Muchas gracias, señor Secretario.
Quiero comenzar como es obligación y, además debido, agradeciendo a la Junta de Coordinación Política, a su Presidente, a los integrantes de dicho órgano de gobierno de la Cámara, la invitación para poder participar en estos importantes foros de parlamento abierto.
Desde ahora quiero comenzar señalando, señores, señor Presidente y futuro señor Presidente, la disposición del INE para colaborar poniendo a disposición de ustedes toda la, bueno, no lo sé, no me quiero meter, lo tomarán ustedes, pero bueno, entiendo que hay un cierto orden, peor bueno, está bien.
Poniendo a disposición de todas y todos ustedes, de las y los legisladores, a esta representación nacional, toda la información y diagnósticos que sean necesarios para formarse el mejor juicio de cara a la importante decisión que eventualmente tomarán en los próximos meses.
Estoy convencido de que una buena reforma parte de un buen diagnóstico y un buen diagnóstico es imposible si no hay datos ciertos, así que cuenten desde ahora, siempre lo he sostenido, con la colaboración del INE en este sentido somos coadyuvantes, no solamente es una obligación, sino una convicción en los trabajos de la representación nacional.
Permítanme dividir mi intervención en tres partes: primero analizar el tema, el tema de la reforma con una mirada retrospectiva de lo que hemos construido a lo largo de décadas en el sistema político electoral, porque como, dijo Arnaldo Córdova “la historia es maestra de la política”; es decir, es imprescindible entender de dónde venimos, porque, si perdemos eso de vista no podemos equivocar en la definición de hacia dónde queremos ir.
Segundo, subrayar la importancia de que todo ejercicio de reforma parta, como mencionaba, de un diagnóstico serio, objetivo y basado en datos concretos y evidencias sobre el funcionamiento del sistema que se busca reformar.
Y tercero, invitarles a reflexionar sobre algunas de las condiciones, desde mi punto, básicas que se requieren para una reforma político-electoral.
Nuestro sistema electoral no es producto de un solo hecho fortuito o de un episodio específico, como nos lo ha recordado aquí don Arturo Martínez Nateras, sino que es el producto de un proceso gradual, paulatino y progresivo de reformas que fueron atendiendo diversos problemas, necesidades de distintas coyunturas históricas y una serie de reclamos y demandas de la ciudadanía y de las fuerzas políticas.
Desde esta perspectiva evolutiva podemos encontrar una línea de continuidad, no siempre clara, pero continuidad al final del día, no exenta de regresiones, pero en todo caso evolutiva, desde la reforma de 1997 hasta la reforma de 2014.
Una línea en la que las fuerzas políticas fueron construyendo acuerdos y aprobando reformas que abrieron el régimen de partido único a la pluralidad y que permitieron crear un sistema para dar credibilidad a las elecciones, generar condiciones de equidad en la contienda policía, hacer realidad el principio del sufragio efectivo y ampliar los derechos políticos de la ciudadanía.
Salvo la reforma de 1990 que tuvo una vocación fundacional y rupturista con un pasado que era indispensable dejar atrás, es decir, el gobierno organizando y juzgando a las elecciones, nuestro sistema, nuestra evolución electoral nos ha permitido, venturosamente, pasar de un modelo en el que los votos eran recibidos y contados por el gobierno a uno en el que lo hace la ciudadanía como se ha señalado aquí.
Todas las demás reformas, con excepción de la de 1990, han sido reformas de ajuste, no por ello poco profundas, pero de ajuste de nuestras reglas electorales.
En esa ruta progresiva y evolutiva, las distintas reformas buscaron atender los reclamos y observaciones surgidos en cada proceso electoral, principalmente por parte de las oposiciones, y corregir así las fallas que podrían generar desconfianza o inequidad.
El sistema que hoy tenemos es fruto de ese proceso evolutivo y, en un balance general, podemos afirmar que, con independencia de que sin duda es mejorable, funciona, y funciona bien.
La reforma de 2014, ha sido el marco en el que se han desarrollado la etapa más larga y estable de elecciones en condiciones de legalidad, certeza y confianza ciudadana, y en el cual, el sistema hoy vigente, el sistema INE-OPLE, ha permitido la organización de 330 procesos electorales, todo ello, sin conflictos poselectorales graves.
