VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INAUGURACIÓN Y FIRMA DEL CONVENIO DEL FORO UNAM-TEPJF “REFLEXIONES EN TORNO A LA JUSTICIA ELECTORAL Y A LA REFORMA ELECTORAL 2022-2023”, REALIZADO EN LA FACULTAD DE DERECHO
Presentadora: Bienvenidas a todas y todos ustedes, la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de su Escuela Judicial Electoral, les dan la más cordial bienvenida a este Foro: “Reflexiones en torno a la Justicia Electoral y la Reforma Electoral 2022-2023”.
Sean todas y todos bienvenidos a esta Ceremonia de Inauguración y Firma de Convenio.
Encabezan esta ceremonia el Director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, doctor Raúl Contreras Bustamante.
El Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.
El Presidente del Instituto Nacional Electoral, Consejero Lorenzo Córdova Vianello.
El Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Felipe de la Mata Pizaña.
La Presidenta del INAI, Comisionada Blanca Lilia Ibarra Cadena.
La Directora de la Escuela Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Doctora Gabriela Ruvalcaba García.
Cedemos el uso de la voz a nuestra moderadora.
Adelante, por favor.
Directora de la Escuela Judicial Electoral del TEPJF, Gabriela Ruvalcaba García: Muchísimas gracias, muy buenos días.
Es un gusto para mí darle la más cordial bienvenida al Foro: Reflexiones en torno a la Justicia Electoral y la Reforma Electoral 2022-2023, organizado conjuntamente por la Facultad de Derecho de la UNAM y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a través de su Escuela Judicial Electoral, en cuyo marco se celebrará la Firma de un Convenio de Colaboración Académica entre estas dos Instituciones.
Es un gusto para mí saludar a quienes nos acompañan en el presídium: Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Doctor Raúl Contreras Bustamante, Director de la Facultad de Derecho de esta Universidad.
Consejero Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del Instituto Nacional Electoral.
Comisionada Blanca Lilia Ibarra Cadena, Presidenta del INAI.
Magistrado Felipe de la Mata Pizaña, de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Muchísimas gracias a toda la comunidad universitaria, invitadas, invitados especiales que se encuentran aquí con nosotros, es un gusto que nos acompañen.
Y también es un gusto que nos acompañen a través de nuestras redes sociales, nuestros seguidores.
Agradezco al doctor Raúl Contreras Bustamante su anfitrionía. Muchísimas gracias, doctor, por abrirnos las puertas de esta Facultad para llevar a cabo este foro.
Y, bueno, como comenté, llevaremos a cabo la firma de un convenio que tiene como objeto, establecer las bases de colaboración para que la UNAM a través de la Facultad de Derecho, participe con el Tribunal Electoral en materia de Investigación, Docencia, Difusión y extensión de la Cultura Jurídica.
Asimismo, en el ámbito de sus respectivas competencias, realizar conjuntamente actividades académicas, científicas y culturales para el enriquecimiento del conocimiento de la Ciencia Jurídica.
Y bueno, para comenzar vamos a solicitarle atentamente al doctor Raúl Contreras Bustamante, Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, que por favor nos dirija un mensaje.
Adelante, por favor.
Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras Bustamante: Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Para la Facultad de Derecho es un verdadero honor recibir esta mañana al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a nuestro amigo y profesor de esta Facultad, Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del Instituto Nacional Electoral; también al Magistrado Felipe Fuentes Barrera, al Magistrado Felipe de la Mata Pizaña y también de manera muy especial a la Comisionada Blanca Lilia Ibarra Cadena, Presidenta del INAI.
Miren ustedes, esta Facultad de Derecho es la casa de la libertad, en el ejercicio responsable de la autonomía universitaria nos permite ser un espacio abierto para el análisis académico de los grandes problemas nacionales.
Yo le agradezco mucho a la doctora Gabriela Ruvalcaba, Directora de la Escuela Judicial Electoral, haya tenido la magnífica idea y haya sido apoyada por los señores magistrados, de que esa facultad sea el foro en el que se habrán de desarrollar dos días este ciclo de conferencias, reflexiones en torno a la justicia electoral y la reforma electoral, porque estamos viviendo un momento trascendente para la historia de la democracia de México, y qué bueno que la Universidad de la nación sea ese espacio donde se van a intercambiar las voces, las opiniones, las críticas, las propuestas sobre esta reforma electoral tan controvertida que ha sido señalada como una amenaza que puede hacer retroceder 46 años de transformaciones y construcción de instituciones democráticas.
Como bien se sabe, esta facultad con el concurso de muchas instituciones académicas, fundó el Observatorio de los Órganos Constitucionales Autónomos y el trabajo de ese observatorio nos indica que esta reforma electoral denominada Plan B contiene disposiciones que contravienen a la Constitución y a diversos compromisos de carácter convencional.
Así que, qué bueno que en esta Facultad de Derecho se discutan no solamente los temas político electorales, sino también jurídicos, de lo que puede implicar esta reforma.
La ingeniería constitucional de México funciona, a veces toma su tiempo, a veces no es lo contundente que desde la academia quisiéramos, pero estamos seguros que habrá de funcionar, estamos seguros que la Suprema Corte de Justicia y el propio Tribunal Electoral, podrán escuchar todo lo que se va a verter en este foro, en estas mesas en dos días de trabajo muy intenso, para resolver estas controversias que permitan que la elección de 2024 que se antoja, la más grande y más complicada de la historia de México pueda desarrollarse en condiciones de certeza y seguridad jurídica.
