Intervención de Lorenzo Córdova, durante la presentación de la: Memoria y Estadística del Proceso Electoral Local Ordinario del Estado de Durango 2018-2019

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

 

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE LA PRESENTACIÓN VIRTUAL DE LA: “MEMORIA Y ESTADÍSTICA DEL PROCESO ELECTORAL LOCAL ORDINARIO DEL ESTADO DE DURANGO 2018-2019”, ORGANIZADO POR EL INSTITUTO ELECTORAL Y DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA DEL ESTADO DE DURANGO

 

Muchísimas gracias estimado Presidente.

Saludo, antes que nada, a las autoridades que nos acompañan en este evento virtual.

Al señor Secretario de Gobierno; a la Presidenta y los presidentes de los distintos órganos y poderes del estado de Durango, a Alma, a Javier, nuestro Presidente del Tribunal Electoral. Don Esteban, y, por supuesto, a Marco Antonio, Titular de la Comisión de Derechos humanos.

Agradezco mucho a David, a nuestro Consejero Presidente del IEPC en el estado, ex funcionario del Instituto Nacional Electoral, prestado al IEPC en esta lógica, digamos, que hermana a distintos órganos autónomos, sin lugar a dudas, pero en una lógica de un sistema nacional electoral en donde la coordinación entre las autoridades nacional y locales es indispensable para tener resultados como los que hoy se presentan en la memoria y de los que da cuenta la estadística del proceso electoral de 2018-2019.

Saludo también a las consejeras y al consejero del Instituto, Mirza, Norma, Cristina, Laura, Omar; y, por supuesto, a nuestra Secretaria del IEPC, Karen, gracias por la generosa invitación.

Y gracias, además, por permitirme compartir este espacio de comentario respecto a estos dos documentos con una funcionaria de excepción, nuestra delegada en el estado de Durango, que hereda, digámoslo así o sucede en el cargo en la delegación en esa entidad, como ya decías David, a otro dos entrañables funcionarios y estimados amigos, al maestro Matías Chiquito, y a nuestro entrañable, siempre, Hugo García Cornejo, a cuya familia con quien mantenemos contacto y siempre afecto y aprecio, saludo, si me permiten, desde este espacio virtual.

Y, por supuesto, junto a mi excolega en el IFE, en el INE, y una de las voces más autorizadas en el país en materia electoral, a mi buen amigo Marco Antonio Baños. Que, además, encabezó, me permito decirlo, la delegación de la Unión Interamericana de Organismos Electorales en las recientes elecciones de República Dominicana, fue jefe de misión de la UNIORE en República Dominicana, que constituye uno de esos ejemplos que valen la pena, o de los casos que vale la pena estudiar de cara a los futuros procesos electorales en este contexto que abarca todas las democracias en el mundo de tener que organizar elecciones en un ambiente, en un contexto post pandemia.

Para mí es un verdadero privilegio participar en esta presentación, y lo primero que quisiera señalar es que, como lo ha hecho Marco, como lo ha hecho María Elena, lo primero es celebrar el trabajo profesional que está detrás, tanto de la memoria del procesos electoral local en el que se renovaron 39 ayuntamientos de la entidad, como de la estadística de las elecciones, que refleja con precisión un dato que muchas veces se quiere ocultar y que me parece es parte del paisaje ordinario de la democracia mexicana, tanto a nivel nacional, como a nivel subnacional, que es el pluralismo, por un lado, de nuestra sociedad, así como la inclusión y la rendición de cuentas, que son sustanciales de la vida democrática, decía, de nuestro país.

La síntesis que ustedes lograron en la memoria del proceso electoral sobre el trabajo realizado en materia de geografía electoral, para el reclutaron los supervisores y capacitadores, para instrumentar las candidaturas independientes, las realizadas para preparar la documentación en material electoral, las desplegadas para el registro de las candidaturas y para hacer una eficiente comunicación institucional de manera pedagógica y de manera didáctica, diría mi colega Marco Antonio Baños. Han, se compilan de manera muy clara, muy puntual, muy sencilla y esa es una virtud que hay que subrayar.

