Gracias, buenos días a todos, a todas.
Me complace mucho participar en un encuentro tan plural como éste para festejar uno de los cambios sociales más importantes de la historia de México.
Los cambios, los cambios no han sido solamente políticos, tenemos también en estos 65 años que estamos conmemorando, el registro de cambios sociales muy importantes que, entre otras cosas, ayudan a explicar los cambios políticos, ese impulso por darle a la vida política de México y en las últimas décadas, a nuestra democracia, un sentido más profundo, más sustantivo que el solo ejercicio de los derechos políticos en la versión clásica de los mismos.
Veamos algunos indicadores sociales para contrastar la situación que tenemos hoy con la que teníamos en la década de 1950.
En parte, el material bibliográfico que vamos a ver a continuación, nos va a mostrar algunos rasgos de la vida de las mujeres de la década de 1950.
En ese entonces, las mujeres típicamente eran las encargadas del hogar, dependientes del padre o de los hermanos, primero, del esposo, después; sus decisiones, por lo tanto, estaban subordinadas a la opinión, a la determinación de los hombres.
Su capacidad de decisión era muy restringida y su aporte económico, si bien en la sustancia era muy importante, incluso, en las cuentas económicas era muy poco visible.
Hoy el papel de las mujeres para bien de todos es distinto.
Ha habido en la historia pocas revoluciones que logren introducir cambios tan notables, tan sustanciales en el transcurso de un par de generaciones como ha sido, como puede ser el caso que hoy nos ocupa.
El movimiento por el reconocimiento de los Derechos de las Mujeres lo ha logrado.
Si bien su lucha viene de más lejos, al menos desde mediados del Siglo XIX, en los últimos 65 años, se han materializado cambios que expresan la tenacidad con lo que las mujeres han actuado para construir una sociedad más equitativa.
¿Qué tanto ha cambiado la vida de las mujeres desde que votaron por primera vez, o que tuvieron derecho a hacerlo? Exploremos algunos indicadores que hoy configuran un escenario distinto, al que se vivía en aquella década a la que estamos haciendo alusión.
Por ejemplo, las mujeres de 1953, se casaban mucho más jóvenes que ahora, la edad promedio de matrimonio en esos años era de 20 años. Hoy la edad promedio para contraer nupcias llega a 26 años. Y esto no es poca cosa, porque está asociado a una forma de vida, a las oportunidades que se abren en la vida cuando el matrimonio se aplaza, oportunidades de estudio, de trabajo, de maduración para ejercer la libertad.
Hace 65 años, según datos del Consejo Nacional de Población, la tasa global de fecundidad, es decir, el número promedio de hijos por mujer en edad reproductiva que era de 6.6 hijos.
En 2018, el mismo CONAPO lo estima en 2.1 hijos por mujer.
En la década de 1950, de acuerdo con datos del anuario estadístico de la UNAM, el promedio de mujeres que cursaban alguna carrera universitaria era de 18 por ciento.
Ahora, según información de la ANUIES, el porcentaje se incrementó a 50.3 por ciento en el ciclo escolar pasado.
La participación económica de las mujeres se ha incrementado en forma muy significativa. Particularmente a partir de la década de 1980.
Para 2016, el 44 por ciento de la población femenina en edad de trabajar, ya tenía empleo o lo estaba buscando.
Si bien estos datos muestran avances notables respecto a la situación en que se encontraba hace 65 años, es necesario reconocer el trecho que aún la rezaga de los hombres. Por ejemplo, la brecha salarial entre hombre y mujeres, se estima en 2016 de 16.5 por ciento de acuerdo con datos de ONU-Mujeres.
Todavía los consejos ejecutivos de compañías que cotizan en la bolsa son poco accesibles para ellas, sólo participan el cinco por ciento en esos puestos a diferencia del 95 por ciento de los hombres.
Estas y otras son transformaciones pendientes que seguramente se apoyarán, se impulsarán con medidas afirmativas para acelerar este proceso de inclusión.
En el ámbito político, los cambios son muy significativos y por eso hoy los estamos festejando, desde el gran cambio que abrió apenas un resquicio, pero que luego se convirtió en un camino muy ancho hace 65 años con el reconocimiento del derecho de voto de las mujeres, hasta lo que hoy, por fortuna de todas y de todos estamos viviendo, una virtual paridad en los órganos de representación política.
Bien, en el video que vamos a presenciar enseguida se ilustra un poco de cómo era la vida social de las mujeres hace 65 años.
Gracias.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero del INE, Jaime Rivera, durante el evento conmemorativo por el 65 Aniversario del VOTO de las Mujeres en México. 2018: Año del Logro de la Paridad Legislativa, celebrado en el auditorio del INE
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