Yo agradezco mucho al Tribunal, a través de su escuela judicial, que vayamos a firmar este convenio de colaboración abierta, como lo hemos tenido en todo este tiempo, pero que lo hagamos de manera más intensa, porque, seguramente, nos esperan muchos meses de trabajo intensivo, muchos meses de reflexión y qué bueno que en el espacio académico se puedan verter opiniones que sean consideradas ajenas a los intereses políticos y de grupo simplemente analizando la Constitución, simplemente analizando la historia de la democracia de México y procurando cumplir con lo que esta universidad tiene como objetivo: proponer soluciones para los grandes conflictos y problemas nacionales.
Esta semana que da inicio a la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer iniciamos con el pie derecho y decimos que voz, igualdad y consentimiento en todos los temas de la mujer, porque esta es una institución que se precursora en los derechos de igualdad de la mujer.
Bienvenidos todas y todos, y que sea un gran éxito este foro, este ciclo de conferencias intitulado “Reflexiones en torno a la justicia electoral y la reforma electoral”.
Ésta es la casa de todos ustedes. Muchas gracias.
Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba García: Agradecemos al doctor Raúl Contreras Bustamante su valioso mensaje.
A continuación le solicitamos, atentamente, a la Comisionada Blanca Lilia Ibarra Cadena, Presidenta del INAI que, por favor, nos dirija unas palabras.
Comisionada Presidenta del INAI, Blanca Lilia Ibarra Cadena: Muy buenos días a todas y a todos.
Es un gusto acompañarles en este espacio, arrancando esta semana con temas tan relevantes como los ha citado ya el doctor, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras.
Me da mucho gusto, doctor, estar con ustedes en compañía del Comisionado Francisco Javier Acuña, con la representación del Pleno y naturalmente que mejor sede que la UNAM, que desde su fundación ha contribuido a enfrentar los desafíos del país.
Bien lo presagio Justo Sierra hace más de un siglo, cuando afirmó que esta Universidad no sería una institución dedicada o destinado a no separar los ojos del telescopio o del microscopio, aunque en torno a ella una nación se desorganice.
Y, en efecto, la vocación de esta Universidad es construir conocimiento sin ser ajenos a los grandes dilemas nacionales.
Me da mucho gusto también en esta mañana estar presente con el Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez; el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova; el Magistrado Felipe de la Mata y la Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba.
Las reformas electorales, como ya lo ha citado el director de esta facultad, no son un tema menor.
Hoy nos debe ocupar e invitar a la reflexión, al estudio y al análisis profundo.
De hecho, la transición democrática en México fue posible gracias a cuatro reformas electorales, las de los años 1977, 1986, 1990 y 1993, que en suma hicieron posible un esquema jurídico institucional que posibilitó la pluralidad política del país para acceder a los puestos de representación y que los votos se contasen bien, con imparcialidad y con apego a la ley.
Además, la relevancia de las reformas está en que tales no solamente definen las reglas del juego, sino que incluso la posibilidad misma de que existan diversos jugadores.
Prueba de ello son las leyes de Duverger que apuntan, por ejemplo, a que un sistema electoral con mayoría relativa conduce a un sistema de partidos bipartidista; mientras que uno de representación proporcional, conduce a un sistema multipartidista.
De ahí que resulte natural que teóricos fundamentales de la democracia como Norberto Bobbio, coincidan en reconocer que la piedra angular de la democracia se halla en la materia electoral.
Desde este enfoque Bovero, en una gramática para la democracia, apunta que ésta requiere de tres condiciones mínimas e indispensables.
Primero, la posibilidad de elegir entre diversas opciones políticas.
Segundo, un marco equitativo en la contienda electoral; y,
Tercero, información suficiente y fidedigna para que la ciudadanía tome decisiones.
Conocer este marco teórico, permite identificar la centralidad del sistema electoral para una democracia. Esto es, las reglas y los procesos para acceder al poder.
En México este sistema ha dado forma a un árbitro electoral confiable e imparcial que, dadas sus atribuciones y capacidad técnica, es hoy referente global en la materia.
En ese marco, la salud democrática se sujeta a los cambios del marco normativo electoral, pues este es el que hace posible la existencia de que dichas condiciones mínimas y, además, posibilita lo que diversos autores han llamado como democracia constitucional, esto es, aquel sistema donde las reglas de acceso y representación del poder público están en armonía con los derechos plasmados en la Constitución.
Foros como éste, resultan necesario frente al contexto actual, pero también en lo sucesivo, porque la democracia es un sistema perfectible que requiere innovaciones permanentes para sostenerlo, fortalecerlo y adecuarlo a las necesidades del mundo actual.
En ese marco, la transparencia es clave para corroborar la legalidad de los procesos legislativos, así como de los mecanismos para garantizar una justicia electoral.
No omito mencionar que también la protección de datos personales adquiere cada vez más relevancia en la centralidad en materia electoral.
