Muchas gracias.
Estamos ante un procedimiento que fija la ley y que podría resultar intrascendente en el marco de las atribuciones que tiene el Instituto Nacional Electoral en su conjunto, pero constituye el segundo paso de la aleatoriedad establecida en la propia legislación electoral desde principios de los años 90 y que se conforma como uno de los más importantes eslabones de la que aquí hemos definido como la cadena de confianza en la construcción de las elecciones mexicanas.
Se trata, como lo hemos señalado en su momento, del conjunto de procedimientos establecidos en la ley y que sucesivamente se van hilvanando en la construcción, sedimento a sedimento, etapa a etapa, una construcción sedimentada de la confianza en torno a los procesos electorales.
Hoy a cuatro meses del arranque de la Jornada Electoral más grande de nuestra historia democrática, nadie sabe a ciencia cierta quién cumplirá la delicada función de recibir y contar los votos de las y los ciudadanos mexicanos. Y eso tiene una razón de ser: Histórica, profunda y plasmada, consagrada en la legislación.
Esa incertidumbre a cuatro meses de la Jornada Electoral constituye la mejor garantía de que los votos serán contados y serán contados bien.
En México lo hemos insistido en numerosas ocasiones, las elecciones no las hace el INE, el INE las organiza, quien hace las elecciones, quien permite que las elecciones efectivamente se lleven a cabo es la participación de millones de mexicanas y mexicanos que son los responsables de hacer la elección, son ellos la mejor garantía de que los votos se contarán de manera imparcial y objetiva, en México los votos no los cuenta el INE, no los cuentan los partidos políticos, los cuentan las y los ciudadanos. Y a cuatro meses nadie sabe a ciencia cierta, insisto, quiénes serán esos que son responsables de hacer la democracia en nuestro país.
Sabemos, por el sorteo que se realizó hace algunas semanas, que quienes integrarán las casillas son las y los nacidos en los meses de febrero y marzo, pero el sorteo de la letra que hoy llevaremos a cabo implica esa doble aleatoriedad que, vuelvo a al punto, es la mejor garantía de que los votos no serán indebidamente manipulados y serán contados con objetividad y certeza.
No es un mero formalismo el que estamos por presenciar, es probablemente una de las columnas centrales de la edificación del sistema democrático del sistema electoral mexicano; esa aleatoriedad es una garantía que ha constituido la base de la tranquilidad de los partidos respecto a que ese punto fundamental de la elección, el conteo de los votos, que solamente en circunstancias excepcionales, puede volver a repetirse en sede distrital, es realizado bien, es realizado sin sesgos.
Vendrá una etapa muy importante a cargo del Instituto Nacional Electoral que es la notificación de esas ciudadanas y ciudadanos, su capacitación y su designación al final por órganos ciudadanos, que son nuestros Consejos Distritales, integrados mayoritariamente por distinguidas y distinguidos miembros de sus comunidades quienes definirán quiénes serán al término de este procedimiento los responsables de hacer democracia, los responsables de contar, recibir y contar los votos.
No es un asunto menor, no es un trámite burocrático, no es un procedimiento legal cualquiera. Estamos por presenciar la segunda etapa del procedimiento que se constituye en la columna vertebral de la construcción de confianza.
Vuelvo al punto. La construcción de la confianza por parte de la autoridad electoral, se tiene que ganar día a día, pero la garantía primordial de que los votos serán contados sin ningún tipo de sesgo, está precisamente en el resultado de este sorteo del que dependerá, insisto, la aleatoriedad con la que serán definidos quienes contarán los votos.
¿Por qué hoy a cuatro meses a diferencia de lo que ocurre con el resto de los países democráticos, nadie sabe quién va a contar los votos?
Porque venimos de una historia de desconfianza, de una historia si se quiere incluso de legítima desconfianza y que nos ha llevado a tomar este inédito procedimiento a nivel mundial como una manera de inocularla, repito, como un eslabón de la cadena de confianza de las elecciones.
Porque hoy nadie sabe quiénes son los ciudadanos que van a contar los votos para evitar que los mismos estén expuestos a una eventual indebido acercamiento y presión por parte de los actores políticos.
Esa es la razón de la aleatoriedad, esta es la razón de este mecanismo.
En otros países quienes cuentan los votos son funcionarios públicos. En Inglaterra los funcionarios públicos que son designados por una decisión vertical, discrecional de la autoridad electoral para fungir como funcionarios de casilla, son, repito, funcionarios públicos y cumplen con esa función una y otra y otra elección.
En Inglaterra se aprovecha la confianza en el servicio público y se aprovecha la experiencia de quienes han sido capacitados para cumplir esa función.
¿Qué ocurre en otros países democráticos?
Los funcionarios de casilla son voluntarios que levantan la mano, muchos de ellos estudiantes, para cumplir esta delicada función.
En México si operáramos como operan otras democracias, probablemente el germen de la desconfianza imperaría. Lo que hoy tenemos es un procedimiento aleatorio. Lo que decidimos en México en nuestra etapa de construcción, de confianza en torno a las elecciones fue que cualquiera de los ciudadanos que están inscritos en el Listado Nominal, puede ser al final sorteado y designado para cumplir esta delicada tarea.
El INE hoy no pide un voto de confianza respecto a sí mismo como institución frente a las elecciones que están a cabo, lo que demanda, y eso lo haremos, es un voto de respeto para quienes van a tomar las decisiones respecto a quienes van a ser funcionarios electos mediante el voto popular, es decir las y los ciudadanos, y que, además, van a cumplir esa función de garantía del proceso electoral, se mantenga.
Estamos frente a algo que los partidos plantearon en la ley, y que es, precisamente, la garantía de la confianza en torno a las elecciones.
Consulto si antes de proceder hay alguna otra intervención sobre este punto.
Bien, si no hay más intervenciones, señor Secretario, le pido que desahogue el procedimiento del sorteo previsto en ley y que nos ocupa.
Versión estenográfica de la intervención del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, en el punto 6 de la Sesión Ordinaria del 28 de febrero de 2018, relativo al Sorteo de la letra, a partir de la cual, con base en el primer apellido, se seleccionará a las y los ciudadanos que serán Designados Funcionarios de Casilla en el Proceso Electoral 2017-2018
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