Uno de los principales retos de nuestra democracia de cara a las elecciones del próximo año, es preservar el respeto y fortalecimiento de los derechos políticos electorales de hombres y mujeres con el fin de situarlos en igualdad de condiciones para contender por cargos de elección popular, bajo un contexto libre de violencia.
Las elecciones de 2024 serán las más grande de la historia no solo por el aumento de la población que se traduce en 9 millones más de electoras y electores, sino también porque, por primera vez, habrá elecciones en todas las entidades federativas al mismo tiempo en las que se renovarán más de 20 mil cargos de elección popular a nivel federal y local.
Ahora bien, en relación con la participación política de las mujeres, a diferencia de las elecciones de 2018, se aplicarán las leyes que se reformaron en 2020 para combatir la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género y la reforma constitucional de Paridad en Todo que se aprobó en 2019, con lo que tendremos más mujeres que nunca compitiendo por más de 20 mil cargos de elección popular que estarán en juego en 2024.
No obstante, el aumento de la participación de las mujeres en la vida pública ha tenido un efecto contrario en la disminución de la violencia en sus diferentes expresiones. De acuerdo con cifras del INEGI, siete de cada 10 mujeres mayores de 15 años han sido víctimas de violencia machista, lo que representa que más de 50 millones de mujeres han atravesado algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Si analizamos el problema desde el entorno digital, vemos que estas mismas cifras se replican y crecen exponencialmente.
Apenas en noviembre del año pasado, la Organización de las Naciones Unidas estableció las pautas para que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujeres (CEDAW, por sus siglas en inglés) se ocupe de la dimensión digital de la violencia contra las mujeres abordada por los siete mecanismos de expertos independientes sobre la discriminación y la violencia contra las mujeres (Plataforma EDVAW, por sus siglas en inglés). Esta plataforma fue lanzada por la ONU en 2018 y busca consolidar la cooperación institucional entre los siete mecanismos con el objetivo de emprender acciones conjuntas con miras a mejorar la implementación de los marcos jurídicos y políticos internacionales vigentes en materia de violencia contra la mujer.
Entre las diferentes formas de la violencia digital encontramos el acoso cibernético, troleo, stalking, shaming, doxing, fraping, perfiles falsos, cancelación, exclusión virtual, happy slapping, suplantación virtual, insultos electrónicos, difamación virtual, ciberpersecución, difusión de contenido íntimo sin consentimiento, entre otras. Si bien no todas las manifestaciones de violencia en el entorno digital constituyen delitos, no hay duda de que todas afectan directamente a los derechos humanos, cívicos y políticos de las mujeres.
Además, es en el mundo digital en el que ocurre la conversación política con mayor amplitud y alcance, y es también en el que la violencia digital busca silenciar, coartar y censurar la voz de las mujeres con el propósito de limitar su capacidad de influir en la toma de decisiones.
Bajo este contexto y en función de las obligaciones que marca la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el INE en alianza con la compañía Meta, elaboraron la Guía “Enfrentando la violencia política contra las mujeres” en Facebook, WhatsApp e Instagram, misma que se presentó el pasado lunes 21 de agosto en el evento “Impacto de la violencia digital y mediática en las mujeres políticas. Testimonios y estrategias para combatirla”, organizado por la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México.
Esta Guía proporciona herramientas que puedan ayudar a prevenir y/o contener algunas de las violencias que se producen en los espacios digitales, aborda los conceptos de relevancia para su identificación e incorpora tecnologías como la inteligencia artificial con el objetivo de eliminar y reducir el contenido dañino.
De manera muy sencilla, este documento explica cómo reportar un mensaje o comentario en las plataformas de Meta, muestra ejemplos de ataques bajo intimidación y acoso para figuras públicas que actualmente son eliminados, como lo son los discursos de odio, amenazas e información falsa, y asimismo, las herramientas que ofrece pueden ser utilizadas como complemento de las denuncias o acciones que sean llevadas ante las autoridades correspondientes en caso de ser víctima de violencia política en razón de género.
Finalmente, la Guía nos invita a trabajar juntas y juntos para ayudar a promover cambios para erradicar la violencia contra las mujeres, a través de la difusión de estas herramientas, creando conciencia, utilizando las mismas redes sociales para exponer los actos de violencia y fomentando las Normas Comunitarias de Meta que describen lo que está y no está permitido en sus plataformas.
El lanzamiento de esta Guía contribuirá a la generación de entornos digitales libres de violencia que, a su vez, permitan a las mujeres participar de manera segura y activa. Ahora es tarea de todas y todos darle la debida difusión, visibilizarla y acercarla a todas las mujeres, principalmente a nivel municipal y de sistemas normativos internos que son las más violentadas en nuestro país para darle el mejor uso porque no olvidemos que lo que es virtual también es real.
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