VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 6 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE EFECTÚA EL CÓMPUTO TOTAL, LA DECLARATORIA DE RESULTADOS, Y SE DETERMINA EL PORCENTAJE DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA DE LA CONSULTA POPULAR 2021
Ayer nuestra sociedad dio un paso muy importante hacia la diversificación de la participación de la ciudadanía en la vida democrática y en los asuntos públicos de México. La Consulta Popular celebrada este domingo se convirtió en el primer ejercicio legal de democracia directa a nivel nacional en nuestra vida democrática.
En 30 años de organizar elecciones auténticas, imparciales y cada vez más equitativas, construimos un andamiaje institucional muy robusto para la recreación de la democracia representativa que le ha dado múltiples logros a nuestra nación: la universalidad del sufragio, la recreación de nuestro innegable, rico y vigoroso pluralismo político, la paridad de inclusión en los poderes legislativos, locales y federal, así como un recurrente proceso de transmisión de los poderes públicos de un partido a otro, en paz con estabilidad política y gobernabilidad democrática.
Pero en toda la historia de nuestra democracia no se había organizado a nivel nacional un ejercicio de democracia directa, conforme a los parámetros de certeza y legalidad que mandata la Constitución.
En ese sentido, reitero mi reflexión del día de ayer y la que mis colegas han realizado ayer y hoy; es decir, que la Consulta Popular represente una experiencia de éxito más de la democracia mexicana por tres motivos: Primero, porque fue la primera consulta de carácter nacional que se desarrolló con los mismos estándares de calidad técnica, imparcialidad e integridad que las elecciones organizadas por el Instituto Nacional Electoral para renovar los poderes constitucionales.
Segundo, porque fue la Consulta Popular en la que participaron el mayor número de votantes de nuestra historia en mecanismo de democracia directa.
Y, tercero, porque la opinión se emitió con civilidad y en paz en todo el territorio nacional.
En este sentido, los resultados de los cómputos distritales que nos presentó a penas el Secretario Ejecutivo y el cómputo total que está plasmado en el proyecto de acuerdo que nos ocupa, muestra esencialmente que se instalaron 57 mil 70 casillas en todo el país, con lo que no hubo un rincón en todo el territorio nacional en el que las y los ciudadanos estuvieran excluidos de la posibilidad de participar.
Emitieron, de acuerdo con las cifras que se nos han señalado y que están plasmadas en el proyecto, emitieron su opinión 6 millones 663 mil 208 personas, con lo cual, la participación fue de 7.11 por ciento del Listado Nominal.
En consecuencia, conforme a lo dispuesto en la Ley Federal de Consulta Popular, lo que procede es que este Consejo emita un acuerdo con el cómputo total de la Consulta Popular celebrada el día de ayer y se emita la declaración de resultados, el cual deberá hacerse llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para su conocimiento.
Con la aprobación de este acuerdo se abre el periodo para que se presenten, en su caso, los recursos de apelación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y éste resuelva lo correspondiente.
Una vez resueltas las impugnaciones presentadas o, en su caso, cuando se agote el plazo y no se presente alguna, entonces, este Consejo General deberá realizar la declaración de validez del proceso de Consulta Popular, elaborar el acta de resultados finales y remitir estos una vez más a la Suprema Corte, para que proceda conforme lo dispone la ley de la materia.
Concluyo reiterando nuestra convicción de que la democracia no se acaba en las urnas y que la vida pública es responsabilidad de todas y todos.
La historia y las experiencias internacionales demuestran que, si no se quieren desgastar los mecanismos de democracia directa, es necesario someter a consulta no cualquier tema, sino sólo los que sean de gran relevancia para el futuro de nuestra nación, tal como ha ocurrido en otros países.
En Chile, ya en un par de ocasiones, una vez el año pasado para definir si se establecía una nueva Constitución o si se continuaba con la Constitución de la época de Pinochet, o en 1988 para determinar si el dictador continuaba o no en el poder.
En Gran Bretaña, en 2016, para definir si ese país se mantenía en la Unión Europea o debía abandonarla.
En Colombia, ese mismo año, para ratificar el documento de paz que había negociado el gobierno de ese país y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC.
En España, cuando se decidió entrar o no a la OTAN. O bien en Italia, cuando en 1947 optaron entre preservar la monarquía, o bien, establecer una República.
Grandes temas que requerían la decisión del pueblo soberano.
Confío que los actores y partidos políticos, la ciudadanía y las instituciones del estado mexicano, sacaremos las mejores lecciones de esta primera experiencia de democracia directa, para que en el futuro próximo sea una herramienta poderosa de la sociedad para participar en los asuntos públicos.
A nombre de las consejeras y consejeros electorales, reitero mi agradecimiento a cada una de los más de 285 mil funcionarios y funcionarias que el día de ayer recibieron y contaron la opinión de sus vecinas y vecinos en las mesas receptoras de opinión, así como a los instructores y asistentes que visitaron, convencieron y capacitaron a dichas ciudadanas y ciudadanos, para que el desarrollo de la consulta fuera un éxito.
Agradezco también a todo el personal del INE que, con el profesionalismo de siempre y su compromiso institucional, le dieron legalidad y sincronía a cada una de las actividades realizadas en campo, en las oficinas y en los medios de comunicación tradicionales y digitales.
A todas y todos ustedes, muchísimas gracias.
Es justo por ese incansable compromiso y por la capacidad técnica que demuestran en cada tarea, que el Servicio Profesional y el personal administrativo del INE es uno de los mejores, si no es que el mejor de todo el Estado Mexicano.
En ese mismo sentido, agradezco a los OPLE, a las instituciones del estado que nos apoyaron y a los medios de comunicación que nos acompañaron con la difusión de este primer ejercicio de democracia directa.
A todas y todos absolutamente, les extiendo mi agradecimiento y el de las y los consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral.
Sin duda, la democracia mexicana se ha fortalecido con la participación de todas y todos en este ejercicio de Consulta Popular.
Confío en que seguiremos avanzando en la consolidación de la democracia representativa con inclusión, equidad y paridad, porque sin una fuerte democracia representativa los ejercicios de democracia directa lamentablemente se convierten en herramientas del poder y no de la ciudadanía.
Termino diciendo lo siguiente:
Por lo pronto, más allá del éxito organizativo y logística de esta primera Consulta Popular, reconocida por todos los actores políticos sociales y formadores de opinión, vale la pena refrendar que, más allá de los inéditos intentos de descalificación, de los ataques reiterados y acusaciones que se dirigieron durante semanas y meses contra el INE por quienes no logran digerir el hecho de que aquí se ejerce permanentemente la autonomía frente al poder, frente a los poderes y la independencia respecto a los intereses políticos y partidistas más allá de las recurrentes mentiras y falsedades que se han enderezado en contra nuestra, incluso el día de hoy, esta institución, más allá de todo ello, ha refrendado que no trabaja más que para y con las y los ciudadanos, y que una vez más entrega buenas cuentas al pueblo de México.
Gracias de nuevo a las y los ciudadanos mexicanos por su respaldo, apoyo y confianza.
Por ello, gracias a ustedes, ciudadanas y ciudadanos, le pese a quien le pese hay INE para rato.
Señora Secretario tome la votación correspondiente, por favor.
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