Creo que el, por cierto, poder descargar en dispositivos móviles a través del acceso de la QR, tanto de la estadística, como de la, un documento grande y pesado, pero presentado de manera muy sencilla, como de la memoria, me parece que son de resaltar.

Todas estas actividades, así como las de seguimiento de la Jornada, recepción y recolección de los paquetes electorales, la difusión de los programas, de los resultados preliminares y el proceso de cómputo, entre otras, demuestran, me parece que es un buen testimonio del gran trabajo que está detrás de todo proceso electoral y, en particular, del proceso electoral local de 2018-2019.

La misma capacidad de síntesis y representación gráfica se evidencia en el documento sobre la estadística de las elecciones. Cualquiera que quiera saber cómo votaron las y los electores duranguenses por municipio, cómo se benefició cada fuerza política contendiente, las zonas que ganó cada fuerza y la votación que obtuvieron lo pueden ver con claridad, tal como justo el video con el que arrancó esta presentación lo ilustra.

De dichos datos me gustaría subrayar algunos que son no menores y reiterativos frente a lo que ya han mencionado tanto David, como María Elena y, finalmente Marco.

Uno. La participación ciudadana fue similar a la que se experimentó en los comicios de 2018, 44.8 por ciento en 2019, frente a un 45.08 por ciento en 2018.

Con la diferencia que en 2018 había un atractivo por el tipo de elección, la macro elección concurrente con la elección presidencial, con las elecciones federales. Que hablan de un nivel de participación estable con independencia de que, a juicio de algunos, las elecciones municipales, como las de 2019, podrían haber representado un atractivo menor para las y los ciudadanos.

Esto habla de un grado de consolidación de cultura democrática y de participación ciudadana.

Segundo. Que el PREP, como ya lo mencionaba ahora Marco, funcionó adecuadamente. Que se capturaron el 100 por ciento de las 2 mil 500 actas esperadas. Y que la totalidad de las empresas que realizaron la función de difusores cumplieron con esa tarea.

Tercer lugar. Que de 39 municipios en cuatro se tuvo que recontar el 100 por ciento de las actas, y como suele ocurrir en esto, que es una práctica asentada y recurrente en los procesos electorales, tanto federales como locales; prácticamente no cambió nada.

Lo que los recuentos establecidos flexibilizados, establecidos desde el 2007 en la legislación federal, traducidos en el ámbito local, y flexibilizados por esta lógica de compromiso de transparencia, de apertura, y de certeza, como principios rectores de la función electoral que hemos tenido las autoridades electorales, han potenciado, han llevado a un número muy alto, inédito, por supuesto, en la historia de recuentos.

Y al final lo que estos arrojan es que las y los ciudadanos, los principales garantes, los auténticos defensores, diría yo, de la democracia en el sistema electoral mexicano; en cualquier sistema electoral de corte democrático, en la noche de la elección pueden tener errores, pero en términos generales cuentan bien los votos.

Eso es lo que demuestran los recuentos, y en estos cuatro recuentos totales esto se evidenció.

Y cuarto. Que la distribución de triunfos de las presidencias municipales por municipio demuestra que Durango es una entidad en la que el pluralismo político es vigoroso, es parte de la normalidad y, eso, por lo tanto, es una de las riquezas democráticas de la entidad que nadie comprometido con los valores y principios de la democracia podría pretender negar.

En pocas palabras, ambos documentos reflejan la calidad técnica y el profesionalismo de quienes integran el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana en el Estado de Durango, y de quienes coparticipamos desde el ámbito del sistema nacional de elecciones en la organización de los procesos electorales locales.

Es decir, al propio personal del Instituto Nacional Electoral, que como saben, cumple algunas de las funciones centrales, y que cuya participación, junto con el IEPC es indispensable para tener los resultados que esta memoria arroja.

Además, en estos documentos se aprecian otros tres elementos que me gustaría también destacar. El primero es, el sentido pedagógico o didáctico, como se quiera, de ambos documentos.

