye ese sentido de derecho que tienen en México.

Entonces, el gran politólogo argentino Guillermo O’Donnell denominó áreas cafés aquellos espacios en donde es ausente el Estado de derecho. Muchos migrantes viven permanente, migrantes mexicanos viven permanentemente en estas zonas cafés dentro de sus países receptores, cosa que es bastante irónica, porque O’Donnell jamás estaba pensando en países democráticos avanzados.

¿Qué significa esto de las zonas cafés? Pues estos ciudadanos no son reconocidos por el Estado receptor, es como si no existieran legalmente, y van creando toda su vida a la sombra del Estado de receptor, claro con cada vez con más apoyo del gobierno mexicano, pero ése tiene limitaciones.

Viven su vida fuera de la vista del Estado receptor a grado posible, son personas sumamente trabajadoras, innovadoras y creativas en su capacidad de salir adelante al margen del Estado de Derecho. Y esto lo digo con admiración, pero esta situación, desafortunadamente, también abre la puerta a elementos malos, y es propicia para la expansión de la democracia violenta mexicana.

Es decir, es un espacio donde aquellos que desean competir violenta y legalmente en la política mexicana con fines nefastos tienen ventaja.

Quiero subrayar que estos son pocos, la mayoría de mexicanos en el exterior no son estas personas, pero estos elementos pueden aprovecharse de estas zonas cafés para hacer daño.

¿Qué pueden hacer? Amenazar candidatos, amenazar a personas que quieren votar, canalizar dinero de remesas a las elecciones, sin que sea fácil verlo, sin que sea detectable. Y pueden contribuir a la integración del crimen organizado en las elecciones desde estos lugares grises, porque los lugares grises son lugares, digo, no grises, es que también existen los lugares grises, las zonas cafés son lugares donde opera la gente muy bien, muy hábilmente fuera del ojo del Estado de Derecho.

Y esto ya ha ocurrido en al menos un caso en México que puedo describir un poco en las preguntas, pero lo que quiero decir es que es algo que se puede pasar debido a las condiciones de México de afuera, de todo esto que ha ido exponiendo.

Ahora, desde mi punto de vista, ¿dónde queremos estar?

El integral México de afuera al 100 que personalmente considero es lo correcto, es que llegue a la poliarquía, a este punto en la esquina superior derecha.

Pero otra opción para los que me escuchan podría ser: Bueno, probablemente vamos a tener que aceptar la hegemonía inclusiva porque esto es demasiado.

Y otros quizás digan: Saben qué, hay que cerrar, hay que quitar esos derechos.

Yo diría que a esas opciones mi respuesta es absolutamente no, no se puede hacer por muchos motivos, no se debe hacer.

¿Cuáles son las soluciones entonces?

Bueno, la primera es disminuir la violencia dentro del Estado de México de la democracia mexicana y reforzando el estado de derecho y disminuyendo la igualdad.

Segundo, es muy importante institucionalizar cuidadosamente, minuciosamente los procesos de implementación de los derechos políticos del mexicano, el residente en el extranjero, a la vez que sigan expandiendo.

La paridad de la mujer tardó 70 años en conseguir, espero que eso no tenga que pasar, pero es trabajo minucioso, es trabajo de mucho esfuerzo y va pasando poco a poco. Tampoco estoy diciendo que debe haber cierto número proporcional de migrantes, solo es la idea de que va a tardar mucho hacerlo bien. 

Por último, pienso que aparte de institucionalizar y esto lo resalto porque de nuevo, la violencia y la institucionalización son las tendencias, hay que revertir, la deslegitimación de las instituciones son las tendencias, hay que revertir esas tendencias. 

Aparte hay que seguir abogando, protegiendo los derechos de los migrantes en el extranjero, hay que ayudar a que salgan de la sombra de la ley para que sean protegidos y no sean víctimas de esto que puede pasar. 

Con eso concluyo mis comentarios. Estoy abierta a sus preguntas. 

Si quieren la siguiente, ahí es donde tenemos que estar. 

Siguiente. 

Muchas gracias. 

Presentadora: Muchas gracias, doctora. Muchas gracias, doctora. 

A continuación, me voy a permitir leerle algunas preguntas que han llegado, si está de acuerdo, le leo las tres preguntas que tenemos aquí y le doy la palabra para su respuesta. Muchas gracias.

