Buenos días a todos, a todas.
La sencilla idea de que sean las y los propios ciudadanos quienes reciban y cuenten los votos de sus vecinas y vecinos, es una de las más importantes garantías de certeza en los resultados electorales.
Es sobre ese pilar que durante cerca de tres décadas se han generado normas, lineamientos y procedimientos para garantizar la imparcialidad e independencia en el funcionamiento de las casillas.
Es así que una buena elección en términos técnicos, pero también, en términos de legitimidad política, comienza con el correcto proceso para seleccionar y capacitar a las personas que integrarán las mesas de casilla.
Para las elecciones de 2023 en los estados de Coahuila y el Estado de México, se prevé una participación de aproximadamente 171 mil 297 personas, quienes ejercerán como autoridad electoral en las más de 24 mil mesas directivas que se instalarán el próximo 4 de junio.
Para ello, se tendrá que visitar a un millón 900 mil ciudadanas y ciudadanos, para lo que se habrá de contratar más de seis mil 500 figuras capacitadoras.
Para regular dichas actividades, se trae hoy a esta mesa del Consejo para su aprobación, la estrategia de capacitación y asistencia electoral 2022-2023 la ECAE. Se trata de un programa integral que tiene por objeto establecer y estandarizar las tareas centrales en la organización de un proceso electoral en las actividades asociadas a la capacitación electoral, la operación de las casillas y la designación de funcionarios y funcionarias de mesas directivas de casilla.
Adicionalmente, la estrategia conecta los procesos operativos que deberán desarrollar los órganos desconcentrados del Instituto, así como sus respectivos Consejos Locales y Distritales no solo en materia de capacitación, sino de asistencia electoral para la preparación, desarrollo y seguimiento del proceso electoral en su conjunto conforme a lo ordenado en la LGIPE y lo normado en el Reglamento de Elecciones.
Por lo tanto, es un documento normativo cuyo objeto es la regulación de los procesos asociados a, por un lado, la integración de mesas directivas de casilla, es decir, de las tareas dirigidas a contar con ciudadanas y ciudadanos capacitados para recibir y contar los votos de sus vecinas y vecinos el día de la Jornada Electoral, partiendo de una designación que garantiza la imparcialidad en las casillas a partir de la aleatoriedad.
Por el otro, a definir, coordinar y supervisar las actividades que deberán realizar los supervisores electorales y capacitadores, asistentes electorales en materia de asistencia electoral, es decir, en el conjunto de tareas que se deben llevar a cabo antes, durante y después del día de la elección, para garantizar la correcta operación de las casillas, así como la salvaguarda de los votos emitidos por la ciudadanía.
Esta estrategia está integrada por siete líneas estratégicas y tres ejes transversales, que se norman por 11 documentos base.
Las líneas estratégicas definen el marco estratégico de la capacitación y asistencia electoral, en coherencia con los proyectos que habrán de operarse por la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica y de la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral, conforme a las especificaciones de cada una de ellas y que se sustentan en cada uno de los documentos.
Para este proceso electoral se incorporan dos ejes transversales en donde se enfocarán en cada una de las líneas de acción.
El primero, diseñar e implementar los instrumentos en materia de participación, sin discriminación, para potenciar las acciones en materia de implementación de los protocolos aprobados por el Consejo General en materia de inclusión e igualdad.
El segundo, implementar los procedimientos en materia de protocolos sanitarios, con el objetivo de mitigar los riesgos en la salud, dadas las condiciones provocadas por la pandemia de COVID-19.
Se incorporan también a la estrategia de capacitación, mecanismos de garantía de calidad y la estrategia tecnológica.
Con respecto al primero, se conforman como un elemento para coadyuvar en la integración del 100 por ciento de las casillas, se trata de un ajuste en la óptica de estos mecanismos de seguimiento, con el objeto de que sirvan para corroborar y verificar la adecuada aplicación de los procedimientos para la integración de mesas directivas de casilla y capacitación electoral de manera preventiva.
Con respecto a la estrategia tecnológica se ha adoptado como una línea transversal, con el objeto de convertirse en un elemento de soporte y apoyo en todas las actividades que se realizan en el marco de esta estrategia, atendiendo, desde luego, los principios de legalidad, certeza, independencia, imparcialidad, objetividad y máxima publicidad.
Se trata, en suma, de una estrategia que recoge la experiencia institucional y normativa de tres décadas, para garantizar que la integración de las casillas en los procesos electorales locales del 2023 esté blindada y siga siendo un elemento fundamental de la cadena de confianza de nuestros procesos electorales.
En ese sentido, me gustaría señalar que el día sábado recibí un oficio por parte de la representación ante este Consejo General del partido MORENA, solicitando atentamente la armonización de los contenidos de la ECAE, con lo establecido en el acuerdo INE/CG207/2022, respecto a que en el proceso de contratación de supervisores o capacitadores, existen las dos vías para los casos de afiliaciones no reconocidas, una mediante el procedimiento sumario y otra mediante la queja.
Al respecto, me gustaría señalar que el documento que se pone a su consideración se hace cargo ya de esta armonización, en la medida en que aquella persona aspirante que a través de la compulsa con el padrón de afiliados, sea identificada como militante de algún partido político, pueda solicitar su baja con base en lo acordado en el acuerdo 207 de este año.
Una cosa distinta son los efectos que ello tiene en el proceso de selección y contratación de supervisores y capacitadores.
En ese sentido, con el objeto de salvaguardar el criterio de temporalidad de no militancia en algún partido para ser contratado como capacitador o supervisor, criterio que se ha sostenido en este Consejo desde 2018 y que fue ajustado por la Sala Superior del Tribunal Electoral, para quedar en un año, aquella persona aspirante que desee seguir la vía de la solicitud de baja cuando sea identificada como militante de algún partido político, no podrá seguir en el proceso de reclutamiento.
Y aquí quiero dejar en claro qué es lo que se está intentando salvaguardar, pues de lo que se trata es que el personal encargado de capacitar a quienes recibirán y contarán los votos resguarde los principios de independencia e imparcialidad.
Cualquier posibilidad de que dichas personas tengan un vínculo partidista debe ser limitado al máximo. En caso de permitir que sea únicamente mediante la tramitación de la solicitud de baja en ese momento que las personas continúen con el proceso de selección, genera el grave riesgo de abrir la puesta que se establezca en estrategias para incorporar a personas militantes en las filas de las y los supervisores y capacitadores, poniendo con ello en riesgo la integridad de nuestras casillas.
Por ello me parece que los mecanismos que hoy se proponen en esta estrategia resguardan en todo momento estos principios, y así lo debemos de mantener. Por lo que reitero que la estrategia atiende en todo momento a salvaguardar esta máxima, al tiempo que armoniza sus procedimientos con lo aprobado hace unos meses por este Consejo General para mantener actualizados los padrones de militancia de los partidos políticos.
Cierro esta intervención en primera instancia agradeciendo la participación de las y los consejeros que han contribuido a la construcción de este instrumento, así como a los partidos políticos por sus comentarios y sugerencias. Sin todo ello, sin duda, todo ello ha contribuido para traer ante ustedes este importante instrumento para las elecciones locales que se llevarán a cabo en Coahuila y el Estado de México en 2023.
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