VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, UUC-KIB ESPADAS ANCONA, EN EL PUNTO ÚNICO DE LA SESIÓN EXTRAORDINARIA, RELATIVO A LA TOMA DE PROTESTA DE LAS CONSEJERAS Y LOS CONSEJEROS ELECTORALES ELECTOS POR LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL HONORABLE CONGRESO DE LA UNIÓN
Gracias.
Muy buenas tardes integrantes del Consejo General del INE.
Quiero decir algunas cosas de manera muy directa.
Creo que es necesario que tengamos claro que el Instituto Nacional Electoral no es una institución importante para la democracia mexicana, más aún, el Instituto Nacional Electoral no es una institución necesaria para la democracia mexicana, el Instituto Nacional Electoral es una institución esencial de la democracia mexicana y, en consecuencia, es una institución indispensable para el desarrollo de la democracia electoral mexicana.
Este Instituto sintetiza lo que en su última larga etapa han sido ya algo más de cuatro décadas de lucha social, una lucha que empezó con partidos políticos que salían de la semiclandestinidad con modificaciones al sistema electoral y al sistema político, que marcaron la primer apertura, los primeros signos de que la pluralidad del país se iba a reflejar en una pluralidad política, y sí, en la conflictividad política que es inherente a cualquier democracia.
Como consecuencia, me parece a mí, que es indispensable entender que no estamos ante una institución cualquiera, sino ante una institución que cristaliza instrumentos, prácticas, dinámicas que son insustituibles en el desarrollo democrático del país.
Los consejeros que hoy tomamos posesión, que hoy rendimos protesta porque realmente no estamos tomando posesión de nada, llegamos acá como resultado de un ejercicio político exitoso, un ejercicio político exitoso por su diseño y por su ejercicio.
No entraré a las particularidades, ni de lo uno ni de lo otro, salvo para mencionar que al final de cuentas, después de una discusión que llevó mucho más tiempo del que tenía que llevar porque el proceso de suspendió como consecuencia de la pandemia, este largo ejercicio, que no ocultó sus contradicciones en ningún momento, finalmente concluyó con una votación ampliamente consensual que la representación social que no puede ser otra sino la que aquellos que fueron votados para ello.
Este mandato social que recibimos a través de los diputados, nos obliga, nos obliga a muchas cosas, nos obliga, sin lugar a dudas, a nuestro mejor esfuerzo en el desarrollo de las actividades ordinarias, de las actividades directamente electorales, de las actividades organizativas del Instituto, pero nos impone también tareas generales, tareas menos temporales, tareas menos concretas, pero también sustanciales.
El desarrollo de este Instituto incluye, entre otras muchas cosas, un esfuerzo institucional, y empiezo por acá, por el trato a las minorías de este país, sí a las minorías políticas como está exhaustivamente previsto en nuestra legislación electoral, pero también a minorías sociales o a grupos que no han alcanzado a tener plenos derechos en nuestra sociedad y en este caso no estamos hablando necesariamente de minorías porque hasta el día de hoy y previsiblemente en el futuro, la mayoría de nosotros, la mayoría de los votantes, serán mujeres.
Se cuenta ya con una cantidad de instrumentos para trabajar, para alcanzar la equidad de género que el legislador nos ha dotado este mismo año, de instrumentos específicos para combatir la violencia de género en el Instituto, pero las tareas, como suele ser con la tarea política, no concluyen allá.
Este país es, en muchos sentidos, un país de minorías, es un país de minorías culturales, de minorías étnicas, de minorías sociales, de minorías religiosas, no importa la mayoría a la que uno pertenezca, siempre pertenecerá algunas minorías, probablemente pertenecerá más a minorías que mayorías.
Creo que este país tiene que establecer condiciones para la equidad y el Instituto juega un papel en eso.
Históricamente para mí ha sido una preocupación atender los derechos de los pueblos originarios de este país, yo me he concentrado en alguna medida en los derechos lingüísticos, pero sin lugar a dudas, nuestras minorías, nuestras minorías étnicas que ocurre que son los primeros pobladores de nuestro país, tienen que tener un trato particularmente atento y ocupado para, de alguna manera lograr que la discriminación de la que son permanente víctimas, no se refleje en la institución electoral.
Llegamos con una gran tarea a cuestas, llegamos con una responsabilidad de una gran importancia, seremos parte de una responsabilidad colectiva muy profunda y de un esfuerzo colectivo que esperamos, o al menos yo espero, sea un ejercicio profundo.
Si nuestro trabajo es el que debió ser, si nuestro desempeño es el que se esperaba de nosotros, podremos ir presintiéndolo o teniendo indicios a lo largo de nueve años, pero al final, si dentro de nueve años la sociedad que nos eligió a través de sus diputados, sus más legítimos representantes.
Si esta sociedad que nos eligió nos reconoce nuestro servicio, pudiéndonoslo reclamar, habremos cumplido con nuestro deber.
Muchas gracias.
-o0o-