Un dato comparativo que siempre pongo sobre la mesa es el siguiente: El IFE durante 23 años de existencia organizó 18 elecciones federales. Hoy, el Sistema Nacional de Elecciones ha implicado la organización de 330 procesos electorales, federales, locales, ordinarios, extraordinarios, de participación ciudadana, etcétera.
Y todo ello, insisto, sin conflictos poselectorales graves, con litigios, sin dudas, que se atendieron en los tribunales conforme a los procedimientos previstos en las leyes, y, por cierto, con niveles inéditos de alternancia, como ya se mencionó aquí, pues más en del 62 por ciento de las elecciones de cargos públicos en este periodo, la ciudadanía ha decidido otorgarle la confianza a un partido político distinto al que ocupaba dicho cargo, o al que había ganado la elección previa.
En este ya largo periodo de elecciones con alternancia y sin conflictos sociales derivados de la contienda política, se ha generado, sin duda, una larga etapa de estabilidad en la que destaca, sin duda, la alternancia en la Presidencia de la República de 2018 y el arribo de la izquierda al poder mediante un proceso indiscutiblemente legal y democrático.
Además, el INE genera otros bienes públicos, como la Credencial para Votar con Fotografía. Se han expedido en este periodo más de 121 millones de credenciales, o bien, el monitoreo ya mencionado de la radio y la televisión que nos ha permitido un sistema, que, si bien es discutible, un sistema de comunicación política, hoy tiene un nivel de cumplimiento del 99.5 por ciento en promedio.
En resumen, a partir de un diagnóstico serio y objetivo basado en datos ciertos, se puede afirmar que el sistema funciona y funciona bien, sin duda, es mejorable. Desde esta óptica, más allá de un cambio de reglas o de nombre, el INE no necesita, me parece, refundarse o transformarse a fondo, ni mucho menos suprimirse o, peor aún, desparecer.
Tanto el INE como nuestro sistema electoral en su conjunto, pueden, como decía, mejorarse, pero para evitar un retroceso sería muy importante preservar los siguientes puntos: su autonomía constitucional, su carácter ciudadano, su Servicio Profesional Electoral, su estructura nacional y distrital que le permite un despliegue territorial importantísimo y su papel de custodia y administración del Padrón Electoral.
La confiabilidad en las elecciones que tantos años nos costó construir depende de todo ello. En ese contexto, vale preguntarse si una reforma al sistema electoral es necesaria, indispensable y pertinente. Si atendemos a la evidencia de los procesos electorales celebrados en los últimos ocho años, una reforma no es necesaria, indispensable, ni mucho menos urgente.
Es decir, si no se lograran los consensos para una reforma en esta Legislatura, no se afectaría el funcionamiento de nuestra democracia. Nuestro sistema electoral no estaría en riesgo y podríamos ir, sin duda, a las elecciones de 2023 y 2024 con las reglas que hoy tenemos que nos generan resultados legales y legítimos igual que en el pasado reciente.
¿Es pertinente? Y me aproximo a cerrar. Sí, siempre va a ser pertinente una reforma electoral, siempre y cuando desde mi punto de vista se cumplan tres condiciones básicas que resumo telegráficamente.
Uno, maximizar el consenso. Una reforma que sea aprobada por una mera mayoría, aun cuando se cumplan los requisitos constitucionales, es una reforma que en el futuro puede abrir un problema en donde hoy no los tenemos.
La definición de las reglas del juego, la aceptación de todos los actores políticos que van a someterse a la misma, me parece que es fundamental para garantizar su viabilidad en el futuro.
En México ya sabemos lo que pasa cuando una fuerza política es excluida de la definición de las reglas del juego o de los árbitros y ésa es fuente de problemas futuros.
Segundo, que se haga, a partir de esta línea progresiva, gradual y evolutiva de las reformas previas, en la lógica de mejorar lo que hoy tenemos. Una reforma que altere condiciones de funcionamiento, que ponga en cuestión lo que hoy ya no es un problema, es decir, la credibilidad de los procesos electorales, es una reforma que lejos de mejorar lo que tenemos, podría ser regresiva.
Y tercero, termino, que parta de un diagnóstico claro, cierto, objetivo, sobre el funcionamiento de nuestro sistema electoral. Que se haga a partir de un análisis público, profundo y objetivo de nuestras reglas, instituciones y procedimientos y no a partir de opiniones subjetivas o prejuicios.
