VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE), LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE LA FIRMA DE CONVENIO EN MATERIA DE EDUCACIÓN CÍVICA Y DEL REGISTRO FEDERAL DE ELECTORES CON EL GOBIERNO DEL ESTADO DE GUANAJUATO
La suscripción de estos convenios que anteceden, voy a aprovechar Gobernador y le ofrezco una disculpa.
Esto lo habíamos pactado que lo iba a decir el Gobernador, pero lo voy a, no, no sé si explicar mejor, le agradezco la generosidad.
Voy a, como dicen los chavos ahora a spoilear el discurso del Gobernador. Antecede y antecederán esta firma de convenios a muchos otros que estamos ya planeando y que tendrán el objeto de explotar las sinergias entre instituciones.
Permítanme comenzar diciendo que el Instituto Nacional Electoral es un órgano constitucional autónomo del Estado mexicano y como nos gusta decir, somos muy celosos de nuestra autonomía, pero eso es una cosa y otra cosa es que seamos un órgano autárquico del Estado mexicano. Somos parte del propio Estado y somos los primeros conscientes de la necesidad de generar sinergias para enfrentar conjuntamente y de mejor manera los grandes problemas nacionales.
Muchas gracias de nueva cuenta señor Gobernador, señor Presidente del Congreso, Magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado; señor Presidente Municipal de Guanajuato; estimado delegado; señor Presidente del Consejo Local que, de aquí a un año estará instalándose en cuan total, del Instituto Nacional Electoral.
Señoras y señores diputados; señoras, señores magistrados del estado; señoras y señores presidentes municipales; señor Presidente del Instituto Electoral del estado y consejeras y consejeros del mismos, muy buenos días a todas y todos ustedes.
Contribuir al desarrollo de la democracia es un mandato constitucional para el Instituto Nacional Electoral y un compromiso que trasciende la mera organización de los procesos electorales.
Proporcionar el principal documento de identidad que utilizamos las y los ciudadanos mexicanos, administrar los tiempos del Estado en la radio y la televisión con fines electorales, calcular y ministrar los recursos que los partidos políticos reciben, fiscalizar dichos recursos en todo momento para contribuir a la rendición de cuentas y a la transparencia del dinero que ingresa a la política, así como impulsar estrategias de cultura cívica, como ya lo mencionaba el Presidente de Guanajuato, que puedan favorecer al desarrollo de la ciudadanía en nuestro país, son sólo algunas de las actividades que permanentemente realiza el Instituto Nacional Electoral como cabeza del sistema nacional de elecciones en coordinación con los institutos electorales de los estado, fuera de los periodos electorales y que están presentes día a día de la sociedad mexicana.
Se equivoca quien piense que los órganos electorales trabajamos solamente cuando hay elecciones, es una visión simplista de la función constitucional que tenemos encomendada los órganos electorales que permanentemente desplegamos dichas atribuciones.
Perdónenme romper la solemnidad para plantear lo siguiente, cuando a mí me pregunta: ¿qué hace el INE cuando no hay elecciones?, me darían ganas de contestar justamente el elenco que acabo de mencionar, pero me gusta decir, “no lo sé, porque desde que el IFE se convirtió en INE no ha habido un momento en el que hayamos dejado de tener elecciones y participado en procesos electorales en algún lado del país”.
Por primera vez, cuando terminen los procesos electorales formalmente, hay cosas que están todavía bajo litigio ante las instancias jurisdiccionales de este año, los seis comicios que tuvimos este año, y si no se convalida una elección, la nulidad de una elección de un municipio en el estado de Puebla, que nos involucraría otra vez en un proceso electoral, por primera vez podremos dedicarnos solamente a esto en los próximos meses, antes de que, a finales del año, comiencen los procesos electorales del año próximo.
Pero vuelvo a insistir, los órganos electorales somos órganos que hacemos, cumplimos funciones que van mucho más allá, que trascienden la mera función estrictamente electoral y permanentemente brindan servicios y cumplen atribuciones para la sociedad mexicana.
De estas actividades probablemente la que más impacto tiene en nuestra convivencia cotidiana sea precisamente la integración de un registro de electores actualizado y confiable.
