VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LAS INTERVENCIONES DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, EN EL CONVERSATORIO VIRTUAL “ORGANIZANDO ELECCIONES DURANTE LA PANDEMIA DEL COVID-19: EL CASO DE AMÉRICA LATINA”
Primera Ronda
Y de nueva cuenta, comienzo mi intervención agradeciéndoles las reflexiones que han puesto sobre la mesa, me parece que son reflexiones que vamos a seguir, sobre las que tendremos que seguir bordando, porque como ya mencionaban todos, pues esta es una nueva realidad a la que nuestra capacidad de adaptación, como la refería Paco y que, me atrevo a decir, de la que depende la supervivencia, no solamente de las autoridades electorales, es también parte del propio instinto de supervivencia de la autoridades electorales, sino también, de la misma democracia depende de manera clara y definitiva.
Yo quisiera articular mi intervención en tres aspectos, y que tienen que ver, evidentemente con en el caso de México, el caso que le ha correspondido conducir al Instituto Nacional Electoral de México.
El primero tiene que ver con las actividades permanentes que realiza el propio Instituto y que se han puesto en crisis en la situación de confinamiento y con la evolución de la propia pandemia.
El Instituto Nacional Electoral no es solamente un órgano que organiza elecciones, sino también, que brinda una serie de servicios permanentes a la ciudadanía, entre ellos, pues el servicio de identidad a través de la Credencial Para Votar con Fotografía.
Hemos tenido que tomar y que adaptarnos a una serie de circunstancias, evidentemente desde que se decretó la emergencia sanitaria los Módulos de Atención, casi mil puntos de atención de la ciudadanía han tenido que cerrarse, son puntos de contacto, atendemos a cerca de 100 mil personas diariamente y, por ende, puntos de potencial contagio.
Sin embargo, hemos estado tomando una serie de medidas, el próximo viernes sesionará el Consejo General de manera virtual, para volver a darle validez a todas las credenciales que hubieran caducado, para efectos de identidad, y que, pues por la circunstancia actual no pueden renovarse, entre otros puntos.
El segundo aspecto, y hay otros ámbitos, éste tal vez es el más evidente de este tipo de actividades, repito, que no son necesariamente electorales, que son parte de las atribuciones de Instituto y que en ese contexto hemos tenido que, en esta lógica de adaptación, que tomar una serie de decisiones para poder tratar de minimizar el impacto que la interrupción de este servicio puede darle a los propios ciudadanos.
El segundo, tiene que ver con la operación de la institución en el distanciamiento, en el contexto de distanciamiento social.
Hemos sido muy enfáticos en no interrumpir actividades, el distanciamiento social no significa que la autoridad deje de trabajar, fuimos la primera autoridad, la primera instancia pública en México que validó, sin estar previsto en sus normas internas, la posibilidad de sesiones virtuales, los órganos de decisión del Instituto están funcionando, no digo ordinariamente, normalmente, pero sí, no han interrumpido la capacidad de decisión.
Como anticipaba, el próximo viernes tendremos la que ya es la tercera sesión del Consejo General, la Junta Ejecutiva ha venido sesionando de manera virtual, y esto se aúna pues a las actividades como esta, justamente tanto de cultura cívica, como de digamos, difusión de la cultura democrática.
Hay evidentemente actividades que requieren de la presencia física de personas, la fiscalización; la organización de elecciones, que evidentemente ha tenido que suspenderse; la constitución de nuevos partidos políticos que hoy están en el proceso de revisión del cumplimiento de los requisitos.
El tercer gran tema tiene que ver justo con lo que nos ocupa, es decir, la posposición de elecciones. En el caso de México teníamos solamente, afortunadamente la pandemia nos llegó en el momento de menor actividad electoral, de menor intensidad en la actividad electoral de los últimos 5 años.
Teníamos solamente dos elecciones locales, la renovación de ayuntamientos en Hidalgo y la del Congreso local en Coahuila, en curso; la Jornada Electoral tenía que realizarse el 7 de junio, y las campañas; es decir, el punto de contacto más intenso del proceso electoral debía comenzar el 25 de abril.
Evidentemente, en el momento en el que se decretó a emergencia sanitaria entramos en una lógica en la que la continuación de las actividades de la elección resultaron imposible.
Por eso, el Instituto tuvo que tomar una serie de decisiones sin un marco legal, en el marco legal vigente no existe la posibilidad de posponer elecciones, al menos predeterminada y, de hecho, en los últimos 100 años nunca se había pospuesto una elección.