Cuenten, señoras y señores legisladores con el INE para aportar toda la información que sea necesaria, los diagnósticos que ustedes requieran para hacer esta valoración y que, si hay una reforma, sea una reforma más en ese ya largo rosario de transformaciones legales y constitucionales que nos han permitido llegar y perfeccionar nuestra democracia.
Muchísimas gracias.
(Primera ronda de preguntas y respuestas)
Muchas gracias porque son varias, así que gracias por la generosidad, señor Secretario Técnico.
A ver, voy en el orden, la pregunta que me ha formulado la diputada Blanca Alcalá.
Yo creo que uno de los objetivos de todo sistema democrático es que su sistema representativo, es decir, que la representación política sea lo más, puede parecer una tautología, no lo es, lo más representativa posible.
¿Esto qué quiere decir? Que la representación política refleje de la mejor manera posible, nunca puede ser perfecto este reflejo, la diversidad política expresada en las urnas.
Hay países que han hecho grandes apuestas en este sentido, como por ejemplo, el que sigue siendo el paradigma de la representación cuasi pura, que es Alemania, en donde, por cierto, la Cámara de Diputados el Reichstag no tiene un número fijo a priori, porque se asignan diputaciones para lograr al final del día, dado que es un sistema que tiene una cuota mayoritaria y una cuota proporcional, pero tiene un número de diputados comodines, es decir, diputados comodines, legisladores comodines, déjenme llamarlo así, para que se asignen o no para logar una representación pura.
¿Cuál es el propósito democrático de todo sistema representativo? Que si un partido tiene el 30 por ciento, tenga el 30 por ciento de votos, tenga el 30 por ciento de la representación. Digamos como principio.
De eso depende de muchos factores. Del tamaño del órgano legislativo, un órgano pequeño pues más pequeño pues es un órgano que va a tener una mayor distorsión inevitablemente del sistema electoral adoptado.
Yo he sido siempre un defensor del sistema proporcional y celebro que la iniciativa presidencial, lo digo así.
No me voy a meter, creo que no es mi papel, a juzgar las iniciativas, eso le toca a las y los legisladores, a nosotros nos toca darles información.
Pero celebro a que se apueste a su sistema de representación proporcional pura. El problema es que con la división, no en una circunscripción, o en cinco como hoy ocurre, sino en 32, ocurre una distorsión seguramente porque se reduce, además, el número de diputaciones.
Eso les tocará a ustedes, pero insisto, yo quiero aquí poner sobre la mesa lo que son los principios.
Uno de los principios es la representación pura y evidentemente, Blanca, aquí tiene que ver todo lo que tiene, todo lo que hemos, todo lo que ha sido, ha ocurrido en término de acciones afirmativas.
Y, tan es pertinente una reforma, pertinente, ¡ojo¡, si se cumplen las condiciones que hacen que la reforma no vaya a ser un problema, porque hoy lo electoral no es un problema, no lo volvamos tal como sociedad.
Pero lo que volvería pertinente una reforma es que ustedes tendrían la ocasión, ha habido una discusión con Nacho desde hace mucho tiempo, yo creo que el INE ha tenido, sí que ocupar funciones del legislativo cuando el legislativo no ha cumplido con las normas que nosotros debemos aplicar, y ahí en la discusión creo que, en fin, en el mejor de lo ánimos creo que hay muchos temas todavía en los que hay que ir avanzando.
En este sentido qué quiero decir, que la reforma es una oportunidad para que ustedes legisladoras y legisladores juzguen si las acciones afirmativas que ha tomado la autoridad electoral, el INE o el Tribunal, son pertinentes o si se nos ha eventualmente pasado la mano.
Yo asumo que hemos tomado acciones afirmativas, de las que yo estoy muy orgulloso, pero las hemos tomado a destiempo y hemos metido a los partidos políticos en problemas, porque tomar decisiones sobre acciones afirmativas cuando los partidos ya están en los procesos de asignación de candidaturas, a ustedes los mete en problemas y creo que eso es algo que hay que reconocer.
Dicho eso, hay algunas acciones que son muy pertinentes, otras que no son tan congruentes visto el marco legal que tenemos.
Ustedes integran una Legislatura y lo digo con orgullo porque esa acción afirmativa la tomamos en el INE, en la que no solamente se maximizó la representación de las comunidades, pueblos y comunidades indígenas, sino hay representación inédita de otras comunidades que habían sido históricamente marginadas, entre ellos los migrantes.
