Intervención de Martín Faz, en la inauguración del II Encuentro Nacional de Seguimiento y Gobernanza

Escrito por: INE
Tema: Cultura Cívica

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), JOSÉ MARTÍN FERNANDO FAZ MORA, EN LA INAUGURACIÓN DEL II ENCUENTRO NACIONAL DE SEGUIMIENTO Y GOBERNANZA (2022) DE LA ESTRATEGIA NACIONAL DE CULTURA CÍVICA (ENCCÍVICA)

Martín Faz Mora, Consejero Electoral

Buenas tardes, es un gusto, saludarles, Lorenzo, Roberto, doctor Monsiváis, un gusto poder coincidir.

A la maestra Grisel Muñiz, que veo también allá por, en línea, y pero así también a todos los colegas de diversos lugares que están aquí, y que me da mucho gusto, de nueva cuenta encontrarnos en este evento.

Nos encontramos en el II Encuentro Nacional del Mecanismo de Seguimiento y Gobernanza para entrar al análisis de fondo sobre los resultados que ha alcanzado la Estrategia a un año de la conclusión de su primer ciclo.

Cualquier política pública respetable y robusta, como lo es la ENCCÍVICA, incluye en su propia concepción una fase de evaluación que permite, no sólo medir y reflexionar sobre sus resultados, sino, idealmente corregir sobre la marcha aquellos elementos necesarios para la consecución de sus fines.

Este mecanismo de seguimiento y gobernanza es uno de los componentes del sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación de la ENCCÍVICA 2017-2023, y tiene por objeto estimular el acompañamiento y participación de los Organismos Públicos Locales Electorales, los partidos políticos, las y los ciudadanos a través de las organizaciones de la sociedad civil, universidades, centros de estudio y el propio INE, en las etapas de implementación y evaluación de la Estrategia.

Es decir, es un elemento central en el proceso constante y permanente de evaluación dirigido al fortalecimiento de la cultura cívica.

Además, este encuentro adquiere un papel preponderante, pues entramos en la fase final de la Estrategia.

Al último año de su implementación, en este primer ciclo y con ella, el análisis integral de los resultados alcanzados con la Estrategia y a la conceptualización y diseño de lo que será el segundo ciclo de esta política pública que, espero y en ese sentido pongo todo mi compromiso, de que será aún más próspero que el primero.

Por todo ello, es un buen momento para preguntarnos ¿qué tanto hemos avanzado de 2017 para acá?¿Qué papel ha jugado en los hechos la ENCCÍVICA, en la situación actual?¿Cuáles han sido los avances en su implementación? ¿Y cuáles son los retos que advertimos en su próxima conclusión y pensando en el futuro? 

La ENCCÍVICA, como lo saben, surge como una propuesta del Instituto para impulsar un cambio en la cultura política de la ciudadanía que vaya más allá de la mera participación ciudadana en los procesos electorales, concibiendo dicho cambio cultural como un elemento esencial para consolidar el avance democrático y no verlo, reducido sólo a la asistencia a las urnas.

Para conseguirlo, se decidió implementar la Estrategia desde una perspectiva de política pública.

El diagnóstico se sostiene en el reconocimiento amplio y manifestado en múltiples aristas de la debilidad de la cultura democrática de las y los mexicanos, como lo sostuvo en lo fundamental el Informe sobre la calidad de la ciudadanía en México, y que se ha visto ratificado con el Informe País 2020, de reciente aparición.

En esta versión actualizada bajo el título El curso de la democracia en México, el Informe País 2020 reconoce en el país un contexto de gran complejidad política y social, con un marco casi generalizado de corrupción, violencia e impunidad.

Asimismo, tras 2018, la polarización política no ha hecho sino incrementar, complejizando con ello, los fenómenos políticos y sociales que hoy se encuentran en choque abierto en la arena pública, agravado además a partir de la pandemia y sus impactos sobre la economía, y en su conjunto, el sistema de salud.

En ese contexto fue que se realizó el Informe País, y este Informe País constituye, sin duda, el documento más robusto y actualizado sobre el estado de nuestra democracia.