Así, desde el INAI reconocemos nuestro papel en la promoción de la justicia electoral en México y en la configuración de una democracia constitucional, pues los derechos que tutelamos se vinculan íntimamente, tanto en los procesos electorales como en la labor de los órganos judiciales.
Al tiempo no podemos olvidar que fueron las exigencias ciudadanas las que impulsaron los cambios del sistema electoral en México, mismo que hizo posible nuestra democracia, por lo que nos corresponde ahora articular cooperaciones entre la sociedad, la academia y las instituciones, para salvaguardar estos logros; y para ello, resulta muy oportuno este foro.
Termino con una cita de Jacinto Pallares, que en la primera mitad del siglo pasado fue considerado por muchos como el mejor abogado de México.
Afirmaba que si el derecho desapareciera, la humanidad solo duraría el tiempo para su propia destrucción.
Muy buenos días, muchas gracias.
Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba García: Agradecemos a la Comisionada Blanca Lilian Ibarra Cadena, su valioso mensaje.
A continuación, le solicitamos atentamente al Consejero Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del Instituto Nacional Electoral, que por favor nos dirija un mensaje.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias.
Muy buenos días tengan todas y todos.
Saludo con mucho afecto y agradecimiento a nuestro Director, al doctor Raúl Contreras, agradeciéndole el espacio que en momentos importantísimos en términos de la discusión pública, reivindica a la Universidad de nuestra Facultad como un espacio de diálogo, de reflexión, de acompañamiento crítico como está llamada a ser la Universidad, de una serie de temas que ocupan, han ocupado y están ocupando no solamente el debate público, sino también involucran ahora y en los próximos días, con más intensidad todavía, a los tribunales de la República, en donde tendrá que dirimirse si las normas electorales del así llamado Plan B que implicó una serie de reforma a seis leyes, están ajustadas o no a la Constitución y, por ende, son aptas o no, para regular nuestra vida democrática en el futuro.
Saludo también con mucho afecto y reconocimiento al Magistrado Presidente de la Sala Superior, al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, amigo, como también al Magistrado Felipe de la Mata, compañero de viejas batallas en la construcción de la democracia o en el acompañamiento de quienes construyeron, en su momento, la democracia y nos heredaron un legado que, bueno, estamos tratando, espero, de la mejor manera, defender.
Saludo también a las magistradas, magistrados de las salas regionales del Tribunal que nos acompañan, por supuesto a la Comisionada Presidenta del INAI, Blanca Lilia Ibarra, Blanca también que como el director, te pido la cita porque bueno, en un lugar como éste donde se conjuga digámoslo así, los actos solemnes de esta facultad, es indispensable.
Saludo también al comisionado Francisco Acuña, comisionado del INAI; a la Directora de la Escuela Judicial, Gabriela Ruvalcaba. Gabriela, muchas gracias por la iniciativa.
Saludo también con mucho afecto a dos queridos amigos, respetados amigos, a los doctores Flavio Galván, exmagistrado de la Sala Superior y Leonardo Valdés, ex Consejero Presidente del otrora IFE; así como todas mis compañeras y compañeros profesores y profesoras y a las compañeras y compañeros alumnos de la Facultad.
Durante los meses recientes, la discusión pública sobre la reforma electoral también conocida como Plan B, se ha enfocado de forma predominante a la dimensión administrativa de la reforma, al impacto que ésta va a tener en el INE, en los procedimientos de organización electoral que se ven, se verá y gravemente afectados y minan desde ese punto de vista, los pilares fundamentales sobre los que, desde el artículo 41 constitucional se sustenta nuestro ordenamiento electoral.
Sobre todo, se ha hecho énfasis, decía en esta dimensión administrativa en sus mayúsculos y muy significativos impactos, nocivos casi todos en su totalidad, en la organización de los comicios en nuestro país, así como la brutal restructuración que se le impone al Instituto Nacional Electoral.
Yo no sé si sea cierto o no esto que se dice que fue la palabra de orden con la que se llevó esta iniciativa al Senado, de si la instrucción era destazar al INE. Lo que sí me queda claro es que la reforma destaza literalmente al INE.
No puedo encontrar otra manera de expresar la desaparición del 85 por ciento de las plazas del Servicio Profesional Electoral, que es la columna vertebral de esta institución, con lo cual, por cierto, se violenta su autonomía constitucional, alteran las condiciones de equidad en la contienda política electoral, o incluso en una dimensión, digamos que aquí en la escuela, en la Facultad de Derecho nos enseñan tiene que ser el piso básico de toda norma haberse construido conforme a las reglas que el propio ordenamiento establece.
No por algo, a veces aquí nos ponen estudiar a Kelsen a propósito, digamos, de las formas de reproducción del ordenamiento jurídico.
Pero no quiero entrar en sofisticaciones, porque a lo mejor allá, de aquel lado, hay quien no me entiende.
Con lo cual, por cierto, se trastocaron los requerimientos mínimos indispensables de deliberación y análisis, y cada vez que tenemos una sesión de Consejo General, el viernes tuvimos una sesión en la que empezamos a instrumentar la reforma y se constata una triste y dramática realidad:
Quienes votaron la reforma ni siquiera la leyeron, no la conocen, no saben de qué se trata y creen que quienes la leímos, mentimos.
Bueno, a veces hay que leer y sobre todo si tienes que votar algo, es una buena conseja que las facultades de Derecho, y el sentido común llevaría, pero bueno.