La comunidad de la diversidad sexual, las comunidades afromexicanas, ¿qué pasa con los migrantes?, tenemos un pequeño dilema, hoy hay representantes en la Cámara de Diputados que representan a la comunidad migrante, pero son votados por quienes vivimos en México, porque el voto de los migrantes no está permitido para las elecciones de diputados.
Estas son las cuestiones que hay que corregir, me parece, y es una oportunidad maravillosa que ustedes van a tener para que las acciones afirmativas que tomamos en los órganos electorales y que pueden cambiar con una integración distinta, se consoliden, las que valen la pena, y se corrijan las que haya que corregir.
Entonces, yo creo que hemos avanzado mucho en términos de acciones afirmativas, pero el tema de la comunicad migrante es un tema que sigue constituyendo un enorme pendiente de nuestra progresión democrática.
Segundo, quiero ser muy prudente, no le corresponde al Presidente del INE juzgar las distintas iniciativas, lo que nos corresponde, si en el futuro hay reformas, cuando vuelva a la Universidad a partir de abril próximo, me vuelven a invitar, ahí sí podré emitir un juicio, digamos, que pueda, que hoy está, lo digo de veras con ética de la responsabilidad como funcionario público, que hoy no me siento cómodo, es más, creo que no es mi papel venir aquí a plantear.
Lo que sí les digo es lo que, desde mi punto de vista, viendo hacia atrás en nuestra historia son conquistas democráticas que toda reforma electoral debería preservar e incluso maximizar.
¿Cuáles son esas conquistas?, déjenme decirlo así, temas en los cuales, si hay una regresión, hace que una reforma no valga la pena, porque implicaría desandar el camino que tan trabajosamente hemos andado y que ha costado, Arturo, sangre, esfuerzos, vidas de gente que se ha dedicado para transitar a la democracia.
Porque vuelvo a insistir, la democracia no es construyó en un día, es el resultado de una larga apuesta de generaciones y generaciones de mexicanas y mexicanos que a pesar de sus diferencias políticas convergieron en un punto: que las reglas del acceso al poder fueran reglas aceptadas por todos, que fueran reglas justas, y que fueran reglas en donde es la ciudadanía, y nadie más, quien decide quién nos gobierna y nos representa.
Cuáles son estos elementos, los que yo diría, son los irreductibles que debería preservar para no mermar la calidad democrática de nuestro régimen político, toda reforma electoral.
Uno, la autonomía y la independencia de los órganos electorales; de ahí venimos.
La verdad me sorprendía mucho que un diputado muy prominente, no digo nombres porque no me toca, hace un año dijera “como ya cambiaron las cosas, hay que volver a la época en la que la Secretaría de Gobernación organizaba elecciones”.
Creo que, a ninguno, en esta mesa, está en esa lógica, ninguna de las iniciativas está en esta lógica, y es algo que hay que agradecer, porque implicaría que la lucha por la autonomía de los órganos electorales, autonomía frente a los poderes, e independencia frente a los partidos, que luego, hombre, lo decía Armando Maitret, pues claro que los partidos usan, nadie puede pretender en sana lógica, que no sea así.
Juzgan dependiendo de si les favorece o no las resoluciones de los órganos electorales la actuación de la autoridad electoral.
Hay que salirse, digamos, de la ceguera del taller y ver el conjunto.
Yo creo que, en términos generales, la autonomía y la independencia de los órganos electorales no pueden perderse.
Segundo, el profesionalismo de la función electoral.
Así nació el IFE en 1990, era uno de los principios rectores de la función electoral, la profesionalización. Después se quitó del artículo 41 constitucional, porque eso ya se asumió. Imbuyó todo el funcionamiento de la autoridad electoral.
El Servicio Profesional Electoral es la columna vertebral y la garantía fundamental de que las elecciones se realicen con profesionalismo y sin sesgo.
Qué me preocupa en esto, o una parte de la profesionalización; la permanencia de las estructuras electorales.
Cuando se constituyen estructuras territoriales de temporal, se pierde profesionalismo, y creo que el profesionalismo es un principio que hay que preservar, un irreductible a preservar.
Tercero, el Padrón autónomamente gestionado.
Por cierto, aquí reitero la disposición del INE para de la mano de la Secretaría de Gobernación, finalmente empezara a credencializar a menores de edad, lo podemos hacer, y no le va a costar prácticamente nada al Estado mexicano. La función no es del INE, es de Gobernación; pero la gobernación no tiene ni la infraestructura ni la credibilidad pública que tiene el INE.