La primera de ellas es, ¿qué sigue para el voto de las mexicanas y mexicanos en el extranjero con las tecnologías y nuevas modalidades?

La segunda pregunta, ¿cuáles son los principales obstáculos que deben derribar las instituciones para incentivar el voto de las y los mexicanos residentes en el extranjero?

Y la tercera, ¿qué papel juegan o deberían jugar las juventudes mexicanas residentes en el extranjero?

Le damos el uso de la voz.

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: A lo mejor va a tener que repetirlas.

Presentadora: Sí, la primera, ¿qué sigue para el voto de las mexicanas y mexicanos en el extranjero con las tecnologías y nuevas modalidades?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Quiero comentarles, que en mi casa, mi esposo es mexicano también y en mi casa hemos recibido de repente llamadas telefónicas “hola, hablo del INE” a invitarnos, asegurar que estamos en el padrón electoral y a recordarnos cómo podemos votar, esa vinculación, esa difusión de información antes no existía y obviamente cómo académica, bueno cómo ciudadana, con doble ciudadanía me emocionó muchísimo y como académica me encanta, no lo puedo creer.

Esto pasó también en la última elección, pero en este periodo hemos recibido muchas llamadas, entonces creo que, lo de los modos de votar, espero que se vea un incremento muy grande en la participación, porque una cosa que no mencioné es que la participación ha sido baja, dentro de la inclusividad cuando ven la flecha hacía la derecha, es sobre todo por la posibilidad de ser incluida, pero la participación ha sido baja, yo pienso que la educación, y la difusión va a ayudar con la participación y es algo muy bonito, combinado con los diferentes modos de participación, es por ver.

Presentadora: La segunda sería ¿cuáles son los principales obstáculos que deben derribar las instituciones para incentivar el voto de las y los mexicanos residentes en el extranjero?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Esto se me hace difícil, depende, una cosa que yo pienso que está cambiando mucho es que, cuando empezó el voto en el exterior había gente ahí en Estados Unidos, o en otros países pero sobre todo Estados Unidos que no le había tocado vivir el cambio dentro de México, quizás ni conocían que era el IFE porque era algo nuevo, todo el proceso que ocurrió de credencialización, los procesos divinos que salen en las fotos de afuera de las casillas, cómo funcionan las casillas, eso ya es parte de la socialización política del mexicano de adentro. Pero en los 90´s e inclusive en el 2000, todas esas instituciones no se conocían, entonces fue más difícil.

Obviamente los migrantes de hoy, muchos se fueron después de eso, o sea ya es parte de su experiencia mexicana, es esta manera de llevar a cabo una elección, el papel de las instituciones dentro de las elecciones mexicanas ya es más conocida, ya fueron socializadas dentro de ese contexto.

Eso se me hace muy bien, pero aun así sobre todo porque he visto que hay propuestas para posiblemente incluir a electores de segunda generación, es la educación, porque en otros países las elecciones se llevan a cabo de otra manera, no existe necesariamente credenciales, no existen todas estas cosas.

La otra cosa es que, creo que es muy importante mejorar la capacidad de informarse, porque existen los canales como Televisa, etcétera, pero es difícil saber quiénes son los candidatos, qué está pasando, y es muy compleja, hay muchos partidos. Yo me dedico a estudiar esto y es muy difícil seguir qué partido está haciendo qué, sobre todo si tu socialización política también está ocurriendo en países donde hay menos partidos, o tu educación política se confunde con los sistemas que existen en el país donde vives.

Entonces, pienso que la educación y la difusión de información que no nada más sea a través de las cadenas de televisión, es muy importante.

Presentadora: Gracias, doctora.

La siguiente es, porque aparte ya llegaron más preguntas, eh.

¿Qué papel juegan o deberían jugar las juventudes mexicanas residentes en el extranjero?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Esta pregunta nunca la había pensado, está muy bonita.

Ay… pues depende, ¿no?, pero yo pienso que de sentir, primero de reflexionar, ¿no?, porqué votar en México. Es una pregunta muy difícil, ¿no?, porqué votar en México.

Y quizás ir generando más respuestas a esa pregunta para que sea una norma, que se entienda por qué votamos en México aunque no vivamos allá.

