Participación de Lorenzo Córdova, durante la entrega de resultados de la Consulta Infantil y Juvenil 2018, en el Senado de la República

Escrito por: INE
Tema: Coberturas especiales


VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA PARTICIPACIÓN DEL CONSEJERO PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, LORENZO CÓRDOVA VIANELLO, DURANTE LA ENTREGA 
DE LOS RESULTADOS DE LA CONSULTA INFANTIL Y JUVENIL 2018, EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA

 

Lorenzo Córdova Vianello, Consejero Presidente del INE.

Muy buenas tardes tengan todas y todos, chicas y chicos, hoy en el día en que celebramos, no ustedes, sin duda sí, pero también a ustedes como titulares de derechos, creo que el día de las niñas y los niños es el día en que nosotros tenemos que reconocer ante todo como compromiso de ustedes como personas, como integrantes de este país son ante todo titulares de derechos.

Esta mañana decía la Secretaria de Gobernación, y creo que decía bien, que hemos pasado afortunadamente de verlos a ustedes de ser un objeto de protección, que sin duda deberán serlo siempre, ante todo, a titulares de derechos.

Senadora Josefina Vázquez Mota, estimada amiga, estamos aquí para cumplir un compromiso que, en esta misma sala por invitación de usted, de las y los integrantes de la Comisión de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia del Senado de la República, hace algunos meses en la convocatoria de la realización de esta Consulta hicimos en su momento.

Es decir, que una vez que el Instituto hubiera procesado los resultados, sistematizado los resultados de ésta que resultó ser una exitosísima Consulta, los traeríamos aquí mismo a compartirlos con ustedes.

Pero también hacerles una entrega formal, porque creo que la Consulta tiene que ser vista no solamente como un ejercicio de opinión en la que nos enteramos de los humores, las sensaciones, las percepciones de nuestras chicas y chicos, sino también asumimos por ello un compromiso con ellos.

Desde 1997, cada tres años, como ya se señalaba, la autoridad electoral ha realizado de manera ininterrumpida consultas para que las niñas, niños y jóvenes opinen sobre diversos temas que influyen en su forma de vida.

Las consultas infantiles y juveniles han sido concebidas por el INE, como herramientas de cultura cívica para que las personas más jóvenes de nuestro país se involucren en algunas, no en todas, pero sí en algunas de las prácticas de la convivencia democrática y contribuyan con ello a construir su propia ciudadanía.

Más aún, las consultas infantiles y juveniles, constituyen mecanismos que posibilitan al INE cumplir con su responsabilidad como institución del Estado mexicano de garantía, al garantizar el derecho a opinar de las niñas, niños y adolescentes con lo que, además,  posibilitamos también al cumplimiento de lo establecido en el artículo 12 de la Convención sobre derechos del Niñouna norma que obliga el Estado mexicanoy que fue expedida en su momento por la ONU, en el sentido de que las niñas y niños tiene el derecho a ser oídos en todos los asuntos que los afectan, pero además, a que sus opiniones sean tomadas en cuenta.

Y hago un énfasis, en el que, desde mi punto de vista no es menor, en el hecho de que las opiniones sean tomadas en cuenta significa que las autoridades e instituciones estamos obligadas a considerar esos puntos de vista y preocupaciones en nuestros procesos de toma de decisiones.

Es por ello que, en el marco de las estrategias de educación cívica que impulsamos desde el INE, las consultas han sido uno de los proyectos más relevantes, para que  niñas, niños y jóvenes se asuman, ante todo, como titulares de derechos, y porque son ejercicios de participación en los asuntos públicos, que por su carácter universal y su alcance nacional, han demostrado que propician la generación de sinergias entre instituciones del Estado involucradas con las condiciones de vida en estos segmentos de nuestra población.

Y aquí no puedo dejar, en este sentido, de reconocer al propio Senado, a esta Legislatura que en el periodo ordinario de sesione previo, a partir de los resultados de la Consulta de 2015, se generaron consensos para que por unanimidad se aprobara un punto de acuerdo para instar a la Secretaria de Educación Pública a que en los libros de texto gratuitos se incorporara, justamente, la temática de la cultura de la Paz como parte fundamental en la construcción de ciudadanía democrática.

En las ocho consultas que hemos realizado desde 97, han participado más de 27.5 millones de niños, niñas y adolescentes, en esta última, en la de 2018 opinaron, como ya se señalaba más 5.6 millones.