Por qué no avanzamos hacia allá. De nueva cuenta, aquí en la Cámara de Diputados, tiendo la mano para que con el Secretario de Gobernación firmemos esto y avancemos en lo que es un oprobio no haber resuelto.
Ahora, un padrón electoral autónomamente gestionado, no dependiente de una instancia política, es la condición básica para el principio del voto libre.
Sin un padrón autónomo, con un padrón manipulado, que es de dónde venimos, no hay modo de que haya voto libre.
Tercero, las condiciones de equidad en la competencia.
Lo que hoy estamos viendo aquí, esta representación de la pluralidad política, me atrevo a decirlo sin equivocarme, creo, es producto de las condiciones de equidad que se han construido en los últimos 25 años.
El piso mínimo que permite a todos los partidos políticos efectivamente contender por cargos públicos y la alternancia a la que he hecho referencia es resultado de esas condiciones equitativas.
Estefany nos puede contar lo que significa un régimen electoral en donde no hay control del dinero, no hay modo de controlar el dinero y la equidad depende de pues simplemente cuántos grandes financiadores logras conseguir para tu campaña, como son en los Estados Unidos.
Y finalmente, la calidad de la representación a la que ya hacía referencia. Todo lo que se haga para mejorar la distorsión entre escaños que le corresponden a cada partido y voto recibido, va a fortalecer el sistema político. Sin ello, si esto se merma, creo que una reforma, la que sea, no vale la pena, pero hasta ahí llego.
Y finalmente, un último dato aprovechando los 36 segundos, Leonel, vamos a tener que iniciar un proceso…Leonel te llamo así por la amistad propia y heredada, si se me permite de parte de mi padre. Vamos a iniciar un proceso bien delicado de negociación del presupuesto.
Es importantísimo que los datos sean datos ciertos y que haya una, ustedes son, como diputadas y diputados van a tener una obligación reforzada por la Suprema Corte de Justicia al momento de definir el presupuesto, que es una potestad de ustedes, nadie lo cuestiona, ahí está el artículo 54 constitucional.
Y nosotros hemos tenido en el presupuesto que lesmandamos que hacer una justificación reforzada también. La Corte nos dio la razón en el diferendo anterior, pero eso no significa que nos exima de una obligación y creo que en este sentido toda la información y los datos ciertos es fundamental.
Sé que es una pregunta para Eduardo, ya Eduardo la va a contestar también, pero, a ver, no es cierto que en 2022 tengamos un presupuesto de 19 mil millones porque están sumando lo que les toca a ustedes los partidos políticos. El presupuesto que se nos dieron fueron 14 mil millones.
No digamos que la autoridad electoral es cara por el modelo de financiación a la política que puede o no mejorarse y yo creo que hay que reducir, sin perder equidad, lo digo de una vez.
Así que y además, comparabas con el 21, bueno es que en el 21 hubo un proceso electoral federal y en el 22 también, se llamó Revocación de Mandato que lamentablemente el INE no pudo hacer como lo mandata la ley que ustedes aprobaron porque no hubo condiciones, pero creo que ésa va a ser una discusión, lo digo con mucho respeto, no quiero aquí abrir una polémica innecesaria, creo que aquí estamos hablando de la reforma electoral.
Pero el ofrecimiento de veras, a tener un diálogo respetuoso y objetivo sobre lo que tiene que medir y cuánto debe costar la política y las elecciones en nuestro país.
Me va a tocar negociar un presupuesto como Presidente del INE que no me va a tocar ejercer, así que eso abre una buena disposición para ir construyendo en adelante.
Muchas gracias.
(segunda ronda)
Muchas gracias.
Voy con algunas respuestas muy puntuales y telegráficas en obvio de tiempo.
Me preguntaba el diputado Torre Blanca del PAN si se ría pertinente revisar el tema de las sanciones, particularmente el de los funcionarios públicos en las violaciones contempladas a la legislación electoral.
Yo creo que sí porque estamos llegando a un extremo en el que las sanciones muchas veces no son, no transitan y se genera un ambiente de impunidad que a nadie le conviene.
Pongo un ejemplo: cuando el INE ha sancionado y ha sancionado mucho y de muy diversos partidos, a funcionarios locales, incluidos gobernadores por alguna transgresión a las normas, a quien le damos vista, un Gobernador no tiene superior jerárquico, entonces es al Congreso.
