Versión estenográfica de la inauguración del evento conmemorativo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres

Escrito por: INE
Tema: Discursos

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INAUGURACIÓN DEL EVENTO CONMEMORATIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, REALIZADA EN EL AUDITORIO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL

Presentadora: Sean bienvenidas todas las personas al Evento Conmemorativo por el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el cual comprende la conferencia magistral Violencia Digital y Mediática y la presentación del libro La reforma en materia de violencia política contra las mujeres en razón de género y su homologación a nivel local. Avances y desafíos.

Agradecemos la presencia y participación del Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello.

De la Consejera Electoral y Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y no Discriminación del Instituto Nacional Electoral, Norma Irene De La Cruz Magaña.

De la Consejera Electoral del Instituto Nacional Electoral, Adriana Favela Herrera.

Del Consejero Electoral del Instituto Nacional Electoral, Uuc-kib Espadas Ancona.

Y de la activista y fundadora del Frente Nacional para la Sororidad, y conferencista del día de hoy, Olimpia Coral Melo Cruz.

De manera especial, agradecemos la presencia del alumnado de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Gracias también a quienes siguen esta transmisión de manera especial, al personal de las juntas locales y distritales, así como de oficinas centrales del Instituto Nacional Electoral, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía en general.

Y para dar inicio, damos la palabra a la Consejera Norma Irene De La Cruz Magaña.

Consejera Electoral del INE, Norma Irene De la Cruz Magaña: Hola, muy buenas tardes a todas y todos que nos acompañan en este Evento de Conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Y nos brinda este evento una oportunidad para reflexionar en torno a esta problema que nos ha quejado a las mujeres por muchos, muchos años, y que también gracias a los movimientos de mujeres y a feministas, esta problemática se ha visibilizado y ha ocupado un lugar en el debate público, y hoy lo estamos discutiendo.

Saludo con mucho gusto a mis colegas consejeros, el Consejero Presidente Lorenzo Córdova, Consejero Uuc-kib Espadas, la Consejera Favela, ahorita vuelve, a Olimpia.

Muchísimas gracias por estar aquí a las compañeras consejeras electorales de los OPLES que nos acompañan.

Y también pues aquí tenemos hablar de, en los últimos años si bien el Internet y las redes sociales nos ofrecían esa promesa de compartir información, de horizontalidad y de poder cerrar las brechas de comunicación, y compartir información y difusión, nos vamos viendo que esta herramienta, si bien aunque acorta las distancias, nos ha mostrado que también se utiliza como un arma que bajo el anonimato vulnera la seguridad, la intimidad, la dignidad y la vida privada sobre todo a las mujeres.

La violencia va más allá de las lesiones en el cuerpo, puede impactar en su reputación, su trabajo, y ejerce, se ejerce de múltiples formas.

Muchas veces no se reconocen, son muy sutiles, una de ella es la violencia digital y mediática, las cuales reproducen las violencias que viven en los espacios públicos, pero en la que los ataques aumentan debido a la viralización de imágenes, audios, videos; pueden ser reales o simulados, de contenido íntimo o sexual que promueven estereotipos sexistas y difunden discursos de odio y discriminación.

En México, el INEGI nos muestra que el 13 por ciento de las mujeres mayores de 15 años en México han experimentado alguna situación de violencia a través de medios digitales en la esfera política. Y en la esfera política la violencia digital inmediatica no solo obstaculiza el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres, debido a que las víctimas para ellas este tipo de violencia tiene un impacto diferenciado en comparación con los hombres, la hípersexualización de sus cuerpos, su capacidad de liderazgo se pone en duda y son desvalorizadas por el solo hecho de ser mujeres, y esta valoración no se hace a los varones, y esto va perpetuando desde el sistema patriarcal.

El ataque en redes sociales o medios digitales, a través de expresiones discriminatorias, misóginas y denotativas, representan el mayor motivo de la presentación de quejas ante el Instituto Nacional Electoral por violencia política contra las mujeres.

Los datos nos demuestra, los datos que conecta la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral, y a quienes les agradezco y reconozco muchísimo el trabajo que han hecho en la materia, nos muestran que a partir del 14 de abril del 2020, es decir, un día después de la reforma, al 13 de noviembre, hemos recibido 245 quejas, denuncias o vistas, de las cuales esas 81 son por ataques en redes sociales y 21 por ataques en medios de comunicación.

