El Consejero Presidente del INE consideró positiva su visita a San Lázaro y más allá de la discusión jurídica sobre si había una obligación o no de acudir, para él fue un privilegio como titular del órgano del Estado encargado de velar por los procesos electorales. “Fue un privilegio dirigirme a esa que es la máxima tribuna de la nación: la Cámara de Diputados, que es el órgano donde está representada la nación y poder dirigirme a las y los legisladores fue un privilegio”, indicó.