VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DE LA CONSEJERA DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, ADRIANA FAVELA HERRERA, EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “¿ES LA PARIDAD UNA REALIDAD EN LOS CONGRESOS ESTATALES?”, REALIZADA EN EL LOBBY DEL AUDITORIO DEL INE
Gracias Patricio Ballados.
Y bueno, primero, buenos días a todas las personas que nos acompañan en esta sede, buenos días también a las personas que nos siguen a través de las redes sociales.
Y quiero primero, también, resaltar la presencia de varias consejeras y consejeros que el día de hoy se encuentran aquí, que son de los Organismos Públicos Locales Electorales: de Coahuila, Morelos, Nuevo León, Puebla, Sinaloa. Si me falta mencionar algún estado ahorita me corrigen, por favor.
También de Cristina Renaud, y sobre todo de la Consejera Claudia Zavala, porque realmente estamos aquí gracias a la Consejera Claudia Zavala que, debería de estar aquí con nosotras sentada, pero bueno, ella prefiere estar allá del otro lado en el público, pero bueno, esperemos que logremos la presentación que ella tanto imaginó, que tanto organizó.
Entonces, qué bueno que estamos aquí, gracias, de verdad, Claudia, por la oportunidad que nos das.
Y también, les damos la bienvenida al Instituto Nacional Electoral, que ya saben que es una institución incluyente, que siempre apoya a las mujeres, y que siempre estaos buscando trabajar en pro, obviamente, de una mejor sociedad.
Este libro es sumamente importante, se llama “¿Es la paridad una realidad en los congresos estatales?”, y esa pregunta me parece sumamente relevante porque, si nos vamos a los datos cuantitativos pues decimos sí, porque la mayoría de los estados ya tienen congresos que casi rondan del 40 por ciento para arriba, a excepción de algunos congresos que inclusive lo rebasan, como el de Morelos que tiene 70 por ciento de mujeres.
Y a nivel global, ya sabemos que, los congresos locales tenían un promedio del 50 por ciento de interacción de mujeres. Entonces hemos avanzado cuantitativamente muchísimo y lo mismo sucede a nivel federal, Wendy Briseño, nuestra querida diputada es integrante de la legislatura de la paridad y, que, además, se lo han tomado muy en serio porque están apoyando a las mujeres.
Pero aquí, lo importante del libro es que también habla de una cuestión cualitativa y eso es el gran aporte que da esta obra.
Y esta obra que tiene muchísima información se refiere al estudio de 12 congresos locales, que ahorita les vamos a decir de qué entidades federativas. Es Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Distrito Federal, ahora Ciudad de México, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Campeche.
Y en esta obra participaron 17 personas, que participan en cada uno de los capítulos, que no voy a leer sus nombres, pero son personas muy valiosas, más, bajo la coordinación de María Aidé Hernández García y Jesús Alberto Rodríguez Alonso; entonces, en total tenemos 19 personas que sumando sus esfuerzos para que el día de hoy tengamos esta obra, entre ellos también Ana Elisa Banderas ¿no? O Balderas. Que ya estuvo aquí con nosotros.
Ahora, a mí me llamó la atención, desde la manera en que denominan o llaman a los distintos capítulos. Hay uno que dice: “Ya ganamos, ¿y ahora qué?” ¿no?
Entonces, pues sí, esta es una pregunta que nos teneos que dar todos, hacernos todos.
Y luego otra dice “Broncos, díscolos y acaparadores”, y no les estoy diciendo nada a nadie, así se llama “El árido transitar de las mujeres en el Congreso de San Luis Potosí”.
Luego dice, “El andar a pasos lentos en el largo camino hacia la igualdad sustantiva en el Congreso de Jalisco”.
Luego dice “La igualdad política, un reto que se construye”, y claro, por, en pos de la igualdad teneos que estar todos los días las mujeres luchando por eso.
Y luego otro título dice “No saben qué hacer con nosotras”, ¿no?, las mujeres legisladoras y “A nosotras nos falta abrazarnos y defender nuestras causas”, y esto en relación con el Congreso del Estado de México.
Y por qué les menciono estos títulos de estos capítulos, porque precisamente, también, contienen las distintas preguntas que se formulan al hacer la investigación y que buscan darle una contestación.
Ahora, me parece la metodología, fabulosa, de verdad. Yo creo que académicamente es muy, muy, muy valiosa porque primero tenían una hipótesis central, y la hipótesis cuál es, que aún con la Ley Electoral de Paridad de 2014 persiste la desigualdad de género en el ámbito local porque, sí tenemos más mujeres, pero qué pasa con las relaciones de poder, que ya también decía Wendy Briseño, o sea, se tiene que hacer un reacomodo.
