Muchísima gracias, doctora.
Saludo con mucho afecto y gusto al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como a la Magistrada Mónica Soto.
Saludo también a la doctor Nadine Gasman; a las consejeras del Instituto Nacional Electoral, Norma De la Cruz, Presidenta de la Comisión de Genero y No Discriminación de nuestra institución; y a las consejeras Adriana Favela y Carla Humphrey, integrantes de dicha Comisión.
Del mismo modo, a la Titular de la Unidad Técnica de Género y No Discriminación del INE, a la maestra Liselotte Correa.
Y, también, saludo a las funcionarias y funcionarios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de INMUJERES y del propio INE.
Finalmente, a todas las compañeras y compañeros de las organizaciones de la sociedad civil que son aliadas estratégicas, aliados estratégicos de este Observatorio.
Desde su creación, el Observatorio para la Participación Política de las Mujeres en México ha contribuido decisivamente a la causa de la paridad y en la inclusión en la recreación de nuestra democracia.
Han sido ya más de siete años de colaboración entre instituciones del Estado mexicano, de organizaciones de la sociedad civil y de organismos regionales y multilaterales que, compartiendo objetivos y convicciones, hemos logrado modificar la forma en que las mujeres participan las contiendas electorales en prácticamente todos los ámbitos de elección.
En este lapso, las sinergias que hemos generado en este Observatorio han incidido de manera significativa en el andamiaje normativo sobre el que se sustenta la paridad en los comicios.
La premisa que hemos sostenido desde hace algunos años, en el sentido de que la democracia es una obra colectiva en la que todas y todos tenemos una responsabilidad, ha sido una brújula con la que nos hemos conducido en los trabajo de este Observatorio para la participación Política de las Mujeres.
Entre los datos que ejemplifican las decisiones que hemos tomado entre todas las instancias que participamos en este espacio en favor de la igualdad y la inclusión, permítanme mencionar sólo algunas.
Hemos garantizado, no sólo la paridad en todas las candidaturas, como lo dispone la legislación, sino que establecimos mecanismos para asegurar la paridad en la representación política y acciones afirmativas para fortalecer la inclusión en los ámbitos de representación política.
Desde 2015, este impulso a la paridad en las candidaturas se ha manifestado, tanto en los congresos locales, como en la Cámara de Diputadas y Diputados, como ya se mencionaba, actualmente la LXV Legislatura federal, tiene en la Cámara baja una perfecta paridad 250 diputadas y 250 diputados.
Derivado de las acciones afirmativas tomada para las elecciones de junio de 2021, se incrementó el número de mujeres gobernadoras y se ha experimentado una creciente presencia de mujeres legisladoras en los congresos locales, como ya se ha mencionado.
Adicionalmente, gracias a los objetivos comunes que se han traducido en acciones afirmativas, se lograron 65 diputaciones federales para que la diversidad y la inclusión se escuche en la Cámara Baja.
También, se incluyeron en los criterios para registro de candidaturas, la llamada Tres de Tres en materia de violencia política, con la finalidad de ir generando un contexto de exigencia y de congruencia política y de vida, entre quienes aspiran a competir por un cargo de elección popular.
Cada uno de estos datos, refleja el carácter colectivo de nuestra democracia y, de manera especial, la responsabilidad que tenemos las instituciones del Estado mexicano para garantizar que la democracia se recree con igualdad y en condiciones de equidad.
Pero la convivencia social de una nación como sabemos trasciende la dimensión electoral, las inercias culturales, los estereotipos de género, la impunidad en materia de violencia de género que se da en las redes sociales, así como la discriminación y violencia en contra de las mujeres que asumen cargos de representación o de gobierno, nos recuerdan día a día esas otras dimensiones de nuestra convivencia.
Lo mismo sucede con el nocivo efecto que ha tenido la pandemia en el incremento de feminicidios, en la violencia intrafamiliar en contra de mujeres niñas, niños y adolescentes.
Cada uno de estos fenómenos, nos alertan sobre la importancia de que las decisiones que tomemos las instituciones públicas en materia de género e inclusión sean interseccionales y con enfoque intercultural.
Son justo las otras dimensiones de nuestra convivencia como sociedad, las que nos alertan sobre la necesidad de seguir impulsando condiciones que contribuyan a la igualdad sustantiva y a salirnos de la noria electoral en materia de género.
Hay que mantener los alcances, los logros hoy alcanzados, hay que potenciarlos, pero las dimensiones de la violencia de género trascienden el ámbito estrictamente electoral.
Ante los logros alcanzados y por la importancia de este Observatorio en el impulso de la Participación Política de las Mujeres y la inclusión en la democracia mexicana, es para el INE un honor tener de nueva cuenta la Presidencia rotatoria de este Observatorio, por un año.
A nombre de las consejeras y consejeros electorales, agradezco el trabajo realizado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, durante el año que tuvo a su cargo la presidencia y reiteró como lo he dicho en otras ocasiones, que este Observatorio es un espacio fundamental para darle visibilidad a la agenda de género y para fortalecer el carácter incluyente de nuestra democracia, trazando la ruta que debemos seguir.
