Palabras de Lorenzo Córdova en foro: Estrategias ciudadanas para atención y observación de violencia política contra mujeres durante el proceso electoral 2017-2018

Escrito por: INE
Tema: Consejero Presidente

 

Muchas gracias.

Muy buenos días a todas y todos.

Saludo con mucho gusto, con el afecto de siempre a Marcela Eternod, secretaria ejecutiva de Inmujeres.

A nuestra querida Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México.

Por supuesto a mi colega la Consejera Dania Ravel, presidenta de la Comisión de Género y No Discriminación.

Y a Mónica Maccise, la titular de nuestra Unidad de Género y No Discriminación en el INE.

Agradezco también, antes que nada, la sinergia, la convergencia de esfuerzos de las múltiples instituciones coorganizadoras, para este encuentro.

He sostenido que la democracia es una obra colectiva en la que su perfeccionamiento, consolidación, incluso su defensa, supone la corresponsabilidad de múltiples actores, ciudadanos e instituciones.

En la recreación de la democracia, todas y todos, autoridades electorales, partidos políticos, candidatas, candidatos, organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, especialistas, académicos, organismos regionales y multilaterales, por supuesto la ciudadanía, todas y todos sin excepción, desde nuestros diferentes ámbitos de competencia y responsabilidades, tenemos un rol que jugar para desarrollar y preservar nuestra democracia.

2018 creo que así lo hicimos, configuramos un conjunto de sinergias, sin precedente entre la sociedad civil y las instituciones electorales que permitió que la elección más grande de nuestra historia garantizará, no solo la equidad e imparcialidad de la renovación de los poderes públicos, sino que asegurara también la competencia electoral paritaria y la inclusión de sectores tradicionalmente discriminados y marginados de nuestra sociedad.

Pero supuesto 2018 no es un punto terminal, sino constituye un importante escalón, un importante paso adelante, en este sentido, pero también 2018 evidencia como ya lo mencionada Dania en su intervención, que las reticencias, las resistencias al cambio enclave democrática, es decir enclave incluyente, igualitaria, son muchos y siguen presentes.

Desde un enfoque general, lo que logramos en 2018 fue organizar la elección más incluyente y paritaria de la historia de México.

Permítanme poner un par de datos sobre los grandes avances que experimentamos en los comicios de 2018, datos que implican una reiteración en buena medida de lo que ha dicho y que ustedes conocen, pero creo que es necesario insistir en ellos, una y otra vez con la finalidad de evidenciar lo que se puede alcanzar cuando sumamos nuestros esfuerzos en causas comunes.

En efecto, las elecciones de este año pasarán a la historia porque las disposiciones del nuevo modelo electoral y la instrumentación del sistema constitucional paritario de las candidaturas posibilitaron la conformación del primer congreso, prácticamente paritario de nuestra historia.

Somos, no repito las cifras, la ha colocado Dania, sobre la mesa, somos hoy el país con el tercer congreso con mayor porcentaje de mujeres en el mundo, solo después de Bolivia y Ruanda.

Nunca habíamos tenida tantas legisladoras en México, como las que tenemos en la actual legislatura a nivel federal y esta reproducción se refleja también, digamos de la lógica paritaria, en la conformación casi igualitaria en un gran número de legislaturas locales

De ahí que la narrativa 2018, sea ya, la del año en que se consolidó el avance de las mujeres, de la representación política en nuestro país como nunca antes.

Lo anterior fue posible mediante la aplicación de criterios normativos, de las herramientas administrativas y jurisdiccionales a cargo de las autoridades electorales, de la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil y las redes de mujeres, así como por una mayor sensibilización y cumplimiento en la ley por parte de los partidos políticos, aquí hay mucho por hacer, e caso de las “manuelitas” no es un caso aislado, es un caso que se dio al interior de un partido político y no es el primero que se da en su interior de ese partido político, ni al interior de los partidos políticos. Por supuesto que sin embargo hay que reconocer.

Claramente no estoy diciendo que estas condiciones y logros se han creado en este año, de ninguna manera, así como tampoco arribamos a la democracia en 2018, tampoco logramos la paridad en un solo proceso electoral.

Ha sido un largo proceso de luchas colectivas, de reformas electorales, de perfeccionamiento de procedimientos, de instrumentación de acciones afirmativas una y otra acumulativas entre sí que hicieron posibles los históricos avances en materia democrática en 2018.

Pero esos avances no deben ni nublarnos la vista respecto de la realidad que vivimos, ni colocarnos en una zona de confort. Para decirlo coloquialmente, no debemos echarnos a la hamaca.