La visibilización de los casos por violencia digital y mediática hace necesario fortalecer la difusión de los mecanismos de denuncia.

No olvidemos que lo que no se nombra, se invisibiliza, pero existe y vulnera los derechos, y en particular, los derechos de las mujeres.

Por ello, resulta importante que se aprobaran las reformas para combatir la violencia digital y mediática, lo que a nivel federal se materializó en modificaciones a la Ley General del Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia, y al Código Penal. Estos cambios legislativos son mejor conocidos como la Ley Olimpia, y que está aquí y hoy nos va a platicar, es un gusto tenerte.

Ése es el primer paso y ese ya se dio, y fue el reconocimiento legal de la violencia digital y mediática. Ahora, nos toca trabajar desde nuestros espacios de incidencia para crear los mecanismos y condiciones necesarias para promover, garantizar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de este tipo de violencia.

La concientización en este tema es fundamental para evitar la revictimización, la reincidencia de las personas agresoras, y para informar que todos los ataques en medios digitales mediáticos son reales y existen y deben ser erradicados.

El uso de las plataformas digitales, medios de comunicación, digital, redes sociales y páginas electrónicas también, como usuarios y usuarias, debemos asumir nuestra responsabilidad.

Mirar al mundo a través de la perspectiva de género, y así, antes de crear, difundir algún contenido, alguna publicación, hay que preguntarnos: ¿eso daña o vulnera la seguridad de alguien?, ¿atenta contra la intimidad, la dignidad y la vida privada del alguna persona? Preguntémonos eso, y si la respuesta es sí, no compartamos eso.

Es nuestra responsabilidad y es el trabajo de todas y todos erradicar todas las manifestaciones de violencia y que todas podamos ejercer nuestros derechos de manera libre, equitativa, sin discriminación y sin violencia.

Muchas gracias.

Presentadora: Muchas gracias, consejera.

A continuación, damos la palabra al Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello.

Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias.

Muy buenos días tengan todas y todos.

Gracias, Olimpia, por acompañarnos esta mañana para conmemorar este día que es un día no solamente de solidaridad y de sororidad, sino también de protesta por un fenómeno que lamentablemente nos aqueja, indigna, pero además, nos impide consolidarnos como una democracia plena que por definición supone no solamente un régimen de igualdad de derechos, sino también de negación de la propia violencia que es la némesis, la antítesis de la democracia.

Gracias a mis colegas, a Norma, gracias por empujar la realización de este evento de celebración desde la Presidencia de la Comisión de Género y No Discriminación, a mi compañero Uuc-kib Espadas, a las y los colegas de los organismos públicos locales electorales que nos acompañan, y gracias a las compañeras y compañeros universitarios de la FES Acatlán, por estar aquí en esta que es la casa de la democracia.

Como la UNAM, que es mi casa, y como la FES Acatlán en donde siempre que soy invitado voy con muchísimo gusto. Soy de la Facultad de Derecho, pero bueno, y me formé en C.U., pero la UNAM es mucho más que C.U. y la UNAM que es la casa de todas y todos, siempre implica un espacio de tolerancia, de inclusión y así como en la UNAM todas y todos cabemos, y todas y todos siempre somos bienvenidos, aquí en la casa de la democracia también los universitarios y, particularmente los universitarios lo son.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan las democracias en la era digital es la violencia en contra de las mujeres, por supuesto, la violencia contra las mujeres y la violencia política contra las mujeres como subespecie de la primera, trascienden el ámbito digital, pero lamentablemente el mundo digital es un mundo en donde estas violencias, insisto, como toda violencia inaceptables en democracia, se recrean de manera peligrosísima, en los tiempos que corren.

Con esto no quiero decir que la violencia que sufren las mujeres en prácticamente todas las regiones del mundo, sea un fenómeno nuevo, lamentablemente no es así.

Los estereotipos de género, las agresiones físicas, la violencia familiar la discriminación en algunas esferas de la vida laboral, las diferencias salariales entre hombres y mujeres, así como la impunidad en materia de violencia política por razones de género, son algunos ejemplos de las violencias, de las muchas violencias que lamentablemente viven las mujeres desde hace muchos años.

