VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA SESIÓN INAUGURAL “LA DEMOCRACIA, EL ESTADO Y LAS INSTITUCIONES ANTE UN CAMBIO DE ÉPOCA”, EN EL MARCO DEL FORO GLOBAL SOBRE LA DEMOCRACIA
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Bueno, muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Bienvenidos al inicio de los trabajos de este Foro Global sobre la Democracia, una edición que pretende retomar la larga tradición que durante prácticamente 20 años, el Instituto, entonces Federal Electoral y, luego Nacional Electoral de México, sostuvo como una práctica para, periódicamente, analizar los problemas de la democracia latinoamericana.
Hemos considerado en esta primera edición a nivel global del mismo, escalar esta buena práctica para llevarlo a una reflexión mucho más integral de problemas que están afectando a las democracias en todo el mundo.
Permítanme empezar agradeciendo a ponentes, moderadores, invitados especiales y organismos co-convocantes, por su interés y compromiso, para poder concretar la celebración de este Primer Foro Global sobre la Democracia, para organizar un espacio de reflexión como éste en el que analizaremos desde diferentes experiencias y enfoques, algunos de los principales desafíos que han enfrentado nuestras naciones y de manera especial el rol que han desempeñado las autoridades electorales para llevar a buen puerto las elecciones y contribuir con ello a la recreación de la democracia en nuestros países, se requirió de mucho más que meras buenas intenciones.
Múltiples sugerencias sobre temáticas, hipótesis de trabajo, experiencias, casos relevantes y especialistas, fueron procesadas hasta llegar al contenido que se analizará en estos dos días de trabajo que tendrán como hilo conductor el tema del papel de los organismos electorales en la gobernabilidad democrática.
Por ello agradezco sinceramente a nombre de las consejeras y consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral de México, las aportaciones y acompañamiento, y respaldo de la fundación Kofi Annan, de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, de la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES), del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), y de la Organización de Estados Americanos.
A todas las personas y las organizaciones que nos han apoyado, así como a las y los participantes, les reitero mi agradecimiento y reconocimiento. Sin ustedes este Primer Foro Global sobre la Democracia, no habría sido más que una buena iniciativa, pero después de tantas agendas que se tuvieron que alinear, el que todos ustedes estén aquí garantiza que el foro será un espacio rico en experiencias e ideas, que nos ayudarán a todas y todos, a contribuir al fortalecimiento a la democracia en una época de cambios sociales y tecnológicos, de incertidumbre sobre el futuro y de desencanto con las instituciones y la forma de hacer política que heredamos del siglo pasado.
Muchas gracias, bienvenidos y mucho éxito en los trabajos de este foro.
Coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo Poblano: Continuamos en la parte del programa.
En este caso, tendría el uso de la palabra el señor Anthony Banbury, quien es el Presidente de la Función para Sistemas Electorales (IFES).
Presidente de la Fundación Electoral para Sistemas Electorales (IFES), Anthony Banbury: Qué tal, buenos días a todos.
Es un placer verlos a todos, lo único malo es que solamente los estoy viendo en una pantalla y no en persona.
Quisiera agradecerle, de todo corazón, a mi gran amigo y el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, y todos mis amigos del Instituto Nacional Electoral de México.
Y también, quisiera agradecer y saludar a todas las personas que apoyaron en la organización de este evento, la Comisión del Venecia, IDEA Internacional, la OEA.
Y sé que muchos de ustedes sienten ese pesar de no poder reunirnos de manera presencial, justo antes de que empezara la pandemia pude atender o asistir a la Tercera Conferencia, me parece que fue en noviembre en Los Cabos; entonces, espero poder ver a muchos de ustedes en persona en el futuro próximo en eventos como éste.
También tuve la suerte de poder asistir a las elecciones intermedias federales en México, y fue un ejemplo más de cómo el INE ha demostrado, de manera constante, su compromiso para realizar elecciones transparentes y justas para una de las democracias más grandes del mundo.
Creo que todos nosotros vemos al INE como un verdadero líder en muchas áreas en cuanto a la administración electoral y la cooperación internacional, creo que a lo largo de los años el INE ha sido un modelo a seguir no solamente en cuanto a sus procesos de administración electoral tan avanzados, pero también sus contribuciones a estos esfuerzos globales para fortalecer la democracia en todo el mundo.
Cientos de funcionarios electorales y muchos organismos electorales han participado en capacitaciones especializadas, talleres especializados organizados por el INE, y este compromiso global del INE ha sido recalcado por la visión tan estratégica del INE y su capacidad para desarrollar y fomentar el diálogo en materia de democracia, como lo hemos visto en la participación de diferentes eventos y foros.
Y yo estoy seguro de que va a ser una excelente discusión, un excelente debate, muchas gracias al INE, a Lorenzo y a todos nuestros colegas del INE por organizar esto e invitarme.
Quisiera simplemente hacer unos comentarios a un nivel bastante, digamos, estratégico.
Yo creo que va a ser de gran ayuda el facilitar un estudio y entendimiento práctico de todos los desafíos que vemos en el programa, en la agenda del día de hoy, y voy a leer un poco.
La pandemia, los cambios en la geopolítica global, la crisis ambiental y un cambio hacia un sistema nuevo a nivel internacional.
Cada uno de estos puntos nos obligan, como personas de diferentes, funcionarios de diferentes institutos, a trabajar de manera conjunta para poder entender los desafíos a los que se enfrenta la democracia para fortalecer la democracia, donde esté avanzando y para defenderla cuando esté siendo atacada.
Durante más de tres décadas he estado participando con temas críticos en cuanto a la administración electoral y la democracia, pero nunca antes habíamos visto de manera colectiva una expansión y aceleración de las amenazas a la integridad electoral y los valores democráticos, como lo estamos viendo hoy en día.
Al final de la guerra fría, los gobiernos y las personas en diferentes partes del mundo actuaron bajo la creencia de que la democracia liberal había conquistado los sistemas autoritarios, que la democracia había ganado, pero hemos visto en los últimos cinco a 10 años, un asalto, un ataque sin precedentes a esa creencia, hacia la democracia.
Hemos visto actores externos malignos que están apoyando a los autoritarios y están atacando a los sistemas democráticos, hemos visto el uso agresivo de la tecnología y la desinformación para tratar de engañar a la gente, engañar a los votantes y vemos también un impacto bastante grande de la corrupción en la capacidad de los gobiernos para cumplir con las expectativas de su gente.
Y al igual que la corrupción impide la capacidad de un gobierno para entregar lo que necesita y espera, la gente, la población, eso también afecta la fe de la población que tiene en el gobierno y en los organismos electorales, por ende, debilitando la democracia.
Yo me imagino que cuando escuchemos de nuestros colegas de IDEA Internacional, en esta sesión, cuando hable del nuevo reporte del estado de la democracia, yo me imagino que no todo va a ser buenas noticias, pero una diferencia muy grande y muy importante entre ese mundo bipolar de la guerra fría y ese choque de dos sistemas y ahora éste, incluso ahora, los autócratas, los editadores autoritarios sienten la necesidad de que su rol, su papel tenga una percepción de legitimidad, llevando a cabo elecciones y proclamando victoria en estas contiendas electorales, y lo hemos visto en Nicaragua, lo hemos visto en muchas partes del mundo, que los dictadores pasan por el ritual de las elecciones y esta necesidad percibida de los dictadores de hacer elecciones, de convocar elecciones y de tratar de legitimizar su autocracia a través de los votos de la gente, nos da a todos aquí, los que estamos comprometidos con la democracia, nos da una oportunidad de realmente tomar esto y aprovecharlo, y creo que todos nosotros reconocemos que los desafíos son enormes, tan grandes que no podemos y no debemos confrontarlos a través de aislamiento institucional, no podemos hacerlo de manera individual.
