El pasado 23 de abril España celebró elecciones generales, con las cuales dará inicio la XV legislatura, esta legislatura será la responsable de nombrar a la próxima persona titular de la Presidencia del Gobierno español. Hay que recordar que, a diferencia de México, España tiene un sistema parlamentario donde el poder ejecutivo se encuentra integrado en el Parlamento. Es decir, la persona titular de la Jefatura de Gobierno (Presidencia) es electa por las y los miembros del Parlamento.
Estas elecciones en España presentaron lecciones democráticas interesantes. Además de la oportunidad para que la ciudadanía ejerciera su derecho al voto y de participar activamente en la toma de decisiones políticas del país, este ejercicio democrático destacó la importancia de la diversidad de opiniones para la construcción de un sistema político sólido y verdaderamente representativo.
Uno de los aspectos destacados fue precisamente que el voto ciudadano provocó un retroceso en los discursos de odio que impactan directamente en comunidades históricamente discriminadas, específicamente el voto combatió propuestas abiertamente anti LGBTTTIQ+, evitando así el eco de ese discurso.
La importancia de que la voz de las comunidades LGBTTTIQ+ y otras minorías históricamente discriminadas no sea anulada en los congresos democráticamente electos es un tema fundamental para promover la igualdad y la inclusión en sociedad. No debemos olvidar que el respeto hacia la diversidad es un pilar fundamental de una democracia plural. La representación y visibilización de los grupos en situación de discriminación en los procesos legislativos es crucial para asegurar que sus demandas y necesidades sean escuchadas y atendidas de manera justa y equitativa.
Los resultados electorales en España son un claro llamado a la construcción de acuerdos a través del diálogo y la concertación. La diversidad de voces y opiniones conlleva la necesidad de buscar consensos y trabajar en conjunto para abordar democráticamente los desafíos y problemáticas que enfrenta el país. El diálogo inclusivo se convierte en el camino necesario para alcanzar acuerdos que reflejen las diversas perspectivas de la sociedad. Sólo a través de la colaboración entre diferentes fuerzas políticas y sociales es posible avanzar hacia soluciones efectivas y sostenibles que promuevan el bien común.
La otra lección que nos da la ciudadanía española es en torno a la importancia del voto informado. Con un panorama político fragmentado, las y los votantes tuvieron que evaluar cuidadosamente plataformas y propuestas de cada partido para tomar decisiones informadas, lo que pone de manifiesto la responsabilidad de la ciudadanía de informarse y participar activamente en el proceso político para influir en el rumbo del país.
Estas lecciones son de carácter universal: información, consenso y pluralidad, como elementos clave para una democracia saludable.
Consulta el artículo en El Heraldo de México.