Esto implico, evidentemente, una etapa de inventiva, de invención, de adaptación, como se decía, en términos de procedimientos, que llevó al Instituto Nacional Electoral, a pesar de que se trata de elecciones locales, a ejercer su rectoría sobre el sistema para ejercer una facultad extraordinaria, que es la facultad de atracción, que le permite jalar, déjenme decirlo así, un tema local, para fijar un criterio de carácter general que resulta vinculante para todas las autoridades electorales.
Esto implica a las autoridades administrativas, a las cortes o tribunales electorales, a los propios partidos políticos, pero también, a los congresos locales, cuando toman decisiones que tiene que ver con las propias elecciones, y esto se hizo así precisamente para fijar estos criterios generales ante la falta de normas específicas.
En segundo lugar, y retomo parte de lo que ya mencionaban ustedes, tuvo que haber una operación muy importante de comunicación para enfatizar que estábamos hablando de una posposición y no de una cancelación, no es un asunto menor.
Cancelar una elección, significa, digamos, la interrupción de la propia democracia, la posposición significa simple y sencillamente esa adaptación a las coyunturas actuales.
Esto implicó evidentemente la construcción de un consenso político, no solamente entre los dirigentes de todos los partidos, afortunadamente todos los partidos acompañaron esta decisión inédita, sino también, de todos los órganos electorales, de los gobernadores de las dos entidades y de los miembros de los propios congresos locales para acompañar esta decisión que necesitaba, insisto, por lo inédito, por lo novedoso, pues de este acompañamiento político, ese consenso del que han hecho referencia.
En tercer lugar, esto implicó también, el establecer un contacto permanente con las autoridades sanitarias, de hecho, el acuerdo de posposición establece que el Instituto Nacional Electoral determinará el reinicio de las actividades que quedaron suspendidas, estamos en un impasse, cuando las autoridades sanitarias así nos lo indiquen.
Como Presidente del Consejo tengo el mandato de tener una comunicación permanente con el Secretario de Salud y Secretario del Consejo General de Salubridad, para que en el momento en que existan las condiciones sanitarias, el INE pueda determinar un nuevo calendario electoral y fijar la fecha de la elección.
A propósito de la fecha de la elección, si bien la posposición no implicó determinar una fecha específica y lo consideramos así porque si las condiciones no existían, volver a cambiar la fecha era un mal mensaje, tratamos de mandar un referente a finales de julio-agosto, como un espacio temporal ideal para poder realizar la elección, pero no una fecha, pues ha implicado un contacto permanente con las autoridades sanitarias.
Finalmente, la cuestión organizativa, el trabajo de campo está suspendido y el tema que mencionaba Kevin, si no me equivocó del tema, o Francisco, del tema presupuestal, pues ha implicado una serie de adecuaciones porque en este contexto a pesar de que el personal nuestro que está realizando trabajo de campo y que es personal eventual no está realizando trabajo, los contratos no se han suspendido porque consideramos que no podíamos, con una decisión de esa naturaleza, agravar el contexto de desempleo que se está generando en el país como producto de la crisis sanitaria, que ha derivado en crisis económica, así que los contratos se mantienen.
En términos generales, insisto, se trata de una decisión inédita, pero que está anclada y que era importante el manejo con el inminente arranque del proceso electoral de 2021, en donde se renovará el número de cargos más grande en la historia del país, en donde participará el número más grande de potenciales electores y que comienza en septiembre.
Para nosotros, a pesar de que se trataba de elecciones locales, las que se han pospuesto, era importantísimo el buen manejo, porque de esto va a depender de que no haya una crisis de confianza de cara a la organización de aquella elección.
Dejo para la segunda intervención, algunos apuntes adicionales que tiene que ver con las áreas de oportunidad a partir de las reflexiones que ustedes han planteado.
Segunda Ronda
Yo quería hacer una breve intención justo en esos términos.
A ver, yo creo que se ha mencionado y creo que es inevitable que la nueva realidad nos imponga a todos repensar cómo hacemos nuestro trabajo en los nuevos tiempos.