Pero una dimensión que se ha abordado de forma insuficiente de la discusión pública, me parece escasamente de manera incluso, es el impacto que la misma tiene la justicia electoral y en las facultades y atribuciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es la institución más relevante en materia jurisdiccional que México se ha dado a sí mismo, en esa historia que ya Blanca Lilia señalaba, para dirimir los conflicto y litigios en el ámbito electoral y que son propios de todo sistema democrático.
Democracia no significa ausencia de conflictos, significa que existan los cauces institucionales para que esos conflictos se diriman conforme a las reglas del juego de manera pacífica.
En ese contexto, aportar elementos a la deliberación pública sobre los efectos de la más reciente reforma electoral debe contribuir a la pedagogía sobre públicas, sobre los impactos del llamado Plan B, en un ámbito esencial para la salud democrática de nuestro sistema electoral.
Por eso celebro la realización de este Foro y estoy seguro de que las reflexiones que se compartan aquí, contribuirán a aquilatar los efectos de la reforma en la justicia electoral del país.
Entre otras cosas también nos ayudarán a subrayar los sinsentidos y abusos autoritarios, como aquel que nos plantea desde la legislación, que ni el INE, ni el Tribunal, pueden interpretar las normas; vaya hasta en la aplicación al caso concreto, a mí me lo enseñaron en la Facultad y estoy muy orgulloso de lo que aquí me enseñaron, hay que interpretar, pero eso está prohibido ahora.
En este acto inaugural del Foro, quiero enfatizar sobre todo en la importancia del Tribunal Electoral, no solo para el Sistema Electoral Mexicano que derivó de la reforma de 2014, sino para su relación con el Instituto Nacional Electoral, una relación que ha sido al mismo tiempo de cercana comunicación y colaboración, pero siempre institucional y con respeto a nuestros ámbitos de competencia, cuyo punto de partida es el compromiso, tanto del Consejo General de INE, como de la Sala Superior del Tribunal, si el Magistrado Presidente me permite decirlo, a favor de la construcción y el mantenimiento de un estado democrático de derecho en el que se garanticen y expandan los derechos políticos de la ciudadanía a partir de un dialogo interinstitucional.
Tanto en el Tribunal como en el INE, ha habido una evolución en el ámbito político electoral, con retos y realidades complejas e inéditas, que se fueron poco a poco legitimando como las dos figuras paradigmáticas en la consolidación de la civilidad y la convivencia pública en México.
El Tribunal y el INE son producto del esfuerzo de varias generaciones comprometidas con la democracia, que han ganado y mantenido la confianza y credibilidad de la ciudadanía y de los distintos actores políticos en una lógica, claro, de ser siempre perfectible y continúa en su evolución.
La creación del Tribunal en 1996 constituyó un paso definitivo en la consolidación del modelo contencioso jurisdiccional, ya no político, de plena judicialización de la vida político electoral de nuestro país, al llevar la solución última, completa, inatacable de las inconformidades en esta materia al ámbito jurisdiccional.
Se logró así que todos los diferendos existentes pudieran ser conocidos por los Tribunales previamente establecidos, no hay una sola decisión del INE que no sea impugnable ante las Salas del Tribunal Electoral.
En virtud de la plena adopción del modelo contencioso electoral en esta materia, todos los actos, resoluciones o norma emitidos desde ese ámbito, desde luego los provenientes del INE, pueden ser objetos de impugnación y de revisión ante las salas del Tribunal.
Esto, inevitablemente coloca al INE y al Tribunal en una situación en términos del diseño constitucional, de natural tensión, para que el Tribunal revise una resolución del INE, tiene que haber una impugnación, de otra manera las resoluciones del INE adquieren definitividad.
Es decir, tiene que haber un litigio, lo cual, inevitablemente coloca o abre la puerta a esta natural situación de tensión en la que cuando una decisión de INE es llevaba al Tribunal, inevitablemente el INE se convierte en una parte en el litigio.
Sin embargo, esto no ha obstado y quiero aquí hacer un reconocimiento público, para que, sobre todo las decisiones más relevantes, siempre tengan un espacio de escucha y de reflexión colectiva, con pleno respeto de la jurisdicción última del Tribunal Electoral.
Quiero reconocer, magistrados Reyes Rodríguez y Felipe de la Mata, la disposición a siempre escuchar las preocupaciones del INE, en la resolución de las controversias que se interponen.
El INE es el responsable de organizar las casillas, de instalarlas, de operar las elecciones, no el Tribunal y siempre se agradece y se ha agradecido que desde el Tribunal haya habido siempre oídos abiertos para escuchar las implicaciones incluso de las resoluciones que se tomen, sin que esto signifique y haya significado nunca, que esas resoluciones no se hayan tomado con estricto apego a la ley y en la lógica de garantizar la constitucionalidad de todos los actos en la materia.
Concluyo mi intervención en esta inauguración del Foro, diciendo que el Plan B afecta a ambas instituciones, al Tribunal y al INE por dos vías, en primer lugar de forma directa, por los cambios que se introducen en las facultades y funcionamientos de cada institución.
