Desde una perspectiva feminista, Drude Dahlerup, académica danesa especialista en temas de género, considera que uno de los presupuestos esenciales que debe agregarse a la definición tradicional de democracia es que debe de estar libre de violencia de género. El otro es que las asambleas de elección popular y, el gobierno en general, deben reflejar la composición social de la población.
De acuerdo con cifras de ONUMujeres casi 1 de cada 3 mujeres ha sufrido abusos a lo largo de su vida; situación que se agravó durante la pandemia de covid-19, pues de acuerdo a un nuevo informe basado en datos de 13 países, 2 de cada 3mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo 1 de cada 10 dijo que recurriría a las autoridades en busca de ayuda. A su vez, dicho informe concluye que estas mujeres tienen más probabilidades de enfrentarse a situaciones de pobreza y escasez de alimentos.
La violencia contra las mujeres es una de las afrentas más lamentables a los derechoshumanos más extendidas, persistentes y devastadoras en el mundo, sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
En materia de participación política, las cosas no están mejor. Como resultado de la incursión y mayor presencia de las mujeres en el espacio público ha aumentado la violenciapolíticaen razón de género, como absurda respuesta del Estado patriarcal que se resiste a remover las inercias estructurales que históricamente han relegado a las mujeres al ámbito privado
La Declaración sobre la Eliminación de La Violencia Contra La Mujer, emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra las mujeres como «todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.»
En el ámbito interamericano, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará), la define como cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
Es por ello que la Organización de las Naciones Unidas hace un llamado urgente a enfrentar y erradicar este fenómeno que tanto lastima y lacera la vida en sociedad, mediante una campaña encaminada a visibilizar el problema y sensibilizar sobre la relevancia de combatir la violencia .
Este año la ONU promueve el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el lema «Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!»
Como en años anteriores, este día internacional marca el comienzo de una campaña por parte de las Naciones Unidas denominada Campaña Únete, la cual plantea 16 días de activismo (25 nov-10 dic) que concluyen coincidiendo con el Día Internacional de los DerechosHumanos.
Dicha iniciativa, tiene como fin prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, pidiendo una acción global para aumentar la conciencia, impulsar la promoción y crear oportunidades para el debate sobre retos y soluciones.
¡Sumémonos a esta iniciativa! ¡Pintémonos de naranja con todo lo que ello significa!
Para La Silla Rota es importante la participación de sus lectores a través de comentarios sobre nuestros textos periodísticos, sean de opinión o informativos. Su participación, fundada, argumentada, con respeto y tolerancia hacia las ideas de otros, contribuye a enriquecer nuestros contenidos y a fortalecer el debate en torno a los asuntos de carácter público. Sin embargo, buscaremos bloquear los comentarios que contengan insultos y ataques personales, opiniones xenófobas, racistas, homófobas o discriminatorias. El objetivo es convivir en una discusión que puede ser fuerte, pero distanciarnos de la toxicidad.
Consulta el artículo en La Silla Rota.