El Covid-19 llegó para quedarse y ojalá pronto la ciencia médica nos dé las herramientas para convivir con esta enfermedad, pero el riesgo de pandemias ha acompañado a la humanidad y ahí está; es decir, creo que tenemos una nueva oportunidad como pocas veces para replantearnos cómo la democracia convive en estas circunstancias, en algunos países esto es muy normal ¿no?, se decretan medidas de emergencia, se restringen algunos derechos, se activan los controles funcionales para ello, para muchos otros países esta es una circunstancia tal vez por la juventud de sus propias democracias, que nos pone en una situación de dilemas que tenemos que enfrentar.
Y creo que esto, como se decía, pues tiene que traducirse en cómo logramos generar esta situación de crisis, de múltiples crisis: sanitaria, económica, eventualmente política, quién sabe si de la democracia, ya veníamos hablando de ello de tiempo atrás, y eventualmente, crisis social, sin perder la democracia. Y esto nos abre, ojalá, áreas de oportunidad.
Dos puntos muy específicos sobre de esto.
El primero es el que tiene que ver con la votación electrónica, se ha discutido mucho, ha habido casos en los que esto ha generado dilemas, que no ha logrado remontar la desconfianza natural en nuestras sociedades, sobre todo de los actores políticos, pero también de la ciudadanía.
Ha habido países que han avanzado y que han tenido, que se han quemado y han tenido que ir para atrás, hay otros países en los que esto está, como en Brasil, ampliamente asentado y demás.
Lo que sí es cierto es que, inevitablemente el uso de las tecnologías tendrá que irse planteando, sea porque se filman los escrutinios, como decía ahora Kevin; sea porque pues se utilizan los mecanismos de votación.
En México, no hemos suspendido, a pesar de la pandemia, un proyecto que se acordará Paco, viene desde tiempo atrás, es decir, el de la votación sobre todo de nuestra diáspora, de millones y millones de mexicanos desde el extranjero, de manera incluso electrónica, es decir, de manera por internet.
No nos detendremos y esto eventualmente nos abre una oportunidad para poder, en los tiempos que corren, presentarlo como una alternativa que nos permita remontar la histórica desconfianza que caracteriza a México.
Pero lo segundo es tal vez lo más importante, y es algo que se reivindica, lo han mencionado prácticamente todos, es el tema de la comunicación. Yo siempre he sostenido que las autoridades electorales tenemos que tener, más allá de una gran capacidad técnica, una enorme vocación pedagógica, porque cuando explicamos un problema que puede surgir y surgen muchos durante las elecciones, en realidad no estamos explicando, estamos haciendo un control de daños.
La comunicación significa tener una posición asertiva, significa convertirnos en actores de la propia discusión pública, y significa evidentemente pues actuar de una manera, no como con los demás actores políticos que en una campaña, claro que hacen comunicación, pero con un propósito determinado, sino que, en este caso, es una comunicación que tiene que ir enfocada en la construcción de confianza, y eso se ancla con los otros puntos que al final de su intervención ahora planteaba Paco ¿no?, la transparencia, la verificabilidad de nuestras actuaciones, etcétera.
Pero sí, la comunicación es algo que tenemos que replantearnos, repito porque una autoridad electoral que no comunica bien, que convence con su comunicación, está cumpliendo a penas una pequeña parte, con independencia de que haga bien el trabajo técnico de lo que es su mandato en los tiempos que hoy actualmente corren ¿no?
Con esto pues cerraríamos esta segunda ronda y les pediría que avanzáramos en la parte final, en donde pues se presentaríamos cada uno de nosotros las respectivas conclusiones. Yo diría, de cara, que no son conclusiones definitivas, me temo, sino conclusiones de cara a la siguiente reunión a la que desde ahora ya están convocados.
Faltó en esta reunión Julio César Castaño que, como se ha mencionado, es Presidente de la Junta Central Electoral de República Dominicana, que tiene elecciones, probablemente las primeras que se realizarán en las semanas por venir.
Patricio que, lamentablemente, desde Chile no ha podido enlazarse en esta comunicación, pero muchas otras compañeras y compañeros de órganos electorales en una discusión, insisto, que más allá de lo inmediato tendrá que ocuparnos para adelante.
Ronda en Conclusiones
Permítanme cerrar retomando el hilo, diría tres puntitos a partir de lo que ha dicho Paco, y también con esta confianza de optimismo, pero sin perder un dejo de realismo y, sobre todo, de memoria histórica.
Coincido, creo que la democracia va a sobreponerse a esta nueva realidad demostrando una inevitable vocación de adaptación a los tiempos y a los desafíos que enfrenta esta pandemia y, sin embargo, los tiempos no son buenos tiempos para la democracia.
