Las comisiones son órganos colegiados auxiliares del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), su máximo órgano de dirección, y la labor de estas es conducir y vigilar que las actividades que sean plasmadas en un Plan de Trabajo, alineado a diversas disposiciones legales en materia electoral, se lleven a cabo con eficacia y eficiencia bajo tiempos determinados.
En este sentido, existen por ley, comisiones permanentes y comisiones temporales. Son nueve las comisiones permanentes: de Organización Electoral, de Capacitación Electoral y Educación Cívica, de Prerrogativas y Partidos Políticos, del Servicio Profesional Electoral Nacional, del Registro Federal de Electores, de Quejas y Denuncias, de Fiscalización, de Vinculación con los Organismos Públicos Locales Electorales y la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación.
El pasado 8 de septiembre, el INE aprobó a través el Acuerdo INE/CG532/2023 la conformación de las comisiones permanentes y temporales que tendrán la alta responsabilidad de coordinar y supervisar los trabajos institucionales que lleven a buen puerto la elección más grande y compleja en la historia de nuestro país.
Entre las comisiones temporales aprobadas quiero resaltar la creación de la Comisión Temporal de Debates de la que que mis colegas consejeras y consejeros electorales del INE, tuvieron la confianza de designarme como presidenta.
La realización de debates entre las y los candidatos para presentar y contrastar sus propuestas nace con la reforma electoral de 1994 y, desde este momento el INE los ha llevado a cabo particularmente entre las personas candidatas a la Presidencia de la República, estableciendo para ello reglas construidas junto con los partidos políticos que permiten contar con equidad entre las y los candidatos participantes.
Si bien se realizaban debates presidenciales fue hasta 2014, cuando la reforma constitucional en materia política y electoral los establece como obligatorios, ya que antes dependían únicamente del consenso entre las y los candidatos.
Entre la ardua labor que tendrá esta Comisión Temporal se encuentra la de conformar el formato para que las y los candidatos que eventualmente registren los partidos políticos, las coaliciones que, en su caso se conformen, así como las candidaturas independientes, lleven a cabo el intercambio de sus plataformas políticas, sus ideas, propuestas, afirmaciones y refutaciones, así como la definición de los lugares, número de debates, duración, el establecimiento de los horarios, entre otros aspectos.
Ahora bien, para este proceso electoral federal resalta que el INE tiene considerada la realización de tres debates presidenciales, así como para las senadurías y diputaciones con la intención de que las y los ciudadanos conozcan los diversos planteamientos que candidatas y candidatos tengan para mejorar la situación económica, social, de seguridad, cultural y política de nuestro país, de acuerdo con al ámbito de sus respectivas competencias.
La importancia que tiene la realización de estos ejercicios es exponer ante la población una deliberación de ideas y propuestas que todo sistema democrático como el nuestro está obligado a desarrollar, ya que constituyen una fuente valiosa de información para las y los electores de cara a la decisión política que habrán de afrontar al momento de decidirse frente a las urnas el próximo 2 de junio y puedan emitir un voto informado y razonado por el partido político, coalición o candidatura de su preferencia.
En este sentido, los debates, inmersos en un modelo de comunicación política, constituyen un mecanismo de acceso a la información, de equidad entre las y los contendientes, de transparencia y de certeza para que las y los ciudadanos conozcan y evalúen las propuestas y voten en libertad.
Finalmente, el reto de esta Comisión será combatir los formatos rígidos utilizados en el pasado en otros debates, por otros más flexibles que permitan la confrontación e intercambio abierta de ideas y propuestas que les permita a las y los ciudadanos compenetrarse con el planteamiento de cada candidato y candidato. De lograrlo, estaremos contribuyendo a una mayor apertura democrática en beneficio del principal factor de las elecciones: la ciudadanía.
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