Las condiciones que viven hoy las mujeres en el ámbito de la política son todavía condiciones, en muchos sentidos inaceptables y en donde hay mucho todavía por hacer.

El ejercicio de los derechos político electorales de las mujeres sigue, pues, enfrentando múltiples obstáculos que nos conciernen a todas y a todos.

Uno de esos obstáculos es la violencia política contra las mujeres por razones de género que, si bien no es una problemática nueva, es tan vieja como la política, sí es un fenómeno que recientemente ha sido objeto de una atención puntual por parte de autoridades, instituciones políticas, especialistas, organizaciones de la sociedad civil.

En el INE somos conscientes de ese obstáculo y de la mano de las instituciones y de las organizaciones aquí reunidas, refrendamos nuestra voluntad para seguir trabajando por combatirlo, para contribuir a erradicarlo y para evitar que afecte, no sólo todas las esferas de la vida diaria de las mujeres, sino la convivencia de la sociedad en su conjunto.

Ciertamente, como lo he dicho en otras ocasiones, la violencia y las condiciones de inseguridad estaban presentes ahí antes de que arrancara este proceso electoral y siguen ahí después del 1° de julio, pero su agudización y la complejidad del fenómeno nos llevan a plantear la necesidad de construir un diagnóstico amplio, plural y multidimensional, y además, traducir ese diagnóstico de rutas efectivas de acción para evitar que en el futuro este reprobable fenómeno incida en la recreación de las elecciones.

Por ello, próximamente, en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia, perdón, precisamente, en el contexto del día que hoy celebramos, y que se conmemora, como ustedes saben, cada 25 de noviembre, es que queremos conjuntamente con ustedes, abonar a la construcción de este diagnóstico específicamente sobre los factores que inciden en la violencia política contra las mujeres y avanzar en las rutas críticas sobre las que podremos combatir.

Desde hace un par de años, las instituciones hemos emprendido un diálogo abierto sobre los retos y las iniciativas que es necesario emprender para atender la violencia política contra las mujeres por razón de género, y claramente este diálogo no estaría completo sin la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil.

Su perspectiva crítica y propositiva ha sido fundamental para fortalecer los procesos democráticos en diferentes ámbitos y, para nosotros, como autoridades electorales, como instituciones encargadas de vigilar que los principios rectores del sistema democrático se reproduzcan en cada ámbito de nuestra actuación, el contexto de exigencia que ustedes nos han generado a nosotros es indispensable.

Es por ello, que el evento que hoy nos convoca, pretende reforzar ese diálogo abriendo un espacio para que las organizaciones de la sociedad, activistas, defensoras de derechos, compartan su visión y propuestas para atender de maneras integral este tipo de violencia.

Sabemos que hay mucha información que detectan ustedes desde su ámbito de actuación y que no necesariamente está registrado por instituciones del Estado. Hay mucha información que las instituciones del Estado generamos y que es indispensable para que ustedes robustezcan esa generación de contextos de exigencia a la que hacía referencia.

Información, toda, que podría contribuir a mejorar el ecosistema democrático en el que queremos consolidar la igualdad sustantiva, esa sociedad 50/50 de la que tanto hablamos y, sobre todo, libre de todo tipo de violencia. De ahí que este sea el foro para escucharles y comenzar a generar las metodologías y los indicadores que nos ayuden a dimensionar, medir y, por lo tanto, combatir la violencia política en contra de las mujeres por razones de género.

De aquí que, permítanme hacer también una provocación. Creo que espacios como estos son indispensables para poder avanzar en la construcción de una mucho mejor tipología de lo que es la violencia política contra las mujeres por razones de género porque hay un problema conceptual que, desde que lanzamos el primero protocolo, por cierto un protocolo que está no solamente en fase de revisión sino en breve, en un replanteamiento, en un enriquecimiento a partir de su revisión, actualización y precisión, producto de la experiencia de su instrumentación reciente, mencione: “no toda violencia contra las mujeres es violencia política y no toda violencia política contra las mujeres es por razón de género”.

Si no precisamos adecuadamente este concepto, y lo digo con mucha preocupación a la luz de la iniciativa que se ha presentado en el Congreso, y que se está discutiendo en el Congreso, corremos el riesgo de que una buena causa, una buena acción se traduzca en algo ineficaz e ineficiente, más cuando la ruta ha sido, como se ha mencionado por Belén, la ruta de la penalización que no es que esté mal; es insuficiente y además por las características particulares del proceso penal; un tipo ambiguo como los que se han presentado en las iniciativas terminará por ser un tipo absolutamente ineficiente e inaplicable.