Me parece que es un insumo invaluable para cualquier proceso de evaluación en materia de cultura cívica, y permítame entonces plantear algunas reflexiones a manera de provocación para las discusiones que se darán en las distintas mesas, con base en algunos de los resultados de este Informe País.

Una primer conclusión que tiene el Informe País señala que, cualquier evaluación sobre el estado de la democracia y la ciudadanía debe de tomar en cuenta el contexto.

En el caso de México, un contexto caracterizado por enormes desigualdades estructurales e históricas en materia social, económica, política, cultural y de género.

En dicho contexto, lo que más va a predominar es una permanente tensión entre la insatisfacción con los resultados de la democracia como sistema, con un convencimiento, a veces más, a veces menos, de que sólo a través de la democracia podemos tender a una sociedad más justa e igualitaria.

Este contraste es permanente a lo largo del informe, una, sí, una insatisfacción por la democracia, cierto, por los resultados de la democracia, dicho más bien en esos términos, pero un convencimiento de que sólo a través de un sistema democrático se puede avanzar en garantizar los derechos de todos y de todas.

Pero es una tensión permanente a lo largo del del Informe País que nos genera una serie de retos, de retos importantes en materia de educación cívica.

Una segunda, una segunda elemento y conclusión también del Informe País, es que la participación en las elecciones es cierto, ya es una normalidad en nuestra realidad política, incluso en muchos sectores está asumida como una costumbre y parte de la rutina democrática.

Sin embargo, no todas las personas participan con la misma frecuencia.

Entre las razones por las que la gente participa se identifica que el tener recursos y tiempo, es un factor de relevancia, al igual que la expectativa de recibir algún tipo de beneficio.

Nuestras estrategias en materia de educación cívica, que no sólo están destinadas a que la gente participe en los procesos electorales, desde luego, pero que sí lo incluye, por eso es que, en buena medida los programas que hacemos de promoción, de participación, muchos de ellos están particularmente enfocados hacia estos sectores que menos participan en los procesos electorales que son las juventudes de los 19 a los 29 años aproximadamente.

Sí, es un elemento que hay que también que considerar, aunque desde luego, la cultura cívica va más allá, porque, por otro lado vemos que esos sectores son muy participativos en otras formas y en otras modalidades de participación comunitaria, por ejemplo, o en la participación en actos altruistas ¿sí?, pero ahí tenemos un dato.

Un tercer elemento que el Informe País nos vuelve a decir, que ya sabíamos desde el 2014 es, que la desconfianza de la ciudadanía los otros y en las instituciones, sobre todo en las que debieran representarle, los partidos políticos, diputadas y diputados federales y locales, sigue siendo muy baja.

Sólo alrededor del 23 por ciento de la ciudadanía dice tener mucha y algo de confianza en ellos.

No obstante, una buena noticia es que la confianza en la autoridad electoral subió casi 20 puntos porcentuales entre el 2013 y el 2020, al moverse del 40 al 60 por ciento de personas que dijeron confiar mucho y algo en el INE.

Sabemos que la gente luego no distingue mucho entre el INE y los OPLES, creo que esto tenemos que entenderlo como confianza en el sistema nacional electoral del que el INE es rector y quizás su cabeza más visible y notoria, pero creo que esto no, no debe ser atribuido a este sistema nacional electoral en el que los OPLES forman parte de él.

Una cuarta conclusión que también el Informe País nos arroja y que creo que debe ser un elemento fundamental para las reflexiones es que, la mayor debilidad de la democracia mexicana es su baja calidad de representación. Las personas no se sienten representadas, en especial por las instituciones creadas para realizar esta función, las y los legisladores federales y estatales y los partidos políticos son las instituciones que las personas indican con menor frecuencia como aquellas que las representan.

En términos generales, la ciudadanía no se siente representada y no cree que la actividad legislativa refleje sus intereses, sino que por el contrario responde a intereses partidistas o particulares.

Y cómo decir que no cuando estamos viendo el atropello en el proceso legislativo que se está generando en estos momentos, única y exclusivamente por intereses partidistas de una mayoría que ni siquiera leen una propuesta de reforma, pero votan por consigna.

