Número: 048
- Cualquier reforma electoral debe partir de un diagnóstico puntual y sobre todo del consenso, afirma al participar en el 5° Ciclo de conferencias sobre Gobernanza Electoral realizado en el IIJ de la UNAM
En los últimos años, el país ha tenido elecciones que no han sido impugnadas, lo que prueba que tenemos un sistema electoral cada vez más maduro, mejor comprendido y aprendido por parte de los autores y de las autoridades electorales y que ha permitido una óptima gobernanza electoral, afirmó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Al participar en la mesa “La gobernanza electoral multinivel en México: diagnóstico y desafíos” del 5° Ciclo de conferencias sobre Gobernanza Electoral, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, subrayó que, aunque el sistema electoral puede ser perfectible, cualquier reforma debe partir de un diagnóstico puntual y del consenso.
En el Auditorio Héctor Fix-Zamudio, ante el Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Felipe Fuentes Barrera; las investigadoras Jacqueline Peschard Mariscal y María Marván Laborde, y el Consejero Presidente del Instituto Electoral del Estado de México, Pedro Zamudio, precisó que el consenso debe buscarse fundamentalmente en dos temas.
“Hay dos temas en los que la mayoría debemos procurar se convierta en un consenso preferentemente unánime: la definición de las reglas del juego, a las que todos los jugadores van a tener que someterse y con las que todos deben aceptar jugar, así como el consenso en torno a los árbitros”.
Lorenzo Córdova anticipó que cuando el consenso no se privilegia en el nombramiento de los árbitros, “invariablemente, alguien después va a apelar, va a argumentar que hubo juego sucio y eso es lo que tenemos que cuidar de nuestro sistema democrático”.
En la víspera del nombramiento de cuatro consejeros electorales del INE, el Consejero Presidente consideró que “hay buenos indicios” en el proceso para la definición de los integrantes del Comité de Evaluación, ya que la convocatoria salió por consenso y el INAI propuso nombres de personajes muy respetables. “Si esta sigue siendo la ruta, nos adentramos hacia el futuro en un sistema políticamente blindado y, consecuentemente, mucho más gobernable”.
Recordó que la gobernabilidad democrática y el sistema electoral mexicano se han construido a lo largo de tres décadas, en un proceso evolucionista que pasó por ocho reformas electorales. “El sistema electoral que se replanteó con la reforma 2014, es un sistema que permite justamente hablar, como pocas veces antes, de una gobernanza electoral multinivel”, agregó.
La reforma del 2014, explicó, atendió una serie de problemas de inclusión, otros que tenían que ver con confianza, la certeza y la equidad en la organización de las elecciones y logró estandarizar y homogenizar las instituciones, los procedimientos, los criterios, las reglas con las que se realizaban las elecciones a nivel federal y a nivel local.
Córdova Vianello insistió en que el sistema electoral es perfectible siempre y cuando no se dé marcha atrás a cuatro pilares fundamentales como son: la autonomía de las autoridades electorales; las reglas que permiten inyectar certeza y transparencia; las condiciones de equidad en la competencia electoral y el pluralismo político.
En su intervención, el Magistrado Presidente del TEPJF, Felipe Fuentes, explicó que la gobernanza se debe observar desde varias vertientes: en cómo se organizan las elecciones, el rendimiento de los organismos vinculados en el proceso electoral y el diseño de reglas.
“El sistema de gobernanza electoral que garantice una expresión fiable de la voluntad popular, es el que ayuda a tener una mejor democracia. El sistema jurídico institucional que haga posible la democracia es el mejor de los aliados”, señaló.
Enfatizó que “el proceso de gobernanza electoral implica un proceso permanente de coordinación y comunicación entre autoridades que participan en el mejoramiento de la democracia” y, en este sentido, ponderó la colaboración entre el INE y el TEPJF, así como los criterios que ha ido impulsando el Tribunal para coadyuvar a un mejor funcionamiento de la democracia, que es el objetivo de la gobernanza electoral.
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