Intervención de Lorenzo Córdova, en la inauguración del Quinto Encuentro entre Consejeras y Consejeros del INE y OPL

Escrito por: INE
Tema: Consejeras y Consejeros Electorales

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN LA INAUGURACIÓN DEL QUINTO ENCUENTRO ENTRE CONSEJERAS Y CONSEJEROS DEL INE Y OPL. AGENDA DE COORDINACIÓN PARA ALCANZAR LA IGUALDAD DESDE LOS ÓRGANOS ELECTORALES

Muchas gracias.

Muy buenos días tengan todas y todos.

Presidenta, consejeras presidentas, consejeros presidentes.

Compañeras y compañeros consejera y consejeros electorales de los órganos electorales del país.

Es un privilegio para mí poder estar esta mañana con ustedes.

Es comprobable que hoy la democracia mexicana es más competitiva, incluyente, paritaria y transparente que hace ocho años, cuando arrancó el modelo nacional de elecciones.

El engranaje de imparcialidad electoral conformado por el INE y los OPLE se refleja en cualquier variable con la que se quiera analizar el sistema nacional de elecciones.

Se observa en las 330 elecciones, limpias, equitativas y transparentes que se han organizado desde 2014 a la fecha, en el índice alternancia promedio que se ha generado en este periodo, que ronda el 63 por ciento y, en algunos casos, como en las gubernaturas, alcanza el 70 por ciento en la ausencia de conflictos post electorales y una composición paritaria de la integración de los poderes legislativos locales y el federal, que se reitera cuando toca el turno de renovar dichos cargos en las urnas.

Estos datos demuestra que hemos avanzado significativamente en el mandato constitucional y legal de estandarizar las reglas del juego democrático en todo el territorio nacional, así como nadie puede sostener que una fuerza política u otra en específico hayan sido los beneficiarios del nuevo modelo electoral, nadie tampoco puede dudar que la voluntad de las y los electores expresada en las urnas se respeta, y que las contiendas locales y federales son cada vez más equitativas, competidas, transparentes e incluyentes.

Más aún, si se compara la integración de los congresos antes de 2014, con lo que ha venido sucediendo desde la creación del sistema nacional de elecciones de manera gradual y paulatina, los crecientes triunfos de mujeres en todos los cargos que se han disputado mediante le sufragio, me parece que dan cuenta, hablan de las contribuciones que las acciones afirmativas que hemos tomado el INE y los OPLES y los tribunales electorales han producido.

Sin embargo, el sistema nacional de elecciones funcione y funcione bien, no significa que no haya áreas de mejora todavía en varios ámbitos. Por ejemplo, en materia de violencia política nos queda mucho camino por andar.

Es claro que existen problemas estructurales, culturales, e inercias que limitan la efectividad de las medidas que pueden tomar las autoridades electorales para que la vida pública tenga una dimensión de convivencia democrática libre de violencia.

De acuerdo con el texto “Experiencias y buenas prácticas en la observancia y aplicación del principio de paridad y acciones afirmativas” que el día de hoy se presenta en este mismo evento, y que fue integrado por el INE con la colaboración de cada uno de los 32 Organismos Públicos Locales Electorales del país.

Los principales obstáculos para la paridad de género en el proceso electoral concurrente de 2020-2021 fueron: Primero, el incumplimiento de los partidos políticos en la presentación de fórmulas integradas de manera paritaria; segundo, la resistencia abierta de los integrantes de los partidos políticos para que las mujeres legislaran, tercero, la insuficiencia de cuadros políticos de mujeres en los partidos; y, cuarto, la violencia política contra las mujeres en razón de género como un fenómeno presente prácticamente en todos los institutos políticos.

Estos obstáculos claramente reflejan una deficiente cultura política y reminiscencias culturales en los partidos que, aunque son organizaciones indispensables para el funcionamiento de toda democracia representativa, sus prácticas en muchos casos se muestran desfasadas con los avances democráticos que hemos alcanzado en el ámbito de la representación política.

De la misma manera, en materia de acciones afirmativas, los principales obstáculos, que ya hemos mencionado en otros espacios y que también son mencionados en el texto que hoy se presenta, tiene que ver con el poco tiempo que se tuvo para difundir y aplicar las acciones tomadas; con la falta de información estadística y geográfica disponible, por distritos y municipios; sobre grupos de la diversidad sexual y comunidades indígenas; y, por supuesto, como lo hemos denunciado en todos los foros posibles, con las lamentables prácticas de simulación que todavía son recurrentes en diversos ámbitos de la cotidianidad de los partidos políticos.

Antes de continuar quiero aprovechar este espacio para agradecer las aportaciones de cada uno de los 32 Órganos Públicos Locales Electorales que ustedes encabezan y felicitar a todas y cada una de ustedes por el Trabajo realizado, sin su recopilación y sistematización, este texto que presentamos hoy no habría sido posible.

Se trata, pues, de un trabajo colectivo que hay que agradecer y felicitar colectivamente.

En el mismo sentido, quiero aprovechar para anunciar que en noviembre próximo tenemos previsto presentar otro volumen con el mismo concepto de recopilación de experiencias desde las entidades, pero en ese nuevo texto estaremos enfocados o abordaremos, en específico, el complejo tema de la violencia política en razón de género.

Permítanme volver al tema, naturalmente estas áreas de oportunidad en materia de paridad y acciones afirmativas, perfilan algunos de los incisos que contiene la hoja de ruta que se deberá diseñar de cara a las elecciones locales de 2023 en Coahuila y en el Estado de México y, de manera especial, con miras a las elecciones de 2024, elecciones que, en su momento, volverán a ser las más grandes que hayamos realizado en el país, tanto por el número de potenciales electores, como por el número de cargos que estarán en disputa en las urnas.