En tal sentido, permítanme compartir con ustedes cuatro reflexiones sobre los desafíos que, desde mi punto de vista hoy enfrentamos en materia de paridad, para el trabajo del Observatorio durante los siguientes 12 meses: En primer lugar, ante el incremento en las violencias que padecen mujeres, niñas, niños y adolescentes, me parece que una prioridad que este Observatorio debe tener para este 2022, debe ser permear las dinámicas de sinergias y de responsabilidad colectiva en materia de género que hemos asumido en la dimensión electoral para tratar de exportarlas, de hacerlas llegar a otras dimensiones de la vida nacional, especialmente en el ámbito de las entidades federativas.
La idea es crear sinergias para erradicar o al menos para disminuir los niveles de impunidad en relación con la violencia de género y en ello me parece que tanto los OPLES, como la Asociación Mexicana de Consejeras Electorales Estatales pueden jugar un rol importante muy activo en las entidades federativas.
En segundo lugar, hemos señalado en varias ocasiones que los municipios se han convertido en la última frontera para lograr los objetivos de la paridad. Mientras en los poderes legislativos la paridad es una realidad, en los municipios la participación de las mujeres es de apenas el 25.8 por ciento, no sólo no aumentó en 2021, sino que disminuyó dos puntos.
Los municipios han sido el talón de Aquiles para lograr la paridad; son los espacios en donde las mujeres que acceden a ese nivel de gobierno enfrentan los mayores obstáculos para desempeñar adecuadamente las funciones que se les confirieron a través del voto ciudadano.
De ahí que, aprovechando la participación del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal en este Observatorio, convendría que en el 2022 se elaborara un estudio específico que nos permitiera generar un diagnóstico preciso sobre los obstáculos que se enfrentan, por parte de las mujeres, para desempeñarse en esos ámbitos y, con base en ello, tratar de diseñar nuevas herramientas que contribuyan a superar las reticencias, tanto en el ámbito de la postulación de candidaturas, suficientemente resuelto, pero sobre todo en la toma de las decisiones cuando asumen los cargos.
Se trata, me parece, de establecer metas evaluables y que a partir de esos resultados se puedan perfeccionar las herramientas y avanzar gradualmente hasta que la paridad sea una realidad municipal, como lo es en los congresos locales y en el Congreso de la Unión.
En este año se renovarán, además de algunas elecciones extraordinarias que están en curso en los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, se renovará también, el Congreso -perdón- los municipios en el estado de Durango; habrá que poner atención particular para tratar de avanzar en la paridad en ese ámbito.
En tercer lugar, me parece que necesitamos concebir el trabajo de los próximos 12 meses, como los 12 meses más relevantes para avanzar en la pedagogía pública sobre las herramientas y el combate a la violencia de género, antes de que llegue la vorágine del proceso electoral de 2024 que, una vez más volverá a ser el más grande y, seguramente, el más disputado de nuestra historia; ya que en ese momento la competencia y los cálculos políticos condicionarán las propuestas que se harán en esa materia.
Finalmente, una cuarta reflexión, de cumplirse lo que han anunciado algunas fracciones parlamentarias y gobierno federal, en los periodos de sesiones de este año, el segundo de este año legislativo y el primero del próximo se impulsará probablemente la discusión de una posible reforma electoral.
De ser así, una parte del trabajo en este observatorio deberá encaminarse a contribuir con propuestas que consoliden los logros que hemos alcanzado en materia de paridad, inclusión, pluralismo equidad, autonomía, independencia de las autoridades electorales, y sobre el sistema de doble garantía que tanta certeza y legalidad ha proporcionado a nuestro sistema electoral.
Permítanme concluir diciendo que el día de hoy vence el plazo para que el INE reciba la respuesta formal de la Secretaría de Hacienda y de otras autoridades que se ha formulado por parte de esta institución, del INE, respecto de la solicitud de recursos presupuestales que, conforme a la resolución del Tribunal Electoral nos permitiría instalar el número de casillas que mandata la ley, en este inédito ejercicio de Revocación de Mandato que se llevará a cabo en todo el país el próximo 10 de abril.
Como hemos dicho en otras ocasiones la revocación de mandato va, y va con todas las certezas que debe tener cualquier proceso de participación ciudadana organizado por el INE, eso es un hecho.
Lo único que está en duda es la cantidad de mesas de votación que podremos instalar. Si no recibimos la ampliación presupuestal el INE únicamente instalará un monto cercano a la tercera parte de las mesas de votación que se podrían instalar si contáramos, por el contrario, con el presupuesto solicitado.
Una vez más la democracia es una obra colectiva, y al igual que en los temas de género, las instituciones del Estado Mexicano tienen responsabilidades que cumplir para el buen desarrollo, y el buen encausamiento de nuestra vida democrática.
Esa ha sido la clave del éxito en la lucha por la igualdad, la inclusión y el pluralismo. Asumir, insisto, que la democracia es una responsabilidad de todas y todos.
Desde este Observatorio seguiremos trabajando para que la democracia mexicana siga siendo equitativa, incluyente, plural y paritaria como lo es ahora.
Sin diálogo, sin respeto por el estado de derecho, sin la colaboración auténtica, sin simulaciones entre instituciones del Estado, no se puede recrear adecuadamente la democracia, por eso, éste también es un espacio de promoción y de defensa de la misma.
Muchísimas gracias.
-o0o-