En IFES, cambiamos hace dos años nuestra misión y la ampliamos. Antes, nuestro enfoque era integridad electoral, y ahora nuestro enfoque es democracia en general, por muchas razones, pero la primera palabra de nuestra misión es juntos, juntos construimos la democracia, y eso refleja el entendimiento de que estos problemas son tan profundos, que necesitamos trabajar de manera conjunta, para lograr y alcanzar los objetivo que todos tenemos en común.
Entonces, el IFES está comprometido a desarrollar, en colaboración con nuestros socios en varios países del mundo, las nuevas herramientas, el nuevo entendimiento, los nuevos enfoques que se necesitan de manera tan desesperada para apoyar a las democracias a que resistan este ataque a la democracia, y especialmente, a las instituciones democráticas más frágiles.
Y yo quisiera agradecer al INE por convocarnos el día de hoy, porque el mundo necesita el tipo de liderazgo que ha estado demostrando el INE, incluyendo el unir a diferentes organismos electorales en conversaciones y foros como éste. Y es a través de ese tipo de asociación y de trabajo conjunto, es como vamos a poder resistir estos ataques a la democracia.
Pero ahora es el momento de hablar de ideas más grandes de lidiar con los desafíos sistémicos a los que se enfrenta la democracia, es hora de pensar en la solución, solamente en acciones, sino de los problemas de los actores que están usurpando a las instituciones electorales para extender su régimen autocrático.
Y nuestros socios en este foro, en este trabajo, siempre van a ser aquellos que están en la línea de ataque de la democracia, pero la manera en la que los organismos electorales se enfocan y se adaptan a estas amenazas es crítico para mantener, tanto la integridad electoral como la confianza del público.
Hay esfuerzos activos para atacar y menoscabar la fe que tienen la gente, la población en general en los gobiernos y los organismos electorales, los tribunales electorales, etcétera.
Los esfuerzos de capturar estos organismos, estos institutos o de menoscabar la fe que tiene la gente en ellos, realmente es una amenaza existencial la democracia y todos debemos de tener esto en mente.
Entonces, en una época donde todo es más complejo, más desafiante, es muy bueno reunirnos en foros y espacios de diálogo como éste que lo está proporcionando de manera tan amable el INE, y en espacios como éste, en foros como éste, podemos compartir nuestros aprendizajes y experiencias, y juntos podemos encontrar soluciones a estos grandes desafíos a los cuales nos enfrentamos como organismos electorales.
Entonces, estoy muy contento de estar aquí y de escuchar a los resultados de este foro y los demás ponentes y panelistas, y quisiera volver a agradecer y a felicitar a Lorenzo y a todo el INE.
Muchas gracias.
Coordinador de Asuntos Internacionales del INE, Manuel Carrillo Poblano: Okey.
Les anuncio que el moderador de esta mesa es el Presidente, Consejero Presidente del Instituto, el doctor Lorenzo Córdova, quien tendrá intervención después del doctor Dieter Nohlen y el doctor Daniel Zovatto, por lo tanto, adelante Consejero Presidente, para el siguiente ponente.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Sí, gracias Manuel.
Pues sin más, gracias Anthony, por tu intervención.
Sin más, le damos, me permito darle la palabra a, no solamente a un amigo de todos nosotros, sino además un intelectual respetadísimo y que ha sido maestro de generaciones y de muchos de quienes estamos aquí, el profesor Dieter Nohlen, Dieter, es un verdadero placer tenerte aquí entre nosotros.
La cantidad de textos que has publicado han sido…, son fundamentales todavía hoy, para el análisis y comprensión de nuestras realidades y es un verdadero honor, insisto, tenerte aquí.
Por favor, Dieter, adelante.
Catedrático de la Universidad de Heidelberg, Alemania, Dieter Nohlen: Muchas gracias, Lorenzo, por esta pequeña pero muy amable presentación, de mi persona.
Yo agradezco también la posibilidad de intercambiar algunas ideas con ustedes que obviamente me va a enriquecer.
Desde mi enfoque histórico empírico, el tema de la sesión inicial es muy pertinente y al mismo tiempo muy desafiante.
Nos ocupa y nos preocupa el desarrollo de la democracia y el estado, bajo condiciones de contexto en cambio.
Nos inspira la clásica que es cuestión de lugar, tiempo, en los análisis causales y/o correlaciónales, en especial la importancia de la variable contexto.
¿En qué pensamos al hablar de cambio de época? El término puede referirse, primero al cambio distrital, un fenómeno de tendencia global que sigue profundizándose diferente por región y país.
Muchos estudios suponen la asistencia de una era digital debido a la integración de cambios en un sinnúmero de aspectos que aparecen interrelacionados y tienen que ver con los desempeños de los estados en (inaudible), por ejemplo, la infraestructura digital e incorporar igualdad social en el reparto de sus beneficios.
Su mayor importancia respecto a lo que nos interesa aquí reside en la abundancia de información que ofrece a un público de distinto desarrollo intelectual, sin abrir espacios de reflexión sobre lo consumido en relación a la política, la complejidad de los procesos pueden superar a los usuarios (inaudible) y llegar a posturas o soluciones demasiado fáciles, ofrecidas por líderes políticos no muy comprometidos con la democracia y el Estado de Derecho.
Una expresión de este factor tecnológico de época es, segundo, el cambio estructural de la comunicación gracias a la formación y extensión de los nuevos medios sociales con enorme impacto en el proceso político, como anfitrión público.
Como anfitrión público de representación de intereses y resolución de controversias, me refiero a su muy cuestionable influencia en la formación y la opinión pública en particular de actores políticos gracias a la inmediatez de mensaje, suele erogar qué distribución y su incontestable impacto, mensajes a veces de información, mentira y odio que contribuyen a deslegitimar a la democracia, al estado Y a las instituciones.
Vale mencionar, sin más, a la figura y al expresidente estadounidense Trump con su campaña de negar, no sólo el resultado electoral, en su contra, algo que ocurre a menudo en América Latina, sino de tratar de impulsar fraudes electorales hasta instigar una rebelión.
Trump hace visible las posibles consecuencias dramáticas del uso intolerante, irresponsable y generador de desconfianza y con colaboración de los medios sociales.
Además a nivel la teoría política en esta nueva era comunicacional, estamos enfrentando el desafío epistemológico ¿qué es la verdad? ¿cómo tratar las llamadas verdades alternativas?, cuando incluso hay que tener que perdemos el consenso en relación a cómo dirimir controversias de manera racional, o sea, o diálogo que obedece a reglas e instituciones.
Como observó Barack Obama cómo se pierde la capacidad de discernir entre verdad y falsedad o mentira, se pierde una condición básica para el buen funcionamiento de la democracia.
De esta manera un factor para marcar una línea divisoria de época, podría consistir de cero, en la epidemia COVID-19, con sus efectos internos en las naciones, la irresponsable negación como epidemia que ahogue de la mentalidad de conspiración, el fatal manejo de protección de la población, el fomento de tendencias en separar en vez de unir, a nivel social entre vacunados y no vacunados, a nivel que valores entre libertad y responsabilidad, aunque estos valores se condicionan mutuamente.
Incluso el riesgo de que una parte de la sociedad radicalizada abandona el terreno de los valores comunes.
A nivel internacional (inaudible) la globalización y revalúa el estado nacional bajo el reclamo de soberanía.
La pandemia puso también en evidencia la tendencia peligrosa de debilitar las reglas con las que generamos y concordamos nuestros conocimientos, en particular por el procedimiento de pacificación (inaudible), según el racionalismo crítico del filósofo austriaco británico Karl Popper.
