VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), EN LA SESIÓN DEL OBSERVATORIO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES EN MÉXICO
Muchas gracias.
Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes, es un verdadero placer participar en esta enésima sesión del Observatorio de Participación Política de las Mujeres.
Este Observatorio es una instancia de colaboración institucional que ha contribuido significativamente a visibilizar los temas de la agenda política de género en los últimos seis años y además nos ha servido a las tres instituciones que le dimos origen, en su momento, al Tribunal Electoral del Poder Superior de la Federación, al Instituto Nacional de las Mujeres y al Instituto Nacional Electoral, como un espacio no sólo de reflexión sino además de intercambio de opiniones, de retroalimentación, de cara a las decisiones que íbamos tomando, pero sobre todo de generación de contextos de exigencias hacia nosotros de parte de distintos actores de la sociedad y de distintas organizaciones, también de especialistas y académicos y académicas que hay (inaudible), sobre todo, después de seis años de cara a la que será la elección más grande y muy probablemente la más compleja de nuestra historia.
La participación de especialistas, de organizaciones de la sociedad, de instituciones del Estado mexicano y de representantes de organismos multilaterales ha enriquecido los objetivos, los conceptos y herramientas de trabajo generadas en este Observatorio.
Los resultados no son menores y ahí está el ya mencionado Índice de Participación Política de las Mujeres, que es el resultado no sólo de un trabajo institucional, sino más bien justo de esta retroalimentación con especialistas como Tere, como Maricarmen, como Javier y muchos otros más, muchas y muchos otras más que nos han contribuido a dar, a construir este, digamos, este conjunto de insumos, de empaques conceptuales que nos permiten a nosotros aterrizarlos en el trabajo de la gestión electoral.
Además, la rotación anual de la Presidencia ha sido un factor clave para evitar sesgos institucionales en el ámbito del Observatorio y promover tanto un enfoque disciplinario, como una dinámica horizontal entre las y los integrantes del Observatorio.
En este sentido y considerando el contexto de polarización, intolerancia y violencia de género en el que está transcurriendo el proceso electoral que ya arrancó, insisto, el más grande y complejo de nuestra historia, me parece muy oportuno que la Presidencia del Observatorio, en esta rotación mencionada, recaiga ahora en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, teniéndolo de manos del Instituto Nacional de las Mujeres.
Llevar a buen puerto, en materia de paridad y equidad el proceso electoral que está en marcha requiere de un profundo compromiso con la democracia constitucional que hemos construido a lo largo de varias décadas y gracias a las aportaciones de varias generaciones de mexicanas y mexicanos, así como de una gran sensibilidad en torno a aquellos temas que pueden impactar el curso del sentido incluyente, plural y equitativo de nuestras elecciones.
Menciono este compromiso y esa sensibilidad, porque en unos días más y esto, a mi querido José Luis y a Mónica, no es, ojalá y no sean impugnados, tampoco es una anticipación de lo que probablemente llegará a la consideración y eventual corrección o validación por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero creo que es importante, digamos, mencionarlo el día de hoy.
En unos días más, el Consejo General del INE analizará y, en su caso, aprobará un conjunto de acuerdos que, desde nuestro punto de vista, son indispensables, con los cuales se complementará el conjunto de reglas y disposiciones normativas que garantizarán la equidad en los procesos electorales de 2021.
Ciertamente el INE ha ejercido la facultad reglamentaria que constitucionalmente se le reconoce para dar cumplimiento a la reforma Constitucional que instruyó la paridad en todo, para establecer los criterios que deberán observarse en la postulación de las candidaturas para los cargos que se disputarán el próximo 6 de junio y para ampliar la cuota de representación de pueblos y comunidades indígenas en la Cámara de Diputados, Diputadas y Diputados.
Algunas de estas decisiones han sido ya confirmadas por la Junta Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación o están en proceso y análisis constitucional que le corresponde (inaudible).
Con esas decisiones lo que se pretende es dar paso significativo para avanzar hacia la democracia sustantiva que anhelamos, para garantizar el camino paritario e incluyente en las próximas campañas electorales (inaudible) y lo creo que es importante subrayar aquí, tenemos que procurar, ojalá y las elecciones del próximo año no sean la diferencia de las que paulatinamente, sucesivamente, en el periodo previo nos han permitido identificando, pero sobre todo consiguiendo sucesivamente logros en esta materia.