Si queremos mejorar el estándar de la democracia mexicana, el INE y los OPL tendremos que ser acuciosos y muy precisos en la aplicación de las medidas que garanticen inclusión y paridad en las próximas elecciones.

Es por ello que he sostenido que hasta el último día del mandato que la Constitución le ha conferido a quienes integramos actualmente el Consejo General del INE y que en algunos meses tendrá una renovación parcial, seguiremos construyendo las alianzas institucionales necesarias e impulsaremos el diseño de las herramientas normativas y adecuaciones legislativas que se requieran para que las elecciones sean un espacio libre de violencia.

Y lo haremos porque, en efecto, queremos que quienes aspiren a desempeñar un cargo público, empiecen por respetar íntegramente los derechos de todas las personas y que lo hagan en todos los ámbitos de la vida diaria.

Ésa es nuestra convicción con el principio de igualdad que alimenta todo sistema democrático, el nuestro, por supuesto, incluido.

Las decisiones judiciales que se han emitido en los últimos meses y que han permitido incluir a 273 personas en el Sistema de Registro de Personas Sancionadas por Violencia Política en Razón de Género, de las cuales 245 ya han sido sancionadas, muestran que vamos por el camino correcto para impulsar, contra viento y marea, la construcción de un entorno para la participación policía que tenga como objetivo final la igualdad sustantiva.

No me detengo más en esos aspectos específicos que serán abordados en este Quinto Encuentro de Consejeras y Consejeros del INE y de los OPL, sé que estos temas serán analizados con claridad y precisión en las mesas que se llevarán a cabo en este encuentro.

Por ello, quisiera concluir con una reflexión más global sobre los desafíos que, desde mi perspectiva, está enfrentando el actual modelo electoral, es decir, el sistema nacional de elecciones que integramos tanto el INE como los 32 OPL del país.

Uno de los propósitos de los foros para la reforma electoral que se llevaron a cabo en semanas pasadas, era el analizar esta propuesta de eliminación de los Organismos Públicos Locales Electorales, es decir, la mutilación del sistema nacional de elecciones, que con datos podemos probar, que ha sido el modelo electoral más exitoso que hemos configurado desde los años 90 para la recreación de la vida democrática en el país.

Para los detractores del Sistema Nacional de Elecciones es indispensable recordarles, en todos los espacios y por todos los medios posibles, que si se quiere mejorar la calidad de la democracia mexicana, es tan necesario preservar y mejorar sin lugar a dudas, pero preservar tanto al INE, como a los Organismos Públicos Locales Electorales.

Ni el INE solo, ni los OPL solos, podrían con la responsabilidad electoral que implica organizar y llevar a buen puerto la elección de 2024.

Dicho de otra manera, las dimensiones demográficas, la diversidad cultural y la realidad de la división política local, así como el diseño actual de las autoridades electorales, hoy son una garantía para que las elecciones de 2024 lleguen a buen puerto, con una modificación estructural del Sistema Nacional de elecciones; en cambio, podría ponerse en riesgo que la democracia se recree de manera estable y gobernable como ha venido ocurriendo en los últimos años.

Dicho en otras palabras, el sistema electoral, nuestro sistema electoral es sin duda mejorable, pero su mejora no puede estar fundada en cambios que partan de fobias institucionales, o peor aún, de rencores personales.

Los logros democráticos que se han alcanzado en los últimos ocho años son productos de una estructura de administración electoral que se afina y mejora año con año, con adecuaciones normativas, con el fortalecimiento y afinamiento de la coordinación y comunicación institucional y con las convicciones de las y los consejeros que integramos todo el sistema nacional de elecciones.

La mejora permanente es fácilmente verificable. Hoy las elecciones son mucho más, mucho mejor realizada que lo que ocurrían hace apenas ocho años, y así seguirá ocurriendo.

Los grandes logros de la democracia mexicana son, en ese sentido, logros colectivos, por ello, he sostenido que los éxitos del Sistema Nacional de Elecciones no son exclusivos del INE, ni de alguna autoridad electoral en especial.

Enfatizar lo anterior, es relevante ante las decisiones que se están tomando en los congresos y los gobiernos locales en materia electoral como la preocupante situación de asfixia presupuestal a la que algunos órganos electorales están siendo sometidos, las amenazas de denuncias penales en contra de titulares de los órganos electorales y las propuestas de reformas, algunas de ellas ya lamentablemente concretadas, a leyes secundarias para tratar de incidir en estructura organizativa de los OPLES.

Se trata, todas estas, de decisiones que exhiben intentos, me parece francos y evidentes por debilitar la autonomía y la independencia que mandata la Constitución federal y las constituciones locales, a los órganos que integramos el Sistema Nacional de Elecciones.

En pocas palabras, hoy por hoy ese binomio para la calidad de la democracia que conformamos tanto el INE como los OPL, siempre vale la pena resaltarlo y subrayarlo, está resultando indispensable, como lo ha ocurrido en los últimos ocho años para la gobernabilidad democrática, de cara a los futuros desafíos electorales.

Muchas gracias y si se me permite, sin más, siendo las 10:25 de este este día, de este lunes 12 de septiembre de 2022 declaro formalmente inaugurado el Quinto Encuentro entre Consejeras y Consejeros del INE y de los Organismos Públicos Locales Electorales del país.

Mucho éxito en los trabajos y estaremos atentos a la discusión que se tendrá aquí en las distintas mesas.

Muchísimas gracias y buenos días a todas y todos.

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