VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE EL ACTO INAUGURAL DE RECEPCIÓN DE LA DOCUMENTACIÓN ELECTORAL DE LOS DIPUTADOS ELECTOS POR EL PRINCIPIO DE MAYORÍA RELATIVA A CELEBRARSE EN EL MARCO DE LA RENOVACIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA LXV LEGISLATURA
Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.
Es un verdadero placer estar esta mañana en la casa de la representación de la nación, así lo dispone la Constitución dentro de los poderes del Estado, la pluralidad, la diversidad política se refleja en este espacio.
La Cámara de Senadores tiene otra función, la Presidencia de la República tiene otra función, pero donde la pluralidad política se refleja es aquí, así que es un placer estimada Secretaria General, licenciada Graciela Báez Ricárdez.
Poder estar aquí en la que auténticamente simboliza no solamente por la majestuosidad de este edificio del que ya nos hablaba, simboliza la democracia mexicana, es aquí donde la democracia mexicana se recrea, es aquí donde la democracia mexicana se expresa.
Es un verdadero placer, por tercera ocasión, como Presidente del Instituto Nacional Electoral acudir a este acto, que es un acto simbólico donde un órgano constitucional del Estado mexicano, un órgano autónomo del Estado mexicano, el órgano constitucionalmente encargado de la realización de las elecciones y, por tanto, de recopilar y de procesar la voluntad popular expresada en las urnas y que se traduce en la elección de sus representantes, vuelvo a insistir, los representantes de la nación, digamos, hace el traspaso de esta estafeta a la Cámara de las y los Diputados para que, como ya decía la señora Secretaria General, pueda continuarse con el proceso en el ámbito parlamentario.
El pasado 6 de junio nuestra nación vivió una Jornada Electoral histórica para la vida y el futuro de nuestra democracia.
Ese día, millones de mexicanas y mexicanos salieron de sus casas para demostrar su compromiso con la democracia y contribuir con su voto tanto a la distribución de los poderes públicos como a la redefinición de la correlación de fuerzas en los ámbitos legislativos.
Es comprobable que el proceso electoral más grande y complejo de nuestra historia se organizó con legalidad e imparcialidad, con responsabilidad sanitaria y que, una vez más, las elecciones cumplieron su rol civilizatorio en nuestra convivencia democrática; es decir, las diferencias políticas se resolvieron en las urnas, y la recreación de las elecciones contribuyeron a la gobernabilidad y a la paz pública en nuestro país.
Hoy, todas y todos los mexicanos debemos sentirnos orgullosos del buen funcionamiento del andamiaje electoral que se ha configurado por más de 30 años para que el voto y las urnas sean los únicos mecanismos válidos de acceso a los poderes públicos.
Ese andamiaje institucional permitió, como cada tres años, que todas las fuerzas políticas ganen y pierdan en las urnas; que mayorías y minorías participen en las decisiones legislativas, y que el día de la Jornada Electoral el voto sea libre y valga lo mismo sin distinción de preferencias políticas, sexuales, religiosas, étnicas o económicas.
Hemos insistido en repetidas ocasiones, que no hay acto, no hay momento más igualador en una sociedad lamentablemente tan desigual, tan aquejada de problemas estructurales como la nuestra, como el día de la Jornada Electoral. Ese día, todas y todos los mexicanos en nuestra diversidad, en nuestro pluralismo somo exactamente iguales, valemos lo mismo.
La Jornada Electoral del 6 de junio fue un ejemplo virtuoso de civilidad, una expresión más del pluralismo político vigoroso y cambiante que ha adquirido carta de naturalización en nuestro país, y fue una prueba más de que el compromiso de la sociedad mexicana con la vida democrática es más profundo que la polarización política, que la intolerancia que cunde en el discurso público, y que busca imponerse en la conversación pública y en la convivencia diaria.
Entre las múltiples interpretaciones que se pueden derivar de la elección intermedia con mayor participación ciudadana en lo que va del siglo, 52.7, redondeando, de mexicanas y mexicanos, se expresaron, expresaron su voluntad, su compromiso democrático en las urnas, lo cual, repito, desde 2003, constata una tendencia ascendente en la participación de las elecciones intermedias, que seguramente esa expresión impactará en los trabajos de la legislatura que entrará en funciones el próximo 1° de septiembre, destaco lo siguiente: 49.1 millones de votantes que acudieron a las urnas asumieron un compromiso activo con la democracia para vivir en ella, para decidir en condiciones de igualdad sobre el futuro del país y emitieron un voto diferenciado en favor de una nación con división y equilibrio de poderes.
Segundo, en México el pluralismo político es dinámico y vigoroso, por lo que ninguna fuerza política puede dar por asegurado ni el triunfo propio ni el rechazo de los contrarios en las urnas.