Pero en segundo lugar, también se impacta de manera indirecta, dada la estrecha vinculación que ambas instituciones tienen, derivadas del modelo electoral que nos hemos dado, vigente hasta hace unos días, que la propia reforma trastoca y derivada de la decisión de ambas instituciones por estrechar sus lazos de trabajo colaborativo.
Por todo lo anterior, este Foro no solo es necesario sino que diría incluso urgente, sobre todo por el momento en el que nos encontramos.
Como es de todos conocido, el INE interpuso ya en días pasados con motivo de la publicación de la reforma electoral, de la primera etapa de la reforma electoral, hay dos leyes de las seis que mencionaba, que entraron en vigencia el 28 de diciembre
pasado, día después de su publicación, con lo que, pero no es una mala broma, el 28 de diciembre de publicaron normas que alteran gravemente la equidad en las condiciones de la competencia, frente a ellas ya el INE interpuso recursos y dada la publicación en la madrugada del jueves pasado, de la segunda tanda de reformas, en los próximos días interpondremos de nueva cuenta una controversia constitucional de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con las actuaciones que tomamos el viernes, de instrumentar, comenzar a instrumentar esta reforma regresiva, autoritaria y antidemocrática, se ha abierto la puerta también, para que, trabajadores del Instituto o la ciudadanía en general, puedan impugnar las decisiones que el INE como acto de aplicación está, digamos teniendo que tomar.
En el INE, tenemos la convicción de que esta reforma es inconstitucional por donde se le vea, incluso hemos hablado de que representa una constelación de reformas, que muy probablemente colocaran a esta con el triste título de ser la reforma más impugnada por sus inconstitucionalidades de toda nuestra historia.
Asimismo en estos días, como decía, presentaremos una controversia constitucional, que reivindique la intromisión, la violación a la autonomía, a la independencia y a las facultades de operación que el legislador, en un dialogo inexistente indicó o adoptó al aprobar esta norma.
Le corresponderá a los tribunales y a la Corte, deliberar y redimir los recursos que ante ella se canalizan.
En efecto, es momento hoy, es el tiempo de la Corte y de los tribunales, el tiempo del legislativo pasó y pasó sin hacer lo que debe hacer un legislativo, abrirse al diálogo, escuchar opiniones, construir consensos, en el legislativo se impuso mayoritariamente una postura de parte.
En el Ejecutivo también, de los tiempos del Ejecutivo también pasaron, no se observó y era difícil que se observará porque fue quien presentó esta iniciativa, por cierto no es la que se procesó, porque para obviar todos los trámites legislativos, tramposamente hubo algunos legisladores que copiaron de cabo a rabo la iniciativa del Presidente para poder obviar todos los trámites de las discusiones en comisiones, fraude a la ley y hasta donde me acuerdo se le decía en las facultades de derecho, pero ya será la Corte y los tribunales, insisto, quienes tendrán que resolver, hoy, es su tiempo.
Desde el INE seguiremos empleando todos los recursos legales a nuestro alcance en el marco de la Constitución y acompañaremos el proceso jurídico que se lleve a cabo, siempre respetuosos de la autonomía de los órganos jurisdiccionales y muy atentos a su desenlace, confiando en que quien hoy, de acuerdo con la Constitución, representa las instancias, las instituciones de salvaguarda y garantía de un orden constitucional y democrático hoy vulnerado, estarán a la altura del reto histórico y, desde el INE, siempre respetaremos las instituciones que nos hemos dado, para eso nos las dimos, para respaldarlas, para sostenerlas no para vapulearlas ni descalificarlas.
Desde el INE, pues, toda nuestra solidaridad con las instancias del Poder Judicial, sometidas a un acoso inaceptable y, por supuesto, atentos a sus decisiones que como siempre ha ocurrido se acatarán puntualmente y sin chistar.
Muchísimas gracias
Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba García: Agradecemos al Consejero Lorenzo Vianello sus valiosos palabras.
A continuación, le solicitamos, atentamente, al Magistrado Felipe de la Mata Pizaña, de la Sala Superior del Tribunal, nos dirija unas palabras.
Magistrado de la Sala Superior del TEPJF, Felipe de la Mata Pizaña: Muchas gracias, querida Gaby.
Para mí es un gusto estar y un honor, sin duda, estar hoy en la Facultad de Derecho de la UNAM.
La última vez que estuve, yo fui profesor de la Facultad de Derecho, se los he contado y fue una época de mi vida que disfruté mucho.
Y aquí pude redactar mi primer libro de texto, que fue un libro de Derecho Familiar. Aquí lo escribí siendo profesor, con las ideas que recibía de los alumnos, lo publiqué y la UNAM me dio fuerza, bueno, fuerza por supuesto y suerte, porque este libro ha tenido 10 ediciones.
Entonces, de verdad es un gran gusto estar en la UNAM, siempre que regreso, regreso muy contento. Muchísimas gracias, señor Director por su anfitrionía para este día.
Es para mí un gran gusto estar con usted y, por supuesto, con mi amigo el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón; por supuesto, con mi amiga, doña Blanca Lilia Ibarra; y, por supuesto también mi amigo, don Lorenzo Córdova, ya no se diga de Gaby Ruvalcaba el día de hoy con todos ustedes.
Conciencia histórica es responsabilidad histórica, dijo alguna vez la filósofa María Zambrano.