Cambio de época puede referirse, cuarto, al cambio climático, y por su parte, esta vez el fenómeno más global posible cambia la humanidad entera, está produciéndose y tiende a extenderse peligrosamente en los años por venir, y los gobiernos y los estados con mayores emisiones tóxicas no son capaces de cambiar el rumbo.
Para corresponder a este desafío, se requiere un cambio en la conceptualización de la justicia y de la solidaridad, en particular, en términos de una relación intergeneracional.
En cuanto a la confrontación política en relación al desafío climático, retan al Estado las asociaciones de activistas, (inaudible), por ejemplo, un activista joven y dinámico que empuja con fuerza no solo a los estados de cumplir con los hechos con lo que prometen emprender a nivel de congresos internacionales, sino operan lesionando conscientemente las reglas, por ejemplo, la escolarización obligatoria, como ésta dirigida en el combate contra el calentamiento climático, supone, a su manera, que los objetivos legitiman los medios.
El cómo se maneja a nivel global y nacional todas estas reglas de la época de reciente cambio, influye en la satisfacción con la democracia, en la confianza en sus instituciones y en la disponibilidad de la sociedad de respetar sus reglas, objetivos interrelacionados entre sí.
Si pasamos ahora en nuestra revisión de los conceptos de este término cambio de época, y nos acercamos más a actores, elementos y precepciones políticas, así como a una región de América Latina, lo primero que conviene constatar es que es imprescindible percibir desarrollo histórico como no lineal.
La idea de hace 40 años atrás, en medio de la tercera ola de democratización, de poder esperar la victoria de democracia como resultado final del desarrollo político, ya era dudosa en su momento y, obviamente, no pudo realizarse. En contraste, se restableció en nuestro siglo la dicotomía entre democracia y autoritarismo, América Latina regresó dramáticamente a esa disyuntiva.
Lo que sí cambiaron, han sido los protagonistas de esta ida y vuelta entre democracia y dictadura, mientras que en épocas pasadas provenían del exterior del sistema político en su sentido estricto, eran los militares que intervenían en la política del Estado.
Hoy los protagonistas del autoritarismo provienen del interior del sistema político mismo.
Cada elección se utilizan los propios instrumentos de democracia para convertirlas en autoritarismos.
En la época marcada por el derrumbe del mundo totalitario, por la tercera la de democratización y por el entusiasmo por la democracia liberal, el lema de sus protagonistas era la extensión y profundización de la democracia, pensadas en términos de mayor capacidad, inclusión y participación en su mejor funcionamiento político y en su desempeño respecto a políticas públicas, en una palabra en la calidad que la democracia.
En la actual época, en medio de frustraciones con sus instituciones los partidos, su funcionamiento, relaciones entre órganos y sus resultados, crecimiento económico, erradicación de la propuesta, la democracia liberal ha perdido como idea, como ideal.
La confianza en ella ha disminuido, y los comprometidos con la democracia se han visto forzados en su defensa.
En este segundo contexto, la democracia clásica se ve confrontada y desafiada, especialmente por el autoritarismo de corte populista, aunque está corriente mantiene las instituciones democráticas, elecciones, parlamentos, órganos de justicia, las convierte, sin embargo, en instrumentos del poder autoritario.
El impacto del populismo es tal que ya se habla en ciencias sociales de la era del populismo, siguiendo a pie (inaudible) incluso como cartelista de todo nuestro siglo.
Para terminar, pregunto, ¿cómo consideran, digo, y hace o la razón?, defender lo que se ha coincidido en cuanto a valores de la democracia, tolerancia, responsabilidad, confianza.
Creer en la dignidad de las instituciones, en la democracia liberal y del Estado de Derecho con su mérito normativo, sembrar confianza en ellos, unir en vez de separar.
No hacerse seducir por críticas desmesuradas hasta y hasta devastadoras por percepciones pasadas en desconfianza y responsabilidad e intolerancia.
Convendría indagar más el populismo autoritario en sus variantes ideológicas, como retórica que seduce, como discurso de poder, como reto a la democracia al Estado y a las instituciones, y tratar de encontrar respuestas adecuadas al contexto que espero puedan aportar los participantes en las sesiones temáticamente más específicas de este foro global.
Muchas gracias.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias querido y admirado Dieter, es un placer siempre escucharte.
Y ahora para seguir con esta mesa inaugural, le cedería la palabra a otro buen y cercano amigo del Instituto Nacional Electoral desde hace muchísimo tiempo, una personalidad que, así como Anthony Banbury es de IFES, Dieter es de la Academia, ha acompañado muchos de los procesos de democratización y de reflexión en torno a los desafíos que la integridad electoral, en particular y la democracia en general está teniendo en nuestros tiempos, en nuestra región.
Cedo la palabra a mi querido y buen amigo, admirado Daniel Zovatto, que es Director Regional para América Latina, de IDEA Internacional.
Adelante Daniel, por favor.
Director Regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, (IDEA Internacional), Daniel Zovatto: Muchas gracias, Lorenzo.
Muchas gracias por esta invitación, muchas gracias por invitarnos a formar parte de este foro, un placer compartir contigo, con Anthony, con mi querido Dieter, pero también con muchos buenos otros amigos como Manuel Carrillo, como Richard Soudriette con quien desde 1987, con “Clifton White”, hemos venido casi 40 años luchando en favor de la democracia.
Así que las reflexiones mías van a estar organizadas en torno a cuatro puntos.
Lo primero el estado de la democracia a nivel mundial.
Lo segundo, la situación de la democracia en la región.
Tercero, las características del nuevo autoritarismo que ya Dieter la dibujó de manera exquisita.
Y, sobre todo, la pregunta de Lenin de hace un siglo, ¿qué hacemos frente a esta situación?
Primero, situación de la democracia a nivel mundial. Estamos, en mi opinión, en el momento de mayor gravedad desde el inicio de la tercera ola democrática que inició a nivel global en 1974-75.
No solamente porque estamos en un cambio de época, sino porque hemos pasado de manera bipolar hace tres décadas con este optimismo exultante de Fukuyama que decía que se había acabado la historia, al momento que nos ocupa donde libro tras libro de cómo mueren las democracias a (inaudible) y así sucesivamente, a todos los informes de las principales institucionales, léase Freedom House, léase The Economist, de la Unidad de Inteligencia de Economist, léase el informe de Biden y léase nuestro propio informe de IDEA Internacional que presentamos hace dos días y que los invito a leerlo, pueden encontrar en nuestra página de IDEA, www.idea.int, marcan el creciente nivel de autoritarismo que está ocurriendo a nivel mundial y en nuestra región, 2019, 2020 y 2021 están siendo años horribles para la democracia, la democracia está bajo sitio, está amenazada.
Freedom House dice que llevamos 15 años ininterrumpidos de ir cayendo en la vigencia de derechos políticos y libertades civiles, The Economist dice algo similar; Diven, dice el 68 por ciento de la población vive o en situaciones de países que atraviesan unas autocracias cerradas, o unas autocracias electorales.
El informe nuestro de IDEA Internacional, señala datos similares, señala que dos terceras partes de la población mundial está viviendo hoy en regímenes autocráticos, o regímenes híbridos, que sólo el nueve por ciento de la población mundial vive en democracia de alta performance, es decir, de alto rendimiento, identifica por el otro lado de que estamos perdiendo democracia.
En los últimos cinco años hemos pasado de 104 democracias a 98 en los últimos dos años hemos perdido cuatro.
En 45 por ciento de países experimentan una profundización de los procesos de autocratización, es el, casi la mitad de los países del mundo, que un número importante de democracias que no han dejado de ser democracia están sufriendo un proceso severo de deterioro en cuanto a la calidad de esa democracias, fundamentalmente porque se está debilitando la división de poderes, porque se está debilitando el estado de derecho, porque están aumentando las restricciones en materia de derechos humanos, sobre todo en materia de libertad de expresión, porque está habiendo una achicamiento de los espacios de la sociedad civil, es decir, las noticias muestran dos aspectos, la gravedad de la coyuntura, el momento tan grave que estamos atravesando, y por el otro lado, el sentido de urgencia de actuar con determinación para enfrentar esta recesión democrática que estamos enfrentando.
