Con relación al plan B, el Consejero Electoral, Uuc-kib Espadas, dijo que en general, se trata de un proyecto de debilitamiento de la autoridad electoral en su estructura territorial que prevé grandes implicaciones para la calidad de las elecciones que vienen.
“Una de las grandes críticas al Plan B es que no vino precedido de un debate nacional donde se incluyeran opiniones de distintos segmentos de la población, incluyendo desde luego, a los partidos políticos, organizaciones sociales, entidades con capacidad técnica para hablar del asunto como son directamente los tribunales electorales, los órganos locales y el INE.