Y hoy en este momento de la historia tenemos una responsabilidad muy especial.
Como ya he dicho en otras ocasiones, la implementación de reformas electorales no es un asunto nuevo para las autoridades en la materia. Tenemos un sistema electoral que se ha forjado, precisamente a través de cambios legislativo que ha tenido no sin sus problemáticas y particularidades que convertirse en realidad.
Hoy las instituciones electorales son funcionales y robustas, gracias a una gran generación de mexicanos que luchó para forjarlas.
A partir de las grandes reformas electorales de los años noventa, México optó en un sistema de instituciones electorales que gradualmente se fortalecieron hasta ser ejemplo para el mundo.
Hoy si bien nos encontramos frente a un nuevo cúmulo de reformas a implementar, ser ingenuo y hasta irresponsable pensar que se trata de una vuelta más en nuestra mecánica de construcción democrática, ya que ni en su proceso de creación ni en su etapa de deliberación y sede parlamentaria ni en sus contenidos, probablemente podemos decir que se trata de una continuación en el proceso de mejor institucional de los último 50 años.
Nuestro reto es igual pero no el mismo y hay que dejarlo claro, no puede haber regresiones objetivas al sistema democrático, porque esto sería contrario a los derechos humanos de las personas, de los ciudadanos.
Para ello, creo que son necesarias dos cosas:
La primera, no perder de vista el horizonte, el objetivo final de la creación de este entramado electoral, proteger la democracia y con ella los derechos político electorales de todas las personas, no hay democracias sin derechos humanos y difícilmente como ya lo podemos ver, todos los días en nuestro mundo hay derechos humanos cabalmente reconocidos y garantizados en contextos donde poco a nada pueden ser democráticos.
La segunda es que teniendo este horizonte que comenté, hagamos uso de la inteligencia colectiva, de la experiencia y del análisis tanto de las autoridades electorales como de la academia, mientras que una tiene el pulso de funcionamiento institucional, de las capacidades técnicas, humanas y materiales que se necesitan desplegarse, la otra tiene una necesaria visión crítica sobre los contenidos y los resultados de las instituciones.
Ambas cosas, en conjunto, pueden lograr que los cambios que deban implementarse cumplan con nuestros grandes objetivos, fortalezcan a la democracia y permitan seguir avanzando en una mejor protección de los derechos político electorales de las personas.
En esta construcción colectiva destaco doblemente el papel de la UNAM, no solo como el epicentro académico más relevante del país, sino también como el semillero de jueces y litigantes que son elementos esenciales para la construcción de un sistema jurídico.
Litigantes con amplio conocimiento de las materias y sin jueces bien formados, tendríamos mucho análisis, evidente mucha crítica, pero poco avance.
Aquí quiero enfatizar que el papel del Tribunal Electoral como una herramienta potenciadora de los derechos de todas las personas, a partir de una visión principialista de la Constitución, de las disposiciones convencionales que en ella se contienen y de los derechos, es virtualmente imposible de hacer sin actores que tengan una visión de largo aliento y que además de buscar la resolución de sus casos, y faltaba más, la satisfacción de sus clientes, también tengan miras de mayor alcance.
Y a través del litigio estratégico, sirvan también como vehículos para maximizar los derechos político electorales de la ciudadanía.
Por esta razón, saludo la prontitud y el nivel del foro que hoy tengo el honor, junto con quienes me acompañan en la mesa, de inaugurar, sentarnos a hablar con seriedad del Plan B. Es un asunto necesario, frente al tamaño de este reto que sin duda significará, necesitará de un esfuerzo conjunto.
Yo le decía hace un momento al Presidente del Tribunal y lo he dicho varias veces, que esta iniciativa se puede identificar cosas buenas, porque también habrá algo bueno, por supuesto; cosas inconstitucionales que seguramente ahí corresponderá analizar, pero también pueden haber tonterías que no sean inconstitucionales y que puedan ser igual de dañinas y eso también lo tendremos que identificar. No todo lo tonto es inconstitucional, evidentemente. En fin.
No hay mejor sede que la UNAM ni mejor composición que la que tenemos, para lograr comenzar a vislumbrar el mejor camino a transitar en este nuevo capítulo de nuestra historia democrática que no puede ser porque no podemos permitirlo, uno, que vaya hacia atrás, tiene que ser siempre hacia adelante.
Gracias.
Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba García: Agradeceos al Magistrado Felipe de la Mata Pizaña, su valioso mensaje.
Y para cerrar con los mensajes, le solicitamos atentamente al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Presidente de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, nos haga el favor de darnos un mensaje, y haga la inauguración formal de este foro.
Adelante, por favor, Presidente.
Magistrado Presidente de la Sala Superior del TEPJF, Reyes Rodríguez Mondragón: Muy buenos días a todas y todos ustedes.
Es, por supuesto, un honor siempre estar aquí en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, esta casa de la libertad, como se ha dicho.
Gracias a las distinguidas personalidades que nos acompañan.
Voy a evitar pronunciar todas porque me agotaría los cinco minutos que tengo para mí intervención.
Sin embargo, sí quiero reconocer que es muy importante compartir con las y los estudiantes y con expertas y expertos, la academia, quienes implementan la legislación electoral en el ámbito administrativo, así como quienes han participado en la fundación y desarrollo de las instituciones electorales y de las instituciones democráticas del país.