Hay una tarea sobre la que tenemos que avanzar, y lo digo autocríticamente, no hemos hecho suficientemente la tarea.

Dania mencionaba en su intervención la gran cantidad de quejas que se han presentado y que ha atendido el Instituto Nacional Electoral a la luz del protocolo de esta primera versión del protocolo por presunta violencia política en contra de las mujeres por razones de género.

Déjenme contarles un caso sin ponerle nombre y apellido. Uno de esos cientos y tantos asuntos que nos llegaron a nuestro conocimiento por denuncias en el ámbito de los Organismos Públicos Locales Electorales, es el de una consejera que se quejaba de haber ido excluida de comisiones, cuando es una decisión colegiada y cuando, además paradójicamente, había también un compañero suyo consejero que había sido excluido en comisiones.

No estoy diciendo que esté bien que se excluya a un colegiado en donde existen ese tipo de exclusiones, un colegiado que funcional mal, y miren que se los digo por experiencia. Manejar, conducir los trabajos de los colegiados es sumamente complicado y la construcción de los consensos es sumamente difícil y, sin embargo, el que sea alguien excluida de una comisión, podrá ser algo de mal gusto, podrá ser algo indebido, podrá ser algo disfuncional por el funcionamiento de los colegiados, pero cuando no es por el hecho de ser mujer, no es violencia de género y no sé siquiera que sea violencia política.

¿Qué quiero decir con esto? Hacemos, emprendemos el trabajo que muchas veces soslayamos de tener una definición puntual de lo que es la violencia política de género, perdón, violencia política contra las mujeres por razón de género, o en buena medida los esfuerzos que estamos haciendo se van a encontrar y chocar de  manera infructuosa con una realidad que es jabonosa, que es como arena, que muchas veces nos hace intentar asir el problema, y todo el tiempo vemos cómo las reticencias culturales, cómo las reticencias políticas acaban generando fenómenos como las “Manuelitas”.

Es decir, o empezamos a tener definiciones claras y no nos hemos dedicado a ello, nos hemos avocado en una muy venturosa lucha de evidenciar, poner el foco en casos que son inaceptables, pero hemos dejado de lado, en buena medida, ese trabajo sin el cual, al final las acciones normativas, las acciones administrativas, y mucho más, si queremos avanzar, las acciones finales pueden resultar infructuosas.

Así que déjenme terminar justo con esta provocación, estos son los espacios en donde a partir de las, no digo que la construcción de conceptos tenga que ser una construcción abstracta. La construcción de conceptos muchas veces parte justamente del análisis concreto y puntual de casos que son inaceptables, de casos concretos, pero requiere inevitablemente un esfuerzo que trascienda la evidenciación de los casos concretos para poder generar parámetros, insisto, conceptuales, que nos permitan generar un paraguas y, en consecuencia, una ruta clara sobre la que avanzar.

Reconocemos que, así como el logro de la paridad legislativa no hubiera sido posible sin el trabajo conjunto de autoridades, partidos, academia, redes de mujeres y organizaciones de la sociedad civil, la eliminación de la violencia política contra las mujeres por razones de género, estoy convencido, tampoco será posible sin las sinergias y alianzas estratégicas que podamos conformar con ustedes y que nos tienen hoy aquí.

Concluyo con un llamado a no bajar la guardia en defensa de los derechos políticos de todas y todos. Hay que celebrar lo que logramos, pero justamente esa celebración tiene que traducirse en un cobro de conciencia de que los trechos por recorrer, de que el trabajo por hacer es todavía mucho, no sólo para evitar que lo que hemos logrado se pueda perder mañana.

Porque esto es como la democracia, no llegó para quedarse, o la cuidamos, o la procuramos, o la defendemos, o se nos puede escapar entre las manos. Sino también creo que, además de cuidar lo que hemos logrado tenemos que fijarnos con claridad la ruta que tenemos que seguir.

Y esa no es una tarea, no es una directriz que puede caer desde lo alto. No es algo que el INE va a tener que decir por dónde va, es algo que construimos conjuntamente o seguiremos teniendo múltiples, venturosos y encomiables esfuerzos que al no estar alineados no tendrán la eficacia que requerimos para seguir avanzando en ésta, que es una lucha conjunta.

Muchísimas gracias.

Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en el foro: Estrategias ciudadanas para la atención y observación de la violencia política contra las mujeres en razón de género durante el proceso electoral 2017-2018

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