Pero, entonces, sí somos más mujeres en los Poderes Legislativos, ¿pero esas mujeres realmente pueden incidir en las decisiones? ¿Forman parte de los órganos que realmente toman las decisiones, como la Junta de Coordinación Política, las comisiones importantes o estratégicas? ¿O qué pasa con las mujeres? ¿En qué temas legislan?
Entonces, se van siguiendo ciertos elementos que son: los perfiles que tienen las diputadas y los diputados para ver si hay alguna diferencia. La distribución en el poder al interior de los congresos locales.
También revisan las agendas legislativas de hombres y de las mujeres. Y también verifican si hay alguna discriminación o no hacia las mujeres en la vida cotidiana dentro también del Poder Legislativo. Y ahí tienen cuáles son las conclusiones.
Y de verdad, yo sí los invito a que lo lean porque de verdad es sumamente interesante.
En relación con los perfiles de las diputadas y diputados se toman tres elementos: edad, nivel educativo, y experiencia política. Y aparentemente no hay sesgos de manera, como general. Pero cuando ya se van a cuestiones más particulares nos damos cuenta que sí hay sesgos y son sesgos importantes.
Por ejemplo, dicen, en la edad no hay sesgos porque tenemos representantes de mujeres y hombres en cada uno de los grupos de edad, pero ¿adivinen qué? Hay menos mujeres en edad reproductiva, porque las mujeres tenemos que a la mejor distanciarnos de la participación política cuando estamos en la edad reproductiva, o no nos dan la oportunidad de estar ahí, ¿por qué? Porque temen que nos embaracemos y luego tenemos que cuidar a los hijos, o a las hijas, y entonces ya aparentemente causamos un problema. Entonces, sí hay un problema ahí.
Luego, el nivel educativo. También, no hay tanto sesgo, porque tenemos personas desde que tienen educación básica, hasta posgrados. Y todo eso está muy bien, pero también hay un hallazgo importante, ya lo comentó Ana Elisa, hay más mujeres con posgrados; y van a decir, oye, pues qué padre, porque entonces las mujeres están más preparadas, sí, pero nos piden que estemos más preparadas porque dudan de nuestra capacidad. Ese es el problema.
Entonces, siempre estamos buscando, ya lo dijo Wendy, ahorita está en un diplomado, la manera en que nos estamos preparando, Claudia Zavala está en el doctorado, tenemos maestrías, doctorados, licenciaturas, o sea.
¿Por qué? Porque las mujeres siempre tenemos que estar demostrando que somos valiosas, que tenemos capacidad y que podemos con el cargo todos los días, cada minuto, cada segundo de cada día.
Entonces, pues bueno, entonces qué bueno que están más preparadas, pero no es porque realmente sea algo tan benéfico, sino que realmente es por esta circunstancia.
Luego, en relación con la experiencia política. Se encuentra también que las mujeres tienen una mayor experiencia política en el desempeño de cargos anteriores, entonces eso también es interesante, porque también se pensaba que las mujeres que llegan a los congresos tal vez no tengan tanta experiencia política, pero los partidos políticos cuidan los perfiles porque como desconfían de las mujeres entonces siempre mandan a sus mejores cartas.
Entonces, que no estén tanto en edad reproductiva, que tengan hasta posgrados y, además, que tengan experiencia política porque pues importante.
Ahora, ¿cuál es esa experiencia política? En la mayor parte de las veces es en regidurías, que era en los cargos que nos permitían desempeñar. Pocas en presidencias municipales o sindicaturas. Y algunas que otras en diputaciones locales que hayan repetido en el cargo.
Ahora, ¿esto es bueno que tengan experiencia política? Pues sí, porque obviamente pueden utilizar esa experiencia política pues para legislar, pero también aquí el problema es que luego se les cierra las posibilidades a las nuevas generaciones de mujeres, o los nuevos cuadros. Entonces, también hay que ir valorando toda la información.
Entonces, se cuidan más los perfiles de las mujeres cuando son candidatas que de los hombres, y como si desconfiaran de las propias mujeres. Y a las mujeres se nos exige más preparación que a los hombres, como mayores calificaciones y méritos para ejercer sus funciones, porque se duda del género.
Entonces, ahí también vemos cómo la cultura patriarcal pues sigue subsistiendo y cómo tiene ciertas consecuencias.
Ahora, en relación con la distribución inequitativa del poder. Pues se ve que sí tenemos más mujeres, por lo tanto, también tienen que ingresar a un mayor número de comisiones, no solamente las que están relacionadas con el rol de género, que esta cuestión que somos madres, hijas, cuidadoras, que luego la llevamos también a nuestra función pública.
