VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE SU VISITA DE TRABAJO A ESTA ENTIDAD, EN DONDE ENTREGÓ LOS RESULTADOS DE LA CONSULTA INFANTIL Y JUVENIL 2018
Muchas Gracias, muy buenos días a todas y a todos.
Saludo con mucho afecto y agradecimiento a Dana Sofía, a todas las chicas y chicos de las escuelas que nos acompañan.
A sus maestras y maestros que arrancaron el fin de semana de manera anticipada con los chicos viniendo a conocer lo que ellos mismos opinaron.
Saludo con muchísimo afecto y agradecimiento al señor Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Agradeciendo también la oportunidad de la firma que hace unos minutos, un par de horas pudimos realizar con el fin de generar sinergias para que los instrumentos que dispone el Instituto Nacional Electoral y que resguarda celosamente como son aquellos en donde está depositada la confianza de las y los ciudadanos, el Padrón Electoral, pueda tener una utilidad social y permitir un beneficio público en la autenticación de la identidad en el combate al delito de robo de identidad, entre otros.
Muchas gracias señor Gobernador, un gusto estar en su estado. Saludo con mucho afecto también y agradecimiento al diputado Glafiro Salinas, presidente del Congreso, al magistrado Horacio Ortiz, presidente del Tribunal Superior de Justicia; al señor rector de la Universidad Autónoma del estado, el doctor José Andrés Suárez, a la maestra Olga Alicia Castro, nuestra delegada del INE en la entidad.
A la maestra María de los Ángeles Quintero presidenta del Instituto Electoral de Tamaulipas, amigas y amigos.
Permítanme alguna glosa sobre los datos que ya hemos escuchado arrojó la Séptima Consulta Infantil y Juvenil realizada por el Instituto Nacional Electoral.
Desde sus inicios, estas consultas han sido concebidas como herramientas de cultura cívica para que las personas más jóvenes de nuestro país se involucren en alguna de las prácticas de la convivencia democrática y contribuyen a construir ciudadanía.
Se han realizado, de manera ininterrumpida desde 1997, para que las niñas, niños y jóvenes opinen sobre diversos temas que influyen en su forma de vida.
Además de ser una de estas actividades no electorales que el INE realiza, esto lo digo porque hay muchos que piensan que el INE sólo hace elecciones, no sólo hace elecciones, como, por ejemplo, proporcionar el medio de identidad a cada mexicana y mexicano de 18 años para que pueda ejercer sus derechos políticos fundamentales.
Y de una vez, vuelvo a insistir en lo que, en días, semanas previas hemos venido insistiendo, el INE está listo para que, mediante un convenio de colaboración, podamos proceder a la generación de mecanismos de identidad para las niñas, niños y adolescentes, para todas aquellas mexicanas y mexicanos menores de 18 años.
Las consultas infantiles, en esta lógica de instrumentos, de insumos, de actividades no electorales estrictamente, constituyen mecanismos que posibilitan al INE cumplir con sus responsabilidades como institución de garantía.
Permiten así que contribuyamos al cumplimiento de lo establecido en el artículo 12 de la Convención sobre Derechos del Niño, en el sentido de que las niñas y niños tienen el derecho a ser oídos en todos los asuntos que les afectan y, a que sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Desde este punto de vista, en el INE no asumimos que la realización de las consultas infantiles y juveniles sean un favor a nadie, sean un acto gracioso de la autoridad electoral, sino más bien, el cumplimiento de una obligación internacional del Estado mexicano.
Estas consultas, en una nuez, contribuyen a garantizar el derecho a opinar que tienen las niñas, niños y adolescentes, y de que sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Eso es lo que estamos haciendo aquí, al exponer los resultados de la Consulta 2018, las autoridades e instituciones estamos respondiendo a una obligación convencional, una obligación internacional del Estado mexicano, de considerar esos puntos de vista y preocupaciones en nuestra toma de decisiones.
Las consultas han demostrado ser ejercicios atractivos para las personas más jóvenes de nuestro país, ya que, en las ocho consultas realizadas, esta fue la octava, siete se habían realizado previamente, han participado ya más en estos casi 25 años, de 27 millones y medio de niñas, niños y adolescentes.
De ese total, en 2018, en esta última edición de la última consulta opinaron como hemos visto, más de 5. 6 millones de chicas y chicos.
Otro dato relevante es que la Octava Consulta Infantil y Juvenil, superó todas nuestras expectativas, tanto por el número de participantes como por la gran disposición de los más de 26 mil voluntarios para integrar las casillas y apoyar el desarrollo de la consulta.