Un tema de debate que para mí es muy importante poner sobre la mesa es, si de lo que estamos viendo es una recesión democrática global, o si estamos entrando en los primeros inicios de una contra ola democrática.
Me parece que ése es un elemento importante que tenemos que analizar, y además porque ha habido un fenómeno, no es una tendencia que está afectando únicamente a las democracias periféricas, o a la democracia más jóvenes, o a la democracia más frágiles, sino que es un fenómeno que está afectando a todas las democracias, las viejas y las nuevas, las que estábamos dando por consolidada como las frágiles.
En nuestro informe de ideas señalamos 10 países, que son los que están sufriendo el mayor declive, Turquía, Nicaragua, Serbia, Polonia, Brasil, Eslovenia, Bolivia, Benín, Hungría y Mauricio. Es decir, realmente estamos en una situación de mercado de gravedad, a nivel regional latinoamericano, bueno, a nivel regional latinoamericano, si a nivel global estamos pasando por un mal momento, también lo estamos pasando a nivel regional.
En los últimos quince años hemos perdido seis democracias, es decir, un tercio de las democracias, 12 no han ido a sistemas autoritarios, Venezuela y Nicaragua que se han unido a Cuba, y otras cuatro han ido de democracias a democracias de bajo rendimiento a regímenes híbridos, ahí están los tres países de ángulo Norte, Honduras, Guatemala y crecientemente la deriva autoritaria de Buque en El Salvador y Haití que está en una situación de absoluta anarquía.
Y hay otros índices que señala que Bolivia y Paraguay defendiendo como lo admiran, podrían caer en esta categoría regímenes…
Segundo, tenemos una gran heterogeneidad en materia de calidad de democracia con cuatro grupos:
En uno con democracias plenas que estaría Uruguay, otro con democracias de desarrollo medio, desarrollo bajo, donde está el grueso de las democracias latinoamericanas, con variaciones muy importantes, entre ellas las que van desde Chile, Argentina, Brasil, México, etcétera.
Tercero, regímenes híbridos, los que mencioné.
Y cuarto, regímenes autoritarios, los que mencioné.
Por lo tanto, más que hablar de la democracia en América Latina, lo que estamos teniendo que ver es este nivel de heterogeneidad tan importante, y a su vez el tema del deterioro creciente en materia de calidad de la democracia también en la región, más del 50 por ciento de la democracia han sufrido en los últimos años un deterioro muy importante en cuanto a su calidad, en parte debido a la pandemia, pero en mi opinión, cuidado, no le facturemos a la pandemia lo que no es de la pandemia, el virus autoritario prepandemia es mucho más peligroso para América Latina que el SARS CoV-2.
Si la pandemia ha venido a acelerar y agravar ciertos problemas y tendencias que tenemos en la región, pero no lo explica todo y, por lo tanto, creo que tenemos que diferenciar lo que es causa de la pandemia de lo que son los problemas y los déficit estructurales que la democracia de América Latina ya tenía previo a la llegada de la pandemia, democracia fatigada, instituciones deslegitimada, caída del apoyo a la democracia, malestar social, sociedades irritadas y crisis de confianza entre las élites y la ciudadanía.
Éste es quizá uno de los temas más serios a determinar.
El tercer punto tiene que ver con que estamos ante un nuevo tipo de autoritarismo, Dieter lo describió perfectamente, no voy a profundizar porque creo que él lo ha explicado muy bien, los ataques ya no vienen desde afuera, sino fundamentalmente vienen desde adentro, es decir, desde adentro se socaba la democracia.
Y aquí yo creo que hay un tema adicional que tenemos que agregar, ¿cuál es ese tema adicional que tenemos que agregar? La alianza que están haciendo todos estos gobiernos autoritarios para coaligarse entre ellos y resistir con mucho determinismo y con mucha impunidad, las ofensivas que tratan de atacarlo.
Es decir, mucho del consenso democrático que habíamos logrado en la región para combatir a los autoritarismos y muchos de los instrumentos que habíamos desarrollado en la región como la Carta Democrática Interamericana, quedaron desactualizados y debilitados para enfrentar este nuevo tipo de autoritarismo.
Y luego en la parte del diálogo del debate me gustaría profundizar.
Y dejo para los tres minutos finales el qué hacer porque veo que ya se me ha agotado el tiempo.
Gracias.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias, Daniel.
En efecto, ya anticipas, esto es un panel de discusión.
Me permitiré hacer una intervención y, por cierto, gracias Daniel, hacer una intervención para poder abonar al debate que no será otra cosa sino más bien variaciones sobre un mismo tema, aquí estamos, efectivamente, hemos escuchado una serie de preocupaciones.
Y quisiera pedirles tanto a, después de mi intervención, tanto a Anthony como a Dieter y a Daniel, más allá de las preocupaciones que aquí se han planteado, pues cuáles soluciones podemos de entrada anticipar, cuáles pueden ser las rutas de solución.
Pero si me permiten hacer mi intervención ahora.
Hace más de 11 años, diversas organizaciones y autoridades electorales de América Latina sentíamos la necesidad de generar un espacio de reflexión y de liberación sobre los múltiples fenómenos que afectaban la consolidación de las democracias de la región.
En este lapso, la gran mayoría de las naciones del continente nos reunimos, prácticamente, cada año para reflexionar en los foros de la democracia latinoamericana, sobre diversas temáticas que incidían en el funcionamiento de nuestras democracias.
Pensábamos que la problemática que enfrentábamos correspondía a fenómenos meramente regionales y privativos del tipo de democracias que fuimos construyendo en la región en el marco de la llamada tercera ola.
Hoy sabemos que no es así, después de más de una década de impulsar una intensa política de cooperación técnica internacional y haber tenido el privilegio de intercambiar experiencias con autoridades electorales de otras regiones del mundo, que muchos de esos temas constituyen fenómenos globales que amenazan u obstaculizan la consolidación de los sistemas democrática en casi todo el planeta.
En perspectiva comparada, es indudable que el mundo está cambiando, y que uno de los motores de ese cambio ha sido la expansión de la democracia en todas las regiones del mundo.
El planeta está sufriendo hoy los efectos de la masificación de la tecnología, de los medios de comunicación y los grupos migratorios, solo por mencionar algunos temas que han hecho del mundo una verdadera aldea global.
Esta globalización ha provocado que la violencia o el desempleo en un país se manifieste en otro como desafíos migratorios, o bien, como problemas para la seguridad fronteriza. Es un hecho que la segunda década del siglo XXI no hay región ni país del mundo, o actividad social, que se escape a algunos de los fenómenos que ha traído la globalización, incluida la misma recreación de la democracia.
Claramente, la distinción entre democracias jóvenes o consolidadas se ha vuelto irrelevante ante los desafíos comunes que ha provocado la pandemia, la polarización, la intolerancia y la desinformación que se genera en la era digital, y que no conocen frontera.
Cada vez es más evidente que la distinción de democracias añejas con las democracias de nuevo cuño, como señalaba Daniel, carece de sentido ante los desafíos estructurales que se vienen arrastrando del siglo XX, como la desigualdad, la debilidad del estado de derecho y la oceánica pobreza que corroe a nuestras sociedades.
Es por ello que, desde mi perspectiva, el principal problema común a las democracias en todo el mundo es el de la desafección y descontento con los resultados de los gobiernos democráticamente electos. Lo anterior en gran medida deriva de la instrumentación de políticas públicas inadecuadas para resolver o contrarrestar los grandes problemas de nuestro tiempo, lo que termina por erosionar la credibilidad de la democracia y el respaldo en la misma.