Poder tener un foro de reflexión sobre el papel de la justicia electoral, pues es una gran oportunidad que nos ha dado nuestro anfitrión, el doctor Raúl Contreras Bustamante, Director de esta Facultad. Y también agradezco a las personalidades en el presídium.
Sé que están esperando escuchar cuál es mi opinión sobre la reforma electoral, que entró en vigor el viernes pasado, e incluso de saber cuáles son algunas de las decisiones que estará tomando el Tribunal Electoral en los próximos días.
Sin embargo, los invito a que no me obliguen a adelantar juicios, a que me permitan ejercer mi libertad con responsabilidad, y no hacer del conocimiento público ahora cuál sería mi análisis sobre la vigente legislación electoral.
Ustedes saben que hemos recibido impugnaciones en contra de los efectos de la reforma, y por ello nos encontramos en el proceso de análisis, de estudio de los planteamientos.
Y solamente quiero, a pesar de ser anticlimático por empezar así, invitarles a que estén muy atentos, atentas a las resoluciones del Tribunal Electoral que se tomarán en los próximos días, y que hagan el juicio que la opinión pública, que la academia, que la universidad puede hacer con libertad sobre las decisiones del Tribunal, y valoren si lo hicimos con responsabilidad, con imparcialidad, con independencia y, sobre todo, con la perspectiva de integridad electoral, y siguiendo los ejes rectores de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Ahora bien, quiero aprovechar que estoy el día de hoy aquí con ustedes, eso sí, para invitarles a la Directora de la Escuela Judicial, Gabriela Ruvalcaba; al doctor Raúl Contreras, a que mantengamos permanente estos foros de reflexión y que quizás nos adelantamos para hablar de reformas antes de que sucedan y en la deliberación pública ha estado presente la instalación de un grupo de trabajo en la Cámara de Diputadas y Diputados para analizar las facultades del Tribunal Electoral sobre la resolución de temas que bien podrían ser parlamentarios o electorales.
Antes de que suceda la reforma yo quisiera proponerle, doctor, que sigamos con estos ejercicios y el próximo foro de reflexiones sea sobre la Justicia Electoral y el Derecho Parlamentario.
Recientemente saben que la Sala Superior decidió que el Comité Técnico que integrará las quintetas para que entre las personas de esas quintetas se elija a la presidencia del INE tiene que ser mujer por razones constitucionales que están en la sentencia, legales por una serie de jurisprudencia del Tribunal Electoral, de la Suprema Corte y en ese sentido está justificada la competencia electoral.
Digo, la naturaleza de las autoridades electorales es esa y las facultades del Tribunal están claras respecto a hacer efectiva la paridad total en los organismos electorales.
Creo que ahí, desde mi perspectiva, está plenamente identificado que es materia electoral, habrá otros contextos, otros cargos en donde se trate estrictamente materia parlamentaria. Esto lo digo, por poner algún ejemplo de algunos temas que ya podríamos ir delineando para otro foro.
Por ejemplo, la Presidencia de la Mesa Directiva de las Cámaras o de la Junta de Coordinación Política; son decisiones políticas, son órganos parlamentarios.
Efectivamente, ahí ejerce su soberanía cada una de las cámaras.
De hecho, la jurisprudencia del Tribunal distingue que se trata de materia parlamentaria cuando estamos frente a derechos en el ejercicio del cargo y la representación, pero estamos frente a materia parlamentaria cuando se trata de decisiones políticas y de la vida interna de los congresos.
Entonces, pues, creo que pongo este ejemplo para distinguir claramente, materia electoral, la presidencia del concejal del INE; materia parlamentaria, pues, la presidencia de las cámaras, por ejemplo, en fin.
Quiero ahora compartir con ustedes algunas otras reflexiones sobre el papel o el rol del Tribunal Electoral.
Toda sociedad y todo sistema político enfrentan desafíos que van cambiando a lo largo del tiempo y que moldean su desarrollo.
Como lo señalan, John Keane, la democracia no es un sistema política estable e inmutable sino un sistema vivo y en constante evolución.
Nuestra joven democracia también ha recorrido un camino de formación, de reformas y de cambios.
En diferentes momentos se han suscitado dudas sobre qué rumbo tomar y ha sido un debate no sólo entre los especialistas sino también entre los actores políticos, la academia y la ciudadanía.
Durante la formación y consolidación de nuestro sistema democrática, se dio respuesta a las demandas de pluralidad para incluir a las diversas expresiones socio-políticas dentro de los cauces institucionales, gracias al desempeño de las instituciones de administración de elecciones y de justicia electoral la violencia poselectoral ha dejado de estar presente en la joven democracia mexicana.
Como sociedad fuimos capacidad de consolidar mecanismos para resolver conflictos político-electorales por una vía institucional y pacífica, y eso es un logro que debemos aquilatar las distintas generaciones aquí presentes en toda su magnitud.
A pesar de este triunfo, las demandas del sistema democrático siguen creciendo, conforme avanzamos como sociedad y se ha vuelto más compleja la vida en comunidad política.
La necesidad de fortalecer la inclusión, por ejemplo, nos presentan nuevos retos en materia de paridad de género, de pluralidad social, de justicia en pueblos y comunidades indígenas, etcétera.