¿Qué ha pasado? Que hay congresos que han guardado la sanción en el cajón, que hay congresos que han impuesto sanciones normalmente económicas a sus gobernadores y hay congresos que nos han dicho, no, te equivocaste, no hubo sanción, cuando los congresos son solamente un órgano ejecutor, no son un órgano de revisión de lo que define el INE o el Tribunal Electoral.
Entonces yo sí creo que tenemos un problema que pues debería seguir la misma lógica que sigue en todo régimen constitucional y que, en el nuestro, incluso, pues en el caso, por ejemplo, de la justicia federal. Digo, Armando es Magistrado Federal, no me va a dejar mentir.
¿Qué pasa cuando las decisiones de la Suprema Corte no son acatadas? A veces nada, pero otras veces tiene la potestad la Suprema Corte de llegar incluso a la destitución del funcionario que nos las acata. Y creo que eso vendría a reforzar un régimen pues para evitar impunidad, porque creo que uno de los grandes problemas que ha tenido en nuestro país y que tiene el precario Estado de Derecho que todavía nos caracteriza como sociedad, lamentablemente, es justamente la impunidad.
Entonces yo creo que sí habría que revisar ese tipo de sanciones y que sean pertinentes las mismas para enfrentar este problema.
Y coincido en esto con lo que mencionaba Marco Baños, creo que la legislación, pero eso no es una cosa del INE, se han instrumentado sanciones en la legislación y prohibiciones, aprovechando de cómo lo damos más barato nuestro sistema, que complican muchísimo no sólo la operación electoral, exponen a las autoridades electorales al juicio inevitable en los partidos políticos.
Y lo digo con mucha franqueza y respeto, cuando el INE sanciona un partido pues siempre es una, pasa en los deportes, decía Maitret, pues es un árbitro parcial, y cuando sanciona al de frente pues a lo mejor es un árbitro justo.
Ese es el dilema del arbitraje, no lo quiero banalizar, pero el tiempo apremia.
Lo que quiero decir es que hay muchas prohibiciones que yo no sé si tengan sentido, lo decía Marco, México es el único país en donde tenemos la Revocación de Mandato y los legisladores, no el INE, los legisladores le prohibieron al Presidente de la República pronunciarse. ¡Hombre!, si se está pidiendo su destitución, su remoción anticipada, porque eso es la Revocación de Mandato, la remoción anticipada porque eso es lo que es la Revocación de Mandato, la remoción anticipada, pero se puso en la ley.
Yo creo que por eso hay que, deveras, en una lógica de retroalimentación ver cómo se van mejorando y eso qué trae, además del desgaste político, para las autoridades electorales, pues trae procedimientos que en ocasiones son farragosos y acaban al final del día traduciéndose en costo, investigaciones que tienen que hacerse en cambio y demás, además, en suma.
Respecto de la, sé que no era para mí, era para Huchim, pero la pregunta que hace el diputado Hamlet Aguilar, del PT, bueno yo creo, perdón, Almaguer, ay, perdónenme, perdón, perdón, de los costos.
Es que, de nueva cuenta, no se pueden comparar peras con peras, manzanas con manzana y, sobre todo, no se puede simplificar el costo de la autoridad electoral, lo digo con muchísimo respeto.
Se deben comparar peras con peras y no peras con manzanas, porque lo digo con mucho respeto, el costo de las elecciones es un costo muy particular y obviamente se varía.
Si observamos las cifras, el INE nunca ha solicitado y al INE nunca se le han entregado los mismos recursos para organizar dos elecciones locales o organizar dos elecciones locales como en el 20 que las elecciones federales en el 21, pero hay costos fijos que dependen, por ejemplo, el 30 por ciento del gasto operativo es la entrega de la credencial para votar.
Decía Eduardo, Eduardo, sabes perfectamente bien hay que ser muy claros y honestos en las cifras, hay 17 mil empleados fijos, pues sí, pero ocho mil son los que nos permiten operar los 850 módulos y no pidió el INE la fiscalización; hay cerca de 500 gentes permanentemente haciendo la fiscalización.
Es decir, revisemos todo esto sin perder confianza, que es el punto, el INE no se cierra a un replanteamiento del sistema electoral, pero creo que lo que decía Reginaldo es fundamental: nuestro sistema electoral abigarrado y los costos son el resultado de la desconfianza endémica que ha caracterizado a nuestro país y perdónenme, deveras estamos como en Inglaterra, lo más caro de organizar una elección, ustedes lo saben muy bien, es el trabajo de campo.