Eso está muy teórico, quizás muy filosófico, pero eso se me hace importante, y de nuevo informarse. Hay muchos programas de gobierno en México de información que sí le llegan a uno si uno está muy involucrado con la comunidad mexicana, pero si no, es muy difícil saberlo de nuevo.

Entonces, también el saber por qué y el educarse y el educar a la gente a su alrededor se me hace muy tema de partido.

Presentadora: Va una más, doctora.

¿Cómo participar en la vida política de tu país natal, más allá del voto siendo extranjero?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Ésta se me hace, una cosa que, una de mis líneas de investigación está, casi no la contempla nadie, como dijo un estudiante de tesis mío, es muy Nietzsche, es muy, muy poquita gente lo ve.

Es que no es tan insignificante la participación de la gente que regresa a México a vivir, y no se contempla tanto la migración circular dentro de esta idea de cómo participar fuera del voto.

O sea, si uno regresa a México a vivir, si uno regresa a México por temporadas, ésa es un área de participación, y se maneja como participación del México de adentro, pero en realidad representa un vínculo con el México de afuera que casi no se está viendo.

Entonces, una respuesta sería al regresar.

Pero otras formas de participación, pues están limitadas legalmente. Pero yo diría que, haciendo preguntas, haciendo preguntas a los candidatos, integrándose a partidos o formando organizaciones que buscan respuestas de la gente que está compitiendo esa es la mejor manera. 

Presentadora: Muchas gracias. 

Recordando a Dahl y Hell, referente a la democracia, ¿considera que el internet ha cambiado el panorama sobre las libertades y manejo de las masas?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Creo que sí ha incrementado la participación no electoral gracias a esto.

Una cosa que hice en mi última investigación pasé mucho tiempo en Facebook, en las cuentas de las presidencias municipales. Porque muchas presidencias municipales no usan su dirección de internet que termina con Google, ponen su sitio de Facebook y ahí se puede ver gente diciendo: Hay un bache, pasó esto en equis calle o cuidado con esto o por qué no esto. Entonces, la gente está pidiendo rendición de cuentas.

Y en Facebook también está la comunidad de afuera.  A veces tienen su propio sitio el municipio de equis en Texas, el municipio. Pero también se integran esos a Facebook y reclaman.

De manera que a mí se me hizo muy interesante y he intentado seguir un poco, pero yo diría que eso es un cambio grande. 

Sobre todo, como emiten remesas no tengo evidencia de eso, pero yo me imagino que sí prestan atención un poco los gobiernos locales de nuevo. 

Presentadora: ¿Cuál es la relación del voto en México y la inteligencia artificial?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Le voy a preguntar a (inaudible).

¿Le preguntamos?

No sé, es una muy buena pregunta. De hecho, con eso voy a dejar para no decir algo que no tenga sentido, perdón. 

Presentadora: No se preocupe, pero va una más. 

¿Cómo podría darse la inclusión político-electoral de los mexicanos en el extranjero y, a su vez, de los partidos políticos nacionales sin afectar la soberanía del país receptor?

Doctora Clarisa Pérez-Armendáriz: Esto ya existe. Una cosa que se me hace muy valiosa es el voto en el extranjero y hasta la representación no es únicamente un fenómeno en México, ya son muchísimos países lo que lo hacen. Entonces, tenemos en el mundo un laboratorio para ver cómo se hace. 

Yo después, les dije que trabajaba en la embajada, entonces, cuando estaba haciendo el doctorado regresé a México para una investigación y aproveché de que conocí al que estaba de encargado de la embajada, no era embajador, pero era temporal y me reuní con él y le dije: ¿Qué piensa Estados Unidos del voto en el extranjero?

Y me contestó muy americanamente: A nosotros no nos importa. Fue lo que dijo. 

Y a mí me sorprendió mucho, pero yo lo que he visto es que en general no es una preocupación para el país, para los países receptores, no lo consideran como una incursión sobre la soberanía, sino algo para celebrar por el momento. 

Presentadora: Doctora, pues le agradecemos mucho su participación, su presencia, la doctora Clarissa Pérez-Armendáriz. 

De esta manera, concluimos con el evento. 

Gracias a quienes participaron y a quienes han seguido la transmisión a través de redes sociales. 

Que tengan buena tarde. 

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