Permítanme intervenir, aunque sea brevemente sobre este punto.
Siempre he sido un defensor de la idea de que, si bien la democracia implica como protagonistas, en primer instancia, las y los ciudadanos y esto está determinado entre otras condiciones aceptadas general y universalmente por la mayoría de edad, que la democracia no puede construirse y la ciudadanía no puede construirse a partir de la obtención de la mayoría de edad.
Las raíces más profundas de la construcción democrática están justamente en el acondicionamiento y preparación, hay que decirlo, asunción de parte de las niñas, niños, adolescentes de la práctica y del aprecio de los valores y principios que rigen la democracia. La participación ciudadana no se construye, pues, a partir de los 18 años, sino que tiene que construirse desde los muy distintos ámbitos de interacción social desde mucho antes.
La Consulta Infantil y Juvenil ha sido una de las apuestas institucionales, por cierto, más longevas y más apreciables del esfuerzo que por construir ciudadanía, por robustecer la democracia a lo largo de 20 años ha venido realizando el Instituto Federal Electoral en una tradición que venturosamente hereda el propio Instituto Nacional Electoral.
Siempre he sido un defensor, y así lo planteamos en 2015, de que la participación de las niñas y los niños en la vida democrática, la introducción de éstos en la vida democrática es pertinente hacerla no solamente desde una lógica pedagógica y desde una lógica de, digamos, socialización y costumbre respecto de la convivencia, tolerancia, en fin, de la práctica de los valores y de los principios democráticos en cuanto tal, sino también a través de la que, como llamaba Tocqueville, es la escuela primera de democracia, la mejor escuela de democracia, decía el autor de La democracia en América, es la participación misma en los procesos de toma de decisiones democrática.
Por eso siempre he sostenido la necesidad y la pertinencia desde 2012 cuando me incorporé como Consejero al Instituto Federal Electoral hubo una discusión a propósito de la fecha en la que debía realizarse la Consulta Infantil y Juvenil, y siempre he planteado la pertinencia de que la misma ocurra simultáneamente a los procesos electorales.
Es decir, en un escenario ideal del que estoy convencido de nueva cuenta en términos de su pertinencia, lo ideal sería que el mismo día en el que las y los ciudadanos ejercemos nuestro derecho al voto ocurra también la participación de los chicos, en esta sinergia de que los padres llevamos a nuestros hijos a participar en la consulta y ellos nos lleven de la mano a votar. Bajo la misma premisa de que la democracia se vive y se aprende en ese contexto.
Sin embargo, celebro, primero, por supuesto, que este Instituto haya reivindicado en esta ocasión una tradición que es indispensable, y cuyos resultados deberían, no solamente difundirse más, sino estudiarse más, como ocurrió con la Consulta Infantil y Juvenil de 2015; pero visto el proceso, primero pues, celebro pues, que en este año estemos presentándonos, agradezco a la Comisión de Capacitación y Organización Electoral que preside el Consejero Baños la presentación de esta propuesta, enésima propuesta de realizar la consulta.
En segundo lugar, creo que, frente al desafío histórico, en términos organizativos y técnicos que representa la elección más grande de la historia, es pertinente, en esta ocasión, ojalá la normalización de la, y la asimilación de la propia Reforma de 2014, en el futuro nos permita volver a empalmar los dos procesos, me parece que en esta ocasión, a pesar de lo que he dicho aquí, a pesar de lo que he sostenido en otras ocasiones en esta misma mesa, es pertinente que se realice en un momento diferenciado.
El desafío técnico, organizativo, pero sobre todo, la enorme carga política que significa la elección más grande de nuestra historia y el que estén en disputa el número de cargos, un número de cargos electivos nunca antes visto, requiere que el personal del Instituto Nacional Electoral, esté plena y absolutamente dedicado a cumplir, como ha venido ocurriendo, como está ocurriendo hasta ahora, a cumplir al 100 por ciento con su responsabilidad constitucional que es la de proveer la organización de las elecciones, de modo tal, que los mismos ciudadanos se apropien de las elecciones y las lleven a cabo.
Creo que es pertinente y además es particularmente simbólico, como el propio proyecto lo plantea, el que en esta ocasión la consulta aproveche la celebración del Día Internacional de la Infancia en noviembre para, como un marco en el cual esta consulta que tendrá muchos elementos de novedad, como el proyecto lo está planteando. En primera instancia, que no será un evento de un solo día, sino un evento, digamos, que involucrará a lo largo de un periodo de tiempo, la posibilidad de que los niños participen en distintos espacios en la, digamos, en este mecanismo de participación no ciudadana, sino proto ciudadana diría.
En segundo lugar, celebro que la propia organización de la consulta, se esté planteando la integración de un Comité Técnico, con las personalidades que ya ha descrito el Consejero Marco Antonio Baños: la doctora Mónica González Contró, la maestra Margarita Griesbach y la doctora Nashieli Ramírez, que son, como se ha planteado, no solamente conocedoras, digamos, defensoras desde sus ámbitos de actuación de los derechos fundamentales, sino además especialistas de los derechos de la infancia.
Celebro la integración de este Comité, y sobre todo, porque va a enriquecer, digámoslo así, desde una perspectiva externa lo que ha sido una larga trayectoria de experiencia en esta materia.
En alguna ocasión, platicando con alguna de estas especialistas, recibía la crítica de que la consulta no debería ser consulta, sino avanzar hacia algún tipo de mecanismo, digamos, ponderado de toma de decisiones, es decir, creo que estamos ante una ventana de oportunidad para, digamos, aprovechar un bagaje institucional de una larga data, por un lado. Pero, por otro lado, también de plantearnos, digamos, una dimensión a futuro de mejora de los mismos mecanismos.
Celebro, pues, por estas razones la presentación del proyecto, por supuesto lo acompaño. Y no quiero dejar de señalar que la participación del Comité de Seguimiento de la propia ENCIVICA es de una enorme pertinencia, porque estamos, por cierto, en la primera consulta infantil y juvenil que se va a circunscribir dentro del marco de la ENCIVICA.
Felicidades en última instancia a los integrantes de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica y, por supuesto, a los Consejeros de la Comisión que nos traen ese proyecto y en particular el Consejero Marco Antonio Baños.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Códova en el punto 9 de la Sesión Ordinaria de 25 de abril de 2018, por el que se aprueba la realización de la Consulta Infantil y Juvenil 2018
-o0o-