Gracias a la constante incorporación de innovaciones tecnológicas y de adecuaciones al procedimiento del Registro de Electores, así como de una creciente corresponsabilidad de los partidos políticos, especialistas, y de la misma ciudadanía, en un cuarto del siglo, el Estado mexicano a través de la autoridad electoral ha conformado la base de datos multibiométrica más grande, más segura y más confiable que existe en el país de las y los mexicanos mayores de 18 años.
Y, por cierto, esta es una de las bases de datos más seguras del mundo y hoy estamos abiertos a la posibilidad, en esa lógica de generar sinergias a la que había hecho referencia hace unos minutos, ha avanzar, si así lo deciden las autoridades correspondientes, en la posibilidad de credencializar, también, a los menores de edad.
Permítanme poner unos cuantos datos básicos que hablan de la calidad del Padrón Electoral.
Actualmente nuestro Padrón cuenta con poco más de 90 millones de registros, y se tiene una cobertura de 98.3 por ciento, lo que significa que, 983 de cada mil mexicanas y mexicanos mayores de 18 años de edad están registrados en el Padrón Electoral.
Además, producto de la permanente actualización e incorporación de innovaciones tecnológicas, se han logrado que más de 75 millones de registros de dicha base de datos, el 82.5 por ciento de la misma, cuenten con información biométrica de las 10 huellas dactilares. El resto de registros, cuentan con dos huellas dactilares, pero estimamos que, en el lapso de aproximadamente un año, un año dos meses, el 100 por ciento de los más de 90 millones de registros que para entonces tendremos, contarán con registros decadactilares por cada una de las y los ciudadanos inscritos.
Tal es la confianza que ha logrado la credencial para votar, nuestra INE, que no existe un solo ámbito de la vida pública o privada, en el cual la credencial para votar no sea aceptada como un medio de identificación oficial.
La credibilidad generada por la base de datos del Padrón y de la INE, ha propiciado que diversas modalidades de utilidad pública sean puestas en marcha con base en dichos instrumentos electorales.
Entre esas formas de utilidad pública que se llevan a cabo, y que trascienden la dimensión electoral de nuestra democracia, sin vulnerar, y esto nos importa enfatizarlo, la secrecía de la información personal proporcionada por cada elector, hay al menos, hay muchas otras, pero cuatro fundamentales usos que le damos hoy a la base biométrica del Padrón Electoral: Primero, para combatir el robo de identidad y contribuir a proteger el patrimonio de las y los ciudadanos, mediante una consulta que las instituciones bancarias, financieras y recientemente también el notariado mexicano, están, pueden realizar; en el caso de las primeras, las instituciones bancarias, están obligadas a realizar en términos de la compulsa con nuestra base de datos.
Segundo. Para la identificación de cadáveres por partes de las diferentes instancias de los gobiernos federales y locales, con base, con estas bases de datos, con las bases de datos del Padrón Electoral, al día de hoy, en los dos últimos dos años y medio se han logrado identificar plenamente más de 12 mil cadáveres de desconocidos.
En tercer lugar, las bases de datos están siendo utilizada también para verificar la personalidad jurídica, como mencionaba, de quienes realizan trámites ante los notarios del país.
Y, finalmente, para contribuir al combate de la corrupción a evitar la evasión fiscal y el ingreso de dinero de fuentes no autorizadas a la competencia electoral para lo cual suscribimos convenios de colaboración con las instituciones del Sistema Bancario, y con el Sistema de Administración Tributaria de México.
Cada modalidad de utilidad pública de las bases de datos del Padrón Electoral y de la credencial para votar es posible, porque la sociedad ha confiado en la parcialidad con la que el INE administra y maneja los datos personales que recibe de las y los ciudadanos y también porque las instituciones del Estado Mexicano a nivel federal y en las entidades federativas han proporcionado y cada vez más oportunamente, la información tanto de personas fallecida como de quienes han perdido, justo este es el objeto de uno de los convenios que hoy suscribimos, temporalmente sus derechos políticos por decisión de un juez en materia penal. De ahí la importancia de los tres convenios que el día de hoy suscribimos con distintas instancias del estado de Guanajuato.
Con estos convenios estamos actualizando, por un lado, el intercambio de información que nos ayuden a mantener actualizada y depurada la información del Padrón Electoral.