Ya que sin perder el rigor técnico son amigables, son particularmente amigables. Y creo que las autoridades electorales en el país tenemos que revisarlos para ir construyendo en esta lógica de buenas y mejores prácticas, justamente la presentación de datos que de otra manera podrían parecer no solamente fríos, sino incluso, incomprensibles.

Así que, este sentido pedagógico decía, que me parece que es fundamental, pues sin perder el rigor técnico son amigables para facilitar su consulta.

Segundo. La convicción por hacer llegar esta información a prácticamente cualquier interesado en el estado de Durango, del país, o del mundo.

Ya que como mencionaba, el Código QR que ambos documentos tienen, permite que una información tan relevante para la vida pública y para el debate democrático de la entidad sea accesible de manera gratuita y que todos la podamos, podamos acceder a ella a través de nuestros dispositivos móviles.

Y, en tercer lugar, el involucramiento y reconocimiento al personal del OPLE que hizo posible, con su entusiasmo y compromiso que el proceso electoral fuera un éxito y que en las imágenes de los documentos está presente.

Los felicito por ello, por contribuir a que el debate democrático pueda darse sobre bases informativas, rigurosas y de calidad; es cierto que estos documentos, son documentos de hechos, las elecciones, pasados, pero estoy convencido que la mejor manera de enfrentar los desafíos por venir, los desafíos democráticos por venir, es justamente no perder de vista, digamos, de dónde venimos y aprender de las cosas que se han hecho bien y corregir aquéllas que tienen ámbitos de mejora.

Por eso me parece que, en los tiempos que corren, este documento viene a reforzar eso que a mí me gusta definir como una visión evolucionista de nuestro proceso de transición democrática que es la única manera, creo yo, de entender y de leer correctamente el mismo, frente a estos intentos de reescritura de la historia, son frecuentes, son abundantes que pretenden, sobre todo a cargo de algunos intelectuales orgánicos cercanos, digamos, al poder, que buscan presentar o plantear que la democracia es fruto prácticamente de una generación espontánea.

Es decir, frente a esa visión evolucionista, que creo es la que nos debe orientar para una correcta relectura de nuestro cambio político, se presentan o se busca presentar una interpretación creacionista como si, de la noche a la mañana, producto de un proceso electoral que, sin duda es trascendente y ojalá marque un antes y un después en la manera y en las políticas públicas para lograr enfrentar los grandes problemas nacionales, sin lugar a dudas, no es el origen de nuestra democracia, sino, por el contrario, la consecuencia de este proceso de democratización del que esta Memoria y la Estadística en el ámbito local dan cuenta.

Se trata de un momento en nuestra historia, no es un momento fundacional, pero hay que leerlo y hay que entenderlo para poder mirar hacia el futuro y poder generar, construir elecciones cada vez más incluyentes, cada vez más transparentes, cada vez más libres, cada vez más equilibradas. Pero no nacieron, insisto, de la noche a la mañana.

Ese carácter inclusivo que se muestra en los dos documentos que presentamos el día de hoy, reflejan algo que he sostenido en muchos espacios: la democracia es una obra colectiva.

La democracia representa probablemente el proyecto que más personas ha movilizado a lo largo de nuestra historia y su configuración institucional ha requerido de la participación de mayorías y de minorías en la toma de las decisiones y de la constante conformación de acuerdos y consensos democráticos, porque como suele decirse, en democracia nadie gana todo y nadie pierde todo y, mucho menos lo hace de una vez y para siempre.

Las elecciones de 2019 en Durango, son una prueba de ello, pero atrás de éstas está también el largo proceso y los fenómenos de alternancia que han cobrado carta de naturalización en nuestro país y que reflejan justamente esta lógica de construcción colectiva de la democracia.