Más aún, en el caso de América Latina, es importante señalar que el proceso de transición se acompañó de una serie de cambios institucionales y de expectativas vinculadas a problemas estructurales, heredados de la época de los gobiernos autoritarios que no se han logrado resolver aún, en primer lugar, el añejo anhelo de justicia social que sigue siendo un pendiente irresuelto.
Por una parte, la necesidad de contar con elecciones creíbles e imparciales que propició cambios institucionales que fortalecieron la división de poderes, la generación de organismos que regulan el ejercicio del poder político como las autoridades electorales y el surgimiento de instituciones que garantizan el ejercicio permanente de los derechos fundamentales de todas las personas.
De hecho, podemos afirmar que antes de la transición se tenía incertidumbre sobre las reglas electorales, y se tenía la certeza de quién ganaría la contienda.
Después de la transición, esto se invirtió, existe certeza absoluta sobre las reglas de la competencia e incertidumbre, como debe ser en democracia, sobre quién será el ganador de las elecciones hasta que los resultados comiencen a fluir.
Por otra parte, las transiciones a la democracia en nuestros países, no se dieron solamente como una manera de salir de regímenes autoritarios y conquistar un régimen de libertades para las y los ciudadanos.
Las transiciones, en varias naciones, fueron vistas como una manera de resolver los problemas ancestrales de justicia social, de pobreza, de inequidad y de desigualdad, entre otros.
Sin embargo, los resultados de los gobiernos elegidos democráticamente han, a todas luces, sido insuficientes y paradójicamente han contribuido a la desafección con la democracia, o peor aún, a que dicha desafección sea creciente. Ello, en tanto en cada proceso electoral las y los candidatos prometen empleos, seguridad, mejores condiciones de vida para todas y todos, pero al concluir sus mandatos, esos problemas siguen ahí, y en algunos casos se han agravado.
Esto explica que en el informe más reciente de Latinobarómetro, la satisfacción promedio con la democracia en América Latina haya caído 20 puntos en relación con 2009, y que esa satisfacción sea 14 puntos inferior a la que se obtuvo en 1995, año en el que comenzaron estas mediciones.
Y aunque es obvio que los problemas estructurales de las sociedades modernas no son problemas que puedan resolverse en las urnas, la respuesta de nuestra sociedad a esas promesas incumplidas se refleja en los bajos índices de confianza que tienen los partidos políticos y los parlamentos, entre otras instituciones democráticas.
Así, la desafección con la democracia que se alimenta de la pobreza, la debilidad del estado de derecho, y en general de los resultados insuficientes de los gobiernos surgidos de las urnas, potencializa la crisis de representación que envuelve a los partidos y a los parlamentos.
Dicha desafección deriva en desconfianza en las instituciones de la democracia y se convierte en el caldo de cultivo propicio para el surgimiento de pulsiones autoritarias, de soluciones personalistas y de planteamientos polarizantes que atizan el fuego de la concentración del ingreso y de la patológica desigualdad que vivimos.
No quiero extenderme más, quisiera concluir redondeando este bosquejo de los fenómenos que están afectando a las democracias, señalando cuatro aspectos puntualmente que son comunes y que serán desarrollados en este foro, y que ha puesto en riesgo a las democracias de todas las regiones.
El primero es la desinformación, no porque la mentira sea un fenómeno nuevo, la mentira ha acompañado a la política desde sus orígenes, pero la irrupción de las redes sociales y la difusión del internet, claro que le dan una nueva potencialidad a la mentira, a la desinformación, a las noticias falsas, y ponen en riesgo y en crisis a los sistemas democráticos.
El segundo fenómeno es el de la polarización, si bien la polarización tampoco es un fenómeno nuevo, incluso es normal que coexista en los contextos democráticos, las campañas electorales son los espacios institucionales para que las posturas políticas se contrapongan, hoy está haciendo aderezada por la intolerancia como lo decía Dieter, que es el anti valor democrático por excelencia, en tanto que lleva a mirar a los contendientes políticos no como legítimos adversarios, sino como enemigos a quienes se les combate.
Vale la pena recordar que cuando esa conjunción de polarización e intolerancia se ha presentado en el pasado, invariablemente hemos estado en la antesala de los peores experimentos totalitarios antidemocráticos de la historia, hasta ver lo que ocurrió exactamente un siglo para comprender la gravedad de este problema.
El tercer fenómeno, que está impactando en la regresión de las democracias en el mundo actual esta pandemia.
La pandemia ha colocado no solamente a la vida y en la convivencia social en una situación de crisis, sino también a la convivencia su dimensión electoral.
Afortunadamente en los últimos dos años, hay muchas experiencias exitosas que nos permiten señalar hoy que la pandemia no ha tenido como una víctima más a la democracia y a las elecciones.
Finalmente, para terminar el cuarto fenómeno que pone en riesgo la integridad de los sistemas electorales, es el acoso, la descalificación y los ataques que muchos países están sufriendo en las instituciones democráticas, en especial los organismos electorales, no por parte sólo de actores políticos, sino particularmente desde las instancias del poder público, es un fenómeno que hoy vemos, ocurre en Brasil, en México, en Perú, en Ecuador, en Bolivia, en Estados Unidos y hasta en Gran Bretaña.
Estoy seguro que las reflexiones de este Primer Foro Global Sobre La Democracia serán un punto de partida para articular nuevos paradigmas sobre la convivencia democrática y la recreación de las elecciones en un mundo globalizado, integrado por sociedades desiguales y en el que la ciudadanía no está, ojalá, ni estará dispuesta a perder uno solo de los derechos que ganó en el proceso de democratización.
Muchas gracias.
Si me permiten, para avanzar en este primer panal me gustaría yo abrir una segunda ronda con nuestros invitados de lujo, bajo una pregunta básica, creo que aquí hemos expuesto de alguna manera algunas preocupaciones en torno a las problemáticas que hoy están los nuevos desafíos que enfrentan los sistemas democráticos, que no son solamente problemas de los países de la región de latinoamericana, sino que son problemas como aquí se ha planteado que afectan a todas las democracias en el mundo.
Y en este sentido, me gustaría para ir anticipando lo que serán algunas reflexiones que se harán a lo largo de estos dos días, algunas sugerencias o en todo caso rutas de acción sobre qué hacer frente a estos fenómenos, creo que el diagnóstico me parece ha sido un diagnóstico bastante compartido, un diagnóstico preocupado y preocupante, pero hacia dónde ir.
Anthony, qué hacer ante estos desafíos, cuáles son los ejes de eventuales soluciones para salvar a la democracia y a la integridad que es indispensable para que la misma se recree en sociedades que están aquejadas por este tipo de problemas, ¿qué hacer?, si ustedes me permiten sobre este eje podríamos articular la respuestas en esta segunda ronda.
Anthony, por favor.
Presidente de la Fundación Electoral para Sistemas Electorales (IFES), Anthony Banbury: Muchísimas gracias, Lorenzo.
Disfruté muchísimo escuchar tus comentarios, y también los de nuestros compañeros panelistas, son muy introspectivas, por supuesto, el análisis que presenté, como tú indicaste, nos proporcionó una buena fotografía, un poquito deprimente, pero buena de los retos, los desafíos y la siguiente pregunta obvia es la que acabas de hacer, ¿qué vamos a hacer con esto?, ¿cómo lo vamos a resolver?, hay tantas dependencias aquí que es muy difícil hacer un avance significativo en cuanto a estas democracias que están aisladas.
Por ejemplo, si los oficiales democráticamente electos están, persiguen o algunos intereses en favor de ciertos individuos, en lugar de con toda la sociedad, entonces ellos no van a poder abordar de la mejor manera y hacer que el gobierno proporcione los servicios básicos a los ciudadanos, y esto va a ser aceptable para algunas ofertas alternativas.