Entonces, ya no solamente están en las comisiones de Derechos Humanos, de Paridad, de otras cuestiones así, también ya están ingresando en cuestiones estratégicas como Gobernación, Puntos Constitucionales, Hacienda, Administración, Asuntos Legislativos, pero muchas veces no dejan presidirlas ¿no?
Eso a nivel local, a nivel federal ya obviamente lo han logrado y, hay otro fenómeno, que los hombres no quieren presidir estas comisiones que, históricamente estaban relacionadas con los roles de mujeres y ahí viene también una doble carga de trabajo, porque entonces ahora, sí qué bueno que entran a Hacienda, qué bueno que entran a Puntos Constitucionales, pero eso no las deslinda de también estar viendo los temas que tienen más un contenido social.
Luego, ni hablemos, por favor, de lo que es presidir comisiones importantes que son pocas las que lo hacen estas dos entidades federativas, obviamente no presiden la Junta de Coordinación Política, es muy poco probable que lleguen a las mesas directivas de los congresos locales; en contraposición, lo que ya está pasando a nivel federal que sí lo han logrado.
Ya tenemos ahorita dos mujeres que están en la Mesa Directiva, la diputada Laura Rojas Hernández, la senadora Mónica Fernández Balboa que ya están ahí, pero quiénes eran sus predecesores: hombres. Entonces, bueno, hay muchas cosas que hacer.
Luego, en las agendas legislativas, sí hay una diferenciación entre hombres y mujeres, sí. Las mujeres siguen legislando en los temas que tienen una relación con el rol de género que tenemos en la sociedad, vinculadas a labores de la madre, esposa, hijas y demás dentro del ámbito familiar, cuidadoras, derechos humanos, cuidados en general, personas con discapacidad, pero también están tratando de legislar en otros temas.
Pero, ¿cuál es el problema que se tiene? Que los hombres presentan más iniciativas, de manera general, y son más eficaces al momento de que logran su aprobación, en relación con las mujeres.
Ahora, las mujeres sí tienen una agenda política, propia de las mujeres, pero como son más disciplinadas también impulsan en mayor medida los temas del Grupo Parlamentario al que pertenecen, entonces, por eso luego dejan de lado sus temas ya más concretos.
Y en relación con la discriminación en las mujeres, en el propio Poder Legislativo, nada más les leo algunos datos, por ejemplo: las mujeres seguimos siendo juzgadas por nuestra apariencia física, tenemos que cuidarnos más, tenemos que estar más arregladas, más vestidas formalmente.
Obviamente somos más criticadas que los hombres. Hay una resistencia todavía a que las mujeres puedan hacer algo.
En el Estado de México, por ejemplo, las diputadas reportaron que ellas seguían siendo tratadas como “objetos del deseo”, como una cuestión de solamente su apariencia física es la que importa y, con bases en esa apariencia física, inclusive puedes llegar hasta la Mesa Directiva del Congreso Local, porque como es un órgano que llama mucho la atención, pues entonces tienes que tener ahí a alguien muy presentable para que cuando salgan las fotos, pues está muy bien.
Entonces, sigue estando ahí la cultura patriarcal, siempre metida en lo que pasa con las mujeres, entonces, no basta con el número de personas, de mujeres que llegan a los cargos, sino también lo importante es que realmente se tenga acceso a la toma de decisiones.
Y yo quiero también decirles algunas otras cuestiones, por ejemplo, los retos que marcan en el libro dice: “involucrar a los hombres en la esfera privada para mejorar la vida democrática”, el logro de equilibrios en ambas esferas ¿no? Y es lo que también decía Wendy, aquí lo que está cuestionándose es la masculinidad.
Tiene que haber una nueva masculinidad que se adapte a las nuevas circunstancias. Hay una mayor exigencia a las mujeres en la esfera pública a cuidar su apariencia física, a verse presentables, atractivas, formales y, además, lo que les decía: debemos estar probando todo el tiempo nuestra capacidad, que podemos con el cargo y que somos muy responsables.
Pero eso sucede no solamente con las diputadas, sucede con las funcionarias públicas en lo general, con las consejeras de los OPLE, con las consejeras del INE y con cualquier funcionaria que ustedes se encuentren en su paso.
Esta doble exigencia aplica cuando las mujeres son candidatas y también cuando desempeñan el cargo, o sea que nunca nos libramos de esa situación.
Y esta cultura patriarcal hace que sea más fácil el señalamiento y la descalificación del trabajo de las diputadas, cuando una mujer, como ya también lo decían nuestras compañeras, se equivoca, entonces el error se extiende al género. ¡Ay, claro me equivoqué! Adriana Favela, pero claro, porque es mujer y ya ven cómo son las mujeres. Y el error nos puede definir por muchísimo más tiempo, ¿no?
