VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, AL DEVELAR LA PLACA CONMEMORATIVA DE LA NUEVA SEDE DE LA JUNTA LOCAL EJECUTIVA DEL INE EN COAHUILA
Muchísimas gracias.
Muy buenos días tengan todas y todos.
Señor Secretario de Gobierno, un gusto recibirlo en estas instalaciones y agradecemos mucho, no solamente la colaboración del gobierno del estado de Coahuila que es, en buena medida corresponsable, digámoslo así, gracias a la donación del terreno en donde nos encontramos, de la construcción de este edificio.
Le pido que este agradecimiento y los saludos de quien habla y del Instituto Nacional Electoral los haga llegar al señor Gobernador.
Señor presidente municipal, señor delegado federal. Presidente del Congreso, mi estimado colega Marco Antonio Baños. Señor delegado.
Hay poco que agregar, pero creo que este es un momento cargado de muchos simbolismos para el Instituto Nacional Electoral y, lo que quiero, es simple y sencillamente agregar algunos datos adicionales, algunas reflexiones adicionales a las que aquí se han hecho esta mañana.
Lo primero es que, puedo decirle al ex Presidente del Instituto Federal Electoral, si tomamos en cuenta aquélla rotación en la que nos quedamos cuatro consejeros al final de la vida formal del IFE, Marco fue el último Presidente, después se renovó la rotación, pero para efectos prácticos, la última persona que presidió el Instituto Federal Electoral fue el Consejero Marco Antonio Baños y fue el responsable de colocar la primera piedra.
En tono de broma siempre, Marco, permíteme compartirlo aquí: siempre decimos, cuando Marco me decía, ya como INE, ya como Presidente del INE: Presidente, apurémonos en acabar Coahuila.
Yo le decía: es que es la primera piedra; tuvo algún problema de colocación, Presidente, por eso nos retrasamos, pero eso no es otra cosa sino, digamos, la dimensión jocosa de un buen sabor de boca que nos ha dejado el caso específico de la construcción de este edificio, de nuestra Junta Local en el estado de Coahuila, como parte, ya se decía, de un programa inmobiliario que tiene múltiples propósitos.
El primero no es solamente un asunto, digámoslo así, de mejor uso y manejo de los recursos públicos que tiene confiado el Instituto, hoy Nacional Electoral.
El Instituto, como ustedes saben, desde su fundación como IFE en 1990, por mandato de ley tiene que tener una estructura desconcentrada permanente a lo largo y ancho del país.
No solamente estamos obligados, por mandato de ley, a tener una oficina en cada estado, sino además tenemos necesidad de tener una oficina con características muy particulares, por las funciones que se desarrollan en cada uno de los 300 distritos electorales del país.
En el caso de nuestras delegaciones, aquí en Coahuila, tenemos ocho oficinas permanentes, más los módulos que se realizan nuestros siete Consejos Distritales, la sede de las Juntas Distritales y ésta que alberga, cuando hay elecciones, a nuestro Consejo local.
Bajo esta premisa, el Instituto tiene una lógica para mejor uso de los recursos, de definir en dónde conviene optar por la construcción de locales en lugar de (inaudible) y el caso de Coahuila fue un caso que justamente entró dentro de la lógica de contar con instalaciones propias.
El hecho, además, y esto tiene dos propósitos, por un lado, generar las mayores economías posibles, la mayor racionalidad de los recursos, repito que tienen encomendados el Instituto, pero también por otro lado, generar las mejores condiciones de trabajo para nuestro personal, para dignificar los espacios, con los que los miembros de Servicio Profesional Electoral y de la rama administrativa del INE desempeña sus funciones en los órganos desconcentrados, contar con instalaciones de esta naturaleza.
Agregaría también, es una manera de recompensar a quienes son los que, en cada proceso electoral, encabezan, digamos, o llenan las trincheras desde las cuales se recrea la democracia a través de las urnas.
La construcción y la inauguración ahora de este nuevo edifico, la inauguración formal, responde también a una decisión cargada de simbolismo, ya lo decía el señor secretario de gobierno, Coahuila es un estado que tiene una presencia fundamental, importantísima en la historia política del país, pero particularmente en la historia de la construcción de la democracia.
Coahuila no solamente fue un estado clave en la construcción del México moderno en clave democrática, sino que también Coahuila ha representado muchos de los planteamientos de avanzada que en los últimos tiempos han llevado a modernizar y mejorar nuestro propio sistema electoral.
Coahuila es un estado de los primeros en la instrumentación de mecanismos de votación electrónica, en el momento en que la reforma electoral a nivel federal hizo una pausa en 1996, tuvimos prácticamente diez años sin cambios electorales relevantes a nivel federal.
En Coahuila se ensayaron muchos de los mecanismos; por ejemplo, la diferenciación de los tiempos de las campañas electorales, etcétera, que fueron modelando la ruta de los destinos de las reformas electorales subsecuentes.
Coahuila, además, es una entidad afecta a las urnas. Aprovechamos este año que es el primero y el último de los que vendrán en los que tendremos una pausa electoral.
Precisamente para que desde aquí podamos asentar debidamente lo que serán, como ya lo decía nuestro delegado José Luis, nuestro cuartel general de operaciones en los procesos electorales que se sucederán en los años por venir.