Segundo, tenemos al electorado, ellos tienen que elegir de manera inteligente, tienen que salir, votar, los jóvenes tienen que salir y votar.
Entonces, las organizaciones democráticas, las instituciones democráticas, ahí tenemos o dependemos de todos estos otros actores.
Para nosotros, lo que nosotros tenemos que hacer es aceptar estas dependencias, o sea, que dependemos de ciertas cosas, al menos desde nuestra perspectiva, creo que hay dos cosas fundamentales que tenemos que hacer:
Una es continuar haciendo lo que hemos estado haciendo por mucho tiempo, mejorar la práctica de la administración electoral, la práctica de la educación del gobierno, asegurar que las elecciones sean inclusivas, estos objetivos tan básicos que hemos perseguido durante mucho tiempo y que hemos desarrollado también muchas herramientas en muchos sistemas y en muchas arenas, eso va a funcionar y eso ha sido esencial; sin embargo, en un ambiente hostil no es adecuado.
Ahora, la otra cuestión importante que debemos hacer y que somos muy buenos para hacerlos y en donde no hemos avanzado, es de manera muy clara identificar cuáles son las amenazas en contra de la democracia, cuáles son los problemas que están permitiendo que en tras bambalinas nos estén atacando y estén ganando el autoritarismos, incluso hablando de la mala información que es la que acabas de hablar.
Entonces, tenemos que identificar las amenazas y desarrollar herramientas nuevas para contrarrestar estas amenazas, a pesar de que las amenazas están creciendo a un ritmo mucho más rápido y que son mucho más severas de las capacidades que nosotros podemos desarrollar para identificar y para pelear contra ellos, como, por ejemplo, en el área de la desinformación estamos viendo en este momento que está empeorando.
Por ejemplo, tenemos que ver cuáles son las alianzas de los actores externos, los internos, es decir, los nacionales, los internacionales que están comprando fuentes de mala información para meterlas en los países, puede ser que sea de manera ilegal, puede ser que vengan de otro país, del mismo país, pero el efecto es sumamente grave al país al que están dirigidos o el país que está llevando a cabo su proceso electoral.
Y para poder identificar de manera efectiva esas amenazas, tenemos que trabajar de maneras colaborativas nuevas, la tecnología es muy importante, los gobiernos democráticos, la sociedad civil, organizaciones de periodismo, organizaciones de la democracia, instituciones independientes del Estado que son responsables de la democracia en ese Estado, tenemos que encontrar formas nuevas de trabajar de manera conjunta porque todos podemos así agregar capacidades al entendimiento de las amenazas y desarrollar herramientas para contraatacarlas.
Entonces, creo que hemos confiado demasiado en la tendencia en donde hay amenazas nuevas y tratamos de seguir haciendo lo que hacíamos antes, lo cual es muy bueno, estaba muy bien en cuanto a la administración electoral y todas esas cosas.
Todo eso ha sido muy bueno para ciertos retos, pero no son las herramientas adecuadas para estos nuevos retos que estamos enfrentando.
Y, para terminar, hay que continuar haciendo lo que estamos haciendo y hacerlo mejor, pero también desarrollar nuevas capacidades para identificar las amenazas y para poder contrarrestarlas.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Que nos marca ya una ruta de hacia dónde ir.
Dieter, ¿qué hacer frente a estos desafíos?, ¿cuál es, desde tu punto de vista, la agenda por venir?
Catedrático de la Universidad de Heidelberg, Alemania, Dieter Nohlen: Una pregunta muy difícil de contestar.
La idea que tengo yo es que la situación global conduce tal vez a pensar en que hay una receta universal para los problemas que enfrentamos en diferentes regiones y en diferentes países; y lo que digo yo es que no hay ninguna receta universal, no, no hay ninguna única receta.
Por eso, en mi intervención he enseñado los diferentes contextos, y en relación a ellos tampoco es que todos estos contextos importan o tienen la misma importancia en todos los países, sino a veces un contexto es muy típico para esta región o para estos tipos de países, otro contexto es más importante en otras regiones, en otros países, y en cuanto a nivel en que estamos discutiendo si vamos a la política práctica, si vamos a nivel de la confrontación entre creencias en las instituciones que son actualmente muy débiles, y el formato, el valor de hacer instituciones como la expresión de una norma, de normas que hemos, digamos, vivido y que hemos alcanzado en los sexenios e incluso siglos pasados.
Pensando, por ejemplo, en el valor de la libertad y su relación con la responsabilidad. Ahí hay que leer a Locke para darse cuenta de la interrelación de esos fenómenos.
De modo que conviene pensar en soluciones individuales o de contexto y preguntar qué tipo de contexto es importante para qué tipo de país.
Por ejemplo, cuando se dice o cuando se presenta la situación de desempeño económico social en América Latina. Chile ha tenido un espectáculo económico, social, durante mucho tiempo en la respuesta de la democratización.
Y de repente aparece algo que nadie lo ha previsto, y entonces empieza a reflexionar sobre qué ha originado esta revuelta popular, y a qué conduce esta revuelta popular en cuanto a la futura institucionalidad.
Eso es una situación totalmente diferente, por ejemplo, de la peruana o de la de El Salvador, totalmente diferente, nada qué ver, salvo que vivimos un drama respecto a la democracia.
En Chile, todavía no se da cuenta de qué se está retrasando, o tal vez algunos sí, pero en los debates no tanto, como yo lo veo, que qué se está rebozando a la polarización, al final del gobierno peruano de Montalva, con la llegada de El Salvador, Allende, al gobierno de entonces, cuando yo vivía en Chile, y lo había presenciado como politólogo.
Está en el gran grupo de desviación, es ésta. En España se vive lo mismo, incluso se está convirtiendo el consenso sobre el paso a la democracia y los instrumentos para llegar a esto se está revolviendo a esa situación cuando se ha legislado la transición, y abre la polarización en parte de la segunda república y del régimen de Franco.
Yo me refiero no para ahora diferenciar demasiado, pero sí, para dar por entender que las situaciones en los países son muy diferentes, hay que cuidarse, de trabajar demasiado con cifra globales, contar cuántos casos hay, y en la subida y la bajada a nivel internacional.
Eso puede llevar a un balance desastroso, y no ayuda mucho a repensar, a contradecir, a desarrollar conceptos con las que puede operar, pero no a nivel internacional, sino a nivel, digo yo, local, regional, individual. Allí, en estos, a esta situación individual, diferenciada, hay que dar mucha atención.
Yo he tratado en mi intervención que he preparado para dar el segundo, mi segunda intervención, un texto sobre el discurso político, ¿cómo el discurso político influye en este regreso hacia el autoritarismo?, es decir, ¿cómo aportan los propios demócratas en su discurso para, al final, apoyar a tendencias autoritarias porque a veces el discurso que practican no es consciente del peligro que contraen algunos conceptos tan ampliados mientras tanto, por ejemplo, la democracia participativa, como idea clara para extender la participación del pueblo en las decisiones políticas.
Cómo este discurso influye en el desarrollo autocrático que se vive en América Latina.
Y ahí sí hay una cierta abstracción regional, ahí en base al populismo se puede en una región detectar características comunes, pero estas mismas características no importan mucho, no nos dan un camino de análisis para Europa.
Europa ha vivido y vivido también populismo, pero es el populismo tradicional que no necesariamente lleva a un tipo de cambio de régimen.
Tal vez Italia ha tenido este peligro en su tiempo hace dos años, pero ahora digamos, nadie habla más del populismo de entonces porque no lo considera, el nuevo jefe de gobierno ha sido capaz de unir muchas fuerza en pro de la democracia y con resultados políticos que dan una nueva base de apoyo a la democracia, eso también.
