VERSIÓN ESTENOGRÁFICA PRELIMINAR DE LA INTERVENCIÓN DE LA CONSEJERA CARLA ASTRID HUMPHREY JORDAN, EN EL PUNTO 7 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE CREA LA COMISIÓN TEMPORAL DE PRESUPUESTO 2024
Hoy como nunca los presupuestos institucionales son expresión meridiana de la responsabilidad hacendaria, prudencia financiera, seriedad programática y pericia técnica de los órganos que los diseñan, aprueban y evalúan.
Cuando su arquitectura obedece a normas razonables, vocación profesional y procesos colegiados de varias instancias a lo largo de un proceso de larga duración, pintan de cuerpo entero a su personal directivo en lo personal y en lo colectivo.
Si el proyecto de acuerdo a nuestra consideración se aprueba, con ese acto arrancará formalmente nuestro proceso de presupuestación en general.
Digo formalmente, porque las unidades responsables y la Dirección Ejecutiva de Administración, están trabajando constantemente en procesos de mejora continua y lo hacen bien.
No puedo dejar pasar la oportunidad de reconocer y celebrar que la Dirección Ejecutiva de Administración cuenta con muchas mujeres en puestos de mando superior. Es un dato relevante en estos momentos de la historia de la igualdad, la inclusión y la paridad.
Si este Consejo General aprueba este proyecto de acuerdo, será esta la primera vez que presida esta comisión, pero yo sería apenas la segunda mujer en encabezar estos trabajos. Hay que mejorar esa estadística, la Constitución, la ley y nuestro país así lo exigen.
Reconociendo ampliamente la ardua dinámica y exitosa labor de la consejera Zavala en la presidencia de la Comisión para el Ejercicio 2023, ofrezco, como siempre, escuchar a las áreas, incluido el Órgano Interno de Control, a las representaciones partidistas y legislativas a lo largo del trámite.
Saludo a mis colegas, el consejero Faz, Montaño, Castillo y López Vences con quienes será un honor trabajar para sacar adelante juntos y juntas este desafío de preparar un proyecto de presupuesto adecuado al proceso electoral más grande de nuestra historia como institución y como país.
Por el número de puestos en disputa, un poco más de 20 mil, por el número de casilla a instalar alrededor de 170 mil en todo el país y por la dimensión numérica de nuestros instrumentos registrales de cerca de 98 millones de mexicanas y mexicanos que podrán votar el día de la jornada electoral en 2024, además de una probable o posible consulta popular que pudiera llegar a realizarse.
De ser aprobado el acuerdo y de ser designada presidenta, escucharé con apertura y buscando todas las ópticas con seriedad y respeto, con convicción de transparencia y de proveeduría oportuna y suficiente a todas las áreas, sin excepción, incluido en su momento a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputaciones de la información necesaria para una mejor toma de decisiones.
Las normas federales en la materia, obligan al INE, y el INE así siempre lo ha hecho, a revisar con detalle los indicadores macroeconómicos para comprenderlos mejor como orientadores de nuestro trabajo e instrumentos prudenciales indispensables.
Lo haremos con cuidado y con voluntad de acatamiento, se trata de datos relevantes como la inflación, el crecimiento, el precio internacional de petróleo y la paridad peso-dólar visibles en los llamados pre-criterios generales de política económica, en términos del numeral 42 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se presentaron recientemente ante el Congreso y ante la opinión pública.
En esta nueva etapa institucional, propongo también seguir trabajando a la luz de nuestros principios rectores, claro, pero también de la necesidad práctica de las mejores prácticas internacionales en la materia, de los mandatos legales antiguos y modernos, como la responsabilidad hacendaria, a austeridad republicana, el derecho de la ciudadanía a la buena administración, el derecho fundamental a rescindir cuentas, y el derecho humano a su entorno libre de corrupción.
Es decir, integridad electoral e imaginación estratégica para modificar, atemperar o erradicar tendencias históricas de programación y de gasto que hay que estudiar y revisar de manera colegiada.
De los proyectos que la comisión conocerá tan pronto sesione, quiero destacar la defensoría para mujeres que vengo proponiendo desde mi arribo a esta herradura de la democracia y resalto también una propuesta de la Consejera Presidenta, de invitar al procedimiento presupuestario a nuestros colegas Vocales Ejecutivos Locales, para escuchar de viva voz sus inquietudes y sus propuestas.
Insistiré también, como desde hace años, sobre un reforzado uso intensivo de las tecnologías de la información y de la comunicación para cortar tiempos y abaratar costos de nuestros procedimientos electorales y administrativos, y sobre una especie de reingeniería de procesos presupuestarios para ponderar algunos cambios necesarios, como la temporalidad misma de su inicio, de su duración, sobre los que hay que deliberar también colegiadamente.
Dentro del marco de actuación que nos marca en el Plan Estratégico Institucional, nuestro modelo institucional de planeación y priorización de nuestras políticas generales; ofrezco también sensibilidad, agilidad y seriedad para cumplir con estos mandatos normativos internos de manera oportuna y completa.
En resumen, y en lenguaje coloquial; programa, plano, proyectos en recurso, es mero discurso.
Este Instituto será transparente, eficiente, y presentará un presupuesto que le permia cumplir con sus atribuciones y al mismo tiempo atender los reclamos ciudadanos respecto al costo de nuestras elecciones.
Es cuanto, Consejera Presidenta.
Muchas gracias.
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