Para mencionar lo que implica violencia, la violencia que padecen las mujeres en nuestro país, permítanme poner dos datos de la realidad mexicana.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares, levantada por el INEGI en 2021, 70.1 por ciento de las mujeres de 15 años o más, señalan haber experimentado una situación de violencia psicológica, física, sexual, económica, patrimonial y/o de discriminación, de alguna manera, a lo largo de su vida.

Y de acuerdo con la misma encuesta, el 42.8 por ciento de ellas señala haber padecido alguna situación de violencia, alguna de las ya mencionadas, en los últimos 12 meses.

Claramente las violencias han sido un lastre en nuestra lucha por la igualdad de derechos y en la construcción de una democracia sustantiva. Y lo más grave es que la violencia en contra de las mujeres se ha incrementado, al menos, por tres aspectos:

Primero, por la polarización, hoy peligrosamente aderezada por ese que es el antivalor democrático, o si se quiere, el valor antidemocrático por excelencia, que es la intolerancia. Polarización e intolerancia como componentes que peligrosamente se conjugan en la conversación pública, empujada en gran medida por fines políticos y partidistas, es una de las razones que alimentan la violencia en sus distintos tipos, incluyendo la violencia en contra de las mujeres.

La descalificación que inexplicablemente se hace de luchas históricas que han acompañado el proceso de democratización, como son las luchas feministas al señalar que son producto de alguna ideología política, es también una manera de violencia y es el resultado de esa polarización.

Segundo, por la posibilidad del anonimato que se puede construir en las redes sociales.

Y tercero, por el incremento de cargos y responsabilidades públicas que han venido ganando las mujeres a partir de las reformas constitucionales y normativas, que han favorecido la paridad de género en la competencia electoral y en las instancias legislativas.

La paridad de género dejó de ser un planteamiento constitucional, enfocado a las candidaturas, es decir, paridad en las candidaturas, y se tradujo de manera sustantiva en la integración de los órganos legislativos.

Pasamos, gracias a una serie de medidas complementarias a las disposiciones constitucionales, a las disposiciones normativas, constitucionales y legales a la paridad en la representación.

Y la gran paradoja que lamentablemente esto ha traído consigo es que, también, en ese sentido, se ha incrementado la violencia en contra de las mujeres.

Mayor participación, mayor presencia pública de las mujeres en los espacios de decisión política ha traído como consecuencia un explicable pero absolutamente injustificable e intolerable aumento de la violencia política en contra de las ellas.

Es por tanto que, como lamentablemente hemos podido comprobar en los últimos años, a mayor participación política de las mujeres, mayores actos y manifestaciones de violencia política en contra de ellas se presentan.

Estos tres factores nos obligan a quienes estamos comprometidos con la causa de la igualdad de los derechos, a impulsar todos los proyectos de cultura cívica, todas las acciones afirmativas y todas las medidas de colaboración institucional que puedan contribuir a erradicar dicha violencia.

Es previsible que, si como sociedad no encontramos los mecanismos para erradicarla en el ámbito de las redes sociales, pero también la violencia física que padecen las mujeres y los grupos de atención prioritaria, las agresiones pueden crecer y exponenciarse en los próximos años.

Finalmente, no hay nada peor que la impunidad como el alimento de este tipo de violencia.

Por ello, reitero que prevenir y erradicar todas las formas de violencia que padecen las mujeres, trasciende el ámbito de competencia de las autoridades electorales, es un problema integral de la sociedad, y no solamente restringido al ámbito electoral.

Es decir, debe ser un compromiso real de cada uno de los tres poderes del Estado mexicanos y de los distintos niveles de gobierno, así como de las instituciones de garantía.

Digámoslo así y perdónenme pero no me aguanto, la presencia de los universitarios estimula ciertas libertades en el ejercicio de la función pública. En lugar de andar haciendo política, los órganos de defensa de los derechos, política partidista, renunciando a su vocación de autonomía, los órganos de protección de derechos deberían estar preocupados por la vulneración de los derechos que suponen los actos de violencia, pero a lo mejor eso es pedirle peras al olmo.

En el INE estamos haciendo nuestra parte, en el INE estamos comprometidos con la atención, prevención, erradicación y sanción de la violencia política y hemos tomado múltiples medidas en ese sentido. Algunas de las acciones que hemos impulsado en los últimos cuatro años desde el ámbito electoral, para tratar de erradicar la violencia política por razones de género, son las siguientes:

Hemos avanzado en la definición de mecanismos, estadísticas, herramientas normativas, criterios e índices para prácticamente todos los temas que nos propusimos atender en materia de violencia. Se trata de un diagnóstico que es indispensable para cobrar consciencia de la gravedad del fenómeno y a partir del cual poder articular políticas públicas que nos permitan enfrentarlo y, eventualmente e idealmente, erradicarlo.