El Tribunal Electoral ha sido capaz de ofrecer respuestas, en mi opinión, solventes que se han traducido en cambios normativos sustanciales, es decir, el Tribunal Electoral también ha contribuido a la dinámica del cambio jurídico a través de las facultades del Poder Legislativo.
Eso es parte de la normalidad democrática. También parte de la normalidad democrática es gozar de periodos de estabilidad y cambio. En la medida en que estos periodos son largos, eso permite el desarrollo político, social, económico de un país.
La estabilidad que ha evitado conflictos, que ha evitado violencia, que ha evitado que los actores políticos desconozcan los resultados electorales o que desacaten la ley, incumplan la ley y desacaten las sentencias.
El cambio con estabilidad, se ha reflejado en la alternancia en el Poder Ejecutivo Federal y en muchos más a nivel local.
En este siglo hemos vivido distintas alternancias en el Ejecutivo Federal y se goza del más alto índice de alternancia en la representación política a nivel local.
Preservar la estabilidad no impide renunciar a la posibilidad de cambios y mejoras institucionales, tampoco impide que los poderes públicos ejerzan sus facultades modificando el marco legal.
Es válido ejercer legítimamente las facultades, siempre y cuando se haga dentro del marco de los más altos estándares constitucionales y democráticos, porque así lo exige el pacto social y político establecido en la Constitución Mexicana.
Garantizar que los cambios se ubiquen en claves democráticas, es precisamente el papel de las Cortes Constitucionales con las que contamos.
Por un lado, es la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien resuelve acciones de inconstitucionalidad y controversias constitucionales, y así ejerce el control constitucional.
Por el otro, el Tribunal Electoral como Corte Constitucional, ha fijado las fronteras para resolver controversias concretas, para ejercer un control constitucional sobre actos de aplicación.
Contamos con jurisprudencia que ha sido clara en delimitar los cauces institucionales sobre los cuales deben atenderse las impugnaciones que se presentan.
Solo me detendré para señalar temáticas a manera de ejemplo, en las cuales nuestros criterios han marcado la ruta para la interpretación de los límites constitucionales y éstas han sido, por ejemplo, en la fiscalización de recursos de los partidos políticos, en la vida interna de los partidos políticos y en el ejercicio de los derechos político electorales de las mujeres, de las comunidades y pueblos indígenas, así como de otros grupos vulnerables.
Ustedes como estudiosas y estudiosos del derecho y quienes además lo son, especialistas en materia electoral, podrán encontrar en las sentencias del Tribunal, el camino que se ha trazado a lo largo de una política judicial o de una línea jurisprudencial para poder prever en los casos en que haya algún criterio, cómo hasta el día de hoy el Tribunal Electoral dirime las controversias.
Para finalizar, quiero recordar que las autoridades electorales hemos caminado de la (falla de transmisión) de la democracia que han demandado.
Este canino nos ha permitido consolidar libertades irrenunciables, pues como dice Hayek: “la libertad no es un estado de la naturaleza, sino una creación de la civilización”, cierro la cita.
La justicia electoral ha garantizado en México que sea solo la voluntad ciudadana la que designe a sus gobernantes y representantes, esa libertad es hoy parte de las conquistas insoslayables.
A lo largo de esas mismas décadas, la Sala Superior del Tribunal Electoral ha proveído de certeza jurídica al sistema democrático y el resultado ha sido la estabilidad que todos y todas necesitamos.
Reconozco que puede haber diferencias o que podría no ser satisfactorias para todas las partes o autoridades responsables, las decisiones del Tribunal Electoral, pero éstas también están sujetas a la reflexión de foros como estos, en los que se nos invita a reafirmar nuestras convicciones democráticas, a analizar la defensa de los derechos políticos electorales de la ciudadanía, y a demostrar que con argumentos la apuesta por un México, con instituciones democráticas ha sido la correcta.
Muchas gracias, y les pediría por favor si se ponen de pie para declarar formalmente inaugurado este Foro.
Hoy, lunes 6 de marzo, siendo las 11:00 horas queda formalmente inaugurado este Foro organizado por la Facultad de Derecho de la UNAM, el Tribunal Electoral a través de la Escuela Judicial, sobre las reflexiones en torno a la justicia electoral y la reforma electoral 2022-2023.
Muchas gracias y les deseo el mayor de los éxitos en los trabajos de este día.
Directora de la Escuela Judicial Electoral, Gabriela Ruvalcaba García: Muchas gracias al Magistrado Presidente reyes Rodríguez Mondragón.
Los invito a que se sienten, porque a continuación se llevará a cabo la Firma del Convenio de Colaboración Académica, que celebran, por una parte el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, representado por su Presidente el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.
Y por la otra, la Universidad Nacional Autónoma de México, representada por el doctor Leonardo Lomelí Venegas en su carácter de Secretario General de la Universidad y por el doctor Raúl Juan Contreras Bustamante, en su carácter de Director de la Facultad de Derecho.
Así mismo, firman como testigos de honor por parte del Tribunal Electoral, el Magistrado Felipe de la Mata Pizaña y el Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera; además su servidora en mi calidad de Directora de la Escuela Judicial Electoral.
A continuación se les invita a la toma de la fotografía oficial.
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