El pasado cuatro de abril cumplí siete años en el INE, tiempo que tiene también la institución electoral nacional. La ocasión es propicia para compartir no solo la experiencia profesional a lo largo de este periodo sino de la cultura organizacional del Instituto, particularmente a partir de lo que las y los expertos denominan los principios de la cultura de ejecución: enfoque, compromiso, palanca y hacerse responsable.
El primer principio, el del enfoque, se presenta sin lugar a dudas en el INE toda vez que todas y todos quienes integramos la organización tenemos un punto el cual define o determina todos los esfuerzos: el día de la jornada electoral. Contar con una macro meta como es la instalación de miles de casillas un día determinado hace que la cultura organizacional gire en torno a dicho objetivo. A diferencia de otras instituciones, este enfoque concreto y muy particular juega en positivo hacia la organización.
El segundo principio, el del compromiso, también se presenta nítidamente en el INE toda vez que las distintas áreas, esto es, Direcciones Ejecutivas o Unidades Técnicas dirigen sus esfuerzos de forma compartida, con corresponsabilidad, hacia un mismo objetivo. Las elecciones son un conjunto de actividades y procedimientos complejos que requieren la colaboración y coordinación de todas y todos quienes integramos el Instituto. Sin compromiso y trabajo en equipo simplemente las elecciones no podrían organizarse.
El tercer principio de la cultura de ejecución, a saber, la palanca, se presenta porque el personal del INE las dificultades operativas o técnicas pueden y deben ser superadas mediante decisiones o acciones estratégicas. En efecto, realizar elecciones en una geografía extensa, compleja, en condiciones políticas y sociales en muchos casos adversas, y con muchos detalles en los procedimientos, es realmente difícil. De ahí que la canalización de esfuerzos debe ser en los momentos y respecto de las actividades precisas, con la debida asignación de recursos.
Finalmente, el principio de hacerse responsable también está muy presente en la cultura organizacional de la ejecución en el INE. No solo porque se tiene la clara consciencia que un atraso de alguna actividad en un órgano del Instituto puede retrasar todas las actividades restantes, sino precisamente por su alto desarrollo profesional avalado por un servicio civil de carrera. En muchas ocasiones he constatado que entre las propias áreas, esto es, las personas que integran las mismas se ponen de acuerdo para solucionar una problemática incluso sin haberles instruido que lo hicieran en una o una serie de reuniones de trabajo.
Es cierto que como toda organización, el INE tiene todavía retos que afrontar, rezagos internos qué atender y que mal haría en una autocomplacencia de su gestión. Precisamente la vertiente administrativa es una de sus áreas de oportunidad, pero reitero, en la planeación, organización y evaluación para los procesos electorales es una maquinaria muy sofisticada que funciona con una elevada precisión.
En el diálogo directo que he sostenido al visitar 102 de 300 oficinas del INE a lo largo y ancho del país, siempre he admirado la actitud del personal del INE quienes no obstante las múltiples adversidades, la constante es reportar las mismas a quienes ellas y ellos llaman las altas autoridades y rematar señalando que todo saldrá bien. Es muy extraño encontrarse en la institución con alguien quien exprese dificultades y pesimismo.
El momento actual revela incluso la fortaleza de la institución, la cual proviene de la determinación, vocación de servicio y dedicación de quienes le integran. A la vez que estamos organizando el proceso electoral más retador de la historia del país, comenzamos ayer la organización de la Consulta Popular a celebrarse el próximo 01 de agosto, a la par que se realizan actividades de fiscalización; procedimientos de designación de Consejeras y Consejeros de los Organismos Públicos Locales; tareas para erradicar, prevenir y sancionar la violencia política por razón de género; trabajos de redistritación con motivo del Censo General de 2020; entre mucha otras actividades.
Como lo he sostenido en otras oportunidades, el INE ha sido, es y seguirá siendo para quien esto escribe una gran escuela del servicio público.
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