Permítanme cerrar mi intervención con una reflexión de cara al futuro de la democracia mexicana y de su gobernabilidad. Estamos a una semana de que se tome una decisión muy importante, la cual espero, deseo, confío en que se dé con el mayor consenso posible y, de ser posible, que se tome por unanimidad, me refiero a la designación de cuatro consejeras y consejeros que se integrarán a los trabajos del Consejo General del Instituto Nacional Electoral y que sucederán a quienes, como Marco, dejaron su asiento en la Herradura de la democracia, hace apenas algunos meses.

Conforme al mandato constitucional, la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de designar a las y los integrantes del Consejo General, con el voto de una mayoría calificada de las y los diputados, pero del consenso de esa designación, no solamente de que se alcancen los números que la Constitución prevé, del consenso, del más amplio consenso posible depende con mucho la gobernabilidad democrática del país en los próximos años.

La experiencia enseña que, si los nombramientos no están respaldados por un amplio consenso, generado entre las diversas fuerzas políticas, se generan las bases para que, quienes fueron marginados en esa decisión, eventualmente impugnen y descalifiquen las futuras elecciones.

Las elecciones de 1997, de 2000 y de 2003, no fueron drásticamente impugnadas y fueron organizadas por el Consejo General que fue designado por consenso en 96; tampoco lo fueron las contiendas de 2009, 2012, 2015 y 2018 y, uno de los factores que tienen que ver, no el único, pero uno de los factores que tienen que ver con ello, es el consenso con el que fueron designados las y los consejeros en ese periodo.

No sucedió lo mismo en las elecciones de 2006, el germen de la desconfianza y de la impugnación con la elección de ese año, de alguna manera se sembró con la designación mal lograda de los integrantes del Consejo General en 2003.

No es un problema de nombres, no es un tema de perfiles, fue un tema de procesamiento político, de esa falta de consenso.

Es por ello que, a unos días de que el pleno de la Cámara de Diputados elija a las cuatro personas que habrán de integrarse a los trabajos del Consejo General, quiero destacar esta importancia y aprovechar este evento, para reiterar el punto, este énfasis en el consenso, en la necesidad del consenso en la toma de esa decisión.

Hasta ahora, el consenso ha privado en todo el proceso de selección que está corriendo. Privó en la convocatoria, privó en la designación de los tres miembros del Comité Técnico que designó el órgano político, la Junta de Coordinación de la Cámara de Diputados, privó en el momento de reinicio del proceso que se vio suspendido por la pandemia y ojalá continúe hasta el final.

Preservar ese amplio consenso será una señal, creo yo, de que en este proceso, en las elecciones, en los procesos democráticos está triunfando la política. La política entendida como la capacidad de procesar nuestras diferencias y de construir consensos.

Confío en que esas, de lograrse, serán las señales que mandará la Cámara de Diputados al país la próxima semana, de cara al proceso electoral más grande de nuestra historia, el que tendremos que organizar conjuntamente los 32 institutos estatales electorales y el Instituto Nacional Electoral en 2018 (2021).

Más aún, en momentos en los que la polarización está lamentablemente echando raíces en la vida pública y agrava las consecuencias de la pandemia que todas y todos padecemos.

Quiero terminar, ahora sí, felicitando de nueva cuenta a todo el personal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del estado de Durango, por estos magníficos trabajos que ratifican una vez más, que los rasgos que caracterizan a las autoridades electorales de nuestro país son el profesionalismo, la inclusión y el compromiso con una rendición de cuentas y la máxima publicidad en todas y cada una de las actividades que llevamos a cabo.

Mostrar los resultados de cada elección, casilla por casilla, ayuntamiento por ayuntamiento, habla de que la democracia mexicana está vinculada y se debe, obedece a la lógica de la transparencia y la rendición de cuentas.

No me queda más que volver a felicitarlos, recomendar la lectura de estos documentos que pueden parecer documentos históricos, pero vuelvo a insistir, entender de dónde venimos, entender cómo llegamos, en dónde estamos, es la mejor manera de fortalecernos de cara a los desafíos que conjuntamente tendremos que enfrentar en la construcción y consolidación de nuestra democracia hacia el futuro

Felicidades a todas y todos quienes integran el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Durango,

Muchas Gracias

 

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