Y estos casos hay que tomar muy en serio, donde ha sido posible revertir la tendencia general que hemos desarrollado para revertir esa situación general y ver cómo se ha logrado revertir esa situación general en un caso concreto.
Y me parece que la fortaleza del gobierno, el ejercicio fuerte sin caer en autoritarismo, el ejercicio fuerte en el gobierno en función de la democracia misma para que sus órganos funcionen bien y en favor de un desempeño económico especial, eso es lo importante de ese acuerdo, mucho con lo que decía Lorenzo y también lo que decía Daniel.
Muchas gracias.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias, Dieter.
Daniel, por favor.
Director Regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, (IDEA Internacional), Daniel Zovatto: Yo estoy bastante confundido con el tema del reloj, así que tú, cuando yo ya cumplo con mi tiempo, tú me cortas, pero yendo a tu pregunta, lo primero es:
Coincido con Dieter obviamente, no podemos dar soluciones generales para problemas individuales, el contexto importa, pero sí claramente tenemos una tendencia global donde estamos viendo todo lo que estamos analizando, el tema de la democracia, cómo crecientemente hay más países que están yendo hacia el autoritarismo que países que están yendo hacia la democracia.
Por eso, creo que uno de los temas fundamentales a ver es, estamos ante una recesión o estamos empezando peligrosamente los indicios de una contra ola, ése me parece que es un tema central.
En América Latina, con toda la heterogeneidad que hay y que hay que valorar como señalé, hay que tomar en cuenta que en 15 años perdimos seis democracias, ¿okey?, diferentes tipos, diferentes contextos que requieren diferentes medidas, pero ahí hay una preocupación.
Segundo elemento que creo que es muy importante, yo invito a que aquellos que no lo han hecho lean un estupendo artículo que acaba de salir en The Atlantic, se llama “The bad guys are winning” de Anne Applebaum, donde señala fundamentalmente cómo los gobiernos autoritarios no solamente están aumentando en números, sino que están colaborando muy bien entre ellos y ya no es Ortega o Maduro o Erdoğan u Orbán o Duterte, están generando una verdadera red de colaboración, de asistencia financiera, de aprendizaje de learnign curve, de curva de aprendizaje de cómo enfrentar de mejor manera la contraofensiva democrática que les puede venir, se sienten con un alto grado de impunidad, los Lukashenko que hacen de tener un avión que pasaba por Bielorrusia, lo aterriza para agarrar a un disidente y bajarlo.
Es decir, estamos encontrando una situación totalmente única, diferente, inédita del avance autoritario que no estamos en condiciones de momento de responder, ¿por qué? Porque la democracia asumió un complejo de, como de culpa, de legitimidad, la crisis financiera del año 2008, los ataques terroristas del 2001, el problema de Trump en Estados Unidos, de cierta debilidad, tomen en cuenta que de los 10 países que nosotros vemos con mayor declive, cuatro están en Europa, Dieter.
Eslovenia, Serbia, Hungría y Polonia, es cierto que las viejas democracia, Italia, Francia, Alemania, España, Portugal, y éstas, o sea, ahí seguimos teniendo problema con, en Hungría seguimos teniendo un problema en Polonia, crecientemente en Eslovenia que va a presidir la unión europea próximamente, es decir, el problema en general, vuelvo a lo mismo, es decir, el contexto importa, pero, ¿ahora qué hacer?
Uno, yo creo que aquí hay que tomar conciencia de la gravedad; segundo, tomar conciencia de la urgencia de actuar, pero de actuar con una nueva manera de enfrentar a este nuevo tipo de autoritarismo, no lo podemos enfrentar con las viejas herramientas, tenemos que rediseñar y creo que la convocatoria que está haciendo Biden, ahora del 9 y el 10 de diciembre, es una fantástica oportunidad para hacer un esfuerzo colectivo que sin perjuicio que después, en cada país se tomen las medidas adecuadas, hace una alianza democrática para enfrentar estas creciente coalición autoritaria.
Número uno, hay que evitar que el malestar que existe en la democracia se convierta en malestar con la democracia, porque sí se convierte en malestar con la democracia nos jodimos.
Número dos, hay que seguir manteniendo y luchando y trabajando como decía Anthony y tú, con el tema de la legitimidad de origen y, por lo tanto, el tema de las elecciones fundamental, y por lo tanto el tema de proteger, blindar, tutelar a los organismos electorales, frente a los injustos ataques que están recibiendo el INE de parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador diciendo que es un organismos costoso, ineficiente, que facilita el fraude, eso hay que enfrentarlo, denunciarlo y condenarlo, lo mismo Bolsonaro en Brasil, etcétera.
Ese es un elemento fundamental donde nos tenemos que aliar, donde nos tenemos que juntar y tenemos que decir “usted está mintiendo, eso no es cierto”, y tenemos que defender la autonomía de los organismos.
Tercero, tenemos que restablecer la confianza entre ciudadanos y elite, porque ése es el gran clivaje. El gran clivaje ahora no es entre izquierda y derecha, es entre un grupo de ciudadanos que consideran que no están bien representados por las elites y hay una crisis de confianza mayúscula.
No tengo tiempo para darles los resultados de una encuesta de IPSOS, son tremendos, el 70 por ciento de la gente a nivel mundial piensa que la principal división en nuestra sociedad no es entre izquierda y derecha, sino entre personas comunes y la elite política y económica, y el 64 por ciento quiere un líder fuerte que le quite el país a los fuertes y poderosos.
Tenemos un problema de sistema roto que está siendo la causa de populismo y de este autoritarismo.
Cuarto, tenemos que recuperar la centralidad de la política, tenemos que repensar a la democracia, actualizar y actualizar sus instituciones, no podemos gobernar sociedades completas del sigo XXI con instituciones diseñadas en el siglo XIX con paradigmas del siglo XX, todos los temas que Dieter fue poniendo sobre la mesa, la cuarta revolución industrial, el tema del uso de las redes, el tema del cambio climático, el tema de repensar el capitalismo, el tema de repensar la globalización, son todos los temas que se unen en América Latina a los problemas del siglo pasado, pobreza, desigualdad, corrupción, inseguridad.
Entonces, ahí tenemos la necesidad de actualizar y repensar una democracia de nueva generación más resiliente, más inclusiva y claramente de mejor calidad, okey.
¿Me siguen escuchando?
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Sí, sí, claro.
Daniel, sí.
Director Regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA internacional), Daniel Zovatto: Lo segundo, tenemos que diferenciar, pero al mismo tiempo integrar entre lo que es democracia, lo que es buen gobierno y lo que es Estado.
Les seguimos pidiendo que la democracia nos da resultado cuando en gran medida el tema de calidad de política pública depende del buen gobierno y depende de tener un estado, y si algo demostró la pandemia, si algo desnudó la pandemia, es la fragilidad de nuestro estado, en la mayor parte de nuestros países unos estados ineficientes, diferente en Europa, diferente en Alemania, diferente en los países nórdicos, pero bastante generalizado en América Latina.
Y tenemos que renegociar los contratos sociales, estas democracia no aguantan, no solamente altos niveles de pobreza, volvimos a estar por encima del 33 por ciento, sino los brutales niveles de desigualdad, son sociedades partidas.
Tercero, tenemos que prevenir los ataques autoritarios y proteger a la democracia, recuperando el consenso regional en materia de la democracia que se rompió, que permitió hace 20 años dotar la Carta Democrática Interamericana y que ya no existe.
Tenemos que, claramente, analizar los mecanismos de protección que existen como la Carta Democrática Interamericana que quedó desactualizada para este nuevo tipo de autoritarismo.
Tenemos que diseñar una nueva estrategia y una amplia coalición para poder poner el tema de la protección de la democracia en el centro de la política exterior, de nuestra política exterior.