Luego a las mujeres nos exigen muchísimo más cualidades de tipo ético que las tenemos eh, honradez, decoro, integridad, pero bueno no vayas a cometer algún error porque entonces ya eres totalmente juzgada y desterrada de la sociedad. Entonces, ¿Qué necesitamos? Pues acabar con los estereotipos y lograra un cambio cultura.
Ahora yo quiero también, y ya tengo que terminar porque aquí Patricio me está molestando, no es cierto, a las coordinadoras y a las autoras. Creo que debemos de seguir con esta obra, a mí me encantaría que el INE, que los OPLE y que bueno que están aquí, porque ojalá nos puedan apoyar, para que se actualicen los datos, muchos se quedaron en 2016, otros llegan hasta 18, algunos hasta 19, hay que continuar la investigación, porque enserio la metodología es fantástica, porque además hicieron entrevistas, tanto con hombres como mujeres legisladoras, fueron a las fuentes documentales, recabaron la información, la estuvieron procesando.
Entonces hay que continuar con esta investigación para obtener datos sobre la representación sustantiva de las mujeres, porque como dicen algunas preguntas, bueno ya estamos aquí, ¿y, ahora qué? Pues ahora qué, pues que se note el cambio, que realmente incidamos y que realmente estemos en los puestos de decisión.
Yo también les pediría ampliar el estudio a otras entidades federativas, para así pasar de 12 a las 32 entidades federativas, y tener un estudio totalmente completo.
Y yo también les pediría ampliar el análisis al Congreso de la Unión, porque aquí es importante también, ver cómo en el Congreso de la Unión ya hay muchos avances, por ejemplo, ya también lo decía Wendy, no solamente ya están las comisiones que se ligan más con las mujeres sino también, en las comisiones estratégicas. Ahora falta, como son Gobernación, Hacienda, Puntos Constitucionales, Seguridad Pública, Justicia.
Pero también falta ver si hay un número importante de mujeres que realmente pueden incidir o solamente son una o dos o la que preside, pero no tener la mayoría, entonces a lo mejor no pueden lograr mayores acuerdos.
Ya dijimos, las Mesas Directivas, ahorita, las cámaras de diputados y senadores del Congreso de la Unión, están presidida por mujeres.
También en las Juntas de Coordinación Política a nivel federal sí hay mujeres, pero obviamente son menos, por ejemplo, en el Senado de 10 integrantes, solamente tenemos cuatro mujeres, es decir, e 40 por ciento. En la de Diputados, de 8 integrantes solamente una mujer, el 12 por ciento, pero la gran pregunta es ¿y cómo lo lograron Wendy a nivel federal?
Bueno, pues primero, creando redes de mujeres, de apoyo, ¿no? entonces cada vez que hay un problema, ahí vamos todas juntas, verdad. Las legisladoras, las consejeras del INE, las magistradas del Tribunal, las consejeras de los OPLE, todo el mundo que se nos quiera sumar ahí vamos todas juntas para parar casos como el de Oaxaca ¿te acuerdas? al inicio de este mes, de este año perdón, que varias presidentas municipales habían ya renunciado al cargo para que fueron suplidas por hombres.
Entonces nosotras fuimos ahí a hacer presión, parecemos activistas, pero no importa, pero entonces, presionamos y ya se logró que esas renuncias no se tomaran en cuenta y asumieran el cargo las mujeres, y así hemos hecho otras cosas.
Entonces, crear redes de mujeres, y algo también que dice el libro es que, las mujeres, bueno dudan de nosotros porque somos mujeres, pero ¿saben qué es lo peor del caso? que nosotras mismas, como mujeres, dudamos de nosotras.
Entonces, falta trabajar mucho en una seguridad, en que, sí podemos lograr las cosas, en que, sí podemos estar adelante, y de verdad crear estas redes, aunque no sea formalmente hay redes muy importantes, por ejemplo, Mujeres en Plural, el Colectivo 50+1, entre otros, pero también las redes tienen que estarse creando constantemente.
Y de verdad mujeres, creamos, o sea, hay que creer en serio en nosotras, porque somos capaces, somos igual de inteligentes que los hombres, ya muchas filosofas lo han dicho y está comprobado.
Entonces hay que trabajar con nosotras mismas, hay que trabajar con los hombres y sobre todo acuérdense que la finalidad es tener una mejor sociedad, y en eso tenemos que involucrarnos todas y todos.
Muchísimas gracias por su atención
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