Como escuchábamos, 800 de ellos operaron estos centros de votación en el estado de Tamaulipas.
En Tamaulipas participaron como hemos escuchado, más de 226 mil niños, niñas y adolescentes, 14 mil 042, fueron niños, niñas y adolescentes de comunidades indígenas y 7 mil 354 tenían alguna discapacidad.
Con esa asistencia, Tamaulipas fue la tercera entidad con mayor porcentaje de participación de la población objetiva, el 29 por ciento de entre quienes tenían el año pasado entre 6 y 17 años, probablemente en estos momentos y aquí el tiempo (ineludible) es muy importante, muchos de esos chicos adolescentes que participaron en la Consulta ya tienen su INE y podrán participar, sino es que ya participaron incluso en las elecciones recién realizadas en esta entidad y las que tendrán lugar en el futuro.
Decía ahora con el señor Gobernador, que el 29 por ciento de chicas, chicos y adolescentes que participaron en la Consulta son más de los ciudadanas y ciudadanos que votaron en Baja California en las últimas elecciones y casi lamentablemente un 10 por ciento más de quienes votaron en Quintana Roo.
Así que no va mal Tamaulipas, aunque ojalá la próxima Consulta este 29 se traduzca en un porcentaje muchísimo más alto.
Sin embargo, los dibujos y opiniones escritas que recibimos evidencian que hay cosas que como sociedad no estamos haciendo bien, permítanme poner algunos ejemplos, en primera instancia con datos nacionales.
En materia de discriminación, la mayoría de las y los adolescentes que dijeron no sentirse identificados con una identidad de género determinada señalan haber sufrido algún tipo de discriminación, y se evidencia que los principales motivos de la misma son la apariencia, los gustos, y entre las niñas, niños y adolescentes, se señaló que se sufre de discriminación simplemente por decir lo que se piensa.
La violencia y la seguridad lamentablemente siguen impregnando ampliamente la convivencia de las niñas, niños y adolescentes, ya que señalaron no sentirse seguras en la calle y que el uso de internet, e incluso en el desarrollo de sus actividades frente a los hombres representa una zona de riesgo.
En materia de género, sin embargo y éstas son buenas noticias que también hay que subrayar, tenemos algunos avances en la disminución de los estereotipos que tanto han alterado nuestra evolución hacia una sociedad igualitaria.
Los resultados de la Consulta muestran que conforme se incrementa la edad en los distintos rangos de votación, también aumenta la percepción de igualdad entre las figuras de autoridad, tanto en el hogar como en el trabajo.
Es decir, conforme crecen los chicos y chicas de nuestra sociedad asumen que quien manda, quien debe mandar, o que el mandar en casa y en el trabajo es una responsabilidad que igualmente compete a hombres y mujeres.
Para el futuro de la democracia tampoco la Consulta está siendo alentadora, ya que solamente dos de cada 10 participantes dijeron confiar en los gobernantes y en los partidos políticos.
Permítanme aterrizar algunos datos, algunos ya los veíamos, de la Consulta en el caso específico de Tamaulipas. El primero es que la Consulta de 2018 participaron casi 4 veces más niñas, niños y jóvenes que el 2015.
En materia de género los estereotipos son más fuertes a menor edad y conforme se incrementa la edad, la percepción de igualdad entre hombres y mujeres se fortalece, siguiendo la tendencia nacional.
Por ejemplo, en el grupo de entre 10 a 13 años, para el 74.5 de niñas y niños, estos requieren los mismos cuidados, y para el 73 por ciento a unas y a otras se les considera igual de inteligentes.
En el grupo de 14 a 17 se considera que trabajar, mostrar afecto, tener relaciones sexuales y realizar tareas de la casa, son conductas propias para hombres y mujeres y que unos y otros son tratados por igual en el espacio escolar.
En materia de violencia, confianza y discriminación, sin embargo, en el grupo de seis a nueve años, la principal forma de violencia para las niñas es emocional, como veíamos, las hacen sentir mal, mientras que para los niños son los golpes.
En los grupos de 10 a 13 y de 14 a 17 años, quienes no se identificaron como niñas-mujeres o niños-hombres, son quienes más reportan enfrentar maltrato o violencia.
En relación con la confianza y la inseguridad, en el grupo de seis a nueve años, el 72 por ciento también veíamos esta cifra, 72.7 por ciento, se sienten más seguros que en sus casas y el 81.8 por ciento, confían más en la familia.
En el grupo de 10 a 13, se incrementa la percepción de seguridad en las casas con 82.9 por ciento. Algo estamos haciendo mal. Conforme crecen los chicos y las chicas lo que debería ser normal, es lo contrario, porque es cuando empieza a tejerse esto que los sociólogos definen como los lazos que integran el tejido social.