Y creo que este hecho, tiene, insisto, está cargado de un simbolismo, porque es un, éste, es un año, es un momento en el que acabamos de terminar el primer ciclo de vida de la reforma electoral de 2014.
Todas, hoy, podemos decirlo, luego de la elección de Gobernador en Baja California, que todos los cargos de elección popular a nivel federal, a nivel local, a nivel municipal del país, han sido ya elegidos, algunos más de una vez, conforme a las nuevas reglas del juego democrático.
Y la inauguración, y con eso quiero concluir, de este edificio, es un buen pretexto para poder reflexionar sobre lo que este periodo ha sido, estos cinco años lo ilustraba de alguna manera el señor secretario de Gobierno, han sido años de una intensa vida política a lo largo y ancho del país.
Vi cambios muy profundos, pero, sobre todo, de probar que el sistema democrático se ha sentado plenamente a lo largo y ancho del territorio nacional.
Toda democracia tiene ámbitos de mejora y en ese sentido hay que pensarnos hacia el futuro, pero también es cierto que es un buen momento para poder hacer una pausa y reflexionar sobre lo que hemos avanzado, y desde este punto de vista, valorar los esfuerzos que durante décadas nos han llevado trabajosamente a construir un régimen plural, competitivo, y de libertades para el ejercicio de los derechos políticos.
Estos cinco años, desde que la reforma 2014 transformó radicalmente el sistema electoral en México, constituyen el periodo de mayor alternancia en la vida política del país, del poder, a través de las urnas.
Nunca antes habíamos tenido tantas alternancias y, por cierto, no hay un solo partido, una sola fuerza política o ideológica que pueda declararse como la beneficiaria de esta alternancia, todos los partidos políticos han ganado y perdido elecciones en este periodo.
Y no hay un sesgo o una tendencia unívoca hacia algún partido político, y eso no es otra cosa sino el resultado de décadas de transformaciones y de una apuesta por democratizar nuestro sistema político a través de la ruta electoral.
La alternancia no hace democracia per se. La alternancia la definen las y los ciudadanos con sus votos, lo que hace democrático a un sistema político, es que precisamente, a través de los votos, los colores en el gobierno, puedan eventualmente cambiar.
Y estos cinco años son la mejor prueba de que, con mucho trabajo, con mucho esfuerzo, hemos logrado generar esas condiciones. Lo demás, si la alternancia ocurre o no ocurre, eso ha sido una decisión de las ciudadanas y los ciudadanos, a través de su voto.
Creo que esto es importante mencionarlo, porque de cara a un cambio de paradigmas que ojalá y sea exitoso en enfrentar y resolver los grandes problemas nacionales que aquejan a la sociedad, la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad y la inseguridad, es el resultado del ejercicio democrático en las urnas expresado el año pasado.
Pero lo que quiero subrayar es que el primero de julio, no es que México comenzó su vida democrática, el primero de julio ocurrió porque habíamos logrado construir estas bases mediante las cuales las y los ciudadanos pueden ejercer su voto en libertad.
Y ese hoy, en Coahuila, de cara a este intenso ciclo electoral que comenzará el próximo año con la renovación del Congreso y que llevará a las y los coahuilenses a las urnas tres veces en los próximos tres años a renovar sus poderes públicos, tanto los locales como la Cámara de Diputados federal.
Es un buen momento y un buen espacio para hacer este reconocimiento al trabajo hecho sin dejar de lado todo lo que tenemos por avanzar. Pero bajo una premisa, así como este edificio es el resultado del esfuerzo y la colaboración de distintas áreas de gobierno, de distintas instancias públicas, un ente autónomo, el Instituto Nacional Electoral, el Gobierno del estado, el Gobierno del Ayuntamiento de Saltillo, así como éste es una construcción colectiva, la construcción de la democracia también lo es, y la preservación de la democracia igual.
En este momento de pausa, que para nosotros es festivo, porque contamos con una instalación propia más, una instalación que como decía el Consejero Baños, no es del INE, sino es del INE para las y los coahuilenses, es del INE para las y los ciudadanos, para los actores políticos que cotidianamente somos autores de esta construcción colectiva que llamamos democracia.
Es un momento, pues, éste, esta pausa entre elecciones, para celebrar lo que hemos hecho y para refrendar el compromiso de todas y todos hacia el futuro.
Desde aquí operaremos las elecciones en conjunto con el Instituto Electoral del estado en los años por venir.
Desde aquí recrearemos cotidianamente a la democracia, que va mucho más allá de las elecciones, abriendo este espacio, como se decía, a universidades, a organizaciones de la sociedad civil, a académicos, a colegas de distintas instancias de gobierno para pensar y recrear nuestro sistema democrático en el estado de Coahuila.
Para nosotros es un motivo de satisfacción que hoy podamos decir que el INE llegó aquí y sin mudanzas nos quedaremos, mientras todos cumplamos con nuestro trabajo de cuidar la democracia en el estado y en el país. Pero eso es algo que hemos demostrado en los años recientes y estoy seguro de que refrendaremos permanentemente.
Por lo pronto éste, decía, no es más que un acto simbólico para celebrar lo que hemos hecho y comprometernos conjuntamente para lo que haremos en el futuro.
Muchísimas gracias.
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