Por cierto, el INE realiza, después del INEGI, el trabajo de campo más grande que realiza el Estado mexicano cuando hay elecciones, porque, en efecto, tiene razón Eduardo, pero eso lo decimos hasta en nuestros spots, Eduardo, son los ciudadanos los que hacen las elecciones, lo demás son, lo sabemos.
En realidad, quién dice que no, pues ese es el modelo ciudadanizado.
Y, por cierto, ahorita hablo de confianza de los ciudadanos respecto de su sistema electoral.
Pero mi punto es, ¡eso es lo más caro!
Por qué en cada elección -pregunta- por qué en cada elección federal el INE tiene que sortear a 13 millones de ciudadanos, visitarlos en sus domicilios en todos los rincones del país, para de ahí sacar al millón y medio de ciudadanos que se requiere para operar las elecciones federales.
Por la desconfianza endémica.
En Inglaterra, quiénes son esos funcionarios. Todos son funcionarios públicos, y una vez que están capacitados operan las elecciones durante décadas.
¿Podríamos hacer eso en México? Mucho me temo que el día después tendríamos un problema, porque, se han puesto a pensar, ustedes saben mejor que nadie, por qué se sortea a los ciudadanos que van a ser funcionarios de casilla, y por qué se hace esto en cada elección; para evitar que los partidos políticos sepan a priori quién va a contar los votos.
Porque tiene razón Jorge, el INE no cuenta los… yo no cuento votos como consejero electoral, los que los cuentan son los ciudadanos, las ciudadanas, que son los que hacen las elecciones.
Por qué, entonces, no se quedan permanentemente; porque día después vamos a tener un problema de confianza, y nos ha costado muchísimo remontar la confianza, construir confianza.
Entre otras, costos, también, económicos, hay que decirlo.
¿Hay que abaratar los procesos electorales? ¡Claro! Y si esto es producto de un consenso político ¡adelante! Lo que no se va a valer, es que el día después digan, no, se eliminó las esferas de credibilidad y de confianza que se habían construido.
Rubén, ya contestó prácticamente Osvaldo. Hago mías esas reflexiones. Creo que tenemos un problema muy grave como sociedad.
El tema de la criminalidad organizada lamentablemente ha tendido a politizarse y es muy grave; sobre todo en el ámbito electoral.
Ese es un problema que aqueja a toda la sociedad.
¿Hay injerencia al crimen organizado en los procesos electorales? Pues miren, lamentablemente como Estado hemos fallado. ¡Como Estado, eh! Porque no hemos logrado construir un diagnóstico, sobre todo a partir de lo que se ha planteado en los años recientes.
Desde el INE hemos estado insistiendo con las instancias de seguridad federal, es que tenemos que construir ese diagnóstico. Porque nadie puede lucrar de la inseguridad en los procesos electorales.
De nueva cuenta, hay una tarea pendiente como Estado, pero el INE no es un órgano responsable de seguridad. El INE no hace mapas de riesgo, nuestra gente busca a los ciudadanos para instalar casillas. Y necesitamos, por supuesto, para que existan las condiciones de paz pública para que las elecciones se recreen, de la colaboración de todos los órganos del Estado mexicano.
Y desde aquí mi reconocimiento al gobierno anterior y al gobierno actual por esos canales de comunicación que se han generado, pero el diagnóstico nos falta, y sobre todo, las acciones que como Estado, en materia de seguridad, podamos hacer para blindar los procesos electorales de injerencias eventualmente indebidas, pero el diagnóstico hoy, lamentablemente, lo digo, no lo tenemos como Estado mexicano.
Jorge, propuesta regresiva, yo creo que ninguna propuesta es regresiva si no se alteran estos cinco grandes ejes que mencioné la vez pasada y aquí aprovecho, mi estimado Jorge, coordinador para decir: no es que se propongan eliminar, lo que sí es cierto es que hay propuestas que quitan de la Constitución lo que eran los blindajes que están y eso no sé qué signifique.
Ya lo decía Marco, se plantea que el INEC gestione el Listado Nominal, perdónenme, que el INEC haga la integración del Listado Nominal. Sí, pero hoy la Constitución dice que hace la integración del Padrón Electoral, no es lo mismo. No es lo mismo, el listado nominal deriva del Padrón Electoral.