Evidentemente es obvio lo que el Informe País nos dice, “la ciudadanía en su conjunto sabe que no legislan en beneficio del país, sino que sus intereses partidistas, así sean una mayoría”. Y el ejemplo más claro lo estamos viviendo justo en estos momentos y lo hemos visto en este proceso tan, pues precipitado es un piropo, ¿sí?, en este proceso pues tan mal llevado, tan sucio, tan arbitrario, tan irracional con el que se está conduciendo el tema de la reforma electoral. 

Finalmente, una quinta conclusión que tiene que ver con el Informe País, es que la corrupción y el clientelismo constituye un reto para la participación y los vínculos de representación entre los partidos políticos y la ciudadanía.

Existe una alta percepción de que la corrupción y las prácticas clientelares se encuentran extendidas en el país, siendo un foco rojo porque puede no sólo generar el desapego hacia el sistema político, sino también, desincentivar la participación política al generarse la percepción de que no es posible realizar algo para remediar la situación.

También respecto de los problemas por discriminación, la ciudadanía percibe que la discriminación entre las personas en México se acentúa por la clase social, la forma de vestir, la orientación sexual, el color de la piel y la manera de hablar, y entre mayor sentimiento de discriminación de las personas, mayor insatisfacción con los resultados de la democracia. En eso el Informe País es clarísimo ¿sí?, todas las personas que sintieron que en el último año previo a la ENCUCI, que recuerden ustedes es el elemento fundamental para el Informe País, todas esas personas manifestaron un mayor índice de insatisfacción con la democracia, ¿sí?.

Todos estos son retos que tenemos que ver en materia de cómo vamos a enfrentar esta próxima edición de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica, y son los retos que el Informe País nos pone sobre la mesa y creo yo, algunos de los retos que debemos de estar analizando, además de los que ustedes seguramente en sus prácticas cotidianas de educación cívica han podido ver.

Dicho eso y dejando estos cinco elementos que el Informe País colocan sobre la mesa.

Les agradezco a todas y todos su acompañamiento, pues este brazo de la ENCCÍVICA, que es este mecanismo de seguimiento y gobernanza, es fundamental para reconocer dónde estamos y hacia dónde vamos.

Les invito a ser críticos también, no ser autocomplacientes, también tenemos que reconocer en qué elementos no está funcionando nuestra estrategia, y busquemos la forma de cambiarlas, de que funcionen.

La autocomplacencia, no es el mejor momento para la autocomplacencia, creo que nunca es, pero ahora creo que menos, y en ese sentido, les invito a hacer un análisis profundo.

El fortalecimiento de nuestra democracia y de la ciudadanía debe partir de un análisis cierto y crudo de la realidad, con todo lo que ello implica, y si hemos de avanzar a un segundo ciclo de la ENCCÍVICA, como hemos de avanzar, y que aspire a ser exitoso, sólo lo va a poder ser no desatendiendo esas complejas paradojas que el Informe País ha puesto frente a nuestros ojos.

Y reiteró lo que dijo el Consejero Presidente, estamos atravesando por momentos muy complejos, ciertamente, pero no tengan la menor duda que desde el Instituto Nacional Electoral, más allá de las condiciones en que esto quede, y después, desde luego, de una activa lucha mediante todos los recursos que sean necesarios para controvertir todo lo que esta reforma está generando, de restar capacidades operativas.

Porque no solamente restar capacidades operativas en materia, digamos, de instalar casillas o logística, no, también es quitar capacidades para el tema de la educación cívica, sí, porque son nuestras vocalías de Educación Cívica en los distritos las que permanentemente están impulsando este tema.

Entonces, no es solamente el quitar esa capacidad instalada para establecer casillas, o para fiscalizar, o para monitorear medios, sino también lo es para el impulso de la educación cívica, y no podemos, como el avestruz simplemente decir, no, bueno, lo vamos a hacer, pues, sí, lo vamos a hacer, claro que lo vamos a hacer, pero antes de ello vamos a buscar la forma de evitar este tipo de daños.

Y, pase lo que pase, de cualquier forma, y en las circunstancias en que fuese, ni el Instituto Nacional Electoral, ni los Organismos Públicos Locales, vamos a ceder en ese compromiso democrático de impulsar la educación cívica, y de estar planteando los ejes de la educación cívica, que es diálogo, verdad, y exigencia. Y ya lo verán, así será.

Gracias.

-o0o-