Y aunque sin duda la Octava Consulta Infantil y Juvenil superó todas nuestras expectativas, nosotros esperábamos, estimando, digámoslos así, optimistamente, que participarían 4 millones de niñas, niños y adolescentes, tuvimos más de un 30 por ciento adicional a la expectativa original, sino que además fue exitosa por el número de participantes y la disposición de más de 26 mil voluntarios para integrar las casillas y apoyar el desarrollo de la Consulta misma.

En esta Consulta, además se nos revela, lamentablemente una vez más, que hay algunas cosas que no estamos haciendo bien. Permítanme poner algunos ejemplos:

En materia de discriminación, como ya se señalaba por parte de la Senadora Vázquez Mota, la mayoría de las y los adolescentes que dijeron no sentirse identificados con una identidad de género específica, señalan haber sufrido algún tipo de discriminación y se evidencia que los principales motivos de la discriminación son la apariencia, los gustos y, por absurdo que nos parezca, entre las y los niños y adolescentes se sufre discriminación simplemente por decir lo que piensan.

La violencia, en segundo lugar y la seguridad están impregnando ampliamente la convivencia de las niñas, niños y adolescentes, que señalaron no sentirse seguros en la calle, en el uso del internet e incluso en el desarrollo de sus actividades frente a las personas, a los adultos, a los mayores.

Y aquí creo que hay un punto que es particularmente delicado, la Consulta se realizó, segmentando, digamos con cuestionarios diferentes, según las distintas edades, de los 6 a los 9 años, de los 10 a los 13, de los 14 a los 17 años y, a la percepción de violencia conforme iba aumentando la edad, la sensación, digamos el énfasis en la gravedad de la misma iba disminuyendo.

Esto quiere decir que, entre más crecen nuestras chicas y chicos más se acostumbran, más, digamos, asumen como ordinario de la vida en sociedad, el fenómeno de violencia, es decir, estamos formando ciudadanos que están paulatinamente perdiendo la capacidad de indignación frente a la violencia y eso es algo que no podemos permitirnos, porque es la mejor manera de erosionar el tejido social sobre el que la democracia se desarrolla.

En materia de género, en cambio, tenemos algunos avances de disminución de los estereotipos que tanto han alterado nuestra evolución hacia una sociedad paritaria, los resultados de la Consulta, en efecto, muestran que conforme se incrementa la edad, aquí ocurre lo contrario, también aumenta la percepción de la igualdad entre las figuras de autoridad tanto en el hogar como en el trabajo.

Es decir, la precepción de que, en la casa, las instrucciones valen tanto por parte de la mamá, como del papá o en el trabajo es necesario o es respetable la autoridad de hombres y mujeres, sin distingos.

Para el futuro de la democracia la Consulta tampoco está siendo alentadora, ya que solamente dos de cada 10 participantes dijeron confiar en los gobernantes y en los partidos. Como puede apreciarse, la Consulta Infantil y Juvenil no es un ejercicio lúdico, ni una herramienta de construcción de ciudadanía que pueda quedarse en la publicación y difusión de sus resultados, nada más.

No olvidemos que 3.3 millones de las y los adolescentes que opinaron en esta última Consulta podrán votar, serán ciudadanos, contarán con su INE y podrán decidir el futuro político del país en las elecciones de 2024, en las que, por cierto, se renovará integralmente este Senado de la República.

Muchos de ellos lo harán en un par de meses, en apenas un mes y unos días en las elecciones de este año, otros en 2020, otros más en 2021, es decir estamos hablando de las opiniones de quienes serán futuros ciudadanos y que, como ocurre con los ciudadanos en las democracias, no solamente usan el voto para elegir a sus representantes, sino (inaudible) para premiar o castigar la acción de los gobiernos, de las gestiones legislativas, etcétera.

Y si no los tomamos en cuenta, serán seguramente, esas percepciones las que se reflejarán tanto en su receptividad que tendrán esos futuros ciudadanos, en las propuestas que partidos y candidatos harán, como en la forma en que perciban la vida pública y orienten su voto.

Por eso en el INE estamos empeñados en difundir los resultados y establecer los proyectos y sinergias que sean necesarias para que las opiniones de nuestros jóvenes, de nuestros chicos, sean tomadas en cuenta por las instituciones, autoridades, representantes e instancias del Estado, en el ámbito nacional y local.