No por la pandemia, no lo eran antes. Veníamos discutiendo desde hacía ya algunos años, digamos, el efecto disruptivo que las redes sociales y las noticias falsas, la desinformación tenía para la democracia, y cómo la democracia tenía que sobreponerse a esa realidad, que venturosamente es la que nos permite hoy tener este tipo de eventos.
Es decir, las redes sociales, el Internet, la informática, los avances en materia de tecnologías de la comunicación, que no es que estén peleados con la democracia, pero tiene que tener un encauzamiento democrático para ser funcionales.
Creo que la pandemia nos presenta áreas de oportunidad, pero también de riesgos. Justamente, así como hoy estamos pensando en espacios como éste, cómo logramos adaptar con el uso de la tecnología la democracia a los nuevos tiempos. Como reivindicamos eso de lo que depende, digámoslo así, la viabilidad de las elecciones, incluso en tiempos pre COVID.
Como, por ejemplo, esta capacidad de explicación, esta capacidad pedagógica, esta capacidad de transparentar nuestros procesos, y de ese modo acercarnos y generar confianza, no sólo de los actores políticos, sino sobre todo de los ciudadanos, también representa desafíos.
Y en este mismo contexto hemos visto también aflorar las peores funciones autoritarias. Ha habido quien ha querido aprovechar con esa reminiscencia Hobbesiana, que nos viene de tres siglos atrás, de casi cuatro, la situación de emergencia, la situación, digámoslo así, de inseguridad, en este caso sanitaria, como una manera de robustecer y fortalecer el ejercicio del poder, y no sólo el ejercicio del poder es indispensable para enfrentar, el Estado es fundamental, como pocas veces, para enfrentar las situaciones.
Sino ejercer el poder de manera incontrolada, y eso sí va en contra de la tendencia de esta apuesta civilizatoria que es la democracia constitucional, y que nos plantea, no la negación del poder, pero sí el ejercicio del poder de manera controlada, con contrapesos, con frenos, con vigilancia, porque es la única manera en la esto puede, efectivamente, convivir, con el ejercicio de los propios derechos.
Ahí está el desafío, cómo logramos adaptar la democracia sin perder, en eso que de entrada es el piso mínimo, las elecciones; la democracia va mucho más allá, pero ese es el miserable expediente técnico del que depende la democracia, como decía Ortega y Gasset, sin perecer en el intento, sin tropezarnos en el intento.
Pero cómo logramos que a pesar de los tiempos actuales esa vocación democrática que le ha permitido a nuestras sociedades avanzar hacia un régimen de derechos y de control de poder se reinventa. El desafío no es solamente sobrevivir pues a la pandemia, sino sobrevivir a la misma sin dejar de ser democráticos.
Creo que este es el gran desafío que tenemos y pasa por ese expediente técnico, pasa por cómo logramos que las elecciones sigan realizándose, cómo logramos que la observación electoral, reinventada tal vez, sigue siendo ese elemento de certeza y de confianza, pero también bajo la premisa de que las elecciones son ese piso del que en adelante tendremos que seguir enfrentando los desafíos que hoy las democracias tienen y que van a seguir estando ahí, tal vez renovados: la desigualdad, la pobreza, la inseguridad, seguirán estando ahí.
A lo mejor estarán potenciadas y el problema es cómo las resolvemos sin caer en esa vocación autoritaria que, lamentablemente también ha acompañado a la humanidad y a la propia democracia. Reinventémonos, pero defendamos la democracia.
Yo les quiero agradecer muchísimo a todos la participación en este Conversatorio. La convicción del Instituto de seguir trabajando y construyendo ciudadanía de esta manera, por estas vías y, sobre todo, pues el agradecimiento por el acompañamiento histórico.
Había hablado alguno de ustedes de la vocación internacionalista del Instituto, pues es una vocación de ida y vuelta, así que el hecho de que ustedes estén acá también es una manera en la que nos están ayudando a nosotros mismos a comprendernos y a mejorar nuestro trabajo.
Gracias de nueva cuenta, Francisco, Wilfredo, a Salvador, que ha tenido que irse hace unos momentos, por supuesto a Kevin y a Joseph, su participación ha sido fundamental, insisto, y su presencia continuada en lo que viene lo será también.
Muchísimas gracias, gracias a todas y a todos los que nos han escuchado.
Y cuídense mucho.
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