Tercero, ningún partido por sí mismo obtuvo la mayoría de la votación emitida: el partido que más votos recibió únicamente obtuvo un tercio de la votación total, y los otros dos tercios se dividieron entre nueve fuerzas políticas.
Cuarto, la próxima legislatura volverá a ser ejemplo de paridad, como ya lo mencionaba Graciela, en la representación política, ya que, de confirmarse los cómputos realizados por el INE, todavía preliminares, tienen que pasar ya las etapas que Graciela señalaba, la etapa de las impugnaciones, en el INE estamos inmersos en el proceso de fiscalización que culminará el próximo 22 de julio con el dictamen que aprobará el Consejo General y en donde se determinará de manera definitiva, aunque pueden impugnarse también esas decisiones, cuáles fueron los auténticos topes de, los gastos de campaña que cada una de las candidaturas realizó.
Sin embargo, y ya hemos hecho, con la proyección que hemos hecho de la integración de la cuota proporcional, es muy probable que esta Cámara tenga en la LXV Legislatura 248 mujeres legisladoras, mujeres y 252 hombres, por ambos principios.
Quinto, en el mismo sentido, de confirmarse en la fase jurisdiccional los cómputos realizados por el INE, la próxima legislatura reflejará de mejor manera, el anhelo de inclusión, la diversidad social, cultural y étnica de nuestra nación. Ello, en tanto que, por primera vez en nuestra historia, gracias a las diversas acciones afirmativas que impulsó el INE y el Tribunal Electoral, se lograron 65 diputaciones federales para que la diversidad y la inclusión se escuche en esta Cámara, por conducto de 37 personas indígenas; 10 de migrantes; 8 personas con discapacidad; 6 personas afromexicanas y 4 de la diversidad sexual.
Sexto, finalmente, en ejercicio del derecho a la elección consecutiva, conocida coloquialmente como reelección, de 500 escaños, únicamente 152, el 30 por ciento del total, serán ocupados por diputadas y diputados reelectos, y los 348, el 70 por ciento del total, los restantes, serán ocupadas por nuevas y nuevos legisladores. Vuelvo a insistir, todas estas son cifras preliminares, tendrán que confirmarse en la fase jurisdiccional y, por supuesto, en la asignación que en su momento el INE haga de las diputaciones de Representación Proporcional.
Y de todo ello, la legalidad en los comicios, del sentido del sufragio, de la paridad en la competencia y de la inclusión de nuestro sistema de representación, da cuenta la documentación que a partir de hoy entregaremos a la Secretaría General de la Cámara de Diputados.
Así, en congruencia con lo dispuesto en el artículo 317 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, hoy inicia el proceso de entrega de las copias certificadas de las constancias de mayoría que recibieron quienes obtuvieron la mayor votación en cada uno de los 300 distritos uninominales, así como los informes de los medios de impugnación que para dichas elecciones fueron presentados y que están en manos de las salas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Con la entrega de dichas constancias e informes iniciamos una serie de actos que, con base en los resultados de los cómputos distritales, tienen efectos legales y contribuirán a que los poderes de la República se integren debidamente.
Para el INE, este acto simboliza que la democracia mexicana se ha recreado, que ha cumplido su función civilizatoria, que las y los ciudadanos decidieron, y que el voto libre, mayoritario y plural se consolida, como en cualquier democracia, como la base para la conformación de una parte del Poder Legislativo, la que refleja y representa, vuelvo a insistir, a la nación mexicana en su pluralidad y diversidad, la cual se complementará posteriormente cuando se tengan los resultados definitivos que nos permitirán hacer las asignaciones de las 200 curules de Representación Proporcional, misma que garantiza, y vale la pena recordarlo en estos tiempo, una conquista democrática insoslayable de nuestra evolución política, porque permite la participación de las mayorías y el reflejo más proporcional de la integración del órgano representativo por excelencia, respecto de la pluralidad política que existe en el país, en las decisiones legislativas a través del sistema mixto de representación que hemos configurado desde 1977.
Concluyo recordando que todos los resultados que sustentan las constancias de mayoría entregadas están sujetos, como ya se ha mencionado, a las resoluciones del Tribunal Electoral sobre las impugnaciones presentadas, por lo que es importante seguir atentos a dichas resoluciones que permitirán terminar, concluir un proceso electoral exitoso, en el que una vez más, la sociedad mexicana recreó la democracia a pesar de los tres grandes que se enfrentaron en este proceso electoral: la pandemia, la violencia y la descalificación sistemática de la autoridad electoral, que una vez más, vistos los resultados, ha demostrado responderle puntualmente a las expectativas de la sociedad mexicana y cumplir estrictamente el mandato constitucional para el que fue establecida.
Muchísimas gracias.
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