28 organismos públicos locales electorales ya proporcionan alguna atención a las mujeres que acuden a presentar quejas o denuncias por violencia política por razón de género y ya funciona el registro de personas sancionadas por violencia política en contra de las mujeres, el registro de las y los violentadores, y subrayo las y los violentadores, porque cerca de un 15 por ciento de los registros son de mujeres que han ejercido violencia política en contra de las mujeres; el cual el 11 de noviembre de este año, reflejaba 283 registros, se trata de personas que tienen imposibilitado contender por cualquier cargo de elección popular en cualquier nivel de gobierno, mientras estén inscritos en dicho registro.

Se trata de 253 personas… 283 registros, 253 corresponden a personas ya sancionadas, de los cuales 210 con hombres y 43 mujeres.

Y el último dato es que el INE ya cuenta con un Reglamento de Quejas y Denuncias, un protocolo y una guía para atender los casos que se presenten en materia de violencia política en contra de las mujeres, mismos que estamos compartiendo con todos los organismos públicos locales electorales, para facilitar su instrumentación.

Aunque estamos lejos de cumplir nuestro objetivo en la construcción de una democracia sustantiva, me parece que vamos por el camino correcto y aquí quiero pedirles una cosa, no dejen, sobre todo como universitarios, no dejen como mujeres interesadas en participar en la cosa pública, de exigirnos, porque una cosa es la alianza que nosotros pretendemos tener con universidades, con organizaciones de la sociedad civil, con luchadoras y luchadores sociales, con la prensa, con incluso los partidos políticos para combatir este flagelo, y otra cosa es pedir de parte de ustedes, condescendencia en nuestro trabajo.

Sí, hemos avanzado, pero sin lugar a dudas necesitamos un contexto de exigencia que aumente y es nuestra responsabilidad entender y ser sensibles a las demandas legítimas que como toda lucha por los derechos, implica una conquista y una permanente defensa y no una espera a que alguien graciosamente como concesión desde el poder, nos la regale.

Aunque decía, estamos lejos de cumplir nuestro objetivo, que es la construcción de una democracia sustantiva, me parece que vamos por el camino correcto, y la conferencia que tendremos el día de hoy es una buena forma de ayudarnos a entender el fenómeno de la violencia contra las mujeres en la era digital, así como para sumarnos a la conmemoración de este día de protesta, que es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Estoy convencido que la igualdad y la democracia son obras colectivas.

Nuestra democracia, el ejercicio de los derechos que hoy gozamos, los avances que podemos acumular en esta lucha que todavía no se acaba, no son obra de un solo hombre, no son obra de un solo partido, no son obra de una sola ideología, es una construcción colectiva que nos ha costado años, décadas de compromiso de distintas generaciones para tratar de construir una democracia cada vez más plena, cada vez más sustantiva.

Y desde este punto de vista, la defensa y la exigencia de esas conquistas también debe ser vista como una defensa colectiva.

En materia de violencia política, y termino, las instituciones del estado mexicano responsables de la impartición de justicia están en deuda con las mujeres en nuestro país, y deben dar pasos decisivos para acabar con la impunidad, que es el gran escudo en el que se protegen quienes, cobardemente, antidemocráticamente violentan los derechos y la integridad física de las mujeres y de las personas de grupos en condiciones de vulnerabilidad.

En pocas palabras, contribuyen a la erosión de una democracia que todavía tiene muchas promesas incumplidas, pero que no puede permitirse ningún tipo de retroceso.

En ese sentido, éste es un día para poder decir protestando por un fenómeno que es absolutamente inaceptable, ni un paso atrás, y esta lucha como la defensa de la democracia continúa.

Muchísimas gracias.

Presentadora: Muchas gracias, Consejero Presidente.

Y queremos agradecer la presencia también de las consejeras electorales Karina Ivonne Vaquera Montoya del Estado de México; Dulce Merary Villalobos Tlatempa de Guerrero; Zoad Jeanine García González de Jalisco; y Gloria Icela García Cuadras de Sinaloa.

Gracias por acompañarnos.

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