Y no estamos haciéndoles ningún favor, el que las opiniones de los chicos sean tomadas en cuenta es cumplir con una obligación del Estado mexicano en los instrumentos internacionales que hemos ratificado. Esa, me parece que es la mejor forma de corresponder a la elevada participación que tuvimos en la Octava Consulta Infantil y Juvenil.

No podemos aceptar que la violencia, la inseguridad, la corrupción y el desempleo, se conviertan en aspectos naturales, comunes, del paisaje ordinario en el que niñas, niños y adolescentes crecen, se educan y se forman para enfrentar el futuro.

Por eso venimos aquí al Senado cumpliendo un compromiso que hicimos hace algunos meses, y por eso estamos gestionando los encuentros necesarios con las instancias de los poderes legislativos y ejecutivos, federal y locales, involucrados en el desarrollo de las políticas públicas que incidan en la forma de vida de la infancia y de las y los jóvenes de nuestro país.

Es claro que las consultas infantiles y juveniles generan insumos que pueden ayudar a las y los tomadores de decisiones a mejorar las condiciones para el desarrollo y convivencia democrática de niñas, niños y adolescentes.

Especialmente porque no existe otra institución del Estado mexicano que realice ejercicios tan amplios de consulta a estos grupos de edad como lo hace el INE es que nos asumimos, insisto, sin exceder en nuestras responsabilidades, sino compartiendo la corresponsabilidad como instituciones del Estado en la presentación de estos resultados.

Queremos ciudadanos comprometidos con la democracia, que exijan sus derechos, que se involucren en la conversación pública y en la toma de decisiones. Las instituciones, autoridades, legisladores y especialistas debemos diseñar políticas públicas, proyectos y estrategias que incluyan las preocupaciones y propuestas que la niñez y nuestra juventud plasmaron en esta Consulta.

Por eso agradecemos la disposición del Senado para conocer los resultados de esta Octava Consulta y de manera especial el interés y apoyo que para la difusión de los mismos nos ha dado la Senadora Josefina Vázquez Mota y las y los integrantes dela Comisión.

Las y los niños que opinaron en la Consulta nos dieron un voto de confianza; participaron no solamente lo por atractivo del mecanismo, sino porque esperan que su voz sea escuchada y tomada en cuenta. Más vale asumirlo así, sino después no lo van a cobrar, y nos lo van a cobrar en las urnas.

En sus respuestas las y los niños y adolescentes demostraron que no quieren que el entorno de inseguridad, violencia y desempleo sea parte natural de su convivencia ciudadana.

Si ellos están dando muestras de indignación las y los adultos que integramos los poderes, las organizaciones de la sociedad y las instituciones, no podemos ni ser indiferentes a ello, ni perder tampoco nuestra capacidad de indignación ante estos fenómenos disruptivos de la realidad nacional.

Como en cualquier ejercicio democrático en la consultas infantiles y juveniles los ciudadanos participan, en este caso las y los niños participan, para que su voz se escuche y se refleje en decisiones, leyes y programas en una democracia sin menoscabo de las instituciones democráticamente electas son los ciudadanos los que hablan y los que exigen, y no necesitan intérpretes para ello.

Por ello es que queremos formar ciudadanos que confíen que su voto influye en las políticas públicas; que sus decisiones tienen consecuencias y que, de la misma manera, abstenerse de participar también tiene sus efectos.

Así es como en el INE estamos interpretando la participación de 5.6 millones de personas que, si bien aún no votan en las elecciones federales, sí, hoy, expresaron un mandato para construir sinergias y contribuir a que sus opiniones se traduzcan en políticas para las escuelas, leyes y estrategias.

Confío, finalmente, en que las instituciones de garantías de los derechos, el Senado, la Cámara de Diputados y las instancias de los poderes ejecutivos de la federación, y las legislativas y ejecutivas de las entidades responderemos adecuadamente al mandato que las niñas, niños y jóvenes nos están dando, para que en 2021, cuando hagamos la convocatoria, espero también conjuntamente, para la Novena Consulta Infantil y Juvenil, podamos hablar de un mandato cumplido y de un ejercicio de rendición de cuentas de las instituciones a las niñas, niños y jóvenes que hoy ya se han involucrado en los asuntos colectivos.

Si me permiten, Senadora, como titular de la, Presidenta de la Comisión, haré también con usted la entrega formal de esta Consulta, Octava Consulta Infantil y Juvenil.

Muchísimas gracias.

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