¿Quién va a ser depositario del Padrón Electoral? A lo mejor, no quiero ver moros con tranchetes, nunca los he visto, pero son definiciones que hoy están en la Constitución y que se propone no estén.
Se planeta que el INEC no va a tener una presencia desconcertada en el país y ¿entonces quién va a hacer las elecciones? ¿Se van a constituir órganos temporales? ¿Dónde ponemos la profesionalización? Hoy el Servicio Profesional Electoral está planteado en el 41, se plantea una reforma al 41 para que no esté.
No estoy y de veras, no menciono qué iniciativa es siquiera porque yo quiero ser respetuoso de todo esto. Lo único que digo es, a ver y respecto de la elección, nada más Jorge, de veras, yo jamás me he pronunciado en contra de y lo pueden documentar. Lo que yo he dicho, eso sí, es que…no, a lo mejor están confundiendo a Woldenberg, pero es otra cosa, eh.
Yo no lo he dicho, eh. Yo no lo he dicho. Lo que… ¿perdón? Ah no, en este caso es a Jorge Mier, perdóname, Nacho, disculpa. Nacho discúlpame, perdón, perdón.
Lo que decía, Nacho, yo nunca he dicho que no se elijan, lo único que digo será que habrá que ver la pertinencia o no.
Lo que sí es cierto es que IDEA Internacional en un informe de 2014 señala que, de 217 países estudiados, en ninguno se eligen a las autoridades electorales. No sé si eso tenga alguna razón de ser, se platea en la iniciativa del Presidente que harán campaña, que tendrán acceso a los medios y ¿quién va a pagar los spots para tener acceso a los medios?
Eso se los digo porque ustedes mismos saben, los spots que hoy se transmiten tienen un costo. ¿Quién va a estar detrás de eso o solamente va a poder candidatearse quien tenga dinero para los costos?
Porque a los partidos políticos se les prohíbe intervenir en ese proceso, con justa razón creo yo. En fin, yo no estoy en contra de ninguna propuesta, pero analice usted todas las implicaciones.
Dicho eso, perdón, Reginaldo, creo que lo que tú dices es fundamental en términos de la confianza, y la gran pregunta es, ¿cómo hacemos para abaratar elecciones sin perder confianza? o al revés ¿cómo construimos un sistema electoral basado en la confianza?
Miren, costo y confianza es un proceso lento, gradual, y delicado, y esa ha sido la ruta sobre la que hemos avanzado, y hoy nuestro sistema electoral es confiable, yo entiendo que haya quien diga que no se cree en el sistema electoral, es normal, son posturas políticas, pero ahí están los datos.
El Instituto Nacional Electoral bien o mal es un órgano que hoy goza, el órgano civil que más confianza goza, y eso es, no lo hago para presumir nada, es que de eso depende que pueda haber elecciones.
Déjenme poner un par de datos, nosotros en 2021 necesitamos casi un millón 460 mil ciudadanos para organizar las casillas y, afortunadamente, casi tresmillones aceptaron esa función que a la que el INE los invitaba.
En la revocación de mandato necesitamos a 287 mil ciudadanos para instalar las mesas, ya reducidas, lamentablemente, 659 mil, a pesar de lo polémico que resultaba ese ejercicio, habían aceptado.
En las elecciones pasadas de junio en los seis estados, 147 mil ciudadanos requeridos, 48 mil; 240 mil habían aceptado, es decir, esa es la confianza ciudadana que yo creo que hay que preservar, los consejeros vamos y venimos, esos no son, eso no es el INE. Quien piensa que eso es el INE se está equivocando, el INE lo hacen los ciudadanos.
Perdón, acabo solamente haciendo una invitación a que no perdamos la confianza, de veras, agradeciendo muchísimo este espacio.
La confianza ha costado muchísimo construirla y se puede perder muy rápido si se toman decisiones equivocadas, nunca he dicho, ni aquí dije, que no era pertinente hacer una reforma.
Cuando dije que no era necesaria yo quiero decir que simple y sencillamente con el sistema actual podemos seguir avanzando, pero siempre va a ser pertinente una reforma si se generan los consensos políticos que permitan, de entrada, una confianza en las nuevas reglas del juego.
Y eso es, creo, el gran desafío que la Cámara tiene, cuenten con el INE para generarles los insumos de un trabajo que no le toca al INE, le toca a usted.
Gracias.
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