Tenemos una responsabilidad y es que el próximo año no hablemos de una inflexión, una curva paulatina de conquista y ejercicio de derechos para garantizar una democracia cada vez más democrática, es decir, igualitaria.
Decía, todas estas medidas tienen la finalidad de apuntalar el principio de igualdad como el sentido representativo que debe definir las curules que se disputarán en la próxima jornada electoral.
Pero decir que todas estas decisiones no han sido tomadas previamente a este mes de diciembre, pero quiero decir que todas estas decisiones han sido tomadas previamente al mes de diciembre que está arrancando y es claro que los criterios que aprobó el INE, que ha validado el Tribunal, que en ocasiones anteriores han corregido y maximizado la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación deberán ser observados por los partidos políticos para la determinación de las candidaturas.
Por ello considero relevante que la presidencia del Observatorio para la Parificación Política de las Mujeres en México sea asumida en estos momentos por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que tiene que terminar de, digamos, procesar la validación o en todo caso la determinación de constitucionalidad de las medidas que hemos tomado.
Me parece que es muy relevante que un órgano que ha estado comprometido con estos logros y que tendrá que revisar en el futuro cualquier impugnación que en este sentido se genere tenga la responsabilidad compartida de conducir los trabajos de este Observatorio en los meses por venir.
Uno de los acuerdos que hemos aprobado, que aprobaremos en los días por venir, será el relativo a los lineamientos para la reelección de las diputadas y diputados federales y otro se refiere al conjunto de criterios que se conoce coloquialmente como criterios de cancha pareja y que representan la compilación de disposiciones normativas, de criterios que tanto la autoridad electoral administrativa como nuestra máxima autoridad jurisdiccional hemos venido compilando, hemos venido definiendo, de cara a cada proceso electoral para evitar que los recursos públicos sean utilizados con fines electorales e inhibir con ello que el dinero del erario se utilice para beneficiar a algún partido o candidato y más aún para evitar que ello se traduzca en un sesgo de género en la postulación de candidatas a los cargos de elección popular.
Desde mi perspectiva, estos lineamientos y el conjunto de acuerdos que hemos venido tomando para dar un paso más en las acciones afirmativas que se han venido consolidando y me atrevo a decir que han cobrado ya carta de naturalización en nuestros procesos electorales previos, me parece que constituyen parte de los ejes en torno a los cuales se articulan las causas democráticas que este Observatorio ha identificado y ha venido promoviendo.
Confiamos en que esas causas democráticas, por los efectos que provocan en materia de infusión, paridad, igualdad y equidad serán también acompañadas con el espíritu crítico que siempre ha caracterizado a todas y todos quienes integran este Observatorio.
Estoy seguro de que con la aguda observancia de cada una de estas instituciones, de personas y organizaciones que participan en este espacio de reflexión colectiva se elevará el contexto de exigencia, que es indispensable se nos genere a las autoridades electorales, pero también a los actores políticos y medios de comunicación, para que el proceso electoral más grande de nuestra historia también se convierta en la mayor escuela de paridad, de competencia equitativa y de erradicación de la violencia ominosa en contra de las mujeres y, en particular, el caso que nos ocupa, de la violencia política.
Concluyo ratificando el compromiso de todas las personas que integramos al Instituto Nacional Electoral, las colegas que me acompañan, consejeras que me acompañan en este espacio, el consejero, que también, Uuc-kib, que está aquí, Uuc-kib Espadas, que está también acompañándonos y por supuesto, de toda la estructura desplegada ya a lo largo y ancho del país de cara a la organización de la elección por venir para que la paridad, sea paridad en todo, sea un signo distintivo de este proceso electoral.
Nuestro respaldo total, absoluto, para que los trabajos de este Observatorio bajo la Presidencia del Tribunal Electoral nos ayuden a avanzar en la construcción, lograda hasta ahora, que debemos preservar y potenciar, de esa patria 50-50 que anhelamos y construimos día con día.
Muchísimas gracias.
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