Y en el grupo de 14 a 17, la percepción de confianza en sus casas vuelve a subir ahora hasta el 83.4 por ciento. Algo estamos haciendo mal cuando los adolescentes se sienten más seguros en sus casas.
Esto para los padres seguro dirán bueno, algo hacemos bien en las casas, pero como sociedad algo estamos haciendo mal para que nuestras niñas, niños, conforme crecen, prefieran estar en sus casas, que, en otros espacios de socialización, de construcción del tejido social.
El último dato que quiero poner es preocupante para el futuro de la recreación de la democracia y de las elecciones, ya que solamente el 2.7 por ciento de los adolescentes, de los casi ciudadanos, confía en los gobernantes y el 1.8 por ciento, en los partidos.
Y esto representa un desafío enorme para quienes somos responsables de la conducción de las instituciones, en el difícil pero indispensable proceso de construcción de confianza en las mismas.
No hay democracia sin confianza en las instituciones y, por ello, cada vez más, se vuelve indispensable: uno, atender este problema; reconstruir de manera, no puedo ser de otro modo, lenta y paulatina esa confianza; pero, sobre todo, defender a las instituciones.
Como puede apreciarse, la Consulta Infantil y Juvenil no es un ejercicio lúdico solamente, ni una herramienta de construcción de ciudadanía que pueda quedarse en la publicación y difusión de sus resultados.
Desde mi perspectiva, si no los tomamos en cuenta, esas percepciones se reflejarán, tanto en su receptividad en las propuestas de partidos y candidatos en el futuro, como en la forma en la que perciben la vida pública nuestros jóvenes.
De ahí que, en el INE, estamos empeñados en difundir los resultados y establecer los proyectos y sinergias que sean necesarios para que las opiniones infantiles y juveniles sean tomadas en cuenta.
El gran desafío que tenemos como instituciones es que estos resultados que, hoy haremos entrega a las autoridades, a los titulares de los poderes en el estado de Tamaulipas, no se quede solamente en un acto protocolario, no se quede solamente en un acto público de lamentación del estado de cosas, sino que sea el punto detonador de una serie de políticas públicas que atiendan el reclamo de nuestras chicas y chicos y que cumplan su derecho a que, como decía, obligación internacional, sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Hay casos exitosos en otros ejercicios, el Congreso de Oaxaca, por ejemplo, a partir de los resultados de 2015 determinó, aprobó una ley para incentivar los mecanismos, para prevenir violencia en las escuelas.
La senadora Josefina Vázquez Mota, presidenta de la Comisión de Infancia del Senado de la República hace un año, conociendo los resultados de la Consulta de 2015, promovió un punto de acuerdo aprobado unánimemente en el Senado para que en los libros de texto y en los programas escolares la SEP incluyera mecanismos para prevenir la violencia en contra de nuestras chicas y chicos.
Esa es la responsabilidad que hoy tenemos enfrente. Que la opinión de ustedes, Danna Sofía, de tus compañeros, no solamente se quede en una manera de hacernos saber lo que piensan y lo que sienten, sino que a partir de esas expresiones tomemos las medidas de política pública para, no hacerles un favor, cumplir un derecho que ustedes tienen.
Es la mejor forma de corresponder a la elevada participación que tuvimos en la octava Consulta Infantil y Juvenil. Las y los niños que opinaron en la Consulta nos dieron como autoridades un voto de confianza, porque esperan que su voz sea escuchada y tomada en cuenta.
Así es como en el INE estamos interpretando la participación de 5.6 millones de personas que aún no votan, pero que serán futuras y futuros ciudadanas y ciudadanos, como un mandato, pues, para construir sinergias y contribuir a que las opiniones vertidas en la Consulta se traduzcan, como mencionaba, en políticas para las escuelas, en leyes que mejoren los espacios de convivencia, y las estrategias para dotarlos de seguridad pero, sobre todo, de un contexto de construcción de confianza, y de recreación y apropiación por parte de ellas y ellos de los valores de la democracia.
Es por ello que en el marco de las estrategias de educación cívica, de cultura cívica del INE, las consultas han sido uno de los proyectos más relevantes para que las niñas, niños y jóvenes se asuman como titulares de derechos que son, y porque son ejercicios de participación en los asuntos públicos que han demostrado que propician la generación de sinergias, y esa es nuestra responsabilidad entre instituciones del Estado involucradas con las condiciones de vida en estos segmentos de nuestra población.
Muchísimas gracias.
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