“Precandidatos únicos”, artículo de Marco Baños, en El Economista

Escrito por: INE
Tema: Opinión

El modelo electoral mexicano dispuso que, durante procesos para renovar la Presidencia de la República, los partidos políticos tienen acceso a tiempo aire, en cada señal de radio y televisión del país, para desahogar sus propios métodos democráticos de selección interna de candidaturas durante máximo 60 días, que es la frontera que hoy reconoce la Constitución como “precampaña”.

 La reforma electoral del 2007 estableció ese periodo acotado como respuesta a un contexto político donde era común, entre 1999 y el 2006, que la selección de candidaturas al interior de los partidos tuviera elección directa abierta a ciudadanía o militancia, con varios precandidatos compitiendo, con periodos mucho más extensos y sin regulación homogénea o bases mínimas. Comenzaba a perfilarse una tendencia en la que se elegían candidaturas con debates entre aspirantes, spots y finalmente urnas, un ejercicio natural en democracia aunque con la dosis respectiva de tensiones, rupturas y desgaste doméstico, algo parecido a contiendas primarias que se dan en los Estados Unidos. Esa tendencia no es igual hoy porque los partidos optan por nuevas modalidades de acuerdo que ahora hacen común candidaturas únicas o ya decantadas cuando arranca la etapa prevista originalmente para un esquema de competencia interna.

 Las precampañas de 1999 veían de lejos la fecha de las campañas constitucionales; tuvieron mucha anticipación y no estuvieron exentas de polémica por eso, porque representaban un foco de atención muchos meses a un solo instituto político, al mismo partido, y eso desnivelaba la cancha de competencia al momento en que, ya decididas las candidaturas, llegara el momento de medirse frente a las de los otros partidos. Precandidatos de esa época llevaban más de un año de ventaja en mítines, spots, asambleas públicas, debates y actividad de promoción intensa, pero eso no garantizó finalmente que obtuvieran más respaldo en las votaciones frente a otras ofertas, pese a que ese fue uno de los argumentos para impulsar la regulación que llegó mucho después.

 En 1999, un año antes de que Vicente Fox fuera candidato formal panista (entonces en coalición con el PVEM), o Cuauhtémoc Cárdenas disputara una candidatura de izquierda con Porfirio Muñoz Ledo al interior del PRD, el PRI tenía ya una larga contienda interna que en los hechos era una precampaña. Humberto Roque, Manuel Bartlett, Roberto Madrazo y Francisco Labastida buscaban ahí la postulación presidencial y hasta un debate con amplia difusión en medios sostuvieron, miles de notas periodísticas cubriendo sus actividades antes de que arrancara la campaña presidencial oficial.

 La vida intrapartidista requiere de alternativas de participación y la competencia entre militantes y simpatizantes es natural, pero también es legítimo que las fuerzas políticas lleguen unidas en torno a una misma candidatura, lo que hoy llamamos precandidatura única.

 Ya no existe la anticipación de prácticamente 12 meses antes, pero tampoco son los mismos métodos de selección que vimos en el pasado reciente. En el 2012 el PAN tuvo varias precandidaturas y utilizaron los promocionales de precampaña para contrastarlas entre su militancia, aunque quienes no eran militantes o simpatizantes también conocieron sus mensajes.

 El criterio del IFE fue no permitir que precandidatos únicos aparecieran en los spots, porque la precampaña fue concebida con referentes de competencia interna para lo que se necesita de al menos dos precandidaturas. Sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha tenido un viraje en criterios, al concluir que la etapa de precampaña debe permitir que incluso precandidatos únicos puedan “interactuar” o dirigirse a la militancia a través de cualquier medio siempre que no incurran en los actos anticipados que define a su vez la ley como llamados “expresos” al voto a favor de un partido o en contra de otro.

 Es sin duda discutible ese criterio pero se trata de una jurisprudencia (32/2016) que en días pasados ha generado nueva polémica por la aparición de precandidatos únicos en spots, algo que antes no se permitía. Lo cierto es que la definición que tome el TEPJF, refrendando la jurisprudencia o precisando alcances distintos, la regla es y será una vía aplicable a las precandidaturas de todas las fuerzas políticas y no significa ni va a significar que sólo una u otra tendrá meses de aparición en medios sin que el resto pueda hacerlo también.

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RESUMEN