VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL PUNTO 3 DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, POR EL QUE SE APRUEBA LA INTEGRACIÓN Y PRESIDENCIAS DE LAS COMISIONES PERMANENTES, TEMPORALES Y OTROS ÓRGANOS DEL INE
Colegas, permítanme intervenir en este punto.
En el proyecto de acuerdo que está a consideración del Consejo, damos un paso importante para mejorar la división institucional del trabajo y para mejorar la funcionalidad del Instituto Nacional Electoral.
Con la incorporación de las consejeras y los consejeros electorales recientemente designados por la Cámara de Diputados, damos fin a la situación de excepcionalidad con la que esta autoridad electoral ha estado operando, de excepcionalidad no imputable, por supuesto, a nadie en particular, derivada de la pandemia, desde septiembre de 2019, debido al escalonamiento constitucionalmente prestablecido para abril de este 2020.
Esa excepcionalidad generó cargas excesivas de trabajo para las consejeras y consejeros electorales; prácticamente, y particularmente desde que la integración del Consejo se redujo a siete, con la salida de cuatro colegas a principios de abril de este año, pues prácticamente todas y todos mis compañeras y compañeros presidían dos comisiones, algunos hasta tres, además de formar parte y darle seguimiento a los trabajos a otras comisiones que no presidían.
A las seis consejeras y consejeros que se echaron sobre la espalda la responsabilidad de mantener la funcionalidad de la Institución, mi agradecimiento y reconocimiento por estos meses de intenso trabajo excedente.
De ahí que sea venturoso que una Institución con tantas atribuciones y tan especializadas como es el Instituto Nacional Electoral, cuente con nueve comisiones permanentes, cuatro comisiones temporales y, además, con dos grupos de trabajo; todas presididas e integradas por consejeras y consejeros electorales.
El propósito de las comisiones establecido en la ley es auxiliar la toma de decisiones de este Consejo General y contribuir, mediante labores de supervisión, con el cumplimiento de cada una de las responsabilidades encomendadas al Instituto para la recreación de las elecciones y la convivencia democrática.
En todas las comisiones, con excepción de Fiscalización, Quejas y Denuncias, y del Servicio Profesional Electoral, participan por mandato de ley, los representantes de los partidos políticos y las consejerías del Poder Legislativo y en ellas se replica la dinámica de colegialidad que impera en esta herradura, aunque hoy estemos virtualmente reunidos, se procesan cuidadosamente las decisiones técnicas, en interacción con las áreas ejecutivas de cada proyecto, y con ello, no sólo se eleva la calidad de los trabajos que llegan a este Consejo General, sino que se favorecen la deliberación informada, así como el proceso de construcción de mayorías o de consensos previo a la toma de decisiones finales.
Es por ello que, este acuerdo es tan relevante para apuntalar la funcionalidad y la división de trabajo en el Instituto Nacional Electoral de cara a la que, una vez más, volverá a ser la elección más grande de nuestra historia. En apenas seis semanas arrancará dicho proceso electoral.
Si se revisa el proyecto de acuerdo, es comprobable una distribución más adecuada en las cargas de trabajo de lo que venía ocurriendo hasta ahora, por supuesto, y que todas y todos presiden comisiones de este Consejo General, los integrantes de este Consejo, me refiero, por supuesto.
Ahora, la excepción es que una consejera o consejeros presida dos comisiones; situación que contrasta con la que se venía experimentando desde abril de este año.
En la designación de Presidencias de la Comisiones no hay consejeros ni consejeras de segunda.
La integración de comisiones permanentes, temporales y órganos de apoyo de este Consejo General refleja una deliberación horizontal y un trabajo colegiado que, estoy seguro, será de gran utilidad para enfrentar los múltiples desafíos que tenemos por delante.
Naturalmente, la conformación de las comisiones, se tomaron en cuenta los intereses profesionales de las y los consejeros, el expertise que tienen cada quien en un tema específico, y la decisión fue adoptada, propuesta a este órgano colegiado con el máximo consenso posible.
Dicho de otra manera, en el proceso de integración de estas comisiones todas las consejeras y consejeros, en igualdad de condiciones, externaron sus preferencias e inquietudes profesionales para aportar lo mejor de sí en cada Comisión.
El proceso de designación fue realizado, me parece, maximizando el consenso prevaleciente, prácticamente en todos los puntos, en algunos casos, lo saben las y los consejeros y consejeras, no se alcanzó el consenso unánime, pero, en fin, esos son los dilemas que enfrentamos en todo órgano colegiado.
Concluyo agradeciendo de nueva cuenta, el trabajo que llevaron a cabo las y los consejeros en la integración de comisiones que hoy se renueva en los términos de ley.
De igual manera, agradezco a las consejeras y los consejeros electorales, y a todos, a los 10, a las cinco y los cinco, por su disposición a construir el acuerdo que hoy traemos al Consejo General.
Concluyo destacando que esta integración que se propone, estoy seguro respaldará técnicamente el trabajo de las áreas ejecutivas que integran las secretarías técnicas de cada comisión de cara, o en los trabajos, en la elaboración, en la realización de la elección más compleja que ha vivido nuestra democracia y que incluye, por supuesto, como lo ha sido hoy objeto de discusión intensa, también el dilema de enfrentar y de llevar a buen puerto estas elecciones en los contextos lamentables, pero nunca queridos, pero presentes, de la pandemia que nos ocupa.
Agradezco a ustedes, está por supuesto a su consideración el punto.
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