En el Instituto Nacional Electoral nos encontramos en la planeación de lo que apunta ser en nuestro país el primer proceso de revocación de mandato. Éste se define en un artículo transitorio de la reforma constitucional que introdujo esa figura como «el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo a partir de la pérdida de la confianza».
Hasta el momento, las únicas previsiones normativas sobre ese instrumento son las contenidas en la Constitución Federal toda vez que el Congreso de la Unión no ha emitido la ley reglamentaria ordenada precisamente en la reforma de diciembre de 2019, aunque tenía 180 días para hacerlo. En el INE, toda vez que ha sido necesario comenzar con la planeación, contamos con un anteproyecto de Lineamientos para regular la organización del proceso de revocación de mandato, el cual esperamos aprobar en Consejo General este mes de agosto.
La Constitución Federal trazó las grandes definiciones en torno a este instrumento, entre las que se encuentran que es el INE la institución que lo convoca a petición de las y los ciudadanos; se realiza mediante votación libre, directa y secreta; para que el proceso de revocación de mandato sea válido deberá haber una participación de, por lo menos, el 40 por ciento de las personas inscritas en la lista nominal de electores y electoras; el INE tendrá a su cargo en forma directa la organización, desarrollo y cómputo de la votación cuyos resultados podrán ser impugnados ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Asimismo, en la Constitución Federal se dispuso que ninguna persona física o moral, sea a título propio o por cuenta de terceros, podrá contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en la opinión de los ciudadanos y ciudadanas; de igual forma, durante el tiempo que comprende el proceso de revocación de mandato, desde la convocatoria y hasta la conclusión de la jornada, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación de toda propaganda gubernamental de cualquier orden de gobierno.
En el caso concreto, en el INE prevemos que, de ser solicitada y reunirse los requisitos, la jornada de revocación de mandato sea el domingo 27 de marzo de 2022, que la Lista Nominal para ese entonces sea de 92.4 millones de ciudadanas y ciudadanos, por lo cual debamos instalar 161 mil 490 Casillas y requerir a 484 mil 470 Funcionarios y Funcionarias de Mesas Directivas de Casilla.
También tenemos la convicción en el INE que, dado lo que está en juego, esto es, la permanencia o no del Titular del Ejecutivo Federal, la organización de ese proceso de revocación debe ser con el mismo estandar de calidad y seguridad en los documentos, materiales y procedimientos como lo son en una elección presidencial. Por ello, es deseable que haya Conteo Rápido, Voto de las y los mexicanos desde el extranjero, instalación de Consejos Locales y Distritales, entre otras actividades, todas las cuales es evidente que conllevan una carga presupuestal.
Hoy por hoy, de hecho, en el INE nos encontramos confeccionando el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2022 y no escatimaremos esfuerzos para asegurar las mejores condiciones para la realización del proceso de revocación de mandato con el profesionalismo que distingue al INE. En lo personal, hago votos para que la Cámara de Diputados y Diputadas otorgue al Instituto los recursos necesarios para realizar el proceso de revocación de mandato con toda la amplitud y requerimientos que amerita un ejercicio de esa naturaleza, necesariamente nacional y sumamente delicado en lo político.
El Presidente de la República ha manifestado reiteradamente los últimos días su gran interés por someterse al proceso de revocación de mandato. De proceder la solicitud que presenten las y los ciudadanos, el INE sabrá estar a tiempo y preparado para ese gran reto logístico y político. Espero que todas y todos los actores precisamente políticos puedan estar a la altura de las circunstancias que ese ejercicio impondrá. La democracia participativa también requiere de demócratas y el INE del apoyo necesario para cumplir esa nueva atribución.
Consulta el artículo en La Jornada Veracruz.