Se trata de facilitar como lo señalaba la Magistrada Presidenta, por una parte, que la Dirección General del Registro Civil y las oficialías del Registro Civil de esta entidad, de ahí el convenio que suscribimos con la Secretaria de Gobierno, entreguen al INE dentro de los primeros 10 días de cada mes, la información documentación sobre los ciudadanos fallecido en el estado, y por otra parte, ahí entra el segundo convenio, con el Poder Judicial del Estado, que, los juzgados competentes proporcionen al INE copia de la resoluciones respecto de las y los ciudadanos que hayan perdido sus derechos políticos, o bien, a quienes se les haya rehabilitado en dichos derechos.
EL tercer convenio que suscribimos el día de hoy tiene que ver la con la Cultura Cívica.
Debo reconocer que a diferencia del éxito que ha tenido la democracia mexicana, en el perfeccionamiento de los procedimientos que le inyectan certeza, legalidad y equidad a la disputa de los poderes públicos; nuestros esfuerzos y estrategias de Cultura Cívica, han sido todavía insuficientes para generar una ciudadanía congruente con el desarrollo de nuestra democracia.
En el marco de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica y con la participación fundamental de los organismos electorales de las entidades federativas hemos avanzado, pero hay mucho por hacer.
Permítanme ilustrar estos desafíos con un par de datos: Hoy el 72 por ciento de la población en México, considera que no se puede confiar en prácticamente nadie, fuera del círculo familiar, y no estoy hablando de la confianza respecto de las instituciones públicas, estoy hablando de la confianza interpersonal, lo que revela una erosión muy delicada, que no será fácil de reconstituir del tejido social y no hay una democracia que pueda construirse si no existe un tejido social sólido, comprometido con los principios, como mencionaba el Presidente Municipal, y valores del sistema democrático.
Además, el 66 por ciento de los mexicanos consideran que las leyes se respetan poco o nada, el 75 por ciento de la población, reconoce haber visto que se discrimina por la apariencia física y el 76 por ciento por la clase social. Y por si fueran pocos los datos anteriores, la confianza en instituciones fundamentales de la democracia, que no gozan de cabal salud, pero eso debería preocuparnos a todas y todos; es decir, los partidos políticos, es de apenas del 19 por ciento y en los miembros de los poderes legislativos, instituciones igualmente fundamentales, otro de los pilares institucionales de los sistemas democráticos; es decir, los diputados, las y los diputados, es del 17 por ciento.
Claramente tenemos una asignatura pendiente en materia de ciudadanía, es por ello que desde 2017, como mencionaba, hemos impulsado la conformación de una política pública en materia de cultura cívica que permite engarzar la evolución de la ciudadanía con el perfeccionamiento alcanzado en los procedimientos electorales.
Sabemos que el desarrollo de la cultura cívica, es un tema que, a diferencia de las otras actividades permanentes que realiza el INE, implica beneficios que no se verán de manera inmediata, sino que supone una apuesta a mediano y largo plazos, por eso es que tenemos que empezar desde ahora.
Se trata que desde hoy establezcamos objetivos comunes a mediano y largo plazo, para que las siguientes generaciones, aquéllas que disputen los cargos de representación en las urnas en los próximos 10 o 15 años, tengan una visión distinta de cómo insertarse en los asuntos públicos, de cómo ejercer plenamente sus derechos y de cómo ejercer, de manera democrática, los poderes obtenidos mediante el sufragio.
Es por ello, distinguidas autoridades de los diversos órganos del poder público en el estado de Guanajuato, que celebro los convenios de colaboración con el gobierno de este estado, la disposición de su señor Gobernador y de las instituciones en general, de gobierno y de los poderes públicos de la entidad, para contribuir a actualizar la base del Padrón Electoral, así como para sumar esfuerzos en el impulso y desarrollo de la cultura cívica.
Concluyo subrayando la importancia que supone el apostar por una democracia fuerte y sustentable para el futuro del país; ello implica apostar, a la vez, por el desarrollo de una ciudadanía empoderada y por la consolidación de instituciones imparciales, autónomas e independientes, que garanticen la equidad en la competencia electoral, pero también la recreación de la democracia que es algo que debe ocurrir día a día.
Muchísimas gracias.
-o0o-