Se trata del acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, es decir, que la igualdad se lleve a cabo no solo en las leyes o normas, sino en la práctica y en los hechos.
Para lograr la igualdad sustantiva, además de contar con un marco jurídico, es necesario que las autoridades implementen políticas y acciones eficaces para mejorar las oportunidades y condiciones de las mujeres en el pleno ejercicio de sus derechos.