No puede ser que Argentina hasta hace poco y México que sigue, sigan absteniéndose frente a la dictadura criminal de Nicaragua, eso no puede ser, aduciendo una falsa no injerencia en los asuntos internos.
Entonces, realmente creo, vuelvo a insistir, la convocatoria del 9 y 10 de diciembre es una muy buena oportunidad para que todos los países, pero no solamente los países, sino que también todas las instituciones, los grupos de la sociedad civil, los defensores de derechos humanos, lo intelectuales, unamos fuerzas para diseñar una nueva estrategia para enfrentar este creciente autoritarismo, hacerle que le cueste, poner fin a la impunidad.
Y esa es la buena noticia que nosotros hemos rescatado del informe.
La resiliencia electoral, pese a todos los problemas de la democracia, ahí la resiliencia electoral ha sido la que ha brillado y por eso hay que seguir protegiendo y superando a los organismos electorales de esos ataques injustos y peligrosos.
Y, en segundo lugar, el tema de la defensa y de la resistencia de los grupos de derechos humanos y de la sociedad civil en la defensa de la democracia, Por eso, lo que estamos viendo en muchos países es que estos espacios están tratando de reducirse, Bukele en este momento está queriendo aprobar una ley en las legislaturas de control absolutamente para poner a todas las sociedades civiles, a todas las organizaciones de la sociedad civil que reciben financiamiento externo, como agentes externos.
Lo mismo que hizo Ortega hace unos meses atrás y cobrarles el 40 por ciento de impuestos de todos los ingresos que reciben. Ahí es donde tenemos que ponernos las pilas, defender a los organismos electorales, defender a los grupos de derechos humanos, defender a los grupos de la sociedad civil y hacer una amplia alianza que enfrente con urgencia y determinación este creciente peligro autoritario.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Gracias, Daniel.
Estamos casi sobre el tiempo, pero la verdad esta discusión, no he querido interrumpir porque esta es una discusión, me parece, muy interesante y la mejor manera de arrancar este foro.
Tenemos cinco minutos antes de que arranque la siguiente mesa, pero me gustaría aprovecharlos para ver si hay alguna reacción en este breve tiempo de parte de Tony o de Dieter para poder cerrar este panel introductorio.
No sé, Anthony o Dieter si alguno de ustedes quiere hacer una reflexión final.
Presidente de la Fundación Electoral para Sistemas Electorales (IFES), Anthony Banbury: Quisiera terminar prácticamente donde empecé, estas conversaciones me parecen tan valiosas y tan importantes, todos tenemos algo que aportar, nada es adecuado por sí solo y creo que el rol, el papel del INE, el reunir no solamente este panel sino todo el foro, es algo tan valioso.
Entonces, gracias, Lorenzo, gracias al INE, gracias a los panelistas por permitirme aprender de ustedes y estoy muy emocionado de escuchar al resto de los ponentes en los otros paneles.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Vamos a cerrar, por favor.
Catedrático de la Universidad de Heidelberg, Alemania, Dieter Nohlen: Me va a costar mucho ver que Daniel sigue siendo comprometido con la democracia en América Latina, como en toda su vida y que hemos compartido bastante veces este fervor por la democracia.
El problema que veo yo es que el tamaño de los problemas estado, el problema es en qué sector empezar, no se puede cambiarlo todo por un foro ni por el más interesante que se pueda organizar, sino hay que pensar en términos al mismo nivel, más allá de la certeza y la legitimidad del discurso, y de la excelencia del discurso de Daniel.
Hay que pensar en cómo progresar, en cómo empezar, en qué sector, qué ámbito tiene prioridad para que los demás ámbitos y sectores tienen más facilidad a cambiarse también, porque no, repito, no puede cambiarse las cosas en su globalidad, sino paso por paso y ámbito por ámbito.
Y, en primer lugar, defender la democracia donde está actualmente muy atacado como, por ejemplo, en México, por el Presidente mismo, en que nunca ha tenido la grandeza después de haber ganado en las elecciones, antes siempre ha tenido que deslegitimarlo por pensar que ha perdido y que su…, haber perdido era el efecto de la organización electoral.
Ahora ha ganado y nuevamente si los políticos ganan, piensan que tienen toda la legitimidad por haber ganado y que las leyes que lo han permitido son correctas y legitimas.
Pero este señor como muchos políticos no cambian la idea principal con la que negocian. Es pensar también en términos estratégicos para conseguir en el futuro no tan lejano, algún camino para que, después los demás sectores o ámbitos, y regiones, sigan este camino victorioso.
Y dado que la historia no pasa alineada, sino más bien curvilínea, hay que pensar que este otro mecanismo también tiene su perspectiva de caerse un día, a lo mejor no sea tan lejano, propiamente por el impulso y el esfuerzo de los que son comprometidos con la democracia.
En este sentido saludo a los participantes, todos, para que compartan este fervor por la democracia.
Muchas gracias.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Dieter, gracias por sus reflexiones.
Daniel, Anthony, creo que hemos arrancado este foro de la mejor manera, éste es un foro de debate, bajo la convicción de que en democracia la discusión es justamente lo que articula la posibilidad no solamente de eventuales soluciones con sus diferencias contextuales como lo ha señalado Dieter, sino también las advertencias que permiten estas grandes coaliciones que tanto Anthony como Daniel han anticipado.
Estamos sobre el tiempo y están ya presentes los colegas panelistas.
Daniel, tienes 30 segundos para cerrar, para cederle la palabra a la consejera Claudia Zavala, que es la moderadora del siguiente panel a quien saludo, así como a los integrantes del mismo, pero que presentará la Consejera Zavala.
30 segundos, Daniel, por favor.
Director Regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, (IDEA Internacional), Daniel Zovatto: Gracias, Lorenzo.
Si bien lo mencioné, lo quiero reiterar de manera expresa, creo una de las conclusiones, recomendaciones, que deberían salir de manera muy clara de este primer panel, y espero de todo el foro, es un respaldo absoluto al trabajo, al prestigio de las organizaciones, de las Instituciones Electorales Mexicanas de manera participar en este caso del Instituto Nacional Electoral y de sus funcionarios.
Y una condena también igualmente firme a los ataques infundados que provienen, lamentablemente, de la más alta autoridad de la propia Presidencia de la Republica de México, así como del partido oficialista en contra del Instituto Nacional Electoral, una institución de la cual todos los que trabajamos en este tema nos sentimos totalmente honrados, nos sentimos totalmente identificados con su profesionalismo, con su imparcialidad, y que le ha costado a México décadas construir, y es hoy uno de los países, gracias al trabajo de sus instituciones electoral y de manera particular del INE, que tiene los mejores niveles de integridad electoral, y en nuestro índice los mejores niveles en términos de imparcialidad y de independencia electoral.
Así que me parece que es muy importante que salga de manera clara esta comunicación de apoyo, de respaldo al INE a su trabajo, a sus miembros y también de condena a ataques totalmente infundados e inmerecido que lamentablemente provienen de las más altas instancias, y que hemos una coalición regional y ojalá global en defensa de la integridad la autonomía y la independencia y el profesionalismo de los organismos electorales.
Porque me temo que ahí es donde en muchos países, los gobiernos autoritarios están queriendo entrar para precisamente afectar la legitimidad de origen y tener control absoluto.
El riesgo es muy alto, el peligro es muy grande, y por eso es que tenemos que actuar con mucha determinación.
Gracias.
Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello: Muchas gracias, Daniel.
Gracias, Dieter.
Gracias, Tony.
Y sin más, si me permiten, prácticamente sin pausa para no retrasar, no desfasar los trabajos de este foro, le cedo la palabra a mi querida colega, la consejera Claudia Zavala para la presentación y moderación de la siguiente mesa.
Gracias.
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